Partida Rol por web

Uguisubari

Asalto Nocturno

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09/12/2008, 13:16
Director

El pescador y su hijo acuden prestos a la orden de la shosuro y recogen los cuerpos inconscientes de los caídos para empezar a transportarlos hacia el palacio. Durante el camino, la samurai interroga al pescador acerca de la historia de la curandera.

-Es una historia extraña y triste. Todos creen que era una samurai aunque nadie puede asegurarlo. Sólo unos pocos creen que podría haber sido una comerciante heinin, quizá una de las muchas sobrinas de la Señora Saeki, una comerciante de renombre del Mercado Este. El casos es que apareció de repente un día en el barrio, con la lengua.. bueno, así. Empezó a curar a la gente sin cobrar. Se le han acercado algunos monjes mendicantes para que se uniera a ellos, pero tampoco parece religiosa.-

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09/12/2008, 13:47
Shosuro Saiko

-¿Quién te parece que puede saber la historia completa? ¿Hay alguien entre tu gente que sea cercano a ella, alguien que la conozca más que el resto...?

Siguen en dirección al palacio con tanta velocidad como los dos hombres pueden imprimirles a sus piernas, teniendo en cuenta el peso que cargan. Saiko sigue atenta a cuanto les rodea, y al estado de salud de Takuro y de su prisionera, pero no puede evitar sentirse atraíada por la curiosa mujer que le ha salvado la vida al Escorpión...

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10/12/2008, 12:15
Director

-No, nadie. No se relaciona más que para hacer su trabajo. Creemos que está aquí para expiar un pecado o para alejarse lo más posible de quienes le hicieron.. eso.-

Por fin y pasando precisamente junto al mercado del Este, entráis en el barrio noble, ya muy cerca del centro de la ciudad y del palacio Grulla por tanto.

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11/12/2008, 08:41
Shosuro Saiko

La curiosidad de la samurai-ko no se había saciado, pero no era momento de hacerlo. Había cosas más importantes que hacer, así que calló, para no cansar a los hombres al tener que responderle, llevando su carga, y siguió adelante.

A toda velocidad corrió en dirección al palacio Doji, y en cuanto halló algún oficial de la Guardia en las calles del barrio noble, hizo que éstos sustituyeran al pescador y a su hijo portando a los dos heridos.

Ahora sólo era una lucha con el tiempo... y estaban ganando.

Notas de juego

Pues al palacio, y allí, en manos del Daimyo las decisiones siguientes.