Partida Rol por web

Mientras Elijah y Rita revisaban las cajas, las cuales descubrieron ambos estaban cerradas herméticamente, ya que no había fisura por donde realizarles palanca o cualquier tipo de fuerza para abrirlas, mas investigando un poco más encontraron que las mismas poseen un botón de apertura, a diferencia del panel, esté era bastante pequeño, del tamaño de un dedo humano.

Olive, quedandose en la puerta haciendo guardia, alcanza a ver al extraño de antes, esta vez acompañado por otro ser humano, aparentemente se los ve apurados y un poco agitados a ambos, a pesar de no haber caminado más de 30 o 40 metros.

Regal y Evan, después de haber discutido que hacer, deciden ir a unirse a los de su clase para ver si pueden encontrar una salida juntos de aquel extraño lugar.

 Observo a la joven en la puerta, fijamente a los ojos, y pronuncio con tranquilidad, aunque recobrando el aliento un poco:

 - Por favor, ¿podemos pasar? - ella me observa, sin pronunciar palabra. Mis ojos siguen fijos en ella - La situación es peligrosa, necesitamos encontrar refugio, y tenemos mayores posibilidades juntos, eso lo sabes. Te pido nuevamente que nos permitas pasar. No venimos a hacerles daño. Necesitamos respuestas a dónde estamos y cómo salir. Podemos trabajar juntos, por eso solicitamos paso. - Observo a mi compañero, recuperando su aliento, veo el pasillo detrás nuestro. No hay peligro... aún. Pero no podemos quedarnos mucho más tiempo ahí. El enemigo va a venir por nosotros, tarde o temprano. Vuelvo a observar a la chica. Espero su respuesta.

Miro al extraño "conocido" y dudo dejarlo pasar o no.
Luego, cuando habla y cuenta sus propósitos, decido hacerle una seña para que entraran. Pero sin antes, ver al otro extraño. Era un joven, no creo que mucho más grande que yo, con el pelo largo y negro.

-¿Como te llamas? -le pregunte sin dejarlo pasar.

Él no iba a avanzar, hasta que no me responda.

 La chica nos detiene, preguntando por Evan. Desvío mi mirada a él, asintiendo con la cabeza, para que contestara. Podíamos confiar en esta persona, al menos.

 - Mi nombre es... Regal. - miro hacia abajo, es avergonzante incluso pronunciar mi nombre - Y mi compañero... Permitiré que se introduzca él mismo.

Evan miro a Regal, al ver su gesto decidio responder. Despues de ver al extraño robot decidio que estar con humanos era necesario. Aunque le generaran mucha desconfianza.

-Evan Cross.- respondio con voz tranquila y despues miro hacia abajo. El señor tuercas se encontraba extrañamente callado, quizas tenia verguenza por la cantidad de gente.

-¿Vos?.- preguntó, aunque realmente no le importaba. Pero no le gustaba que solo su grupo se viera forzado a revelar su nombre.

- Al menos veo que posee ciertos modales. - esbozo una ligera sonrisa, ante la cara de fastidio de la mujer que había visto momentos atrás, aunque revierto a una cara más seria, a fin de explicar - Mi nombre es Regal. Fui traido acá por unos... seres metálicos llamados Daleks. Son muy peligrosos, pero por alguna razón necesitan de mis... conocimientos, si es que quieren sobrevivir. Supuestamente, algo los está matando, y necesitan mi ayuda. Algo que no me siento dispuesto a hacer. Momentos después de haber llegado acá, me encontré con este joven, Evan, un adepto de la tecnología, sus conocimientos son particularmente útiles. Sin embargo, desconozco exactamente donde estaba antes de llegar acá. Ahora, que sabe a qué nos enfrentamos, aclarenos cómo llegaron y qué están haciendo. Y trate de comportarse mejor. No se si le explicaron que gritar es opuesto a hacer silencio, que es algo que requerimos ahora mismo.

Rita revoleó los ojos con fastidio. Otro joven insolente. ¿Por qué todos los idiotas le tocaban a ella? El otro joven, el de pelo negro, parecía tener una actitud más práctica que el resto... ojalá no se equivocara. No tenia ganas de hacer de niñera... o paseadora de perros, en todo caso. Pero Rita creyó que seguir discutiendo era también una forma de perder el tiempo y había que encontrar una salida.

De todos modos, no podía dejarse insultar. "TU no as a enseñarme modales a MI, jovencito. No soy maestra jardinera y no tengo por qué tenerles paciencia a un grupo de cachorros como ustedes. Ahora, si esto es una broma, es hora de que termine. Es una broma, verdad? Como en esa película de Michael Douglas... alguien pagó para hacerme una broma... nos están viendo en este momento?" Rita miró hacia arriba a ver si veía algo, cámaras o lo que sea. "Geroge, si esta fue tu idea de regalo de cumpleaños... te agradezco pero sabes que prefiero los diamantes. Ahora ya sácame de aquí, realmente esto no es agradable. Y de verdad pensaste que me creería lo de las latas metálicas? Por favor!" Rita ya no sabía que pensar. Ideas como viajes en el tiempo o robots peligrosos simplemente no entraban en su mente.

 Levanto ambas manos y acerco un dedo a mis labios, soplo, señalando silencio. Ignorando por completo los comentarios subsiguientes de esa mujer, me dirijo a Evan:

 - Evan, podrías vigilar el pasillo, por favor? Voy a hablar con él. Señalo a donde se encuentra la única persona con la cual no interactué y camino hasta ahí.

 - Estimo que estás a cargo, no es así? ¿Cuál es la situación? - observo las cajas, extrañado. - ¿Alguna idea de qué hay en estas cajas? ¿Cómo fue que llegaron ustedes hasta acá?

Evan miro a la mujer que estaba de mas mal humor, era obvio que sus objetivos eran completamente opuestos a los suyos, todas esas personas buscaban simplemente escapar, pero Evan buscaba otra cosa, él buscaba la verdad, la verdad sobre porque habia muerto su amigo, del porque habia terminado un teletransportador en sus manos.

-Seria agradable que todo fuera una broma.- le dijo.- Y que mi amigo ahora se encontrara con vida.

Por eso era que ya no hablaba con humanos, las maquinas si lo entendian, podian ser verdaderas amigas. Se giro, y como le habia dicho Regal miro el pasillo, esperando que la criatura robotica fuera lo que fuera, no se hubiera dado cuenta de su presencia.

Rita se puso pálida. Seguía mirando a Evan. -"¿Quieres decir que alguien ha muerto? ¿Aquí, en este extraño lugar? Díme qué pasó, cómo fue... y tu amigo, dónde está? Su... cuerpo, quiero decir" Rita se estaba asustando cada vez más.

-No murio aqui.- le dijo tranquilo.- Pero esta relacionado con todo esto. 

Evan respondia mientras seguia mirando al pasillo, esperando que no apareciera ningun "Dalek"

-Un amigo mio estaba investigando una especie de maquina cuando murio.- le dijo.-Cuando recupere sus cosas la encontre y logre hacerla funcionar, se activo y me llevo hasta aqui.

-¿Como llegaron hasta aqui?.- preguntó, quizas al saberlo entenderia un poco mas que estaba sucediendo.

-"Oh... lo siento," fue todo lo que logró decir Rita. Para ella nada tenía sentido... máquinas del tiempo, criaturas metálicas que matan, el encierro tras ese cristal. ¿Estaba soñando? ¿Se habría vuelto loca? -"Uds, vienen de allí, verdad?", dijo señalando el pasillo. "O sea que por allí no está la salida... y además es peligroso." Estaba empezando a pesar que quizás nunca saldrían de allí.

Me quedé helada escuchando lo que hablaban. Parecía que nadie necesitaba de nada mío. Me sentía realmente ignorada. Al ser mas joven, y probablemente, parecer pequeña o tonta, nadie me tenía en cuenta para algo serio.
Salí caminando por el pasillo, en silencio, tratando de no llamar la atención. Aparte de no hacerlo.
Quise intentar abrir una puerta.

Caminando sola por el pasillo, llegas a una de las puertas e intentas lo mismo que hicieron tus compañeros, tocando un poco los botones de presión ves como se abre la puerta enfrente tuyo.

A diferencia del resto de las habitaciones, esta tiene las paredes doradas y está bañada en una luz roja bastante tenue pero suficiente para apreciar que está vacía, a excepción de una cama justo en el centro, no hay nada más que eso. Observando bien alcanzas a distinguir que, en la misma, caen una especie de esposas, tanto en los costados como en el área de los pies. Probablemente para retener a alguien o algo.

Al darte vuelta te encontrás con que Evan está al lado tuyo.

Evan vio como la joven se iba de la habitacion, algo que no parecia una decision muy inteligente.
-No es mi culpa si tiene instintos suicidas.- dijo en voz baja mientras miraba al seÑor tuercas que lo miraba con un gesto de queja.
-Esta bien! Maldito seas.
Evan salio de la habitacion en busca de la mujer.