Partida Rol por web

Tranquility

0.6 Ambientación

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05/06/2008, 12:00
Director

La Consolidación

Tres años después de la coronación, Alexius es el emperador indiscutible de los Mundos Conocidos. Su imperio no está completo, pues aun continúa la consolidación de algunos mundos. Hay mucho trabajo que hacer. El coste de las guerras ha sido muy alto. La sangrienta batalla por el trono ha dejado a mucha gente sin tierras o sin familias. Existe un gran resentimiento contra el que consideran un tirano. Un nuevo conflicto ha estallado fuera de las fronteras Hazat, una lucha por la propiedad de un Mundo Perdido entre los Hazat y una pequeña nación estelar llamada el Califato Kurga. Peor aún, hay indicios de que los Simbiontes están avanzando de nuevo, pues la actividad está creciendo en sus territorios de Estigma.

Sin embargo, la gente está satisfecha. Bajo un solo hombre, sus destinos vuelven a aparecer asegurdados. El Emperadode ha declarado una nueva era de descubrimientos y ofrece sustanciales recompensas e incluso títulos nobiliarios a los que reabran los caminos hacia los Mundos Perdidos y las riquezas de la Segunda República.

La Iglesia desaprueba esta actitud, viendo una vez más la marcha de la locura de la humanidad, pero la Liga Mercantil ve la oportunidad, e incluso la esperanza, de deponer a Alexius e instaurar la Tercera República en la cumbre de sus reformas. A pesar de todo, Alexius es fuerte y tiene muchos aliados que le apoyan totalmente.

Nunca desde la Caída ha habido una oportunidad similar de avance y poder para el común de los humanos. Rara vez ha estado el destino de los hombres en este equilibrio: retroceder o seguir adelante.

Y en esta situación es donde empieza la partida.

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08/07/2008, 08:17
Director

Psi

La existencia de los poderes psíquicos fue un misterio en el siglo veinte. Durante la Segunda República, el misterio fue revelado: el potencial humano para despertar poderes fenomenales con la mente se estudió por fin en profundidad. Los poderes psíquicos se convirtieron en una ciencia puntera de la Segunda República, la prestigiosa profesión a la que todos los genios dedicaban sus facultades. El foro central de esta profesión fue el Instituto Phavian, donde las "ciencias mentales" de la telepatía, telequinesis, PES y otros fenómenos fueron estudiados ampliamente por los expertos.

Pero la Caída cambió todo eso.

Los poderes psíquicos, junto con la tecnología, fueron considerados por la Iglesia como una de las causas de los problemas de la humanidad. A diferencia de la teúrgia, los poderes psíquicos son intensamente personales e internos. Uno puede desarrollar sus propios poderes a través de un profesor o, lo que es más peligroso, a través de su propia doctrina. Además la gente común que carecía de dichos poderes estaba resentida con quien los poseía. Un movimiento psíquico que se autoproclamaba "el siguiente paso en la evolución" no hizo más que empeorar las cosas, poniendo a los no psíquicos como elementos superados. A partir de esto, el Instituto Phavian fue desmantelado y los psíquicos se convirtieron en blancos de la caza de brujas de la Inquisición. La persecución no detuvo el desarrollo de nuevos poderes pero obligó a ocultarse a muchos psíquicos. Otros, aquellos que eran más creyentes, aceptaron la idea de la Iglesia de que sus poderes eran pecado. Mucha gente, angustiada, abrumada por el Ansia, prefirió suicidarse antes que pecar. Algunos cayeron en la misericordia de la Iglesia, suplicando y pidiendo perdón. La Iglesia aceptó a muchos de estos psíquicos arrepentidos y les adiestró en un código de conducta para usar sus poderes. Se convirtieron en los Penitentes.

Otros psíquicos huyeron a la Liga en busca de protección, con la esperanza de que el sentimiento republicano pudiera proporcionarles algún auxilio, y así fue. La Liga creó un gremio de psíquicos y durante años se resistió a las protestas de la Iglesia. Sin embargo la Iglesia prevaleció al final, y el gremio fue deshecho, dejando a los psíquicos privados de protección personal. Aunque la Iglesia puede incordiar a los psíquicos de la Liga o de una Casa, no puede reprenderlos formalmente. Aquellos sin la protección de un gremio o un título deben esconderse de la Inquisición

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17/11/2008, 13:24
Director

Malignatius

Una vez planeta de los Li Halan, los Decados se hicieron con este planeta de hielo y tundra al principio de las Guerras del Emperador y desde entonces lo han mantenido. Todavía conserva la huella de sus antiguos señores, y el fervor religioso barre el mundo de vez en cuando. Sin embargo, desde que los Decados han tomado el control, el punto de vista Ortodoxo se va diluyendo. Regularmente aparecen nuevas sectas e incluso distintos miembros del mismo grupo pelean en ocasiones sobre sus dogmas. Los recién llegados se encuentran, atrapados contra su voluntad, en medio de las disputas entre las facciones.