Partida Rol por web

El golpe se sir Mikelus no fue tan fuerte, incluso sir Ricardo estuvo a punto de conectar a su rival. Otra vez cabalga furioso sir Mikelus y consigue asestar un golpe terrible.

Cierto, perdón, me cegó la algaravía del populacho coreando mi nombre.

Sir Ricardo vuelve a ser golpeado por el contrincante, ya eran demasiadas las veces que esto ocurria y esta vez la lanza se rompio al caer al suelo, aunque el caballero azul consiguio mantenerse a caballo.

Rapidamente, su escudero le ofrecio una lanza mas, y sir ricardo tuvo que cambiar la tactica si queria tener alguna oportunidad de victoria.

Sir Mikelus vuelve a la carga, esta vez algo mas precavido viendo venir la furia de su rival.

El ataque es totalmente inofensivo y la lanza de Sir Ricardo ni se acerca al contrincante.

Sir Mikelus esquiva facilmente la lanza  de su adversario, aunque debido a esto tampoco puede dirigir bien la suya propia, pasando lejos de sir Ricardo.

Asi nos vamos a eternizar, mirar a ver si os las podeis desactivar ambos

Volveremos a intentarlo, piensa sir Mikerlus, y se lanza de nuevo a su oponente.

Sir Ricardo ve como Mikelus ya esta de canimo hacia el y hace galopar a su caballo. Consigue parar la lanza con un habil movimiento de escudo, y empuña su lanza contra el sin resultado alguno.

Vuelvo a la carga una vez mas sin suerte

Una vez mas los caballeros pasan sin apenas tocarse.

Ricardo empieza a ior que desde el publico empiezan los primeros silvidos.

Otra vez va al atque sir MIkelus, ya un poco cansado de tanta ida y venida, y de nuevo pasa la lanza lejos se sir Ricardo.

Y una vez mas las lanzas no llegan a sus objetivos.

Sir Mikelus en esta nueva ocasion alcanza a su objetivo por los pelos, pero consigue contactar con él.

Sir Mikelus consigue golpear a Ricardo, pero con tan poca fuerza que sir Ricardo no solo consigue seguir montado, sino que intenta contraatacar a su adversario empuñando su lanza.

Pero la lanza no llega a su objetivo.

El toque de sir Mikelus no fue suficiente para desmontar a su rival, ni tan siquiera consiguió desarmarlo, con lo que se lanzó de nuevo al ataque, esta vez sin suerte.

Sir Ricardo contraataco sin exito, y volvio a cabalgar contra el enemigo con el animo algo quebrantado. Su cansancio empezaba a ser visible.