- Elizabeth Lamothe... no, no ha sido ninguna molestia su llamado, de hecho resulta interesante. Intentó recordar lo que sabía de aquella mujer mientras hablaba. Será un placer reunirme con ud. En La Jabonería tenemos siempre un lugar tranquilo para hablar si asi le place.
-Perfecto -responde la voz femenina un poco gutural desde el otro lado -¿Mañana por la noche?* En este momento falta una hora para el amanecer. Iré en cuanto abra La Jabonería.
*Miércoles.
- La espero pues, señorita Lamothe. Buenas Noches. Desplazo su dedo por el teléfono y se quedó pensativa en su sillón.
El teléfono del toreador suena y en la pantalla aparece la famosa frase "Número privado".
Alzando una ceja y preguntándome si es el investigador, agarro el teléfono. —Sí, ¿diga? — Pregunto.
-Hola señor Rodríguez de Benavides, le habla Ricardo Klement del clan tremere.
—Ahh, señor Klement, que sorpresa. — Digo sin ocultar lo raro que era recibir una llamada como esa. —¿Cómo se encuentra? —
-Bien, muchas gracias señor de Benavídez. Espero que sea una sorpresa grata mi llamado -acotó luego retóricamente, prosiguió -Creo que tenemos intereses comunes en torno a la primogenitura, ¿Le interesaría reunirse conmigo para intentar un acercamiento entre clanes?
—Por supuesto, siempre es grato escuchar a otro vástago. — Dije, en realidad disfrutando más el que alguien me llame. —Por supuesto, será un placer. ¿Cuándo tiene tiempo libre? —
-Mañana por la noche -responde con tranquilidad el vástago, como si tuviera todo el tiempo del mundo (y en verdad lo tenía). -Lo espero a las 22 hs. en mi capilla, en la Facultad de Ingeniería de la UBA, la sede de Las Heras. A menos que tenga otro lugar en mente...
(mañana es jueves?)
El día que te convenga, decime vos. Mientras no se pise con otra escena podés adelantar días.
— ¿Mañana jueves? No hay problema, ahí nos veremos. ¿Alguna cosa que tenga que saber para entrar? — Pregunté, un poco sorprendido por la invitación. Los Tremere casi nunca daban oportunidad a alguien de hurgar por su casa, y sabía que entrar no iba a ser tan simple como solo caminar por la puerta, seguramente tendrían algún guardia o algún gizmo mágico.
Por cierto, ¿puedo llamar al mismo tiempo al investigador y al Brujah? Asi hacemos mas corto esto
-Uno de mis ayudantes lo estará esperando en la puerta de la Facultad, su nombre es Adrián -explicó, -Él le hará las protecciones correspondientes. Un placer hablar con usted -se despidió.
Por supuesto que puedes llamar a los dos al mismo tiempo. No hay problema.
—Un segundo, señor Klement. ¿Podría antes decirme cuál es el motivo de la cita? — Pregunté, intrigado.
Luego de hablar con Klement marqué el número del investigador privado que contraté para vigilar a Lucas.
—Hola, Luis, Amador habla. — Inicié la conversación.
Hubo un silencio reflexivo al otro lado del teléfono, luego de unos instantes el tremere informó -Como le dije estrechar las relaciones entre nuestros clanes, colaborar mutuamente en las tareas que nos ha encomendado la Senescal... Y quizás algunas palabras sobre la carrera a la Primogenitura, nada más que pueda hablarse por teléfono -esta última frase la dijo con tono enfático, dando a entender que no pensaba revelar los verdaderos motivos de la reunión de una manera que no fuera personalmente.
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-Señor Benavídez, estaba por llamarlo -saludó el hombre de voz ronca desde el otro lado de la línea -Tengo novedades. Al parecer el negocio de la galería de arte pertenece al tal Valladares ahora que la otra dueña ha cedido su parte... Una Marie... Ricochet. Tienen sobornada a la comisaría cercana para que no investigue los movimientos extraños a altas horas de la noche ni el lavado de dinero que intuyo realizan en ese lugar -sostuvo.
—Sí, por supuesto, no se preocupe, ahí estaré. — Le dije con mi mejor tono al señor Klement. —Que tenga buenas noches. — Me despedí, aguardé que él hiciese lo propio, y colgué un poco enojado por la excusa barata que me había dado. Si le molestase el teléfono no hablaría de asuntos como la capilla Tremere ni daría nombres. Tendría que ir ahí para enterarme qué quería.
—Mmm, sí, era de esperar. — Dije reflexionando un poco, tomando otra vez los papeles que me había dado Lucas. —Eso más o menos lo sabía, de hecho ayer hablé con Valladores de ese tema. — Hice una pausa. — ¿Pudo averiguar algo sobre el individuo en cuestión? ¿Sobre su círculo personal? Tengo entendido que frecuenta a una mujer llamada Isabel. — Le tiré el dato para que, como buen sabueso, se dirija a olfatear por ahí, esperando que me de algo un poco más útil.
Luego de hablar con el investigador, llamé a Fernando Urtizbarrea. —Buenas noches, Amador Rodríguez, ¿tengo el placer de hablar con Urtizbarrea? — Pregunté en tono de acercamiento, ya que no solía llamar nunca a este número.
Viernes 5, 1:30 am
Un par de minutos después de que Facundo y Jules se levantaran de la mesa, dejando a los Brujah y al Giovanni en la sala
Un café nos sentaría bien, conozco un buen lugar. Te espero.
"De acuerdo. Nos vemos en el lobby"
Fue la breve respuesta unos segundos mas tarde.
-Al parecer no tiene un círculo personal, es un hombre solitario -remarca -Solo se dedica a la galería y últimamente fue a la policía local para ver si conseguía información sobre esa mujer, la tal Isabel -sostuvo -Veo que está informado a pesar de que solicita mis servicios -se permite hacer un comentario -Por lo que averigué en la comisaría hizo la denuncia de desaparición hace unos 15 días, la policía no tiene idea de qué pasó con la chica, es del interior y no tiene parientes acá -sostuvo.
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El primogénito brujah atiende en silencio y te deja presentarte, luego podés escuchar como un suspiro del otro lado pero es solo el aire utilizado para dejar que las palabras cobren impulso a través de la garganta -Buenas noches señor Amador, qué llamado inesperado el suyo, ¿A qué se debe el honor?