Partida Rol por web

Una vez montada la tienda que casi me cargo, nos refugiamos de la lluvia. Aquel sonido de incesante que creaba el choque del lluvia con el hielo acompaño a la historia que nos contó Iron sobre los caminos de Agnmar. Malleus se entusiasmo enseguida con la idea de conseguir aquella espada, pero no todos los del grupo estaban de acuerdo, entre ellos Kryl.

Amigo Malleus esto no se parece en nada a nuestra aventura en la isla de los woses, ir a por la espada pondría en peligro la misión, siempre es sabido que el camino recto es más corto, pero yo opto por pasar por las montañas que rodean Angmar, incluso podríamos parar por el monte Gundabad, hogar y tierras de mi padre, donde nos aprovisionaríamos para seguir el camino. Y amigo Malleus a la vuelta de Rivendel seré yo quien te acompañe a por esa espada. 

Aunque...........(haciendo una pequeña pausa)....no creo que seamos nosotros quien debamos elegir que camino tenemos que seguir. Digo mirando a Sam.  

En una de esas noches de viaje tienes un sueño.

Es tu mujer esta te habla,- la medicación que has traido solo a neutralizado la terrible enfermedad, pero no le ha curado.

"Te continua susurrando -Pero si quieres el anillo te puede enseñar el camino de vuelta al hogar, el camino a casa,  y con el poder del anillo  podrás curar a tu padre. "

^{y te despiertas sudando, el sueño a durado menos de tres minutos.}

Notas como el anillo te continua "susurrando vamos a la capital."

Sentado en la tienda Nomdil no decía palabra alguna, sus ojos estaban como perdidos en profundos pensamientos. Escuchaba como sus compañeros discutían la posible ruta a seguir.

Miró a Sam durante varios minutos tratando de adivinar lo que pensaba

- Creo que el mediano  debe tener gran peso en la decisión – dijo a sus compañeros, -Estoy de acuerdo con lo que dice Triton, es mejor tratar de cumplir con la misión de la forma más rápida posible-

Luego volvió a sumirse en sus pensamientos, algo comenzaba a preocuparle. 

El fuego de la tienda brillaba con gran intensidad atrayendo a todo tipo de bichos del exterior, los cuales acababan consumidos por el gran calor que desprendían las intensas llamas. En la lejanía se escuchaban aullidos de lobos, a lo cual Kril parecía preocupado - Kril, tranquilo que solo son aullidos, no te asustes por un par de lobos que pueda haber por ahí danzando -

Las opiniones de todos en cuanto al camino que tomar desde aquí iban sonando como martillos en mi cabeza - ¿porque nadie querrá ir a por esa espada que tan bien nos vendría? - Pensaba mientras me iba entristeciendo un poco por no poder ir a la torre de Ahüwen. Aunque faltaba la decisión de Lycyn y Sam, mucho me temía que el camino que quisieran seguir sería el más rápido hacia nuestra misión, pues al fin y al cabo era a lo que habíamos venido.

Observo intrigado a Sam por la decisión que tomaria, pues al ser el portador del anillo sería la que más peso tendría en el grupo. Instatánea e inconscientemente, mi mirada se quedó clavada en el anillo que Sam portaba. Multitud de cosas se me pasaban por la cabeza en esos instantes, los cuales me parecieron eternos. A pesar de que fueron unos segundos los que estuve con la mirada clavada en el anillo, la curiosidad comenzaba a invadir mi espíritu y no pude evitar hacer preguntas - Sam, una pequeña curiosidad - le comenté a Sam tranquila y pausadamente - ¿como llevas portar con el anillo?.... ¿sientes su poder?.... Sam - le comento mirándole a los ojos - Creo que no deberías ser tú el que debieras tomar la decisión más importante y que toda la responsabilidad caiga sobre tí ¿te crees capaz de llevar toda la responsabilidad de la misión? - le comento mirando por el rabillo del ojo a Nomdil - Sam, ya sabes que somos La Hermandad y que lo hacemos todo consensuado, es más, si el anillo te supone mucha carga, podríamos todos compartir ese peso ayudándote en el cometido de llevarlo a su destino - le comento con total tranquilidad y haciendo ver al grupo que mis intenciones no son malas, solo las de ayudar.

Al pequeño hobbit no le hacía gracia internarse en el antiguo reino de los nazgûl. El anillo empezaba a pesar demasiado, a quemar demasiado bajo su ropa, a ser una temible carga.

-No sé...-se encontraba muy cansado de tanto viaje, hambriento y con frío.-Llevo un anillo que anhela ir a esa ciudad... pero no sé por qué... Yo sólo quiero llegar a donde están los elfos y olvidarme de él para siempre. Además, ¿cómo subiremos hasta la torre? Yo, al menos, no sé volar...

Su rostro estaba contrariado por la decisión: todos los caminos le parecía difíciles e igual de peligrosos.

-Quizás los valar nos castiguen por nuestra avaricia al querer quedarnos con la espada...-Dijo con lentitud, más para sí mismo que para sus compañeros.

Noto a Sam pesadumbrado, sombrio, exausto.... cuando comienza a dar su opinión de por donde continuar la marcha. - Maese Sam, veo que no te encuentras bien.... no tienes porque ser el único que soporte esa carga - digo mirándolo con cara de circunstancia, pues no sabía exactamente si era yo el que hablaba - Me ofrezco, supongo que al igual que todos los presentes, a ayudarte a llevar el anillo - aunque la idea de que los demás presentes se ofrecieran a llevar la carga de Sam no me gustaba, mis palabras intentaban hacer ver que no estaba loco por ver el poder que tendría el anillo en mi dedo.

La conversación entre Malleus y Sam me sorprendía, hasta este momento no había supuesto ningún problema que el mediano llevase el anillo, y seguramente que de todos nosotros, en él estaría más seguro, las fuerzas oscuras nunca supondrían que un mediano cargase con semejante arma. 

Nuestra misión es hacer llegar el anillo a Rivendel, es más quizás sea proteger al mediano de los peligros que acechan en el camino a la ciudad de los elfos, por lo que no debemos tentar su poder en nuestras manos, es un arma poderosa y Sam de momento se esta portando como un verdadero héroe llevando esa carga. Miro al Sam con una sonrisa, vayamos por donde vayamos mi hacha te protegerá de cualquier ser que osea arrebatarte el anillo.

Mientras escuchaba las palabras de Malleus la ansiedad se fue apoderando de Nomdil, muchas ideas pasaron por su cabeza al escuchar a su compañero hablar del anillo , poco a poco se fue levantando de su lugar , miraba a Sam y luego a Malleus, abrió su boca para dar opinión pero las palabras de Triton lo interrumpieron. Escuchó a su compañero enano en silencio. 

Volvió a su lugar, miró con atención el fuego y dijo

- Compañeros, preferiría ir por el camino más rápido y deshacernos de esta pesada carga. Hay fuerzas más poderosas que un balrog que no se pueden matar con una espada, se esconden en nuestros corazones y nos pueden someter cuando menos uno lo espera – miró a Sam y como haciendo un esfuerzo -Creo mediano que debes ser el único portador del anillo. Les debo confesar que la idea de llevarlo a pasado por mi mente y no me gusta la idea de sentir deseo por un objeto así -.

Miró nuevamente a Triton - Estoy de acuerdo con tus palabras nuevamente enano, quizás no sepas armar tiendas de la mejor manera pero has hablado sabiamente en más de una ocasión -     

Una vez pasado un poco el trasloque de la conversación con Sam, el anillo y el camino a seguir, Nomdil entra en escena también haciendo referencia al anillo, lo que deberíamos hacer y las impresiones que ha tenido en su cabeza y los sentimientos surgidos dentro de él - Vaya, este anillo nos va a dar más trabajo del que esperábamos - agito fuertemente la cabeza de un lado al otro y me golpeo la cara con las palmas de la mano - Vamos Malleus, espabila ¡YA! que tus hermanos van a pensar cosas que no son -

Echo una mirada rápida a todos, dejando en último lugar a Sam y mirándolo fijamente inclinando levemente la cabeza - Maese Sam, maese Nomdil, reconozco que yo también he sufrido la tentacion de hacerme con los servicios de ese anillo, pero como Tritón bien ha dicho y ha puesto su hacha al servicio del mediano.... - levanto cabeza hacia todos los presentes, inspiro fuertemente y con voz profunda y decidida - Yo, Malleus, hijo de Mallória y Reusen, pongo a tu servicio mis tres espadas, Feliciti, Primorosa y Reflejos y mi fuerza para protegerte a ti y llevar a buen fin la misión en la que nos embarcamos en Ciudad Gris y como bien dice el enano, junto con su hacha, destruiremos a cualquier ser que intente apoderarse de ese anillo - una vez recitado el pequeño juramento me relajo y me recuesto para ver si pudiera descansar un poco, pues el paseo que nos esperaba de aquí en adelante no iba a ser facil - Hermanos, deberíamos descansar algo.... -

Seguía escuchando como la lluvia no cesaba de caer sobre la tienda y a mi cabeza llegó una pequeña preocupación - Lycyn ¿esta lluvia incesante habrá podido echar a perder el camino que encontraste? - busco con la mirada a Lycyn mientras me voy recostando y acomodándome.

Mientras me acomodaba en la carpa para descansar un poco y meditando las palabras de nuestro invitado enano, las rutas a seguir no eran todas muy seguras que digamos, todos hacían sus comentarios por el camino a seguir, si bien nuestra misión es lograr que el anillo llegue a salvo a donde mi gente en Rivendel, la propuesta de Malleus también es tentadora a mis oídos, un arma capaz de matar a un nazgul... también me tenía absorto el pensamiento de traidores hacia ciudad gris, cuando Malleus me sacó de mis pensamientos - Claro que si, hermano, aunque la lluvia estropee el camino, he marcado los árboles que abren el camino hacia el sendero que bordea el lago, no será difícil retomarlo, pero ahora me preocupan dos cosas: Ciudad Gris y nuestro camino a tomar una vez bordemos el lago. Así que Tritón, por favor pregúntale porque cree que sus excompañeros son traidores y que van a hacer en ciudad gris? - pauso para prestar atención al mapa del enano - en el mapa... ¿dónde queda la torre de la que hablas?

Algo en Kryl pareció cambiar mientras el resto de compañeros hablaban sobre la decisión a tomar. Su rostro poco a poco fue tornándose de un color tan blanquecino como el mármol y sus ojos parecían mirar a través de la nada. Sin embargo, tras unos minutos, ladeó un par de veces la cabeza e intentó sonreír tratando de disimular su estado de shock. Ni siquiera había prestado un mínimo de atención a lo que hablaban sus compañeros.. e incluso ahora, que parecía haber recuperado de nuevo la cordura, se encontraba sumido en sus pensamientos mientras trataba con toda la habilidad de la que era capaz disimularlo. ¿Qué habría sido lo que le había ocurrido? Ni el propio Kryl podía encontrar una respuesta clara a ello.

El punto de en rojo es donde se encuentra el grupo y casi en el mismo punto (solo 11 millas) esta la torre pero solo en días de niebla aparece, no siempre.

Con solo seguir el camino del lago, pasar este y encontrar niebla (tirare un dado de probabilidad) aparecerá tal vez la torre.

si no habrá que esperar, o que aparezca.

En ciudad gris apareció en el último capitulo tres reyes Orin se refiere a esos reyes.

L_{a noche había pasado, la lluvia había parado, tal vez para cobrar nuevas fuerzas.}El enano se despertó, bebió tomo frutos secos y se marchó despidiéndose y recordando lo peligros de la niebla desapareció por el Horizonte. Ante vosotros esta el Helado lago y el sendero que  nuevas traera este viaje.

Los que tengan caballos que tiren para ver como han pasado el frío de la noche df 7

El físico de ellos es  4.

Cuando se salga de la tienda el que lo desee puede tirar advertir/notar. (dado Físico o digital)

Al despertar Nomdil notó un alivio en su interior, como si la luz del día se hubiera llevado los pensamientos que lo acosaban.

Salió de la tienda  a estirar un poco las piernas. Inspiró profundamente y observó  el paisaje...

La noche transcurrió tranquila y pudimos descansar un buen rato, no una cosa muy exagerada, pero el descanso fué suficiente para despertarme descansado, con la mente totalmente despejada y lista para lo que se nos avecinaba a partir de ahora. - Buenos días hermanos ¿habeis conseguido descansar como yo? - En el momento de despertarme, observo como el enano Orin/Iron (tengo un pequeño problema con el nombre jejeje) está terminando de tomar algo y va recogiendo sus cosas para partir hacia Ciudad Gris entonando una bella melodía silvando.

Al gesto de despido del enano, le respongo de igual forma haciendo una pequeña inclinación de la cabeza en forma de saludo cordial y de agradecimiento por toda la información dada. Despues de tomar un tentenpié, me acorde de que aquella noche el pobre caballo había estado durmiendo al raso, con la lluvia, con los lobos, con los bichos...... - bueno, al fin y al cabo es un animal y estará acostumbrado. -

Salgo de la tienda tras Nomdil y voy en busca de mi corcel para ver el estado en el que se encuentra. La verdad es que el pobre no tenía mal aspecto, no tenía el mismo porte que cuando salimos de Ciudad Gris, pero por lo menos todavía vivía y se mantenía de pié. Me acerqué a él y le acaricié el hocico - Cuanto me alegro de verte en buen estado, espero que aguantes porque lo que queda no es cosa de débiles y se que tu no lo eres - le comento mientras lo miro fijamente a los ojos.

Una vez he comprobado que el caballo que Coreruil puso a nuestra disposición está bien, echo un vistazo mirando a todo mi alrededor y olisqueando el ambiente por si se pudiera notar algo raro, pues ya estábamos muy muy cerca de la tierra de los nigromantes.

Es que no hay nada como sentir los dados y lanzarlos, hehehhehe.