Partida Rol por web

Acepto la llamada al irse David. Pocos tienen mi número, menos aún que no conozca por lo que...debe ser importante.

Y si no, bueno, por mucho que diga la gente perder dos segundos no te mata. Casi nunca.

Mas tarde, tras la noche del consejo, teléfono. Ricardo llama Al Azote

- Perfecto, allí estaré.

Dije concluyendo la conversación.

-Señor de Bourdeo, buenas noches. Soy Elizabeth Lamothe, no sé si me recuerda de la reunión del Elíseo... -te llega una voz sensual del otro lado. -Creo recordar que usted me dijo que lo llamara para vernos y seguir nuestra interesante conversación.

-Elizabeth Lamothe...Lamothe...no me termina de sonar. Oh, espere ¿Una jovencita encantadora con un espectacular vestido morado? Magnífica espalda al aire, y magi, para más señas.- bromeo al responder.

-Señorita Elizabeth, encantado de recibir su llamada. Sería un placer para mi ¿Qué tiene en mente?

-Tengo esta noche libre en el laboratorio, sé que es un poco precipitado pero quizás podríamos reunirnos unas horas para conocernos mejor, ya que durante este año tendremos que convivir en la misma ciudad con nuestros dominios... -hizo un abreve pausa -Sé que es un vástago ocupado, yo también. Solo quería saber si disponía de algo de tiempo y predisposición a la conversación.

-Ya veo. Me parece una buena idea señorita Lamothe, muy acertada. No obstante, para aceptarla debo imponer una condición. Debe estar usted tan imponente como la noche que la conocí.- por mi tono es difícil averiguar si bromeo o no, aunque sí lo hago. -¿Algún lugar en mente? Puedo estar en cualquier lugar de la ciudad en una hora. O podemos pasear, si lo prefiere.

Se pudo escuchar una risa ligera desde el otro lado -Vaya, qué exigente. Entonces yo exijo exactamente lo mismo -retrucó. -Si le parece podemos vernos en las terrazas del hotel Intercontinental del centro en una hora, tiene una de las mejores vistas y está abierto toda la noche.

-Muy bien, en el hotel entonces. Le llevaré una sorpresa. Y una propuesta. Hasta luego.

Termino los asuntos que tengo y marcho a mi refugio para escoger un traje elegante y unos gemelos a juego con una camisa azul medianoche y una corbata de un tono más claro, casi plateada.

Antes de ir al hotel voy a comprar una rosa, morada como el vestido con el que la vi.

-Es cierto que nos privo de su presencia, lo que fue una lástima- su voz era siempre agradable y dulce, dando la razón aun sin solicitarse-  como le dije estoy libre ahora mismo… ¿desea conversar de ello por este medio? –pregunte con tranquilidad- o quizás desee hacerlo en persona, es un asunto tan… interesante… -casi pareciera decir "delicado"

Un sms llega al teléfono móvil del lasombra:

"Estimado señor Burton-Miller, lo invito a dar un paseo por la Biblioteca Nacional para que conozca el edificio y nuestros archivos, como parte de nuestro club de mecenas tendrá acceso a una sala que dispusimos exclusivamente para visitantes nocturnos. Confirme fecha y hora. Lo saluda atte. Julieta Bernal".

Excelente,
Conversaremos con detalle el viernes.

DBM

Cita:

Esa hora aseguraba el mayor tiempo posible en la biblioteca dejando un (breve) margen previo.

Lo espero ese día y a esa hora. Hasta pronto. Julieta Bernal

Miércoles 3, 5:00 am

Un par de horas después del encuentro en la Jabonería, el celular de la Toreador vibra con un mensaje:

Querida María Malena, estuviste espléndida esta noche. El Tango y el buen vino han deleitado mis sentidos, prometo volver en breve. Pero el ambiente concurrido evitó que pueda conversar contigo algunos temas de negocios que urgen. Te propongo encontrarnos este Jueves 4, a las 20 horas, en las terrazas de Buenos Aires Design, con buena bebida y música de fondo. Cuento con tu presencia y discreción.

Franco Noble

Siempre un placer poder compartir cosas con ud. Doctor. Cuente con mi presencia mañana. Y toda mi discreción.

Miércoles 3, 5:30 am

Un par de horas después del encuentro en la Jabonería, el celular de la Malkavian vibra con un mensaje:

Querida Antonelli, el encuentro de hoy ha sido de buen gusto y memorable. El Tango y el buen vino han deleitado mis sentidos, pero la buena compañía tuvo su contrapartida pues el ambiente concurrido evitó que podamos conversar con claridad. No quiero que haya malos entendidos entre nosotros, te propongo encontrarnos para conversar en privado y con total comodidad. Conozco el lugar adecuado, el Palacio Duahu, estoy seguro que será de tu agrado, este Sábado 6 a las 20 horas. Cuento con tu presencia.

Franco Noble

El celular de la toreador suena un par de veces, en la pantalla del aparato figura un número desconocido.
 

María arqueo las cejas unos segundos. En general no era raro recibir una llamada de un número desconocido. Pero en aquellos momentos la paranoia llegaba primero. Deslizó su dedo por la pantalla para atender.

-Buenas noches, señora de Alvear, habla Elizabeth Lamothe del clan tremere -la voz se escuchaba como si estuviera subiendo una escalera -Quería saber si es posible que nos reunamos para estrechar los lazos entre nuestros clanes -pasaron unos segundo de silencio -Espero no haberla molestado. Julieta Bernal me dio su número.

Respuesta que llega a los pocos minutos.

Cita: