Partida Rol por web

Con mi arma en las manos, mis pies se firmes y ligeros se mantienen pausados. Mi mente intenta pensar rápidamente. Mi voz retumba un breve instante en la sala

TAKEO!!!!. Pensad por un instante, ¿samurai auténtico dices? tened claro una cosa joven imprudente, la bella escorpión está huyendo. Perseguidla si podéis no te entretengas conmigo. Mi palabra os doy de que os esperaré aquí. Tengo una oferta que no podréis rechazar.

Mis ojos se miran a los que me comienzan a rodear

-Corred insensatos y demostrad lo que es la premura. ¡Atrapdla!.

Honorable Takeo, quién va a creer en la palabra de un escorpión... tenéis que detener a esa mujer

Mientras hablas y Takeo duda, tienes tiempo aún de derribar a otro de los secuestradores. Por fin, Takeo reacciona, y sale corriendo hacia la puerta de la calle, gritando a sus "sicarios" -¡Que no se mueva!-

Obedientes, te rodean. En la calle escuchas un golpe seco. Simultaneamente, las cosas se complican aún más. Del fondo de la habitación la caja que tapaba la entrada secreta en el suelo, ¡se levanta! Como conejos saliendo de la madriguera, Bayushi Takuro y Matsu Mariko salen primero el uno y luego la otra del agujero. Los secuestradores miran hacia ellos y hacia tí asombrados de su mala suerte.

-¡Yukio! ¡Resistid!- grita Takuro sacando su arma de la vaina.

Escucho las palabras de Takuro y salgo apresuradamente del tunel, para encontrarme con una escena sorprendente, Yukio está herido y luchando ¿contra sus compañeros de fechorias?, para mi no tiene demasiado sentido , pero mi Daiso apoyará a Yukio ante unos miserables desconocidos, ya tendrá tiempo de esplicarnos que es lo que ha pasado para llegar a estas circunstancias.

Me concentro rapidamente, mientras mi boca suspira una palabra:
"Interesante..."

Mi espada se aferra a mis manos con suavidad...

La reacción de uno de los secuestradores es inmediata y algo más inteligente de lo que esperabais: se lanza a correr hacia la puerta de la calle...

Tu golpe es algo más certero que el anterior, pero esta vez Takeo está mucho mejor preparado. No consigues acertarle, limitándose el joven a dar un paso atrás para evitar tu cuchillada. Curiosamente, no devuelve el golpe, pero sigue interponiéndose en tu camino, impidiendo tu huida.

De repente, las cosas se complican. Uno de los secuestradores, el líder, sale corriendo de la casa, asustado y mirando atrás. Sin detenerse a ayudar a Takeo, intenta correr hacia el río tras gritarle a Takeo:

-¡Samurai! ¡Nos han encontrado!-

Aprovechando la posible distracción producida por el hombre corriendo y sus palabras a Takeo, vuelvo a intentar escabullirme sin atacar esta vez, ahora hacia la vía menos cubierta por el propio Takeo. O las callejuelas, o la ventana. Mi intención es escapar y esconderme para ver qué es lo que ocurre como para que el líder de los secuestradores salga de ese modo.

Tras una veloz mirada a los que me rodean, sonrío con complicidad a Matsu Mariko, mientras simulo que una de mis manos se dirige hacia mi katana,... de repente comienzo a correr hacia la puerta mientras digo: "Creo que vuestro señor os agradacerá que os ocupéis de los recién llegados"

Si nada o nadie lo impide, salgo tras el tercero en discordia, y bajando los escalones gritaré: "Volveré!!!"

De alguna manera, las palabras de Yukio y su extraña actitud le confirman de que lado está.

Centrándose en los dos combatientes que restan, Takuro, con la katana empuñada firmemente con ambas manos, camina hacia ellos trazando una especie de curva con la intención de bloquearles una posible escapatoria por la puerta.

-Deponed las armas y se os tratará con justicia.- ordena al tiempo que levanta el arma. Un rayo de sol que se cuela por un resquicio del techo arranca un leve destello del frío acero.

No puede permitirse obtener un tajo como respuesta, así que, ante cualquier gesto que no sea una inmediata rendición, completará el movimiento.

Y que sean las Fortunas quienes te juzguen.

Un grito surje del interior del almacén abandonado. -¡Volveré!- Apenas un segundo después, Yukio surge del edificio, herido pero vivo, para encontrarse con la escena que se desarrolla allí. En una calle estrecha que por una lado da a parar al río y por otro a las callejuelas de este barrio de mala muerte, hay tres personas. Una es el bandido que acaba de abandonar el edificio, que corre en dirección al río. El otro es Takeo, que intenta tapar la huida hacia las callejuelas. El tercero es Shosuro Saiko que con su tanto ensangrentado en la mano se vuelve hacia la ventana de un edificio cercano e intenta, de un salto...

...subirse hasta una ventana próxima, para escapar de Takeo.

Pero cuando ve a Yukío se detiene sin llegar a ejecutar su acción. Ahora el muchacho deberá enfrentarse a dos contendientes, y Yukío es un bushi, no una frágil cortesana como ella.

Da unos rápidos pasos hacia el recién llegado, sin perder de vista a Takeo, y se gira de nuevo hacia él, siempre con su tanto balanceándose frente a su cuerpo.

-¡Eres lluvia fresca para mi, Yukio!

Viendo el compòrtamiento de Yukio me reafirmo en su culpabilidad, el no pretende esplicarse ,solo nos quiere utilizar para mejorar sus circunstancias , esto que ahora mismo nos ocupa tiene que acabar rapido o le perderemos la pista de nuevo por lo que con un total control de movimientos me pongo en posicion para desenvainar y atacar en un solo movimiento.
Mi respiracion se acompasa , mi cuerpo vibra con la posibilidad del conbate y mi dura mirada se posa en los dos atacantes de Yukio intentando doblegar sus almas- la decisión es facil, no tenemos tiempo que perder con vosotros, deponed vuestras armas y! hacerlo ya!