Partida Rol por web

Un asunto de Honor

Capitulo dos: La ronda del enamorado

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22/06/2015, 21:27
Diego de Mendoza

Vos mentiría si negáralo -díje entonces viendo a los tres perracos que se acercaban-, pero por más plomada que llevárais en el cinto os conmino a yerro e agujero si no dáis la media vuelta et ponéis pasos hacia la Plaza de la Paja, et más allá si es menester -moví mi mano hacia la ropera, acariciando el mango-. Si queréis vos mando a gurapas o a la muerte... Vos decidís.

Echado el guante, el naipe era claro. No quedaba sino batirse bajo la tapia de la casa de los motrico, justo bajo la suya ventana. ¿Acaso estaría mirando tras el enrejado? Eso causariame desvelo tal vez en el batir, o tal vez euforia al demostrar mi valía a la amada propia... Pintaban bastos, claro está.

Notas de juego

Aprovecho para comentar que desde mañana hasta el viernes estaré ausente por fuerza mayor. Siento las molestias.

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23/06/2015, 10:18
Néstor Romerales

Tras el tiempo prudencial de espera, me di cuenta de que me había quedado completamente solo. Así que me decidí a volver en dirección al caserón de los De Motrico, pero tratando de orientarme para dar un ligero rodeo y tratar de aparecer por la zona en la que dejamos al verdadero grupo de rondadores, con mi señor y Don Nuño. Aunque no fuera el mejor de los amos que un sirviente pudiera tener, lo mínimo que podía hacer era tratar de volver a su lado para ayudarle en lo que pudiera, ya que las represalias podían ser peores si se llegara a enterar de que me había ido a casa a dormir a pierna suelta a las primeras de cambio.
Mientras callejeaba, intenté andar con ojo avizor, por si de camino me encontraba con Don Alejandro, o nuestro grupo de perseguidores, que dificilmente pudieran andar otras gentes por el barrio a esas horas de la noche.

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24/06/2015, 16:35
Alejandro de Ladero

Cuando estuvo seguro de que nadie le seguía los pasos, Alejandro se dio un momento para recuperar el resuello apoyando la espalda en el muro de una de las villas. Aposta había andado en círculos por el barrio para no alejarse mucho ni de Néstor ni del resto de sus compañeros, si por alguna treta del destino se hallaban en un trance de aceros. Por suerte no había escuchado ruido alguno de trifulca y aunque no veía al criado del de Mendoza, sabía que no debía estar muy lejos.

Volvió sobre sus pasos, teniendo cuidado cada que doblaba la esquina, no fuera que de pura mala suerte se encontrase de nuevo con los criados del de Motrico. 

-¡Néstor!- se atrevió a llamar luego de un rato. A juzgar por las copas de los limoneros del otro lado del muro por el que pasaba, había un huerto en aquella villa.

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24/06/2015, 23:58
Nuño de Calatrava

Miro de hito en hito a ambos pretendientes... Pardiez que no comprendo nada, pues si galgos o podencos, bien pudiéramos ser los conejos que por discutir la naturaleza del perro casi terminan en puchero. Aquí, sin embargo, hallose el honor y orgullo de ambas mercedes expuesto y, lanzado el guante, no quedaba sino recogerlo. Así, me alineo con el mío señor y amigo dejando claro que no está solo en este lance.

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25/06/2015, 12:12
Villa y Corte

Después de las correrías por las calles, despistando a los lebreles del conde de Motrico, Nestor y Alejandro se reúnen y caminan de regreso para encontrarse con el resto del grupo, satisfechos por el trabajo bien hecho esperando las felicitaciones de don Diego y las rondas de vinos donde la Lebrijana.

Pero cuando los dos compañeros se encuentran a tiro de ballesta del palacio de Motrico, escuchan una voces extrañas que no correspondían ni a Diego, ni a Nuño, ni tampoco a los rufianes que os perseguían. Era una voz de hombre con fuerte acento italiano. …. a la bellissima signorina de Motrico Azuzados por la curiosidad, aprietan el paso para llegar a la calle iluminada por la hornacina de la virgen, en un lado de la calle están los dos buenos compadres,  don Diego y Nuño, y enfrente un grupo de pisaverdes, vestidos con buenos trajes, sombreros emplumados y muchas tiras de colores. Adelantado al grupo de pisaverdes  esta un joven con un laúd en la mano encarado a don Diego. Pero a pesar del ambiente de gresca, todavía no se veía  el brillo de los aceros.

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25/06/2015, 12:17
Villa y Corte

En medio del alegato del don Diego, donde le lanzaba el guante al pisaverdes italiano, escucháis pasos por la calle. Todos, incluido el lechuguino italiano, miran hacia ese punto contemplando con alivio que los pasos no corresponden a los corchetes de la guardia, si no a Néstor y Alejandro que regresan de su misión de diversión.

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25/06/2015, 12:18
Niccola de Carmenatti,

El italiano mantiene la mirada a don Diego, pero no parece entender muy bien las palabras de este. Uno de sus amigos se tiene que acercar a él y susúrrale al odio. ¿Duello? ¡Oh mio Dio! En las palabras del italiano habia cierto miedo, pero el miedo desaparecio disuelto en la algarabia de sus compañeros que empezaron a gritar y aniarlo. Ya no habia marcha atras.... !Accetto! Ma no me batire en duello con alguien que no conozco su nome.  ¡Sono  Niccola de Carmenatti! ¿E tu? El resto del grupo de pisaverse se separaron dejando sitio al Niccola.

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28/06/2015, 14:07
Diego de Mendoza

Dios mediante la llegada de los míos, a mal augurio en mi pensamiento de cómo hubieran dejado atrás a los criados que a por ellos fueran (que hubiéranmenlo de contar luego, en presencia de los vinos de la Lebrijana) que dióme la fusta de euforia en la mía alma, henchida de amor et ahora esperanza, en saber que si no quisiera duelo, batalla de a cuatro habría que presentar. Empero que aquel tipo italiano tenía reaños et honor de rollezuelos*, seguramente, a no ser que sus "tetulillos" fueran más falsos que los parcos rumores de San Genaro.

Podéveis et debéisme de llamar Diego de Mendoza -le dije con la mano diestra ya en el pomo de la ropera y un ligero toque de la siniestra en el ala del sombrer-, espadachín avizado, pulcro de palabras, hiendefilos de higadillos, para no variar. Empero que vos, Carmenatti, podéis llamarme Alto pretendiente de la estrella de la Mañana, doña Itzíar de Motrico. ¡Huid vivo con el rabo entre las piernas, o morid con honor y fiero agravio!

¡¡GUASHHHHH!!! -saqué entonces la tizona, y restalló de la vaina acabando con un limpio y agudo sonido metálico, ya poniéndose en guardia-.

Notas de juego

*Me refiero a los documentos a modo de rollo que los hombres de la Villa solían llevar al cinto o en bolsa como demostración de haber luchado en tal o cual sitio, et de la graduación, honores o nobleza que poseyeran. "Pa fardar", vaya... XDD

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30/06/2015, 19:50
Alejandro de Ladero

El pintor hizo mutis junto a Don Diego. Todavía tenía la respiración agitada por sus correrías y cualquier intento de intimidar con la prosa habría quedado en chasco. Eso no significaba, sin embargo, que no pudiera dejar claras sus intenciones.

Se abrió la capa y poniéndola detrás del brazo dejó la mano bien visible sobre el pomo de la tizona. No era menester meterse en un lío de faldas que no le correspondía, menos aún en un duelo de amores. Pero el italiano también venía acompañado y si a algún matasiete se le ocurría intervenir era importante hacer notar que Mendoza no andaba solo y que estaban prestos a cruzar aceros si la ocasión se aprestaba.

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02/07/2015, 16:17
Director

Siguiendo las reglas del duelo, los amigos del italiano y los amigos de don Digo dejaron hueco para que los dos duelistas bailaran cómodamente al son del acero. El italiano dio un paso al frente y también desenvaino el acero, una bonita ropera repujada con muchas florituras en la cazoleta, un arma de gala más acostumbrada a banquetes y paseos por el Pardo, que a duelos nocturnos.

Los dos caballeros se miraron con gesto serio, se pudieron en guardia y levantaron los aceros.

¡JUSTICIA AL REY!

El grito acompañado de los pasos que se escuchaban a lo largo de la calle puso fin al duelo mucho antes de que empezara. Aunque la honra fuera los más importante para un español y el duelo su máximo exponente, el rey había prohibido los duelos al considerarlos hechos violentes y sin sentido.

¡La ronda! ¡La ronda! Empezaron a cacarear algunos de los pisaverdes como gallinas. Hay que huir, rápido. Varios de ellos ya habían empezado a correr mucho antes de que el italiano comenzara a envainar de nuevo su acero. ¿Tendremos que dejar el duelo para otro momento?

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02/07/2015, 21:46
Diego de Mendoza

Así es -dije rápidamente guardando mi ropera molesto-, recordad bien el mi rostro y el mío nombre, que un servidor no olvidará el vuestro. Esto no quedará así... -daba entonces un paso atrás, y mirá mis compañeros y con un gesto de cabeza presto anunciéle que nos íbamos, que echábamos a volar pluma, que el naipe habíase roto y las espadas de los mangasverdes de la Cása y Carcel venían a entrarnos a uvas, et que había que correr como santelmos en contra de no querer ir a galeras por desacato... ¡¡Vámonos!! -les grité a mis amigos, no sin antes mirar al enrejado de la ventana de doña Itzíar y lanzarle un beso efímero con los dedos en los labios, por si mirábame desde dentro-.

Y eché a correr sobre mis pasos, confiando que mis amigos fieles de reyerta et de vinos siguiéranme hacia, por supuesto, el refugio de la Lebrijana.

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03/07/2015, 12:50
Néstor Romerales

Veíame dispuesto a imitar las maneras de nuestro amigo el pintor, mostrándome yo también amenazante y con intenciones de desabrigar el sobaco si la cosa pasaba de un duelo singular a un intercambio de mojadas generalizado, cuando una inoportuna ronda nocturna voceaba su llegada para entrometerse en estos nuestros asuntos.

Mi señor dudó unos segundos pero, prudente como es, decidió tirar de sentido común y optar por una huida a tiempo y evitar encontrarse con el próximo amanecer entre las paredes de una celda. Y tampoco era de mi apetencia esta noche el saludar a los mangasverdes, que prefería seguir los pasos de Don Diego en su retirada.

El de Mendoza había dicho las palabras justas y muy bien dichas, a mi parecer. Así que no creí necesario abrir la boca para añadir nada más, pues no me veía demasiado inspirado aquella noche y lo más probable es que simplemente estropeara su intervención. Por lo que, tras las palabras de mi señor, arranqué a correr siguiendo sus pasos.

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04/07/2015, 10:25
Nuño de Calatrava

¡Voto a bríos, que parece que el mismísimo Satán susurrase en su oído!, pienso a la par que hago volar mis pies sobre el polvo de la calle. Cálome el sombrero para evitar que mi faz pueda ser reconocida a la luz despistada de algún farol. Con ligereza, aprovechando sombras y recovecos para pasar desapercibido, marcho en pos de mi enamorado amigo a lo que parece su improvisado refugio en casa de la Lebrijana. Echo fugaces vistazos por encima de mi hombro para comprobar si somos seguidos.

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06/07/2015, 14:52
Villa y Corte

Antes de que cada mochuelo corriera a su olivo, uno de los pisaverdes gritar un par de palabras. ¡Mañana por la noche nos las vemos en la Huerta del Regidor! El lugar de encuentro no dejaba a dudas el propósito de los pisaverdes, continuar con el duelo. La Huerta era un jardín conocido por los duelistas de la villa, un lugar resguardado donde poder resarcir la honra sin la inoportuna inmiscusión de la ronda.

Tras un par de requiebros en dos calles se dejan de escuchar los pasos de la ronda. Pude que se hubieron cansado de correr, de todos era sabidos que la ronda llevaba suficiente hierro como para asaltar una galera turca y tanto hierro pesaba los suyo, o puede que se dieran satisfechos con asustar a los jaraneros.

Los compañeros ahora caminaban por mitad de una calle polvorienta, era tarde, ya no había tiempo de volver a rondar a la bella Itziar además la ronda andaría cerca de la casa; y casi no había tiempo de volver a tomar unos vinos.

Notas de juego

La siguiente escena es a la noche siguiente en la Huerta del Regidor, por lo que tenéis todo un día para hacer cosas, si no tenéis pensado nada paso directamente a esa escena.

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07/07/2015, 07:33
Nuño de Calatrava
Sólo para el director

Notas de juego

Me gustaría hablar con la Lebrijana :)

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07/07/2015, 13:06
Director

Notas de juego

Ok, sin ningún problema. Voy a esperar hasta mañana por si algún jugador quiere proponer alguna idea en común, y si no hay ninguna ida pasa a relatar tu encuentro con la posadera.

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08/07/2015, 21:11
Caridad la Lebrijana

Era la hora después de misa y la lebrijana ya había abierto la puerta de la tasca, alguno de los parroquianos habituales estaban en sus mesas de siempre. Parecía que no se hubieran despegado del banco en toda la noche. Pero muchas mesas estaban vacías, esperando a los fieles creyentes vinieran de la misa con el gaznate seco y el cerebro reseco de escuchar el sermón dominical. Hola, don Nuño, ¿Qué le sirvo a vuesa merced?

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10/07/2015, 23:37
Nuño de Calatrava
Sólo para el director

Me acerco a la Lebrijana y la siento en mi regazo atrayendo su oído a mis labios:

- Seré claro y conciso. ¿Qué ha de mentar vuesa lengua viperina a la de Expósito? ¿Cómo osáis ensuciarla trayendola a parar mientes a esta taberna?

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13/07/2015, 10:57
Caridad la Lebrijana

No, quiero ensuciar la semblanza de mujer tan honrada y buena cristiana como es Expósito. ¡Que un rayo me parta y me mire un tuerto si traro de ensuciar el nombre de tan buena cristiana! Dice con voz clara mientras continua limpiando una de las mesas. Solo que hace tiempo que no la veo escuchar misa en el convento de las candelarias, ella era muy devota de esa virgen, y vuestra cara me ha recordado a la doña Luisa de Expósito ¿Sois parientes? Desde que murió su marido no la veo con tanta regularidad, es como si la tierra se la hubiera tragado. ¡Pobrecilla, menuda desgracia!

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15/07/2015, 09:30
Nuño de Calatrava

Aprieto el puño y déjolo caer sonoro en la mesa. - En los infiernos arda ese mal nacido...-digo apretando los dientes- Marchose a otra ciudad, pues aquí nada la retenía y carta de recomendación tuvo para servir en buena casa.