Partida Rol por web

Tumbas polvorientas

Carn Dum

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23/09/2019, 01:03
Zarahi Frostone

Miro la grieta y a mis compañeros. Por ahí, lo tendrán más difícil para perseguir nos y, al llegar al otro lado, siempre podremos detenerlos con nuestras armas a distancia. Yo primera, luego los hobbits, los elfos, y el resto. Usad vuestros escudos para proteger nuestra espalda.

Dicho esto, me lanzo a cruzar el puente y la estrecha cornisa, en la esperanza de luego poder cubrirles con mi arco.

- Tiradas (1)

Motivo: Cruzar

Tirada: 1d100

Dificultad: 130-

Resultado: 43 (Exito)

Notas de juego

La cornisa era agilidadx5+50, así que voy tirando.

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23/09/2019, 10:37
Migue Campoviejo

Llegué hasta mi enemigo con la daga en alto, gritando como un poseso, completamente abandonado al frenesí guerrero cuando asesté primero el golpe, mas el angmareano sonrió al haber recibido sólo una caricia. Sonriendo burlóny triunfante, con la maza en alto para asestrme un golpe fatal, de pronto su sonrisa fue partida literalmente en cuatro por un par de filos que cruzaron su cabeza, relampagueantes. Exhalé el alivio de mi vida. Los enemigos fueron rápidamente abatidos y nos lanzamos rápidamente a la huida. Un ontón de angmareanos aparecieron de pronto detrás nuestra, pisándonos los talones.

Había sentido tantas emociones, y tan extremas, aquella mañana que no me había dado ni cuenta del hambre que tenía ¡todavía no había almorzado! y ya era prácticamente la hora de comer... ¡o más tarde! Pero nada de eso sentía mientras corría como si levitara. Apenas Zarahi sugirió su plan de huida que me lancé al desfiladero, tras ella, como alma que lleva un balrog.

 

 

Notas de juego

Por el crítico de laanterior tirada, puedo pasar sin necesidad de hacer más tiradas ¡menos mal!.

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24/09/2019, 23:17
Karel Drum

Una vez eliminada la amenaza de los guardias que nos cortaban la retirada emprendimos la huida hacia el túnel. Cuando llegamos a las celdas había que tomar un camino de escapatoria y decidimos atravesar de nuevo la cornisa. Una treintena de angmareanos furiosos se nos echarían encima en breve. Primero pasarían los más ágiles para darnos al resto cobertura con sus armas a distancia. Yo, al ser el más pesado y menos ágil, esperaría para pasar el último.

- Tiradas (1)

Motivo: Tirada de DES

Tirada: 1d100

Dificultad: 105-

Resultado: 15 (Exito)

Notas de juego

Dejo tirada de AGI

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26/09/2019, 21:47
Brendan

Llegamos nuevamente al pozo, donde tendríamos un gran problema tratando de pasar a Lenwë por allí. Por lo que primero cruzo al otro lado y busco las sogas de mis compañeros para tratar de llegar al otro lado y atar a Lenwë y arador que es quien lo llevaba consigo

- Tiradas (1)

Motivo: Agilidad

Tirada: 1d100

Dificultad: 135-

Resultado: 38 (Exito)

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27/09/2019, 15:39
Angus Colladoalto

Todavía en shock por que fuera su enemigo el que había sucumbido y no él mismo, Angus siguió a sus compañeros, confiando en su juicio para escoger camino.

- Tiradas (1)

Motivo: Agilidad

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 42 (Exito)

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29/09/2019, 17:41

Atravesaron los tuneles por los que habian entrado y cruzaron el puente de piedra. Arador y Lenwe se habian quedado un poco atras y en medio del puente de roca Arador tuvo que dejar al elfo inconsciente en el suelo para batirse con los angmareanos que se le echaban encima. A uno lo derriba de un tajo y cae al abismo. Otro lo hiere y le devuelven el golpe que falla. Un tercer angmareano le ataca tambien y falla el golpe. Esta solo sobre el puente defendiendo el cuerpo del elfo y su propia vida contra los enemigos que no pueden avanzar ni atacarlo mas que de tres en tres....

En la cornisa donde os hallais que lleva al tunel que da al exterior esta Haleth haciendoos señas para que avanceis hacia ella.

- Tiradas (10)

Motivo: Ataque arador

Tirada: 1d100

Resultado: 63

Motivo: Ataque arador

Tirada: 1d100

Resultado: 51

Motivo: Ataque arador

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 53 (Exito)

Motivo: Ataque arador

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 45 (Exito)

Motivo: Daño de espada arador

Tirada: 1d8

Resultado: 8

Motivo: Daño de espada arador

Tirada: 1d8

Resultado: 4

Motivo: Ataque a arador

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 65 (Fracaso)

Motivo: Ataque a arador

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 99 (Fracaso)

Motivo: Parada arador

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 29 (Exito)

Motivo: Parada arador

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 24 (Exito)

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29/09/2019, 20:59
Zarahi Frostone

Me giro ante lis problemas de Arador, y lucho por llegar cuanto antes al otro lado y así poder ayudarle.

Una vez cruzado el puente, sin apenas parar, saco mi arco y abro fuego a Lis angmareanos que no estén en primera fila.

- Tiradas (2)

Motivo: Disparo

Tirada: 1d100

Dificultad: 69-

Resultado: 8 (Exito)

Motivo: Daño

Tirada: 3d6

Resultado: 11

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29/09/2019, 22:20
Migue Campoviejo

Al llegar al otro lado con Zarahi, mis compañeros fueron llegando uno a uno detrás nuestro sin más problemas hasta que vimos cómo los angmareanos alcanzaban a Arador justo al pie del puente, desde donde defendía a un inconsciente Lenwë. Zarahi no tardó ni un segundo en cargar su arco y clavarle una saeta a uno de los hostigadores, así que seguí el ejemplo y cargué a toda velocidad mi honda y comencé a voltearla. Cuando sentí en el brazo que había cogido lasuficiente fuerza, solté la piedra y ésta voló cerca de la cabeza de uno de ellos. Maldecí mi suerte y, sin perder un instante, repetí la operación, esta vez con éxito.

-¡Cómete esa, miserable!- grité, con la típica rabia entusiasta de pueblerino que defiende su terreno. 

- Tiradas (3)

Motivo: honda

Tirada: 1d100

Dificultad: 45-

Resultado: 50 (Fracaso)

Motivo: honda

Tirada: 1d100

Dificultad: 45-

Resultado: 42 (Exito)

Motivo: honda daño

Tirada: 1d6

Resultado: 4(+1)=5

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29/09/2019, 22:36
Karel Drum

Pasaban los minutos y todavía no habíamos cruzado al otro lado de la dichosa cornisa. Cuando nos llegó el turno a los últimos, emprendimos la marcha. Arador llevaba a Lenwë como buenamente podía y yo iba detrás cerrando la procesión; pero no fuimos lo bastante rápidos. Un puñado de locos fanáticos se nos echó encima en un santiamén, haciendo que nos giráramos para enfrentarnos a ellos para salvar nuestras vidas. Estábamos justo en el puente, que era algo más ancho que la cornisa.

Me posicioné al lado de Arador para cerrarles el paso y para que sólo atacaran de tres en tres. Arraigué bien mis pies en el suelo y lancé un potente hachazo a uno de estos sucios humanos.

- Tiradas (5)

Motivo: Hachazo 1

Tirada: 1d100

Dificultad: 98-

Resultado: 90 (Exito)

Motivo: Hachazo 2

Tirada: 1d100

Dificultad: 98-

Resultado: 66 (Exito)

Motivo: Daño 1

Tirada: 1d8

Resultado: 3(+2)=5

Motivo: Daño 2

Tirada: 1d8

Resultado: 7(+2)=9

Motivo: Daño por TAM

Tirada: 1d6

Resultado: 1

Notas de juego

Veo que no se ha hecho caso a mi post del día 24, así que lo vuelvo a poner aquí:

Una vez eliminada la amenaza de los guardias que nos cortaban la retirada emprendimos la huida hacia el túnel. Cuando llegamos a las celdas había que tomar un camino de escapatoria y decidimos atravesar de nuevo la cornisa. Una treintena de angmareanos furiosos se nos echarían encima en breve. Primero pasarían los más ágiles para darnos al resto cobertura con sus armas a distancia. Yo, al ser el más pesado y menos ágil, esperaría para pasar el último.

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29/09/2019, 23:00
Brendan

Cruzando el puente, arador y Karel se encuentran con los angmareanos por detrás, Zarahi y Migue comenzaron a abatir a los que estaban detrás de ellos, yo terminando de cruzar soy media vuelta para ver qué arador había dejado a Lenwë en el medio del puente para defenderse junto con Karel. Deje de cruzar y me dispuse a volver por Lenwë, no sin antes dejar todo mí equipo al borde de la entrada del puente, vuelvo en mis pasos y trato de levantar a Lenwë. 

- Tiradas (1)

Motivo: Levantar Lenwë

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 73 (Exito)

Notas de juego

Hice tirada de fuerza con dificultad fácil, total era solo un elfo lo que tenía que cargar y pues, mí tiro de agilidad para pasar había sido bastante baja, esta bien o tiro de nuevo direc?

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30/09/2019, 11:23
Angus Colladoalto

Angus preparó su honda dispuesto a unirse al fuego de cobertura, e hizo una sincera oración para que su proyectil no acabara rematando al elfo.

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque honda 1

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 22 (Exito)

Motivo: Daño ataque 1

Tirada: 1d6

Resultado: 2(+1)=3

Motivo: Ataque honda 2

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 84 (Fracaso)

Notas de juego

Hago dos tiradas por si da tiempo a un segundo ataque (que de todas formas falla).

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05/11/2019, 10:30
Director

La lluvia de piedras y saetas obligaron a retroceder a los angmareanos, algunos habían sido fuertemente heridos, dejando terreno a nuestros protagonistas más rezagados para retirarse. Arador apretó la marcha cargando a Lenwë mientras Karel les cubría la espalda. Pero la cosa no iba a quedar así, algunos de aquellos salvajes tomaron arcos y lanzas y contraatacaron a distancia, tratando de abatir por la espalda a los rezagados. El escudo de Karel detuvo un par de dardos pero Arador, que frenó en seco, sintió cómo una le rozaba el cogote. Quizás fuera la última oportunidad que tenían así que apretó los dientes y reanudó el paso a toda prisa, resbalando levemente por una de las esquinas y viendo como el peso de Lenwë arrastraba su cuerpo hacia el abismo. Pero la mano providencial del enano salvó al hombre, que restableció el equilibrio, y siguió caminando hasta alcanzar, por fin, el borde. 

Mientras tanto, un angmareano, que había aprovechado para apuntar a la espalda del enano en su despiste, tensó la cuerda de su arma. Justo un mísero instante antes de soltar triunfante la flecha, fue otra la que le segó la garganta y su disparo falló por milímetros, apenas rasgando el hombro protegido de Karel. 

-¡Vamos! ¡arrea! ¡Ningún pintarrajeado cutre va a derramar la sangre de un enano en su casa!- exhortó Karel a Arador mientras volvía a cubrirse mientras avanzaba lentamente hasta que el fuego de cobertura de sus compañeros desanimaron los últimos disparos de los servidores del Oscuro.

Una vez alcanzaron el borde, siguieron camino arriba sin detenerse hasta que vislumbraron la tenue luz del atarceder filtrarse por la boca de salida. Cuando llegaron, encontraron a Haleth de espaldas a la entrada, espada en mano, bajo un cielo encapotado; cuatro cuerpos yacían a sus pies. 

-¡Vamos, no hay tiempo que perder o nos cerrarán el paso!- animó, jadeante y herida, la guerrera. 

-Con esas heridas no podrá marchar muy lejos- observó con preocupación Angus- si encontráramos un escondite donde...

-¡La Puerta de los Enanos!- interrumpió Migue mientras apuntaba con el índice al cielo, gesto típico de alguien a quien se le ha ocurrido una idea, indistintamente de si es buena o mala. 

-¡No! ¡nos cazarán como a conejos! ¡Debemos aprovechar el caos para huir!- exclamó el elfo Brendan, visiblemente preocupado- Dejadme un momento...

Entonces, se colocó junto a la mujer y comenzó a cantar mientras sacaba y aplicaba unos ungüentos que le dejaron sus compañeros. Entonces, las heridas comenzaron a cerrarse rápidamente ante la maravilla de los hobbits, que nunca habían visto sanar a alguien tan deprisa. 

-¡Daos prisa! ¡Los tenemos encima!- gritó Zarahi con desesperación mientras lanzaba sus dardos sobre sus perseguidores.

Tan pronto como Haleth dejó de perder sangre y recuperó algo de fuerzas, se lanzaron colina abajo. Para entonces, Lenwë había recuperado la conciencia y podía bajar por su propio pie, habiendo recuperado fuerzas bebiendo un fuerte brebaje provisto por Arador y otro tanto de cerveza de los hobbits. De vez en cuando, Zarahi y los hobbits se detenían para disparar proyectiles a sus perseguidores y dar tiempo a Karel a adelantarse hasta que finalmente alcanzaron los caballos, subieron, y dejaron atrás a los angmareanos, que pataleaban y gritaban con frustración.

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05/11/2019, 11:25
Director

La noche alcanzó a nuestros amigos en el Páramo de los Huesos. Zarahi observaba con preocupación como, junto con las últimas estelas de luz diurnas, se encendían sucesivamente luces de hogueras en las montañas y a lo largo de la planicie. También pudo observar cómo algunas de aquellas luces se movían lentamente en la lejanía, señal de que algunos grupos se habían puesto en marcha con antorchas. Mientras tanto, los hobbits interrogaban a Haleth acerca de su repentina desaparición y las vicisitudes que había tenido que hacer frente en la retaguardia. Lenwë, por su parte, aprovechaba aquel momento de calma para expresar su gratitud con sus compañeros mientras Karel se mantenía callado y concentrado en si mismo y Brendan canturreaba por lo bajo una canción, absorto quizás en las recientes experiencias. 

-Estas aventuras serán bonitas canciones para cuando esté de vuelta a casa, en el Bosque Negro, al calor de la lumbre durante los fríos inviernos...

-¡Chiisssst!- interrumpió Zarahi las reflexiones del bardo, y todos quedaron en silencio y mirando alrededor.

-¡Orcos!- advirtió en voz baja la montaraz- ¡Apaga la luz! Tendremos que continuar a oscuras. No tardaremos en llegar a los pantanos. ¡Apretad la marcha y guardad silencio!- apremió, y los demás obedecieron sin rechistar, siguiéndola ciegamente.

Angus, que era hobbit precavido, extendió una cuerda a todos sus compañeros para aferrarse a ella y no perderse, y siguieron el camino en silencio hasta que fue evidente el murmullo de un grupo de orcos en las inmediaciones. La lumbre de sus antorchas se apagó y bajaron el volumen. 

-Saben que estamos  aquí...- rumoreó, muy bajo, Zarahi.

A Angus se le pusieron los pelos de punta y siguió adelante sin torcer en ningún momento la cabeza, no fuera que tal atrevimiento significase su descubrimiento. Era como si Angus, que era el hobbit de campo por antonomasia, hubiese aprehendido el comportamiento de los animales y, como algunos de ellos, pensaba que no moviéndose o mirando para otro lado iba a despistar a quienes le buscaban.

Podían sentir como les pisaban los talones. El murmullo seco de sus pasos y ronco de sus voces y jadeos les hacía sentir su aliento en el cogote y no pudieron evitar azuzar al caballo para darse prisa. Entonces, un chapoteo seguido de un frenazo repentino de los caballos indicó que habían llegado a un pantano, pero la llegada de los orcos era ya inminente y tendrían que bajar de sus monturas. No había tiempo para esconderse y, menos todavía, alejarse.

-¡Están ahí!- murmuró Lenwë con desesperación. 

No podían verles pero podían oírles encima de ellos, podían casi incluso olerles a pesar del infame olor cenagal. Los orcos también se detuvieron de pronto. Todo estaba en casi total oscuridad.

-¡Han entrado aquí, puedo olerles!- exclamó una voz desagradable, rota y aguda.

- ¡Aquí sólo huele a heno!- dijo otra voz más grave y contundente- se habrán adentrado en el pantano.

- Estarán cerca, muy cerca. Costará más seguirles el rastro pero... creo que están tan cerca que podríamos verles sin encendemos de nuevo las antorchas. Si van a caballo ya no podrán huir de noso...

- ¡Beeeeerghh!

-¿Qué diablos es eso?- contestó el orco, al oír el extraño gemido chirriante.

-Beeergghhh!! ¡Graaaanch! beeeeeerghhh!

Los orcos se miraron desconcertados mientras sus rastreadores agudizaban el oído. 

-Graaaooonch! beeeerghh!! Graaaaanchhh!

-Parecen...- comenzó a decir un explorador-... deben ser los gules. ¡Si! suenan igual. 

- ¡Un pantano de gules!

-¡Entonces no tienen escapatoria! ¡Vamos a por ellos!

-¡Ni hablar!- contestó el de la voz ronca- Tendríamos que lidiar con unos y con otros ¡que se encarguen ellos! 

-¡Venga, vámonos entonces!

-¡Si! esperémosles un poco más alejados y aprovechemos para cenar. Si vuelven, huyendo de los gules, les daremos caza.

-¡jojojojojojojjo!- rieron al unísono los orcos mientras, de fondo, los gritos y maullidos de los gules sonaban sin tregua.

 

Una vez se alejaron los orcos, los héroes estallaron en carcajadas más o menos ahogadas.

- ¡Muy buen trabajo, pequeños hobbits!- felicitó Karel. 

- ¡De nada, pequeño enano!- contestó Migue riéndose pero un poco molesto de que el enano les siguiera hablando como si fueran críos ¡y como si él no fuese también pequeño!

Continuaron el camino toda la noche, apenas descansando en algunos momentos para dar bocado, por insistencia de los hobbits, hasta que aparecieron las primeras luces del alba. Entonces buscaron un refugio para dormir algunas horas antes de reanudar el camino.

- ¡Ya no nos queda comida!- se lamentó Migue, llevándose las manos a la cabeza. 

-¡Toma, anda!- dijo, Zarahi, ofreciendo una pequeña parte de sus raciones- Y daos con un canto en los dientes porque ,al menos, podréis llevaros algo a la boca.

-Al menos aún queda cerveza...- apuntó con esperanza Angus.

Todavía quedaban días de camino y los hobbits los pasaron penosamente. Tan penosamente que Zarahi tuvo que detener el paso y cazar algo para poder comer. Incluso a algunos de los demás compañeros también se les habían agotado las provisiones. 

El resto del camino transcurrió sin incidentes y finalmente llegaron de vuelta a Fornost, exhaustos y hambrientos.