Partida Rol por web

Nos pondremos en camino de inmediato pero yo también terminare por ir a Rivendel Lycyn.-Le digo a este por si quiere en vez de esperarles aquí el ir a buscarlos allí.

En el salón las decisiones fueron muy difíciles de tomar, pero al fina se llevo a cabo la más sensata. Bien Lycyn toma el bastón, sin duda que las gárgolas os serán de mucha ayuda.

Mi padre me miró con una mirada de dudosa, y su pregunta me saco de la duda, quería que me quedase, lo siento padre, creo que mi deber ahora es con la Hermandad y no puedo dejarlos, pero llegará el día que me toque reinar y cuando llegue ese día estaré preparado.

Pasaron las horas y nos preparamos para llevar a cabo el viaje a Rivendel, no iba a ser un viaje fácil pero teníamos que terminar con la misión fuera como fuese.   

¿Comer?¿Había oído comer?¡Por fin alguien decía algo sensato! Ya era hora, porque las tripas del pequeño mediano estaban rugiendo desde hacía años.

Pero eso tenía trampa porque, mientras pensaba en sabrosos manjares y pintas de cerveza, Sam se había vuelto a meter en otra aventura. Sí en otra. A este paso sería el hobbit más aventurero de toda la Tierra Media.

Las decisiones se tomaron y ejecutaron rápidamente y Tritón II tomó una decisión muy sensata a lo que se refiere a un Rey - Me agrada que sigas con nosotros maese enano - comenté dando una palmadita amistosa al enano en la espalda.

Tras eso, nos retiramos a tomar algo más antes de la partida, pues las tripas del mediano rugían como cual león defendiendo su territorio. - ¡ánimo Sam! ponte hasta el culo con los suculentos manjares que los enanos nos obsequian - comenté ofreciéndole asiento a Sam junto a mi.

Tras eso, Lycyn marchó con Legolas y el resto nos agarramos bien las enaguas para nuestro viaje a Rivendell. No sin antes dirigirme hacia Lycyn y despedirme como se merecía - Lycyn, te deseo la mejor de las suertes en el camino, Intentaré que mi sombra te ayude en los momentos difíciles otorgándote algo de mi fuerza. Nos vemos en Rivendell hermano - comenté dándole un gran apretón de manos y finalizando con un fuerte abrazo.

Mirando al resto comenté jocosamente - ¡Hermanos! el tiempo apremia, no deberíamos tardar en partir, sino el mediano se va a poner como un tonel de tanto comer y va a haber que llevarlo a cuestas... HE HE HE HE.... -

A tan solo unas horas de salir del reino fronterizo de Triton se vio a vuestros caballos Y  mulas inquietas, se vio  al rededor del camino, una manada de enormes Huargos muertos por flechas de los  hombres de Legolas y Lycyn y pesadas pisadas de haber pasado hace poco  con  las Gargolas.

Al continuar camino se ven huellas de trasgos huyendo en distintas direcciones.

El camino duro así durante varios dias pues si bien los enanos iban en mulas y caballos, las Gargolas no necesitan dormir y los elfos solo meditan de dos a tres horas.

Siempre iban un poco más adelante  abriendo los caminos y dejando seguros los pasos. 

Pero al llegar al territorio de  Beorn y de los beornidas no se supo nada de Legolas, Las Gargolas ni de Lycyn.

Se dice que para llegar al Paso de las montañas Hay que pasar obligado por lastierras  de los Beornidas es un lugar lleno de humanos salvajes de las montañas y de los bosques al mando de un Cambia pieles Beorn.

El  nuevo día acaba de despuntar el camino se ve despeado y en los  alrededores estan llenos de arboles, pero también se ven zonas despejadas, pero para nada lisas o planas, sino más bien llenas de cuestas y bajadas.

Beorn y sus hombres se ha hecho conocer y pocos son los viajeros que entran en sus tierras sin el saberlo y ningún pequeño grupo de orcos logra salir con vida de esas tierras 

El viaje hacia Rivendell dio comienzo. Tomé a mi caballo por las riendas con firmeza y salimos de las tierras de Tritón. Los caballos y mulas que llevábamos se empezaron a poner nerviosos - ¡¡Hhhoooowww!! Bartolome, tranquilo, tranquilo.... sssoooooooo - comenté tirando fuertemente de las riendas y acariciando el cuello de Bartolome (así bauticé a mi caballo) para intentar que se tranquilizara un poco y no hiciera cosas raras.

Conforme avanzábamos se podían ver perfectamente huellas de trasgos huyendo en todas direcciones - Mirad hermanos, parece que Lycyn y Legolas están haciendo un buen trabajo, nos están allanando el camino muy eficazmente, ojalá siga así hasta Rivendell, pero seguro que no tendremos esa suerte - comenté mirando a Nomdil.

Efectivamente, mis sospechas eran totalmente correctas. Tras unos días de camino relativamente tranquilo, las fronteras de las tierras de los enanos eran dejadas atrás. Llegábamos a las tierras de Beorn - No me acordaba de esta pequeña tesitura.... - tendremos que atravesar las tierras de Beorn hermanos y se dice que ni tan siquiera los orcos son capaces de atravesar dichas tierras, pero no hay otra forma de llegar al paso de las montañas.... - comenté con pesadumbre y esta vez sin mirar a Nomdil.

Seguíamos avanzando y algo raro sucedía - Amigos ¿os habéis dado cuenta de que no hay huellas ni marcas de las gárgolas, ni de Lycyn ni Legolas? esto no me gusta nada, estad atentos a cualquier mínima cosa rara - comenté mientra desenvainaba mi fabulosa espada mientras seguíamos avanzando por aquellas tierras que no hacían más que subir y bajar, subir y bajar...... - Menuda leche de camino, seguramente en alguna de estas pequeñas colinas que subimos habrá algo raro, pues no creo que hagan nada cuando estemos bajando, la vista desde arriba nos daría ventaja.... - comenté para que estuviéramos al loro de cada repecho que íbamos subiendo.

si se continua por el camino hacía rivendel os encontrais por el camino a unos 100m  un oso gris, los elfos y medio elfos serían los primeros en verlo por tener mejor vista.

Os huele pero el oso no se aparta del camino. 

Recordad que se esta a unos 100 metros unos 3 asaltos andando y dos corriendo

Conforme avanzábamos por aquellos caminos, que no hacían nada más que subir y bajar, todo era de lo más normal teniendo en cuenta por la zona en la que nos habíamos internado, ¡las tierras de Beorn! - Bueno hermanos, por ahora la cosa no va mal del todo.... - y justo cuando no había terminado de hablar, un tremendo oso aparece ante nosotros.

- Pues anda... cuidado chicos, un peludito delante de nosotros... ¡calmad a los caballos! sino la cosa podría ser mucho peor.... - comenté mientras tiraba fuertemente de las riendas de Bartolome tratando de calmarlo - ¡¡hhhhooooooowwwwwwww!! ¡tranquilo chicoooo! ¡¡ssssooooooooo!! -

Tirada de cabalgar:

  +   por crítico 6-1-6+3+4= 13

Tras unos instantes en los que Bartolome se puso nervioso, conseguí tranquilizarlo y controlé al jamelgo para que el oso no se descontrolara más de la cuenta.

Tirada de advertir/notar/rastrear (tengo de habilidad 5 en las dos):

 5-4-1 +5 = 9

- Estad atentos por si hubiera algún problemilla más a parte del peludo que hay frente a nosotros - comenté mientras miraba a todos sitios, eso sí, sin perder de vista cualquier extraño movimiento del oso y agarrando fuertemente el mango de mi espada por si el osito decidía lanzarse a por nosotros.

Se asustó al oír lo del cambiapieles. En la Comarca se decía que eran seres monstruosos y abominables. Intentó que no se le notara su miedo, e intentó calmarse al ver las huellas de sus compañeros despejando el camino para ellos. El problema es que las huellas desaparecieron de repente, y eso inquietó al mediano.

Fue entonces cuando apareció el oso. Estaba a bastante distancia de donde estaban ellos, pero husmeó el aire y los miró con ojos desafiantes. Parecía que no se iba a retirar del camino así como así.

La salida  al exterior había calmado los  ánimos de Nomdil,  de alguna manera el continuar  el viaje le reconfortaba, no tanto el destino del viaje pero contaba con la buena compañía de  la hermandad para superar la soberbia de los elfos.

Una imagen a lo lejos  le llamó la atención....

El enorme animal  estaba parado frente al camino como un orgulloso guardia.

-Me parece que  los lugareños nos salieron a saludar- dijo en tono sarcástico a sus amigos .

Los animales  comenzaron a ponerse  inquietos frente a la presencia del oso.

Deje atrás por el momento el reino de mi padre y comencé una nueva aventura junto con mis compañeros, como no podía ser de otra forma los elfos y las gárgolas iban abriendo camino eliminando a todo ser oscuro que le salía al paso, nosotros por nuestra parte viajábamos más tranquilos y a un paso normal. 

Con el tiempo llegamos a los dominios de Beorn, el jefe de los Beornidas, mi padre ya me había advertido de tal peligro en el camino a Rivendel, "No se a ciencia cierta si os dejará pasar, pero ten por seguro que no encontrareis orcos en los alrededores de sus tierras", no había transcurrido mucho tiempo cuando la mula que montaba se asusto y no quiso seguir avanzando, ¿Y ahora que te ocurre, de que tienes miedo? le dije al animal que estaba petrificado.

¡Menudo oso! ¡Era enorme! No era de extrañar que el caballo se moviese nervioso al percatarse de él... aún así, Kryl fue capaz de calmarlo, impidiendo que el miedo dominase al caballo y buscase huir de aquella criatura. Junto al oso, varios elfos y semielfos los observaban con cierto recelo.

-No creo que sean enemigos pero... ¿pensáis que se opondrán a que pasemos? - Mencionó en un susurro dirigiéndose a sus compañeros - Que nos observen de esta manera me pone de los nervios.

Sam hay seis oso grises más en los francos derechos e izquierdos vuestro y a unos 90 metros en la parte de arriba más al fondo a 120 metros hay humanos salvajes de los bosques tambien conocidos como BEORNIDAS

LOs caballos estan inquietos peros se dominan, el de Triton se queda quieto y no se deja avanzar.

A los lados algunos trozos de tierra se desprenden, como si alguien mas arriba hubiese pisado o este pisando aun, pero no se logra ver que cosa podría ser, esto pasa tanto en la izquierda como en la derecha.

Entre todos conseguimos más o menos dominar la situación, lo bueno es que ninguno de los caballos salió desbocado pudiendo asustar o hacer que el oso lo interpretara de manera errónea.

Mirando a todos sitios sin perder de vista al oso, me dí cuenta de que los laterales del camino estaban levantados - Mirad ahí hermanos, a ambos lados del camino....... da la impresión de alguien ha pasado por aquí... pero por esa tierra movida de más, me da la impresión de que lo que sea que ha pasado por aquí no anda muy lejos. ¡Atentos a cualquier mínima cosa que os haga erizaros los pelos del cogote! fiaros de vuestro instinto y no dejéis nada al azar - insté a mis hermanos a estar totalmente alerta ante la posibilidad de que alguien estuviera acechándonos por ambos lados del camino.

Agarré fuertemente las riendas de Bartolomé por si hubiera que hacer maniobras de evasión por un posible ataque y el mango de mi maravillosa espada Ahuwúen era completamente rodeado por mi mano y fuertemente apresado por mis dedos, los músculos de mis brazos y hombros se tensaron, poniendo a todo mi cuerpo en guardia por lo que pudiera pasar.

El oso a un soplo de viento se levanto a dos patas, parece qe esta oliendo las particulas que arrastra el viento