Partida Rol por web

Traición a la Sangre

El poder de la Sangre

Cargando editor
10/12/2009, 00:39
Pietro Cacciatore
Sólo para el director

 Pietro sintió una insana gana de contestar a Caliope con cualquier comentario picajoso, queriendo ser hiriente. Pero prefirió no discutir. Prefirió no hacer daño, ni siquiera intentarlo. Pietro no era así. En estos momentos hubiera suspirado, de haber podido hacerlo. Su amada se estaba alejando, y a cada paso, cada segundo, la perdía. Se resignó a ello. Esto habría de pasar en cualquier momento, tarde o temprano. Por mucho que le doliera. Le dolía, si, le quemaba por dentro mucho más que le puede quemar un rayo de sol. Sentía ese dolor atenazarle el negro interior como si dentro de si un infierno se desatara convirtiendolo todo en cenizas.

 - Caliope. Yo no estoy muerto... no estoy muerto por dentro. Puede parecerte una estupidez o simples tonterías. Pero no quiero quedarme de brazos cruzados, esconderme y dejar que Ricardo actúe con impunidad. Además, hay que descubrir quienes asesinaron a tanta gente inocente. Alguien así no puede estar suelto. No debe estar suelto. Y yo no... puedo quedarme impasible. ¿Sabes? Durante todo este tiempo me has hecho más humano que antes incluso de convertirme. De no haberte conocido, me daría todo igual, seguiría a Ricardo como un perro faldero sigue a su dueño. Me has dado lo más hermoso que un vampiro pueda tener, y por ello... no puedo quedarme de brazos cruzados. Caliope tú, yo, Ricardo, todos los vampiros e incluso los hombres lobo somos una raza perecedera, después de todo. No somos dioses. No al menos nosotros. - Pues su hada era lo más parecido a una diosa que Pietro pudiera imaginarse. - Una vez fuimos humanos y a los humanos tratamos como mero ganado. Incluso en un intento de marcar como nuestro este territorio, nos matamos en una guerra absurda. - Pietro hizo una pausa. Había hablado de una manera viva, ardiente y pasional incluso para un no-muerto. - Dormiré. Pero en cuanto despierte regresaré a la ciudad. Gracias... por todo Caliope. - Hacía pausas entre palabras, entre frases, como si no quisiera decirlo. Pues, todo aquello le parecía a él una despedida. Y no quería ni pensar en pasar una noche sin su hada, sabiendo que ya no está a su lado. - Te quiero.

Cargando editor
10/12/2009, 01:01
Calíope

 Calíope hizo caso omiso a todo lo que dijo, solo tenía una cosa que apuntar.

- Yo nunca he sido humana y nunca lo seré, Pietro. Vosotros sí, esa es la diferencia. Vosotros pertenecéis a un ciclo superior al de los humanos. Yo pertenezco a un ciclo superior al vuestro, uno más antiguo y que llega a su fin. Por eso no dejaré que los traidores salgan impunes de esta. Pero no voy a colaborar con nadie a no ser que me asegure la victoria. Ya no.- el hada comenzó a subir por las escaleras de piedra mientras pronunciaba las siguientes palabras.- Yo no soy como tu, no tengo tus aspiraciones.

Y su voz se perdió resonando entre las paredes de piedra.

Notas de juego

Puedes alcanzarla.