Partida Rol por web

- Yo no creo que necesite nada, un abrigo como mucho si es que vamos a un lugar en el que haga frío. Mi padre mi intentó enseñar a usar armas, pero no valía para eso – la normalidad con la que hablaba del asunto era hasta algo extraña. – Aunque si vamos con el maestro Ykki y con Sora no creo que tengamos opción de hacer mucho, por lo menos yo no  je je je

Luego miré al chico que estaba caminando con nosotros, que había estado hablando solo un rato y me parecía raro, igual el veía algo que yo no. – Oye, tú eres nuevo por aquí ¿vas a venir a aprender cosas en la academia? – no estaba muy seguro de si era nuevo o no, pero no le había visto antes, así que lo di por hecho. Ni siquiera sabía su nombre, pero tenía pinta de ser como Roxius. “Espero que no acabe como el” pensaba mientras seguíamos en dirección… a algún lado.

Finalmente, tras un tranquilo paseo, llegais a la Torre de Magia, el 2º edificio mas alto de la Academia, siendo el primero el propio castillo. 

A primera vista, parece un lugar abandonado pero, en el instante en el que abris la puerta de entrada, un numeroso grupo de personas empiezan a salir del interior. Al parecer, acaban de recibir la orden de que todo iba bien y los civiles se disponen a volver a sus hogares. Podeis oir diversos comentarios, como que han sido muy rapidos, que casi no notaron nada, que era todo una farsa para ganarse al pueblo y muchas otras cosas

Cuando por fin podeis entrar, veis a varios magos hablando, entre ellos el propio Archimago. Al parecer, se tratan de varios Altos Magos y Magos Consagrados que desconfian de que todo se haya resuelto tan facilmente.

En ese momento, al ver entrar al grupo, se fijan en Crescentia y entonces se callan. Uno de ellos se acerca a la chica con un aire de superioridad

-Bueno, bueno bueno, se habla del diablo y aparecen los cuernos. Crescentia Strauss, ¿tiene algo que decir sobre el asunto actual?

-Nada que un viejo ermitaño como tu no sepa-le dice con su clasico tono antipatico

Mientras habla, los otros magos empiezan a rodearla sutilmente

-Oh, ¿entonces eso es una confesion?-el anciano mago sonrie.-Porque nos han llegado extraños informes sobre "sucesos" ocurridos en la cercania de tu casa, como el de gritos por la noche, gritos de dolor y sufrimiento.

La chica se queda palida, como si el mundo, su mundo, se hubiera caido en mil pedazos. En ese momento, los magos conjuran un rapido hechizo y varias cadenas atan a la chica al suelo, inmovilizandola.

-Crescentia Strauss, ha sido acusada de secuestro, tortura y asesinato de diversas criaturas sobrenaturales, ademas de posible conspiracion para destruir la Academia y sus habitantes.

Antes de que pudiera decir nada, una mordaza de acero cubre su boca. Tras esto, el suelo donde esta todo clavado se eleva y se separa, llevandose prisionera a la mujer y al mago que habia hablado

-Lamento el espectaculo ocurrido-se disculpa otro mago-Llevamos varios años tras la familia Strauss y por fin hemos reunido suficientes pruebas. A proposito ¿Queriais algo?

Al llegar al gremio de magos, podeis ver como finaliza un extraño evento en el que Crescentia Strauss es llevada encadenada por unos magos. Tambien estan Lihl, Xamd y Zylo en la sala, hablando con un mago, aunque tienen todos una curiosa mueca de sorpresa en el rostro

- Vaaaaaya. - dijo la pequeña Mesmeria, despidiéndose con la manita de su gemela, a la que arrastraban con su dueña, antes de, como Zylo, centrar su mirada en el mago que tenían delante. - Eso fue rápido. ¡Hasta otra, hermanita! ¡Un placer conocerte! ¡Ojalá sobrevivas a la horrible muerte de tu dueña!

- La política de los brujos es la misma en todas partes, sin importar las razas. - respondió a la pequeña hada, antes de pararse a considerar si decirlo en voz alta era buena idea. Se encogió de hombros, dado que la consideración era ya inútil. Fueran ciertos o no los cargos contra Crescentia, el golpe político había sido dado y ella ya era irrelevante en la Academia. Un pensamiento peregrino cruzó su cabeza sobre cuál de los presentes saldría más beneficiado de la desaparición de la "horrenda familia Strauss", pero, de nuevo, lo descartó por irrelevante.

- Lo cierto es que veníamos del Castillo, donde una tal MM ha despachado a un intruso. - dijo con voz bastante átona, como si estuviera decepcionado con lo que le rodeaba. - Disculpen si yerro en el debido protocolo; apenas llevo unos días en la ciudad y desconozco incluso los cargos más visibles... El caso es que la señorita Strauss portaba un trozo de dicho intruso, a petición de MM, que confiábamos sirviera de utilidad para el Archimago, para averiguar cualquier cosa sobre el atacante o usar como catalizador en un hipotético intento de convocación, dada su evidente naturaleza no natural, valga la redundancia.

- Confío en que recuperen la esquirla de máscara antes de que terminen de... cerrar el espectáculo, usando sus propias palabras. - terminó con una educada reverencia. - Mi presencia aquí, además, obedece a mi propio interés; se me ha hecho saber que es en este lugar donde podría continuar mi instrucción... Aunque dado lo ocurrido, no estoy seguro de si dicha información es correcta.

Balander, Vand y la criatura morada llegan al Gremio de Magos y se acercan al grupo que antes acompañaba a Crescentia.

Vaya vaya, qué escena más poco habitual. Una maestra encadenada... Esto no se ve todos los días - dice Balander con una sonrisa en la cara, ladeando la cabeza. Luego coloca un brazo en horizontal a la altura del pecho y con la palma mirando hacia arriba, apoya el codo del brazo opuesto en la mano extendida, con dos dedos de la mano libre se tapa un poco la boca y deja escapar una risita. A la par que hace este gesto, la criatura morada a su espalda le imita, como haciendo una parodia.

¿Qué tal va la investigación del trozo de máscara, por cierto? ¿Y por qué se llevan atada a la señorita, si se me permite preguntar? Parece que me he perdido muchas cosas mientras venía...

No podía creer lo que estaba viendo, mas fue la frase de la mesmeria del muchacho la que desencadeno mis palabras.- ¿Perdona?.- Aun no creía lo que oía. ¿Sobrevivir a la horrible muerte?

 Me gire hacia el mago que nos había dado recepción después que se llevaran a Crescentia.- ¿Sigo en la academia?.- Pregunto todavía confusa.- ¿Sigo en la misma academia que cree en la igualdad y las cosas justas?.- Independientemente de que Crescentia fuera culpable de sus crímenes... ¿Amordazarla sin poder dar explicaciones? Aquella actuación había caído como un jarro de agua fría sobre mi. ¿Esa era la ley de la que se enorgullecía el lugar?

¿Llevar años tras su familia? ¿Que clase de escusa era esa? La mujer no debía de haber cumplido la veintena y hacia unos momentos había explicado que el asentamiento del que venia había sido masacrado, eso quería decir que no llevaba mucho... Es mas, había comentado que estaba pensando tomar el puesto de profesora.

Nada de aquello parecía encajar. Era la primera vez que acudía al gremio de magia y no había sido de las mejores primeros contactos que había tenido.- No, no quería nada.- Dije mirando al mago mientras me daba la vuelta hacia la salida. No hice ningún comentario mas, ni si quiera a Xamd, a quien había propuesto marchar mas tarde a comprar.

Todo aquello parecía haber roto los pensamientos que tenia sobre la academia. Ni si quiera me percate de las otras personas que estaban entrando en la torre. Mis pensamientos ya estaban centrados en otras ideas.

Aunque no habia nadie por las calles, recorrer el largo camino hasta el cementario es algo que te lleva tu tiempo, aunque finalmente logras ver la entrada. Con una modesta muralla de poco mas de medio metro, un pequeño barrio formado por varias lapidas ordenadas, creando la ilusion de ser calles, se encontraba ante tu persona

La verdad, visitar un cementerio en la noche es algo que pone los pelos de punta a cualquiera, y cuando ademas has mejorado tu vision para ver espiritus, mas todavia.

-Hola-te dice una vocecita detras de ti, produciendote un escalofrio en el proceso. Al girarte, ves un ser traslucido, aparentemente una chica joven, que es la que te habla

Dailen camino a paso ligero, evitando a la poca gente que pudiese haber yendo por callejones en dirección al cementerio. Observo en silencio los muros de este unos minutos antes de entrar finalmente a aquel siniestro lugar en la noche.

Conforme se adentraba en el cementerio, se iba encogiendo de temor por haber ido solo, torciendo bastante el gesto en una mueca temerosa, mas aun al no estar tan acostumbrado como le gustaria a ver espiritus en un cementerio... Fue por eso que cuando una voz le saludo, el daimah dio un salto por el susto que se llevo, agarrandose a un tronco cercano casi pálido.

Al girarse al ver al causante de ese sobresalto, enarco una ceja al ver que era una chica bastante joven, bastante mona tambien, algo que llamo su atención en como pudo haber muerto la pobre muchacha a tan temprana edad.

-Ho... Agh cierto... El segundo hechizo... O ni de broma podra entenderme-Dailen inspiro y expiró mientras comenzaba la preparación del segundo hechizo, el sortilegio que le permitiria comunicarse con el propio habla con los muertos, tomandose el tiempo necesario para reunir el zeon necesario para tal labor... Cuando creyo que este ya estaba activo, miro a la chica nuevamente-Hola, holita, bonita señorita-trato de usar un tono animado, para empezar con buen pie con aquel espiritu.

El mago mira a la sheele y pone la misma cara de asombro que llevaba Lihl

-Si, yo tampoco puedo creer la situacion, parecia una buena chica y todo-comenta-De todas maneras, decir que la van a ejecutar es demasiado prematuro, su castigo se decidira en el juzgado, nosotros nos hemos limitado a evitar que huya-mira en la direccion en la que los otros magos se habia llevado a la chica-Segun las datos, mantenia esclavizada una Rosa de Sangre y la tenia atrapada en un anillo, no podiamos darle la oportunidad que la utilizara como arma, no seria justo para ella, ni para los presentes. 

Se fija entonces en el dueño de la Sheele, que parece haber malentendido la situacion.

-En efecto joven, en este lugar se aprende a controlar el Zeon; este singular evento ha sido algo sin precedentes, hasta ahora el Gremio de Magos, sobretodo la rama de Convocatoria, habia sido la que mas se habia esforzado en mantener un vinculo de amistad con los seres sobrenaturales, por eso cuando, hace 15 años empezaron a correr rumores de que creaban artefactos a partir de las criaturas que convocan, el gremio ha llevado una rigurosa investigacion en busca de pruebas solidas, a fin de cuentas, si algunos de nuestros miembros rompe las primeras reglas, todo el Gremio se ve comprometido. Tras el evento de Meteoro, el padre, que lleva un par de años medio senil, ha confesado a su criado su crimen, y gracias a eso, podemos actuar.

Mira al pequeño grupo, como evaluandoos.

-Vosotros dos-dice refiriendose a Lihl y a Vand-sois bastante jovenes en esto, ¿Buscais un maestro que os ayude?-mira entonces a Balander-Porque aqui teneis un buen candidato, uno que llevamos años pidiendo que se una formalmente al gremio pero que insiste que esta mas comodo con su floristeria. Señor Balender, un placer conocerlo-hace un pequeño gesto de cortesia-Es probable que no me conozca, pero muchos aqui han oido hablar de usted, no muchos magos en la Academia  han optado por el camino que usted ha seguido y menos los que obtuvieron un resultado tan provechoso, se podria decir que es usted único en toda la ciudad. ¿Querria enseñarles? Naturalmente, no le vamos a obligar, siempre podemos buscar en el registro a algun Adepto o Mago Consagrado que les enseñe el camino de la Magia, pero la oferta ahi esta.

No entendía muy bien que estaba pasando ¿resulta que la profe y su hada eran malas? A mí me habían parecido de lo más majas, así que me parecía que había algún tipo de error con ello. Pero el sombrero había dicho que no les iban a hacer nada malo, así que me imagino que todo iba a estar bien.

Miré a Lili, que parecía que era la que más le había afectado todo esto y resulta que ya no estaba a mi lado. Mire hacia todos los lados para descubrir que se estaba marchando. Dando un par de zancadas me puse delante de ella y extendí los brazos haciendo una cruz, diciéndole que no podía pasar. – Lili, ¿este era el sitio al que tanto querías venir y te vas tan rápido? Mi pad- mi maestro siempre me decía que aunque no me gustase la gente con la que entrenaba, si ellos sabían más que yo, tenía que intentar aprender, absorber los conocimientos. El que al final decidía que hacía con ellos era yo, osea tú. Creo que me he liado. – dije con una sonrisa en la cara. – Además siempre podemos pedirle al maestro Ykki que nos diga cuando va a ser el juicio y escuchar lo que ha pasado, si la Manda Más no le dijo nada cuando estábamos en la misma sala por algo sería.

La verdad es que me estaba conteniendo para no ir donde el tipo que tenía al grandote morado detrás para preguntarle a ver que era y si podía yo también hacer las poses tan chulas, pero primero tenía que asegurarme de que Lili estuviese bien.

El lenguaje corporal del chico (y de su Sheele, dicho sea de paso) decía un mensaje bastante evidente a las explicaciones del mago... un "Claaaaaro que sí" destilando sarcasmo. De tener mejores opciones, habría entregado el mensaje y dado la vuelta para abandonar el sitio para no regresar, igual que la señorita Lihl. El chico se preguntaba, pese a todo, si de verdad se lo creía y estaba intentando convencerles o si estaba intentando convencerse a sí mismo que había sido un suceso excepcional.

Al cabo de un momento, Zylo decidió que tampoco le importaba demasiado. - No estoy excesivamente interesado en la política del gremio, mi señor. No he venido a buscar un rango y una posición, sino un maestro y educación para proseguir mis estudios. Aunque, algo que habéis dicho me llama la atención... Decís que la señorita Strauss tenía "esclavizada" en su anillo una Rosa de Sangre; yo porto una compañera Cinérea Atada en un orbe, ¿según las reglas de la Academia estoy maltratándola? Si es así, me gustaría ser conducido a una cámara de Convocación para realizar con ella el ritual de Lazo de Familiar cuanto antes. Pretendía hacerlo de todas formas...

- Ugh, compartir un trozo de alma con ella... - murmuró fastidiada la Sheele en su pelo.

Vand había entrado siguiendo a su nuevo tutor en el gremio de magos, donde esperaba pasar gran parte de su tiempo estudiando y absorbiendo todo lo que pudiese de este lugar. Intentó percibir la energía mágica que emanaba de este lugar y de sus miembros y se sintió sobrecogido ante el masivo potencial de este lugar, aunque más miedo tenía de aquellas personas de las que no percibía potencial alguno. No quería ni imaginar como de poderosos serían si conseguían enmascarar sus dones de los sentidos de otra gente.

Pareció no prestar mucha atención a la mujer que se llevaban encadenada, pero miró con un aire interrogativo a Balander cuando se enteró de su negativa a entrar en el gremio, aunque no dijo nada del tema, cambiando el pesado tomo que llevaba entre manos de un brazo al otro.

-¿Porque no te unes al gremio? Yo tenía pensado formar parte MUY activa de él, de hecho era lo siguiente que iba a hacer tras encontrar un maestro que me guiase. ¿Hay algo que deba saber?- pensó Vand con fuerza, y tras reflexionar unos segundos añadió. -Si mi tutelaje está sujeto a no mantener relación con el gremio de Magos... lo acepto. Ya encontraré otros métodos de conseguir lo que aquí ofrecen. No esperaba haber escogido un mago del montón como mentor, pero de ahí a ser "único en toda la ciudad" hay un buen trecho. No habrá nadie con quien pueda aprender lo que vayas a enseñarme. Decidido.- Esto último lo pensó con decisión, sorprendiéndose a si mismo. Era la primera vez que pensaba en abandonar un lugar de conocimiento, aunque esta vez lo hacía por la posibilidad de un conocimiento aún mayor.

Una cálida y calmada risa es transmitida desde la mente de Balander a la de Vand.

No tengo problema alguno con el Gremio de Magos, ni rencillas ni opiniones opuestas ni nada. Es sólo que la floristería consume bastante tiempo y me produce una gran satisfacción. Unirme al gremio implicaría dedicarle un tiempo que prefiero pasar en mi tienda, rodeado de aroma a flores y rocío. La magia es un aspecto importante en mi vida, pero no es lo único ni lo más importante.

Si tú lo deseas, puedes unirte al gremio. No tengo inconveniente alguno, y de hecho lo iba a recomendar. Yo no soy capaz de enseñarte nada de la vía de la magia que ya has desarrollado, pero aquí puede que sí haya alguien que sepa.

Balander sonríe y deja escapar una risa corta y cálida.

Va a sacarme los colores - contesta - Y ya he dicho varias veces que mi adhesión al gremio es innecesaria. Todo el que quiera es libre de pasarse por mi tienda para buscar conocimientos o consejo. Tan sólo quiero evitar destinar demasiado tiempo a las actividades que por aquí se desarrollan, y en las que de ser miembro tendría que participar.

Sobre el acoger alumnos, no tengo problema en ello. Es más, a este chico - señala a Vand con el pulgar de la mano que antes usaba para taparse la boca - Acabo de aceptarlo como aprendiz. Me lo pidió al terminar la convocatoria de la directora en el castillo, y no pude decir que no.

Si ella - refiriéndose a Lihl - Desea también ser mi alumna, tan sólo tiene que pedirlo. Aunque ahora mismo no parece muy interesada. ¿O me equivoco?

Se gira hacia Lihl, la cual ya estaba buscando la salida y fue detenida por Xamd. Luego, se inclina ligeramente hacia delante para que su cabeza esté a una altura más cercana a la de Lihl.

Chiquitina - dice con voz dulce y suave - ¿Qué es para ti la magia?

Estaba intentando escapar de aquel lugar cuando Xamd se puso delante de mi. Iba a rebatir los argumentos de Xamd sobre aprender de la gente aunque no me gustasen sus métodos, ya que aquello no me parecia correcto, cuando menciono que podríamos preguntar a Ykki cuando seria el juicio.

No fue la idea de presenciar el juicio lo que hizo que mi rostro cambiara por unos instanes, habia sido la explicacion del nombre de MM que habia usado. Era la primera vez que veía a alguien llamar a MM “Manda Mas”. No habia podido reprimir una pequeña sonrisa.

Para entonces ya era tarde pues el mago ya estaba haciendo incluso planes con los que parecíamos noveles. Antes de que pudiera hacer alguna reacción ya estaba proponiéndonos tener un maestro. ¿Estaba el gremio de magos tan necesitado que ni si quiera necesitabas pedir un maestro que en cuanto veian alguien con don intentaban proponérselo?

El maestro propuesto, el cual parecia haber ya aceptado al otro novel como mago, se acerco a mi y poniéndose a mi altura formulo una pregunta. Otro tipo de pregunta habría provocado que me sintiera confusa y tardara mas en responder, sin embargo, la que habia hecho estaba clara en mi mente.- Una forma de ayudar a los demás.- Respondí con el tono mas claro que pude. Realmente no habia duda en mi respuesta, pues era la misma que tenia en mente cuando mi primer maestro empezó a enseñarme.

Despues de aquella respuesta procedi a responder a la otra.- No quiero ser mal educada, pero ya tengo un maestro asignado por la academia. Despues de la partida de la profesora Al’Amune me encuentro bajo el tutelaje de Ykki Shio.- Si bien Ykki no era mago, habia sido la misma persona que me habia encontrado y llevado hasta la academia, teniendo por ello un gran respeto hacia el.- Unicamente venia acompañando a Crescentia para investigar la criatura que habia atacado la academia… _{y parece que eso no es prioritario.}-Susurre sin que me pudiera escuchar mas que Balander y Xamd.

Realmente me parecía ilógico que tras un ataque a la academia en el cual la propia MM había tenido que intervenir, les preocupara mas atrapar a una maga la cual había sido “delatada por un hombre senil”. Directamente aquello en mi mente no se sostenia, tenia que haber algo que se me estuviera pasando.

Me pregunto cómo puede Ykki ser capaz de continuar el aprendizaje de una hechicera...

Balander se frota la barbilla, manteniendo contacto visual con Lihl.

Bueno, eso da igual ahora mismo - se gira hacia el mago que les había atendido - ¿Quién tiene el fragmento de máscara ahora mismo? ¿Ha sido entregado a quien pueda analizarlo, o lo tenéis por aquí todavía?

La criatura morada, por su parte, coge una hortensia del ramo que lleva Balander y, con delicadeza y discreción, se la coloca a Lihl entre una oreja y el pelo.

Buena respuesta - dice con una sonrisa.

Vand sonríe levemente cuando escucha la familiar pregunta de Balander, esta vez pronunciada en voz alta, aunque se extraña ante la contestación de la joven hechicera. Pese a eso, Balander parece estar contento con su respuesta, y seguidamente pide examinar la máscara.

-A mi también me gustaría verla si puede ser.- dice Vand, abriendo la boca por primera vez desde que entró con Balander. -Tal vez tenga algo que pueda ser de ayuda, seguro que alguno de estos sirve.- Al decir esto abre con naturalidad su pequeña bolsa y metiendo el brazo hasta el codo de manera que normalmente ya hubiese llegado al fondo, siguiendo un poco más rebusca unos momentos hasta sacar un tomo de unas 100 páginas con lo que parece un guerrero y varios dragones en su portada.