Partida Rol por web

 Observando, capitan!

-¡Já!, nosotros nunca le hemos hecho daño a ningún juguete, tú eres una abominación y una vergüenza para los demás warhammers, pues haces daño a los que no son guerreros.

-Bueno chicos. No sé el resto, pero nosotros comenzamos a cansarnos. ¿Qué hacemos con el chico de plomo?.

Evidentemente, Doc se refería al gran demonio de Slaanesh, que seguía atrapado entre una maraña de piernas y brazos.

- No me solteis Doc, que como me solteis mato a ese orco y a toda su cuadrilla.

 Los orcos comienzan a reír. El chamán había comenzado a reír primero, y luego los demás lo habían seguido; en las risas se notaba que no eran seguras, sino con un cierto de miedo. 

-Sería muy propio de ti atacarnos cuando estamos mutilados- gruñe el chamán- Ahora nos marchamos, tenemos mejores cosas que hacer que hablar con un demoño. 

El chamán hace un gesto y se comienzan los pieles verdes a alejar del grupo de juguetes.

-¡Ez por aquí!- grita Car señalando con el dedo a la cama

-!Tu que zabez, ez por aquí!- responde Ter, mucho más alto, señalando hacia el pupitre con la única mano que le quedaba. Pues Nor llevaba todos las extremidades amputadas. 

Las dos voces cesan con dos bastonazos. 

Kor despierta de pronto, alarmado por el estruendo de las hélices de un aparato digno de manufactura enana, suspendido sobre una esquina de la plataforma de madera, tan recubierta de elementos de escenografía inidentificables.

El orco despierta... Lo último que recordaba era una caída, una goma, un hombre rata, una fuerza invisible, y una mesa.

Con los ojos entrecerrados, los colores se mezclaban y lo único que podía distinguir era una pared de paja. No, no era una pared, estaba en una cesta.

¿Pero dónde?

Se incorporó con algunas dificultades y observó lo que la paja le dejaba. Como veía bastante poco, se encaramó a la cesta y el mundo se abrió ante sus ojos. 

El artilugio enano seguía haciendo ruido, y cerca de él pudo ver a... ¿Qué era eso, podía casi recordarlo, sí, con ellos jugaba Max, sí... eran juguetes... 

-¡Ehhhhhh!- gritó con voz ronca para que el juguete pudiera oirlo, aunque era bastante dificil. 

Barker Smith oye un grito que casi parece de socorro, al fondo de la mesa.

 Eh-grito McTavish- Basta ya de tonterias. Dejad de discutir. El General Max está a punto de despertar. El nos dira que hacer. Seguro que el impartira justicia. Y si alguno de vosotros-dijo señalando al demonio y a los orcos- Guardais alguna artimaña contra él podeis daros por muertos.

Los soldados asintieros seguros de las palabras de su capitan y se quedaron espectantes esperando a que Max se despertara.

El comandante avanzo tras Iron man y la masa verde esperando que Spiderman les acompañara....Al parecer esta ya no era su guerra, ya ajustaria cuentas con el demonio mas tarde.

 El piel verde continuaba gritando, cuando el bol de ramitas secas en el que se encontraba volcó. Kor se encontró sobre la mesa, específicamente sobre unos folios con un lenguaje muy raro escrito.

A cada paso que daba se acercaba más al girocóptero y al extraño juguete, al grito de:

-EHHHHHHH!

Intentaba llamar la atención del personaje, de ese juguete que estaba cerca del girocóptero.