Partida Rol por web

Escucháis el sonido del aire escapando hacia el espacio en el pequeño módulo que separa Zarya de Zvezda. Después, una compuerta cerrándose. Ford no dice nada más.

Pasan los segundos.

Os miráis entre vosotros, y después hacia la puerta de seguridad de Zarya. Un pequeño indicador sobre la puerta avisa de la baja presión al otro lado y os impide activar la apertura de la esclusa.

Pasan los segundos.

Al otro lado de esa puerta puede estar Ford, Wasabi, o ambos, aunque no tenéis ni idea de su estado. Y no podéis hacer nada, pues abrir esa esclusa supondría la despresurización de Zarya...

Y entonces el piloto de seguridad se apaga, indicando que la presión se ha restablecido en el pequeño enlace entre Zarya y Zvezda. El interruptor que permite abrir la compuerta se activa, y por fin podéis salir de dudas y ver qué ha ocurrido.

Desde su último mensaje de ayuda, Ford no ha vuelto a comunicarse con vosotros...

Un par de nuevas gotas de sudor de la frente de Saint se materializaron, uniéndose a las gotas de sangre que flotaban en el habitáculo. Flotando en horizontal, el astronauta miraba la esclusa que comunicaba con la Zvezda como si de allí fuera a salir cualquier cosa. Y la verdad era que no sabía qué podía esperar. Se había quedado grabada en su retina la imagen de Sarah, o lo que quedaba de ella, y todavía se preguntaba cómo le había podido pasar aquello. ¿Quizás se había rasgado su traje espacial con alguno de los restos que flotaban en el espacio, y su cuerpo había colapsado? Según le habían informado, lo más probable es que si eso hubiera pasado, la pobre Sarah se hubiera congelado inmediatamente, pero no habría quedado convertida en un amasijo de carne.

Lentamente, sin saber bien si lo que iba a hacer era acertado o no, activó la esclusa para su apertura.

Aguardas junto con Wasabi en el pequeño espacio que separa la Zvezda de Zarya mientras poco a poco se volvía a llenar de aire. El sistema de seguridad no permitiría abrir la puerta de Zarya hasta que el nivel hubiese alcanzado un mínimo aceptable, para evitar una pérdida masiva de aire. Durante el tiempo que esperas, no puedes quitarte de la cabeza el misterioso objeto que habías observado, y tanteas los bolsillos estancos de tu traje para confirmar que llevas ahí los fragmentos de roca tallada. No puedes comprender de qué material estaba hecho el cubo para no tener un solo rasguño, y qué ocurría en su superficie hipnotizante. Esperas que la cámara haya filmado algo para poder enseñárselo a tus compañeros. Sobre todo a Saint, el único posible aliado ahora que Sarah había muerto.

Entonces el sistema de seguridad activa el interruptor de la compuerta, y escuchas a Saint en el otro lado pulsando rápidamente el botón. La compuerta se abre, y vuelves a ver a tus compañeros de expedición: Saint y Paolo.

La compuerta se abre despacio, y todavía aguardáis dudas de lo que puede haber al otro lado. Es posible que Ford haya muerto también, y que algo horrible aguarde a que la puerta se abra del todo para hacer con vosotros lo mismo que le haya podido pasar a Sarah. Con el corazón en un puño, y preparados para cualquier cosa, os distanciáis con cautela de la puerta, y en cuanto hay un hueco suficiente para observar al otro lado, os inclináis para tratar de observar.

Veis a Ford de una pieza, aunque con el traje lleno de pequeños fragmentos de sangre y polvo. En sus brazos lleva a Wasabi, vivo aunque en un estado de enajenación evidente. Mira hacia vosotros sin ver, y mueve la cabeza mientras parece susurrar palabras que no podéis oír.

Raf y Wurst acudieron con urgencia al módulo logístico donde Georgi asistía a Padalka.

- ¿Sabe lo que le pasa, doctor? -le preguntó, interesándose por su estado de salud.

Después, cuando el responsable médico lo juzgó conveniente, se dirgieron a la reunión del Zarya.

Raf entró en el Zarya, preocupado por las últimas comunicaciones entrecortadas de Ford, por la convocatoria urgente reclamada por Philips y por el estado de salud de Padalka.

Miró a su nuevo comandante cuando se oyó el sonido de despresurización y se activaba el botón que abriría la compuerta. Se acercó hasta él. Si no recibía una instrucción en contra, accionaría la comunicación con el Zvezda.

La compuerta se abre despacio, y todavía aguardáis dudas de lo que puede haber al otro lado. Es posible que Ford haya muerto, y que algo horrible aguarde a que la puerta se abra del todo para entrar en la estación y acabar con vosotros también. Con el corazón en un puño, y preparados para cualquier cosa, os distanciáis con cautela de la puerta, y en cuanto hay un hueco suficiente para observar al otro lado, os inclináis para tratar de observar.

Veis a Ford de una pieza, aunque con el traje lleno de pequeños fragmentos de sangre y polvo. En sus brazos lleva a Wasabi, vivo aunque en un estado de enajenación evidente. Mira hacia vosotros sin ver, y mueve la cabeza mientras parece susurrar palabras que no podéis oír.

Raf vio a Ford de una pieza, aunque con el traje lleno de pequeños fragmentos de sangre y polvo. En sus brazos llevaba a Wasabi, vivo aunque en un estado de enajenación evidente. Miraba hacia sus compañeros sin ver, y movía la cabeza mientras parecía susurrar palabras que no podía oír.

- ¿Qué ha pasado? -le preguntó a Saint que era el que, finalmente, había abierto la compuerta.

Georgi estaba anonadado. No tenía idea de lo que le estaba pasando a Padalka (aunque se inclinaba por apostar a una especie de shock tremendamente fuerte) y ahora tenía ante si al resuelto Ford que apenas podía moverse, y a Wasabi en un estado de shock.

Por el polvo y las manchas parecería que Sarah, la única a la que todavía no había visto volver en persona, había sufrido una descompresión.

Pero nada, absolutamente nada, era seguro.

Ford flotaba en el nodo ya accesible desde la ISS junto con el astronauta Japonés. Los astronautas apenas se movían y el estado de Wasabi parecía preocupante, parecía no responder a ningún estímulo pese a que mantenía la consciencia, parecía estar en estado catatónico. El estado de Ford no era mucho mejor pero parecía reaccionar lentamente a la reentrada en la ISS.

- Ahhhhhhhh - dio una gran bocanada de aire al abrir el casco de su traje y dejar que entrara el tan preciado oxígeno. Parecía exhausto y desorientado, hubo un momento en que se miró las manos aún enfundadas del traje - Menudo desastre - dijo comprobando que estaba todo manchado de sangre.

- ¿ Como está Sarah ? - preguntó esperanzado, aunque en su interior sabía la fatídica la respuesta...

Ford hizo un gesto cansado asintiendo con la cabeza a Saint - Lo siento señor. -  sabía que habían perdido a Sarah pero al menos había conseguido traer de vuelta a Padalka y Wasabi

- No os acerquéis a nosotros, no sabemos si estamos contaminados por radiación o alguna sustancia extraña, hasta que podamos averiguarlo Wasabi y yo deberíamos permanecer en cuarentena - dijo Ford mientras acercaba la mano al botón que bajaría la compuerta de unión con la Zarya y les dejaría encerrados entre la Zarya y la Zvezda - ¿ Hasta que se haya comprobado si Padalka o Sarah están contaminados creo que no deberíamos entrar en la ISS ? - sugirió

- ¿ Señor ? - quedó a la espera de la orden de Saint, el ahora comandante de la ISS.

-Dejadles pasar.- dijo Georgi -Si hay contaminación ya la hemos metido cuando llevamos a Padalka al otro módulo.-

Con un asentimiento de cabeza, Saint dio la bienvenida al resto de la tripulación al habitáculo, y luego se quedó observando a Ford como si fuera un rompecabezas.

- Georgi tiene razón - dijo, activando el interruptor para que Wasabi y Ford entraran a la ESI - Ya hemos introducido a Padalka y Sarah... si hay algo que los ha irradiado, lo hemos introducido dentro.

Dejó escapar un suspiro, el cuerpo de la joven científica aún flotaba en los alrededores, cubierta para evitar que la dantesca visión les enturbiara el juicio.

- Bien, vamos por partes - dijo, dando una palmada que apenas se escuchó - Georgi, ayúdame a llevar a Wasabi y Sarah hasta donde hemos refugiado a Padalka. Quiero hablar contigo mientras tanto. Paolo, ayuda a Ford a quitarse el uniforme, y Raf, si no te importa, ¿podrías aspirar los restos que flotan aquí? Quiero tener una reunión con vosotros para poner toda la información de que disponemos sobre la mesa, y no quiero tener que estar esquivando gotas de sangre... Nos vemos aquí en 3 minutos.

Wurst es el último en llegar a Zarya, y cuando entra ya está Ford con Wasabi dentro del módulo ruso. Mira la escena a su alrededor, el bulto inerte envuelto en una manta térmica y los restos de sangre que flotan en este módulo y en el en Nodo 1, por donde ha llegado. Con el rostro confuso os mira a todos, tratando de encontrar una explicación, cuando Saint trata de poner algo de orden en el caos que reina ahora mismo en la estación.

Aún no sabe nada sobre el estado de Padalka ni el de Sarah, aunque puede observar que Ford está de una pieza y Wasabi... Bueno, al menos está vivo.

- Yo ayudaré a Raf a limpiar. Ya hemos ordenado el módulo de almacenaje y hemos recogido el Columbus, creo que esto de ser los científicos de la limpieza se nos da bien - Wurst considera que algo de humor puede ayudar a romper la tensión. Pero evidentemente, no todo el mundo va a recibir igual de bien una broma en este momento. Desgraciadamente, Wurst no es consciente de lo que a algunos se os pasa por la cabeza, aunque sus intenciones eran buenas.

- Ahora nos contaréis qué demonios ha pasado en el Zvezda, la curiosidad me puede.

Se acerca hacia el DSM para coger el aspirador que hace un rato utilizó para recoger ese mismo módulo, y vuelve al Zarya para ayudar a Raf.

Raf asintió a la orden que le había encomendado su nuevo comandante y agradeció la voluntariedad de su colega Wurst. Armados con el aspirador, los científicos se afanaron en limpiar el módulo Zarya hasta dejarlo libre de restos.

Superada la confusión inicial, el indio se hacía ya a la idea de lo que había ocurrido en los últimos momentos. El cuerpo de Sarah, Padalka, Wasabi,... y Ford, quien parecía que era el único que había salido bien parado de la excursión al Zvezda.

Estaba muy preocupado y cualquiera que le conociese se habría dado cuenta, pues el habitualmente extrovertido astronauta estaba ahora callado sin decir ni mu, con el rostro desencajado.

Dejó que su mente se distrajese con la tarea rutinaria, a la espera de que Ford se acabase de quitar el traje y les relatase cuál era el panorama en el módulo ruso.

Siguiendo las indicaciones de Saint, Paolo se acerca a Ford para ayudar a quitar el traje a su compañero que ahora parece algo derrotado.

No te preocupes Ford, te ayudo a quitarte el traje. Que puedes contarnos de lo que viste cuando llegaste?

-Дерьмо Блять!- ⁽¹⁾ gritó sin poder controlarse Georgi al ver lo que quedaba de Sarah. Luego, entrando en un plano más profesional, y en parte por tratar de evadirse de todo aquello, comenzó a decir sin poder levantar la vista del "suelo" -Tenemos a Padalka en módulo aislado con aparente coma leve. Wasabi probablemente necesite custodia para no herirse o herir a otro y a Sarah...- y aquí se le quebró la voz -deberíamos examinarla y dejarla en espacio. Ya no necesitamos más problemas aquí.-