Partida Rol por web

El poderoso puñetazo sacudió a Diana, que apenas pudo resistirlo. Pero la princesa amazona era más dura de lo que parecia. Y se levantó, dolorida pero se levantó.

La Reina Hypolitta aprovechó para atacar también, pero la dura piel del ser logró detener la espada de la reina.

Diana no se rinde y ataca de nuevo.

La princesa se mantuvo firme ante el poderoso golpe, y se abalanzó contra el minotauro. Golpeandolo con todas sus fuerza, el ataque le hizo retroceder y dió un poco más de espacio a la reina. Que a pesar de que luchaba valientemente, sus ataques no eran tan efectivos como los de su hija.

La criatura estaba atontada, pero distaba mucho de haber sido derrotada. Sacudió la cabeza y respiró fuertemente, preparandose para atacar de nuevo.

Diana intenta concentrar su fuerza pero falla.

Envalentonada por su anterior golpe. Diana vuelve a arremeter contra el monstruo, pero en sus prisas tropieza y el golpe dista mucho de llegar a alcanzarle.

Por su parte el minotauro trata de aprovecharse de la situación, pero tampoco está fino.

Esta vez el golpe conecta.

Una vez más Diana reaccionó tal y como sus maestras, en especial Artemisa, le habían enseñado. Atacando rápidamente y sin piedad, para derribar al enemigo lo antes posible.

El minotauro acusó el golpe y volvió a trastabillar, pero agunató en pie. Se enfureció más si cabe y se lanzó a por la princesa con la cabeza por delante para embestirla. Diana trató de esquivarlo, pero el mosntruo fue más rápido de lo que creía.

Pues me chupo el golpe.

El golpe del minotauro era casi tan poderoso como el de Diana, pero la princesa logró aguantarlo sin demasiados problemas.

La reina, mientras tanto, se colocaba para poder atacar al monstruo sin que este la pudiera ver bien. Sabía que su hija podría aguantar a la bestia mientras lo hacia.
Y así, al golpear a la princesa, Hippolyta atacó con fuerza.

Pero aunque el minotauro resultó herido una vez más, este no cayó.

Animo hija mía. Ya casi ha caido.

Alentada por las palabras de su madre, Diana princesa de Themiscyra, la más poderosa de todas las amazonas cargó contra el monstruo que tenía delante.
Juntando ambas manoz en un mazo demoledor, Diana impactó golpeó con todas sus fuerzas al minotauro.

La bestia era incriblemente poderosa, pero no fue capaz de soportar semejante ataque. Salió despedido contra una de las columnas, destrozandola y haciendo que le cayese enceima parte del techo.

Por unos instantes pareció que el mosntruo se levantaría, pero no lo hizo. Todo quedó en calma.

Mientras la princesa respiraba con dificultad y se agarraba el costado por el dolor, su madre se le acercó.

Bien hecho hija mía. Eres un orgullo para todas nosotras. Dudo que ninguna hubieramos podido derrotarla. Pero dime. He sentido como la Puerta era atacada. ¿Qué ha pasado?

Justo despues de decir esas palabras un nuevo temblor recorrió la isla entera. Y un grito desgarrador resonó por la misma.
Parecia el grito de un alma en pena. Alguien que sufría, sufría a más no poder. El dolor era casi palpable.

Diana concentra su último golpe en la mandíbula de la criatura y la desjarreta con un grito de guerra amazona.

- Hemos ganado, madre... Juntas. Pero ahora debemos ir a ver qué nueva amenaza nos espera.

Cuando el desgarrador grito deja de escucharse, el silencio subsiguiente es casi aun más aterrador.

No se escucha ningún ruido en toda la isla. Ni los animales hacen ruido. La reina está palida, mortalmente palida.

La puerta. Alguien ha abierto la puerta y ha cogido la caja del mal.

- La caja del mal? ¿De qué hablas?