Partida Rol por web

Yo me quedare con los caballos.

-crei que me habría dado más pelea este cerrojo- comento con una sonrisa por haberlo logrado.

Tengo visión en la oscuridad así que yo no me molesto por utilizar una antorcha y le digo a karel -Karel, no prefieres que Lenwë vaya primero? Al fin y al cabo, el puede ver en la oscuridad y si hay alguna trampa podrá desactivarla- -tu que opinas Lenwë, podrás estar atento a las trampas?-

Lyanna se acostó temprano y fué la primera en levantarse. En absoluto silencio preparo sus cosas y se ató el cinto familiar que la identificaba como jefa en el clan.

En el transcurso del viaje la joven poco a poco fue recuperando el habla pero conservaba cierta severidad en su tono.

Uno de sus compañeros, Brendan, le pidió que buscara rastros cercanos. seguramente refiriéndose a los orcos que habían visto antes, recordando que ella no tenía que estar molesta con el, le ofreció una sonrisa al elfo y desmontó para examinar con cuidado el terreno mientras el resto del grupo forcejeaba con la puerta. Uno de los soldados y el mago acompañante hablaban de demonios antiguos ocultos en las profundidades. Tenía que seguir luciendo molesta con el resto pero la idea de ser devorada por un monstruo milenario no le agradaba y adentrarse en la penumbra sin conocimiento previo del lugar era una invitación al peligro.

Después de averiguar el estado del terreno (edit después de saber el resultado) Lyanna prepara su lanza y se ata la cuerda a la cintura, ofreciéndole el otro extremo a Brendan. - Yo no veo tan bien en la oscuridad como ustedes los elfos, y creo que es mejor que vayamos así para evitar perdernos, o por si alguno resbala... Tu sabes, seguridad.-

Brendan, el enano ha actuado bien, los elfos vemos pero no en oscuridad total, debe de haber algo de luz, por eso siempre hemos sido el pueblo de las estrellas, le dijo con una sonrisa, con una antorcha vería como si fuera de día, pero en oscuridad total estoy tan ciego como cualquier humano, pero no sé si los enanos pueden ver en esa oscuridad, yo diría que sí, por eso se ha ofrecido a ir el primero. Tienes razón que puedo desmantelar una trampa pero primero tengo que verla, hizo otra sonrisa, y no soy muy bueno detectando trampas aunque sí desactivándolas. 

Después Lenwë se encogió de hombros, - no tengo tiempo de contradecir a un enano, la verdad, ya se sabe lo testarudo que son, y lo fácil que es ofenderles, si ha dicho que vendría para decirnos si el camino es seguro entonces... por mi espero. Dijo con otro encogimiento de hombros, - ahora si vais todos no creo que se ofenda, argumentó esperando entonces que le ofrecieran ese trozo de cuerda, - lo que estaba claro que Lenwë no quería ir el primero, no osaba a encontrarse con la cara enfurecida del enano. Esperó detrás de sus compañeros no quedándose tampoco solo si ellos bajaban, - él los seguiría.

-"Arador, avisa a los demás. Diles que entren, parece que de momento no hay peligro. Que procuren no hacer mucho ruido, aunque parece que no ha entrado nadie en mucho tiempo, no sabemos lo que puede morar aquí."

Todos estais dentro, Eneldar el mago del zurron sostiene una antorcha iluminando la estancia. Amplia y hecha en piedra, jeroglificos tallados en paredes y techos, restos de muebles pulverizados por el tiempo, telarañas colgando por todas partes y unas escaleras de caracol que bajan hacia una negrura apestosa o que suben a lo desconocido.

-"Bueno, compañeros.... ya estamos en la dichosa torre. Al entrar he oído unos ruidos procedentes del piso superior, pero han cesado en cuanto han entrado Eneldar y Arador y han dado luz a la estancia. No he logrado distinguir que podía ser. Lladorin, Lenwé, ¿escucháis algo vosotros con vuestras orejitas de elfo?"

Miro ceñudo hacia la escalera de caracol que desciende.

-"Hacia abajo huele a muerte y hace un frío que me hiela el corazón, ¿no lo notáis los demás? Bueno... hay que elegir camino. Supongo que el dichoso libro estará en la biblioteca o algún sitio parecido, así que creo que tendríamos que subir. ¿Qué decís los demás?"

Miro a Eneldar fijamente.

-"Eneldar, ¿tienes alguna idea de dónde puede estar el libro?"

Anclo la mirada en Lyanna.

-"Por cierto niña, ¿qué descubriste de esas huellas de orcos que fuiste a investigar? ¿Algo que contar?"

Al escuchar al enano Eneldar se apresura a salir afuera.
Os deseo suerte. Yo tengo que velar por mi seguridad. Avisadme cuando hayais despejado la torre

- Me alegra verte bien Karel, contestó el elfo pelota al enano como muestra de cortesía, - siento decirte que soy bastante torpe percibiendo y escuchando, para que veas que no tienes que hacer caso a los rumores. - Dijo con una sonrisa aunque quería disimular el miedo que sentía por la descripción tan detallada que narró el enano. - Pero aplicando la deducción, si lo que buscamos es un libro debe de estar arriba, pues la humedad es enemigo acérrimo de los libros, y abajo debe de haber bastante humedad así que es casi seguro que ahí no está, y por la sensación que sientes diría que abajo es una trampa mortal, opto por arriba ya que es antihumedad y no huele a muerte. Hizo otra aseveración repitiendo las palabras del enano, aunque él no sentía nada, pero le hizo un guiño con su ojo derecho a su interlocutor enano a pesar de estar nervioso por encontrarse en tal situación. Lo único que no le hacía salir huyendo de aquel agujero era la determinación del enano por seguir adelante, y sabía que un enano jamás perdonaba una ofensa, así que no le quedaba más remedio que apechugar.

-pienso lo mismo que Lenwë, si de un libro se tratase, tendría que estar en lo alto de la Torre, y deduciendo, en el último o ante ultimo piso.- le comento a karel mientras veo que Eneldar se va.

Prendo una antorcha yo también ya que Eneldar se lleva la suya consigo.

Escucho a Lyanna que busca rastros y luego me da una punta de su soga que tiene atada a la cintura. La tomo  y me la ato también a la cintura. Le hago un nudo que no se suelte fácilmente por el tironeo, pero que pueda zafar enseguida con el tirón de la mano desde una punta. - No te preocupes Lyanna, quedate cerca mío que llevaré la antorcha así podremos ver bien.- Le digo a la joven y tiro de la cuerda despacito para atraerla hacia mí. Me posiciono detrás de Lenwë que calculo estará detrás del enano a Punto de subir las escaleras y pienso... -Un minuto, podríamos buscar cosas de esta sala para tapar la parte de las escaleras de caracol que descienden, si dices que huele a muerte, no quisiera que nos agarraran por atrás si arriba nos topamos contra enemigo, no les parece?-

Escucho detenidamente a Lenwë.

Para ser un elfo no me cae mal, no es engreído ni vanidoso. Además detecto cierto respeto por mi raza. No, no me cae nada mal....

-"Cierto Lenwë, como había pensado la biblioteca seguro que se encuentra subiendo esta escalera. Vayamos pues hacia arriba, ya que Brendan también está de acuerdo. Yo iré primero, veo bastante bien en la oscuridad. Vosotros poneros en el orden que gustéis. Estad atentos e ir con cuidado, lo más sigilosamente posible."

Ante el último comentario me giro y le digo:

-"Ya lo había pensado Brendan, pero si arrastramos algún mueble para taponar la escalera de bajada seguramente hagamos bastante ruido y puede que despertemos la curiosidad de lo que halla allí abajo, si es que hay algo... De todas maneras, tampoco hay gran cosa que podamos utilizar."

Camino despacio y atento mirando hacia la inquietante oscuridad de arriba. Avanzo lentamente subiendo la escalera de caracol, poniendo cuidado en hacer el menor ruido posible. Aprieto bien contra mi cuerpo el escudo y mi mano derecha agarra fuertemente la poderosa hacha ancestral.

Sube Karel el enano en primer lugar atento a todo lo que se pueda ver o escuchar u oler... tras ell va Lenwe el saqueador, Brendan y Lyanna atados con una cuerda y Vareorn cierra la comitiva.

La paredes estan cubiertas de telarañas cada vez mas espesas a medida que subis hasta el punto de que el enano las tiene que ir despejando con el hacha para poder pasar. A media subida os encontrais en la escalera una vaina seca de lo que alguna vez fue un guerrero en armadura ahora momificado con la piel como cuero pegada a los huesos. A sus pies hay una vieja espada polvorienta, un escudo y una bolsaque estaba llena de joyas amatistas en bruto de buen tamaño y que estan desperdigadas por las escaleras. Brillan con destellos purpura. A la luz de la antorcha movimientos furtivos por las paredes mas adelante en el limite de la luz os indican que no estais solos. Veis el brillo rojizo de cuatro pares de ojos.

Una araña peluda de color ceniciento del tamaño de un perro grande sale a la luz caminando por el techo para intentar cituarse encima de vosotros....

Al ver la vaina con el cuerpo pongo una expresión de pena.

-"Pobre guerrero, terminar así... ¡Amigos! Parece que las asquerosas crías del Bosque Negro han llegado hasta aquí."

Por el rabillo del ojo veo algo brillar y se me va la vista al ver los reflejos de la antorcha en las preciosas amatistas que hay por el suelo diseminadas. Cuando voy a hacer el amago de agacharme veo algo moverse por encima nuestra. Rápidamente dirijo mi mirada al techo y veo una araña gigante.

-"¡Cuidado, arañas!"

Me protejo con mi escudo por si se me cae la araña encima y me preparo para asestarle un hachazo cuando esté a mi alcance.

 Gritando de emoción en el interior, la chica se limitó a ofrecer una sonrisa al elfo. Sabiendo que en un ambiente tan cerrado sería mas peligroso usar el arco que eficiente, la chica preparó su lanza, sujetándola en la izquierda como bastón y la cuerda con la derecha; siguiendo al grupo, pisando con cuidado y tratando de no hacer ruido.

La conversación sobre la localización del libro le pareció menos importante que cuidar los alrededores, las tenues luces de las antorchas alumbraban los desgastados pasillos numenorianos que ahora eran una tumba de una gloria antigua de la que solo algunos podrían ver. Las telarañas se volvían mas y mas comunes a su alrededor y la vanguardia dió el peor anunció que podría dar ¡Arañas!

Guiandose con la cuerda que la ataba a su amiguito de viaje. Lyanna dió un paso amplio hacia adelante, pivotando sus pies para quedar espalda con espalda con el bardo. -¡Baja la antorcha, no queremos que el brillo nos ciegue!- Ordena Lyanna mientras apunta su lanza hacia la araña que colgaba sobre ellos. -Mantente cerca. ¡Las arañas no me asustan!-

Subió siguiendo al enano Karel... las sombras acechaban poco para el ladrón, ya que la antorcha de Brendan era suficiente para los ojos de elfos para iluminar la estancia, además la baja estatura del enano le daba una visión en primera línea. Las telarañas que había en todo el escenario y el cadáver disecado le dio mala espina. En su cabeza rondó el monstruo que pudo haber provocado todo esto, ya que las telarañas eran de una criatura grande, y se imaginó una araña del tamaño de un hobbit, solo de pensarlo se le puso la carne de gallina. Sabiendo que la criatura estaría por ahí oculta sacó su espada larga.

El monstruo no tardó en aparecer desde el techo para lanzarse sobre alguno de ellos... El elfo puso el filo mirando para el techo y sujetó la espada con las dos manos, e hizo una genuflexión para tener estabilidad, tocando una sola rodilla el suelo para apoyarse utilizando la espada como si fuera una pica, por si el monstruo se lanzaba hacia abajo de él quedara ensartado en el filo de su espada. 

Más y mas espesa se hacía la telaraña al momento de subír las escaleras, tanto, que tenía que tener sumo cuidado al llevar la antorcha, ya que el mínimo roce haría prender fuego toda la telaraña, si eso ocurriese, alguno podría salir lastimado. Entonces Karel se topa con un cadáver y al momento de agacharse a revisarlo, ve la silueta de reojo y en un acto nos grita que hay una araña gigante. Miro hacía arriba y efectivamente estaba ahí, a punto de lanzarse contra nosotros. Lyanna se pone de espaldas a mi y saca su lanza, el enano se cubre con el escudo y el elfo apunta su espada hacia arriba. Busco un hueco donde dejar la antorcha y que no se caiga, pero que nos de luz durante el encuentro con la araña y acto seguido también desenfundo mi espada y trato de alcanzar al bicho.

La araña corretea pegada al techo por encima de vosotros, sortea la lanzade Lyanna (el unico arma que puede alcanzar el techo) tractractrac.... y se tira encima de Vareorn que iba de ultimo. El gigante despistado no la ve venir y cae escaleras abajo con el bicho encima rodeandole con las patas y clavandole el aguijon en el pecho.
Ambos araña y barbaro se pierden de vista. Se escuchan los gritos del beornida durante unos segundos y luego silencio y un gorgoteo insectil mientras se lo come.

-"¡Corramos escaleras arriba! no podemos hacer nada por Vareorn, de momento, y aquí corremos peligro. Alcancemos un altillo en el cuál podamos organizarnos y poder luchar mejor. Sino recuerdo mal, estas arañas inyectan primero el veneno paralizante para luego chupar la sangre. Luego ayudaremos al gigantón. ¡Adelante! Seguidme, subamos."
Subo corriendo la escalera y fijándome si hay más arañas por el camino.