Partida Rol por web

Arrastrando piezas al emerger, el busto de una máquina de plástico colosal se yergue ante el señor Ju.

Su voz es extraña y artificial, pero extraordinariamente fuerte. Sin embargo, su voz suena sorprendentemente confusa.

Ma... ¿má?

:o boca abierta y con ojos más grandes la plastilina no podía quedar, esa criatura daba miedo, pero al oir la única palabra que soltó el miedo se desvaneció un poco pero ahí estaba, parecía que esa criatura buscaba a su mamá y totalmente paralizado la plastilina apuntó a taylor y dijo - e l  l e g o  v e r d e  s a b e-y luego sé escondió entre piezas de lego esperando que el bicho hubiera entendido y fuera a por taylor...

La colosal figura emerge del mar de piezas. Taylor da un gran salto por el susto, cayendo de culo sobre las piezas. -¡Por las granadas de plasma! ¿¡Qué es eso!?- Exclama, pero en seguida calla, tratando de no llamar su atención.

La voz de la gran construcción desconcierta al pequeño soldado. Y lo que sale de su “boca” aún más. ¿Ese pedazo gigante de piezas acaba de llamar mamá a una plastilina? Pese a lo extraño de la situación se queda en silencio, aguantándose los comentarios. Alterar a algo así supondría una buena patada en el trasero, aunque Taylor ni siquiera sabe si el que lleva es el suyo.

Pero entonces pasa algo que Taylor no se había esperado. El señor JU lo señala, cargándole el muerto. Por un segundo sus piernas comienzan a temblar, pero trata de serenarse para hacr frente a la situación.

A través de su reluciente visera metalizada observa fijamente a la construcción de, seguramente, piezas de lego. Finalmente lo saluda, buscando las palabras apropiadas. –Eh, hola… grandullón…

“JU, me las vas a pagar, soldado…”

me asuste al sentir que algo se movia antes hasta que sali disparado hacia un lado me repuse y fui con el ´´tal soldado taylor``

ola soldado me llamo micky

mire hacia atras y vi a ese  enorme cosa que estaba delante de nosotros en ese mismo momento .

ola...*sonrei*

El enorme monstruo termina de emerger e ignora al lego verde. Su mirada sin ojos es asombrósamente inteligente, como si fuera un bebé de una raza superior. Sin embargo, todavía no conoce el lenguaje de los humanos. Sigue a la plastilina, puesto que interpreta que esta quiere que la siga, pero no deja de mirar e interpretar todo lo que sucede a su alrededor.

la plastilina está algo shockeada pero después de un rato asimilando la información larga una sonrisa, levanta una mano, apunta a la criatura y le dice -SIT-

La criatura contempla al ser de plastilina con extrañeza y curiosidad al mismo tiempo.

En su interior una mente racional se desarrolla rápidamente, y todo va encajando. Encuentra poco a poco los patrones de los sonidos emitidos por aquellos entes que no puede comprender, pero que le fascinan extraordinariamente. En lo que sus piezas percibieron antes de aprender a juntarse de forma eficaz ha descubierto actitudes inteligentes en esos seres, por lo que busca entre ellos lo que le ha dado origen precisamente ahora. En el microcosmos que ha descubierto aquellos son los únicos que demuestran una capacidad intelectiva semejante a la suya, y no cree que algo tan complejo aparezca espontáneamente.

Mamá. No entiende por qué ese nombre acude a su mente; si procede de él es fruto de una etapa subconsciente. Pero Mamá es un concepto sonoro que sobrepasa el significado de "creador". También representa un vínculo de gran poder, un vínculo que ni siquiera entiende. Sin saber la causa, algo dentro de él reaccionó desde el principio a esa voz  l e e e e e nta y amasada. Está claro que aquellos pequeños personajillos de pocas piezas son seres mucho más simples que él, por lo que no pueden haberle creado, pero la masa parece compuesta de infinitas piezas maravillosamente articuladas... un ser perfecto.

Y es que muchas cosas que ni siquiera comprende le invaden. Sentimientos, sentimientos... le hacen moverse con torpeza y entenderlo todo peor con su genial pero infantil mente. Y ahora ni siquiera sabe si aquella masa roja es realmente mamá.

¿Ma...?

n o  s o y  t u  m a m a respondió temblando la plastilina- p e r o  c o m o  h é r o e  q u e  s o y  t e  a y u d a r é  a  b u s c a r l a  s i  c o n  t u  a y u d a  a b r e s  l a  c a j a  d e  l e g o s, q u e  s o n  p o l i c i a s  y  l a  b u s c a r á n- dijo tardando casi todo un minuto y al final respiraba ráoidamente del cansancio de tanto hablar...

apuntó a la cerrada y derrumbada caja de lego-policias y rezó para que el Demonio pudiera abrirla de alguna manera...

Sorprendido, el soldado de lego observa la escena junto a Micky. Aún no acaba de entender lo que sucede, pues la colosal construcción parece tener sólo ojos para JU. Aunque pensándolo fríamente, si le hace caso a la plastilina Roja, podría ayudar a salvar a los camaradas atrapados.

Ante la posibilidad de que el demonio gigante decida hacer algo con la caja más les vale a los demás salir de en medio. Taylor agarra a Micky del brazo y lo arrastra a un lado, para no quedar entre la caja y el demonio.

-Camaradas, quizá tendremos ayuda para abrir esa caja.- Dice el soldadito, dirigiéndose a los policías de la caja. –Espero que el soldado JU sepa manejar esto… Parece que eso sólo tiene ojos para él.- le susurra a Micky.

El demonio de piezas se gira hacia la voz, y luego hacia la caja. Es consciente de que el centro del interés de los seres era precisamente esa caja, aunque aún no sabe por qué.

Avanza hacia ella y la levanta a duras penas entre sus brazos, volviéndose interrogativamente hacia el muñequito verde.

La colosal figura, que a Taylor se le antoja muy inteligente, se acerca hacia la caja y la levanta. El soldadito, tratando de mantener la sangre fría, se acerca al demonio lentamente. Parece que nos entiende, aunque no del todo…

-Eh, grandullón. Nuestros amigos- dice señalando a Micky, luego a él, y finalmente a la caja. –están ahí dentro.- señala a la caja un poco más enérgicamente. –Necesitamos ayuda para abrirla.- acompaña sus palabras con gestos, tratando de hacerse entender correctamente.

Entonces, aún con algo de miedo hacia el misterioso ser, se acerca un poco más a la caja para poder señalar con más precisión la parte que puede abrirse. –Necesitamos que la abras por ahí, para sacar lo de dentro.- mientras le indica por dónde tiene que abrir la caja hace gestos como abriendo algún tipo de tapa en el aire. Espero que este grandullón pueda llegar a entendernos…

Taylor, tratando de poner énfasis a la necesidad de obtener lo que hay en el interior de la caja, vuelve a señalar enérgicamente hacia la tapa, donde se ve el orificio que permite abrir la caja por un lado.

Mira como el gran mostruo se mueve hacia donde está Taylor, alzando sus grandes brazos hacia él.

Ten cuidado, Taylor, puede hacerte daño. JU, mira a ver si te hace caso, ¡correeeeeee!

Todavía tiene el miedo en su cuerpo, y casi no se puede mover de donde está, pero, como siempre, sonríe.

mire como el gran mostruo se movia y taylor le dea cosas para haber si ayudaba.

ten cuidado taylor puede hacerte daño dejemos aver si ju puede el solo aunque creo que si

todavia tenia el miedo en mi cuerpo y casi no me podia mover de donde estaba pero como siempre sonrei.

si hablas en tercera persona y en pasado  ya me di cuenta no se  preucupe no pasara mas ^^

mayusculas,tildes ,orrtografia....

La criatura perfora la caja de un puñetazo y saca la mano, que se le ha quedado enganchada, tras un par de tirones.

Agarra un lado de la abertura con cada mano y tira en ambas direcciones. La caja comienza a rasgarse, dejando caer su contenido. El demonio ya ha hecho ésto antes, aunque desde dentro. Se pregunta por qué su creador (¿mamá?) se tomaría tantas molestias por cosas tan absurdas como envolverlos de una forma tan sofisticada.

Abre las bolsas de plastico con facilidad, pero no monta su contenido. De hecho se pregunta por qué no se les había ocurrido montarse a ellos mismos. ¿Tan inferiores intelectualmente serían a él?

Ante la mirada atónita del resto de los juguetes, coge las piezas de los lego y se las ensambla, una a una, en su propio cuerpo.

El sargento de policía se debió quedar con las gracias en la boca cuando se dió cuenta de lo que el misterioso ser hacía con él y sus subalternos. Pero cuando lo hizo...

Nunca se había sentido así. Fue como si de pronto formara parte de algo mucho más grande que él, que ahora tenía a su alcance todos sus conocimientos. Algo inverosímilmente inteligente, cuyo intelecto ni siquiera podía comprender.

Alucinado, trató de moverse. Había olvidado que su cabeza estaba encajado en una antena, contemplandolo todo desde arriba, sus piernas en otra, pataleando sin parar, y su tronco con brazos en una pierna del ser sobrenatural.

El pequeño cuerpo del soldadito da un respingo cuando el demonio apuñala la caja con su puño desnudo. -Cuanta fuerza tiene…- Murmura para sí mismo, asombrado. Cuando la caja ya está completamente destrozada repara en los camaradas que han caído de ella. Ahora están en el mar de piezas, aislados en bolsas de plástico, desmontados e indefensos.

Cuando está a punto de acercarse a ayudar a sus compañeros se para en seco. El coloso comienza a ensamblarse en sí mismo las piezas de los camaradas. Taylor no puede evitar quedarse completamente en blanco, como quien ve una escena desagradable. ¡Está metiendo en su cuerpo a nuestros camaradas!

Busca con la mirada a JU, sabiendo que él mismo no puede hacer nada contra ese ser, en busca de ayuda.