Partida Rol por web

Tu es Petrus

Escena VI: ite, missa est

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09/08/2007, 10:58
Director

Despertáis.

Tenéis un vago recuerdo de haber llegado a un palacete, donde criados con librea os ayudaron a desvestiros, curaron vuestras heridas (Jesús, tus Bríos vuelven a lo normal) y os acompañaron a sendas mullidas camas.

Por la claridad que entra por los tragaluces, debe ser media tarde. Entran dos criados, que preparan ropas sobrias pero de gran calidad y os anuncian que el baño está preparado.

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09/08/2007, 11:38
Jesús de Nazario

Jesus se despierta y lo primero que hace es palparse el golpe del derrumbe , lo nota vendado y curado , un Gracias a Dios sale de sus labios ... pensaba que esta vez no lo contaba , mierda de catacumbas y oscuridad ... luego se levanta de la cama y piensa , estos ricos viven bien y luego su mente vuela hasta formar la imagen de los 3000 ducados y piensa en esa pequeña fortuna y en lo bien que va a vivir con su parte .

Al entrar los criados para llevarle al baño y a cambiarse los sigue ... eso de bañarse no es que sea muy de su agrado pero sabe que lo necesita , tanta sangre seca , sudor y polvo han hecho de su cuerpo una verdadera porqueria , asi que no protesta y mucho menos por la ropa , que bien merecido se tenia el cambio ya que el traje no sirve ni para los pobres .

Notas de juego

No le digo nada a Bernat por que no se si esta conmigo en la habitación .

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09/08/2007, 17:55
Director

Notas de juego

No le digo nada a Bernat por que no se si esta conmigo en la habitación .

Cada uno estáis en una.

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10/08/2007, 07:51
Jesús de Nazario

Jesús les pregunta a sus acompañantes ...

Y mi joven amigo saben VV.MM. como esta , ya se que no sufrio heridas fisicas pero creo que las emociones vividas fueron fuertes y su espiritu no se como andara , saben algo .

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10/08/2007, 13:49
Director

Te indican que descansa en la habitación de al lado. Parece que aún duerme.

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13/08/2007, 12:51
Bernat de Montgrí

La mente del joven Bernat se va aclarando poco a poco, disolviendo lentamente las brumas en que los últimos acontecimientos la han sumido.

Cuando se da cuenta de que está en realidad despertando, de que está tendido en lo que parece una mullida cama y no el duro suelo de una cripta, o la etérea ingravidez del más allá, abre los ojos con curiosidad.

A su alrededor distingue lujo sobrio, elegancia y comodidad, preparados por manos hábiles y dispuestas de servidumbre que a todas luces, extrañamente, le sirven a él.

-...¿un baño...? Si, claro... ¿Y mi buen compañero...? ¿Y Jesús de Nazario...?

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13/08/2007, 20:54
Director

-...¿un baño...? Si, claro... ¿Y mi buen compañero...? ¿Y Jesús de Nazario...?

Te indican que está en la habitación de al lado.

Una vez descansados y aseados, os encontráis en el comedor donde se os ha servido un espléndido tentempié. La librea que llevan los criados os evita preguntar dónde estáis: son las armas de Andrés de Villaplana. Los criados, sin ser descorteses, no comentan nada de lo sucedido la pasado noche. O bien no saben nada, o son maestros del engaño.

Vuestro anfitrión es conspicuo por su ausencia, igual que el padre Almeida, que tampoco está. Llega un mensajero con un recado para el mayordomo, y éste se dirige a vosotros para recabar si os encontráis lo suficientemente bien como para salir.

Suponiendo que así sea, se os preparan ropajes elegantes pero discretos, y el ya conocido carruaje del Jefe de Correos espera a la puerta para llevaros por la noche madrileña.

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14/08/2007, 08:02
Jesús de Nazario

Jesús se baña , y se pone las ropas que le tienden y una vez en el salón ve con alegría como su amigo Bernat esta completamente recuperado de la excursión de la noche pasada ... Des pues de unos momentos de cháchara con su amigo , llega el mayordomo y recogiendo su acero y calandose el sombrero sale hacia el carruaje , dispuesto a comprobar en que ha quedado su aventura nocturna .

Venga Bernat vayamos a ver como ha quedado todo ...

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14/08/2007, 10:30
Director

El carruaje enfila la salida de Madrid por la carretera de La Coruña y recorre un trecho hacia el norte antes de desviarse hacia el este. Aunque no sois de la zona, reconocéis sin problema a lo lejos la imponente mole del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, encargado por Felipe II al arquitecto Juan de Herrera.

El patio está iluminado por hachones, a la luz de los cuales podéis ver de plantón a la Guardia de cuchilla(señal que el Rey no anda lejos) y, una vez descendidos del carruaje, otro sendero iluminado os conduce a la entrada de la capilla.

Allí no hay demasiada gente, pero podéis ver aquí y allá caras conocidas; son los Correos que participaron en el asalto a la hacienda de Finster. En segunda fila, vestido a la cortesana, Andrés de Villaplana que os saluda con una inclinación de cabeza, y en una silla, pálido el semblante pero más recuperado, el padre Almeida, que os saluda cansadamente.

Suena un clarín y entra un grupo de cortesanos entre los que podéis reconocer al conde-duque de Olivares y, poco después, el propio Felipe IV, solemne y hierático como de costumbre. Ocupan sus lugares en la preferencia y al punto aparecen tres prelados para concelebrar. Captáis un susurro entre dos Correos que tenéis detrás: el nuncio de Su Santidad, el cardenal de Toledo y Primado de España, y el cardenal arzobispo de Madrid-Alcalá, nada menos. Además, entre los asistentes religiosos podéis distinguir como poco tres capelos cardenalicios más, un sinfín de mitras episcopales y, entre los conventuales, conspicuos por su atuendo más humilde, diversas varas de abad. Por supuesto, también la plana mayor de jesuitas, dominicos, franciscanos, trinitarios, carmelitas y benedictinos, que no suelen perderse festejos de este calibre.

Los tres prelados concelebran un Te Deum en acción de gracias por la recuperación de una reliquia sagrada para la Cristiandad (no se dan más detalles), que se ventila con cierta rapidez.

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14/08/2007, 11:00
Don Gaspar de Guzmán y Pimentel, conde de Olivares y duque de Sanlúcar la Mayor

A la salida de la capilla, Villaplana os hace señas de que le sigáis, y un par de criados llevan la silla del padre Almeida hasta uno de los pasillos del claustro, donde aguardáis en silencio.

Segundos después, sale de un aposento S.M. el Rey, rodeado de su séquito, y al pasar por donde estáis vostros se detiene (casi todos los presentes se descubren y se inclinan, y vosotros no sois menos). Dirigiéndose a Villaplana dice: se Nos ha informado de que la feliz resolución de este negocio ha sido posible gracias a vuestro... departamento, don Andrés, que nos place. Cubríos, señor de Villaplana (1).

El Rey sigue su camino, pero el valido se queda atrás y os mira de hito en hito. Luego habla con Villaplana sin quitaros ojo.

- ¿Son estos los dos jóvenes de quienes me hablásteis, don Andrés?
- En efecto, Excelencia
- Demasiado jóvenes para colgar de una horca cuando podrían prestar parecidos servicios a la Corona, ¿no os parece?
- No podría estar más de acuerdo, Excelencia.
- Aseguráos, pues, de que reciban un entrenamiento acorde a la alta responsabilida de vuestro... departamento, y de que olviden lo sucedido estos días, si es que aspiran a llegar a viejo.
- Así se hará, Excelencia.

Volviéndose hacia el padre Almeida, el hombre más poderoso de Europa le mira con un leve matiz de simpatía: Pardiez, padre, que si España tuviera un millar de curas con los arrestos que tenéis vos, nada habríamos de temer de los luteranos. He oido que vuestra jerarquía planea calentar vuestra coronilla con una mitra episcopal (2), pero por si acaso tarda en llegar, hay un vizcondado en Portugal que a partir de ahora llevará vuestro nombre.

Y sin mediar más palabras, el conde-duque abandona el pasillo.

Notas de juego

(1) El Rey acaba de hacerle Grande de España, que eran los únicos que podían permanecer cubiertos ante S.M.

(2) Cosa rarísima, porque los jesuitas no suelen acceder al obispado.

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14/08/2007, 11:08
Andrés de Villaplana y Collado, señor de Mazalquivir

Una vez Olivares ha desaparecido, los Correos que estaban en la capilla irrumpen en el claustro, vitoreando a su jefe y dando palmadas en la espalda a sus nuevos compañeros.

Señores, señores, interrumpe Villaplana. Este no es lugar para celebraciones, no se fueran a molestar los religiosos. Propongo celebrar una fiesta como Dios manda el próximo sábado en mi casa. Podéis traeros a vuestras parejas pero si no tuviéreis, yo proveeré.

Y entre risas y jolgorio, acaba aquí esta aventura. Espero que os haya gustado.

Notas de juego

Comentarios, por favor a la escena De gente de fama y cosas necesarias.