Partida Rol por web

Poco a poco y mientras contemplas la bella luna que asoma esta noche, el sueño te va venciendo. Tu sueño es ligero pero tranquilo y descansado. Estás acostumbrado a dormir a la intemperie y el suelo de fina arena lo hace un poco más fácil que otras veces.

Pero despiertas de repente. ¡¡¡YAAAAIIIIIII!!! escuchas gritar. Cuando abres los ojos y miras a tu alrededor, ves el campamento sin aparentes cambios. Sin embargo, el criado que estaba de guardia está de pie, señalando el mar. En la oscuridad de la noche es difícil ver qué es, pero ciertamente lo que se acerca y empieza a deslizarse sobre la playa en vuestra dirección no es una barca, una ballena ni nada parecido... por su forma anormal de moverse y por el terrible olor que os llega, debe ser indigno incluso de considerarse un animal marino.

Escuchas también las voces del resto de personas del campamento, levantándose para hacer frente a lo que quiera que esté saliendo de las profundidades marinas...

-Señor, coged los caballos y poned a salvo a Naomi-sama. Yo cuidaré de vuestro hijo, os lo prometo.- Dice Hattori conforme ve que sus compañeros responden a la carga de la criatura.

Takeo es el más rápido en actuar, lanzándose contra la criatura y asestándole un golpe que arranca varios trozos de concha y un buen pedazo de su carne blanda y sucia. La bestia chilla de agonía y se prepara para devolver el golpe. Pero antes, apareces tú.

-¡Atacad sus extremidades! ¡Cuando una caiga iremos a por sus ojos!- Grita Hattori a sus compañeros mientras corre de frente con su katana desenvainada. Al llegar frente a la aberrante criatura se aparta a un lado con un ágil desplazamiento lateral, con este movimiento hacia su derecha ha logrado salir de su línea de visión y ha logrado clavar su katana profundamente en la extremidad de la bestia, sin dejar de moverse aferra con fuerza su arma desgarrando la carne del engendro hasta que el acero queda liberado por completo.

Tu golpe se hunde profundamente en la carne, arranca el brazo de cuajo y levanta casi hasta la mitad el caparazón, exponiendo gran parte de la carne. La bestia parece mortalmente herida, su nuevo grito está ahogado por su propia sangre.

Pero aún puede matar. Tu ataque ha sido tan directo, que te ha dejado expuesto. Donde no había nada, una boca anormal y llena de colmillos cariados surge en su cuello para aferrarse a tu pierna. Notas cómo el dolor te recorre y haces lo imposible para no perder la conciencia.

Entonces aparece el tercer compañero, un bushi bisoño que falla su golpe. Se ha confiado demasiado. Este error no lo comete Takeo. El Yasuki asesta su segundo golpe y este resulta definitivo. Como le gritaste, Takeo apunta a los ojos y su espada entra por la "frente" de la bestia y sale por donde estaría su nuca. Este último golpe es definitivo. La criatura queda inerte sobre la arena.

Naomi se acerca a tí. Notas que huele a un perfume mezcla de olmo y cerezo. Con calma, extrae del interior de su palanquín un pergamino, que extiende ante sí. Pronuncia las palabras escritas alto y claro y el aire se carga de energía. Luces diminutas pero brillantes caen de la nada y se posan sobre tu herida. Un alivio inmediato te invade y ves con asombro cómo tu herida comienza a cerrarse y adoptar un color más sano.

Cuando todo termina, las luces desaparecen y sólo queda el olor del perfume. Tu herida no se ha curado del todo, pero está muchísimo mejor.