Partida Rol por web

Las palabras de Aramil me sorprenden, pero reacciono a tiempo ante su estratagema esperando que puedanpasar dos cosas. Que funcione o que el mago comience a hacer magia, lo cual tambien resultaria interesante aunque peligroso.

Sinceramente, me sorprendió mucho porque no sabia que se podia provocar tanto dolor en un cuerpo como apra que una persona grite así...lastima que no nos quedaramos mas tiempo.

Espero que no decida fulminarnos...otras cosas estaria bien, mientras no nos mate claro,  pero fulminarnos...

Permanezco como absorto en los "recuerdos" que compartimos Aramil y yo, sin sacar moneda alguna.

-Realmente eran escalofriantes, si no hubieramos estado en Candelero habria pensado que un espectro de esos estaba en el lugar matando a la gente, ya sabes, uno de esos que grita tanto de forma lastimera y que te arranca el alma del pecho con solo saludarte...

Jajaja!!! Me parece que el mago tiene algo en mente... No me creo que ése hombre acebollado sea mago... Le seguiré el juego mientras voy sacando monedas lentamente, de una en una...

Como un cerdo -digo lanzando una rápida mirada de inteligencia a Aramil y Wim- gritaba como un cerdo al que le hubiera llegado su hora y lo matara un novato que no sabe donde rajar sin provocar ese dolor espantoso que te cala hasta los huesos...

Espero que lo haya hecho bien...

-La verdad es que era horrible..por suerte aquí nuestro amigo SI es un gran mago de la corte y NO tendrá problemas con esas cosas.

Dejo caer mis palabras esperando una reacción por parte del ermitaño.

Incredula observo a Aramil, Wim y Eric. No sé que pretenden demostrar, si es un mago la cosa se puede poner fea y si no simplemente pasará de nosotros y no nos venderá sus botellas. Las amenazas nunca traen nada bueno...

Atenta a la reacción del semielfo, acerco mi mano a la empuñadura de la espada por lo que pueda pasar.

El viejo parece ignorar totalmente los comentarios maliciosos de Wim y Aramil, pero sus puños se cierran...

Sin decir palabra, retrocede y toma la puerta, evidentemente dispuesto a cerrala en vuestras caras.

Mira friamente ahora a Leonore...

Pero es que cuando meten la pata lo hacen en gran manera...Veo que el juego de los muchachos no fué de agrado para el señor y que ahora va a pasar lo que ya predije, nos va a cerrar la puerta en la cara.

- Alto señor, mis perdones. Es que estos muchachos algunas veces tienen la boca más grande que el cerebro... lamento que se dijeran esas cosas, pero más lamentaría volver con Valrio, el pobre hombre que tiene la posada muy abandonada debido a que la clientela se fué, con las manos vacías. Nos dijo que el precio eran 13 monedas por cada botella o ya ni sé quién fué el que lo dijo a estas alturas. Pero lo que si le pido es que nos provea de algunas de ellas para no arruinar la única posibilidad que tiene este pobre hombre de salir adelante en su situación actual.

Asi que al final vamos a perder todo nuestro oro en unas botellas de vino que se va a beber un hombre que va a comer un estofado delicioso para que Valerio pueda empezar otra vez en una ciudad al haberse quedado sin negocio por la huida de los leñadores.

Suspiro decepcionado y resignado.

-Pues que bien...

Comienzo a quitarme lentamente la mochila para buscar la bolsa donde tengo algunas monedas de oro.

La respuesta del ermitaño no me sorprende en absoluto, acabamos de conocerle y ya le estamos amenazando, las cosas no se hacen así. Dirijo una mirada de reproche a Aramil, Wim y Eric mientras vuelvo a acercarme hasta donde se encuentra el ermitaño.

Mi compañero tiene razón. Digo mirando a Malrick para después volver la vista hacia Alaren. No pretendiamos ofenderle. Necesitamos esas botellas. Se las compraremos y además también obtendrá un favor de Leonore y el encargo que nos mande. Usted sale ganando.

Léonore estaba sacando sus monedas, metiendo sus manos debajo de la capa, pero una de las monedas cayó al suelo y debió agacharse para poder buscarla, perdiendo parte de la conversación que se traían sus compañeros, pero cuando se levanta, con todo sus monedas listas para pagar, se encuentra con Eric,  Wim y Amaril hablando sobre un mago quemado y gritos como cerdo. Léonore levantó las cejas

- ¿Qué les pasa?- preguntó en un susurro entre dientes, como una reprimenda algo ahogada por las circunstancias, con un tono más serio que antes, pero no pudo seguir interrogando a sus compañeros, el Mago retrocedía dispuesto a cerrarles la puerta en la cara, Leónore se precipitó hacia el ermitaño, su hedor fue más patente, pero la joven debió obvialo.

- por favor señor… no tome en cuenta los comentarios a mis compañeros… tienen algo de fiebre… y de seguro están delirando... luego... me encargaré... de curar esa "fiebre"- les lanzó una mirada de muy pocos amigos a los tres chicos. “ya veran…”, pensó y volvió a mirar al ermitaño, con un gesto más sereno y aflable sobre todo. Irina y Malrick salieron al paso, para poder convencer, nuevamente, al ermitaño.

- necesitamos las botellas… señor… nuestra palabra está en juego… y ud… ha demostrado su buen corazón hasta ahora… incluso disculpando mi falta de tino… por  favor… ¿nos vendería las botellas?- sonrió lo más sincera posible, tenía una palabra que cumplir a Valerio y debía cumplirla.

El viejo responde, con una voz fria que no consigue ocultar una gran ira contenida... una ira que va subiendo el volumen de sus palabras paulatinamente.

-Su palabra... su palabra es irritarme con comentarios ofensivos!!... Muy bien... ya en parte me comprometi, Aunque NO del Todo... Les Vendere Algunas Botellas.., PERO MI PRECIO HA SUBIDO!!!. SERAN 14 MONEDAS POR BOTELLA O NADA!!

El viejo lo dice todo gritando al final y algo de saliva moja la cara de Leonore....

 Léonore suspiró y pasó su mano por su cara para limpiarse, si, estaba molesta, no con el ermitaño, de hecho comprendía su actitud, no por nada era un ermitaño, seguramente no era por filantropía precisamente. Sino, con sus compañeros.

- supongo… que es lo justo… ¿no es cierto?- ahora se giró, hacia a sus compañeros, recalcando "no es cierto", para que se quedaran callados y seguir con el asunto.

- espere un  instante… buen señor..- ¿ de donde sacaba tanta calma? Ni ella misma sabía, aunque seguramente diría algo al terminar todo eso.

- tengo 12 monedas… ¿compraremos cinco botellas?... lo que es – se queda en silencio un instante para  sacar la cuenta- 70 monedas… mejor compremos… cuatro botellas..- se encogió de hombros, no había sido tan buena la negociación, no para ellos por lo menos, pero luego de haberlo importunado tanto no le extrañaba- eso serían 56 monedas… ya tenemos 12 monedas… - rodó los ojos, su flequillo le cubrió parte de la mirada, cuando enseñaba el bolsito con las monedas.