Partida Rol por web

Un extraño despertar

Escena I: Visitas inesperadas

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16/02/2015, 18:33
Director

Llega la oscuridad y las sombras de la noche se extienden por vuestros aposentos devolviéndoos el dominio sobre vuestras tierras.

El siempre necesario descanso diurno suele dejar esa horrible sensación de entumecimiento en cada uno de tus huesos. Con la misma lentitud que los postreros rayos del Astro Rey han abandonado el cielo de tu condado, así tus músculos parecen no querer abandonar la letárgica inactividad solar.

Apenas te mueves ligeramente y el resto de tu cuerpo se pone en tensión, pues alguien o algo parece acabar de moverse justo al lado de la enorme e imponente puerta que cierra tus aposentos. La madera no tarda en girar sobre sus goznes con un tétrico chirrido y desde un exterior inusitadamente iluminado emerge una cara conocida.

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16/02/2015, 18:34
Chambelán

Se trata de tu chambelán el cual entra con expresión angustiada, un pálido sudor se perla sobre su nudosa tez y una voz nerviosa que expira urgencia escapa de su boca para decirte:

- !Rápido mi señor! Debéis vestiros con premura, os aguardan para la cena. Dejadme que os explique mientras os ayudo a poneros vuestros ropajes.

Mientras os asiste en vuestros preparativos, se encarga de informaros de la situación, aún con los dedos temblorosos y el rostro cargado de preocupación.

- Al amanecer llegó al castillo una comitiva formada por cinco eclesiásticos de alto rango, entre ellos el mismísimo Arzobispo. Este insistió en que debía partir inmediatamente para atender otras obligaciones y exigió ser recibido con la mayor premura por el Conde. Para excusaros tuve que decirle que os encontrabais patrullando la frontera norte de vuestros dominios junto con parte de la guardia. Uno de sus acompañantes insistió en indagar sobre los motivos de vuestra ausencia y le comenté que esa zona había sido recientemente atacada por un grupo de bandidos. Os cuento todo eso por si os pregunta, el hombre es sumamente inquisitivo y ninguna de las respuestas que le daba parecía gustarle demasiado. Además estaba sumamente molesto por no poder tener una audiencia con vos, después de mucho insistir, conseguí convencerle para que aceptara quedarse esta noche en el castillo y le prometí que habríais llegado para la cena.

El chambelán se aleja unos pasos y tras colocaros correctamente la capa asiente satisfecho con vuestro impecable aspecto. Tras esto se dirige hacia la puerta, esta se abre con un nuevo crujido similar a un monstruo acechante en las tinieblas.

- Mi señor, vuestros invitados os esperan. 

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01/03/2015, 19:01
Clive

Una noche más...

Como cada noche me desperté en mi habitación, al contrario de lo que pensaban los mortales no dormía en un ataud mugroso ¡Válgame Caín! ¡No! Vivía mucho mejor que ellos, ¿Qué necesidad tenía de privarme de los privilegios que la sangre me ofrecía? Así pues la cama estaba cubierta de delicadas sedas importadas de lejanos lugares tras largos y largos viajes que había dado en mi larga vida, pero que habían merecido la pena.

La suavidad de esas sedas acompañadas de la moqueta de terciopelo que recubría el suelo me hacía este frío lugar algo más confortable. La pared estaba pintada a mis ordenes y reflejaba una batalla acontecida hacía ya más de 300 años y ocupaba toda esta, el techo estaba adornado por varias lamparas que casi nunca eran encendidas pues pocas veces necesitaba prender aquellas velas para poder ver y la ventana estaba siempre cerrada, no fuera que algún rayo de luz turbara mi apacible sueño.

Hoy me había levantado algo sediento pero por las perturbadoras noticias que mi chambelán acababa de contarme, la sangre podría esperar. Me vestí con premura seleccionando algún atuendo adecuado para la ocasión mientras chasqueaba la lengua por el poco tiempo que tenía para elegirlo, hubiera estado varias horas contemplando mi abultado armario para elegir aquella prenda, pues era fundamental antes de conocer a mis nuevos invitados. Sin embargo decidí con las prisas tomar un traje de colores oscuros y unos zapatos campestres muy poco a tono con el resto, pues me harían falta.

Con las uñas de mis manos sin temblar si quiera hice un pequeño corte al antebrazo de mi chambelán y destiné dicha sangre a dejar dos o tres manchas en las botas, secándola algo después. Abrí la ventana de mi dormitorio a través de la cual se filtro la luz de la luna y dió un toque fantasmagórico a mi gélida habitación y aprovechando el barro que tenía el alfeizar de la ventana embadurné con este las suelas de mis botas. Aunque no me gustaba lo más mínimo daría el pego y la coartada si realmente eran mis invitados lo suficientemente observadores.

-No los hagamos esperar más pues.

Dije mientras bajaba las escaleras a la sala de recepción y tras tomar aire que mis pulmones no necesitaban giré el picaporte y entré en la sala con porte y elegancia:

-Disculpen la espera, pero motivos apremiantes exigieron mi presencia como mi sirvientes les ha indicado, espero que hayan podido comer  y hayan sido tratados como merecen. Siéntense y díganme, ¿en que puedo ayudarles?.- añadí esbozando una pequeña sonrisa mientras me sentaba a un extremo de la larga mesa que presidia la sala.

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01/03/2015, 20:03
Director

Bajas de tus aposentos siguiendo los pasos del chambelán hasta llegar al gran comedor del castillo. Nada más atravesar las imponentes puertas de noble madera observas que la mesa ha sido ya engalanada con algunos ligeros manjares y los mejores vinos de la región. Sin embargo, los invitados no se encuentran arrellanados a su alrededor, como acostumbran a hacer los nobles de la zona.

Estos, un total de cuatro, vestidos con caros ropajes clericales, se encuentran rodeando la amplia chimenea. Parecen enfrascados en alguna grave conversación teológica, hablando en voz baja y seria.

Todos ellos centran sus miradas en el sacerdote que se encuentra en el centro del grupo, como una araña en su tela. Es un hombre delgado, con tez pálida, pelo lacio y negro como el azabache y la nariz afilada. Todo ello unido a sus ropajes enteramente negros le hacen parecer a un tiempo apuesto y amenazador. 

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01/03/2015, 20:06
Waleran Bigod

El hombre alza la mirada ante vuestras palabras, os observa de manera sumamente inquisitiva, fijándose hasta en el más mínimo detalle de vuestra persona. Tras este concienzudo examen acaba por dirigirse a vos, con un tono frío y distante, propio de quienes se saben moralmente superiores al resto de los mortales:

- Conde, soy Waleran Bigod, arcediano de la diócesis de Parcia y mano derecha del Arzobispo. Este ha tenido que partir hacia la capital pues se requería con urgencia su presencia y no podía esperar a vuestro regreso. Me ha dejado a mi a cargo de transmitiros sus “preocupaciones” sabiendo que atenderéis a ellas como si él mismo fuera quien os las transmitiera. 

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03/03/2015, 13:26
Clive

Escuche con atención las palabras de Waleran y asentí a ellas como mero gesto de formalismo mientras hice un ademán para que nos acercáramos a la mesa:

-Por supuesto que atenderé a sus preocupaciones sin tardanza alguna, pero creo que podrían disfrutar de algo de comida y vino tras su largo viaje- dije sentándome en una silla mientras les ofrecía a los allí presentes otras para compartir la mesa y la comida- Siento no haber podido llegar antes pero cierto bandidos como ya les ha explicado mi chambelán están molestando en mis tierras ,pero no quiero aburrirles con detalles tan bajos, seguro que sus preocupaciones son mucho más importante, díganme, soy todo oidos- añadí seriamente aunque miraba de vez en cuando cual tendría la sangre más fluida y menos espesa, aunque no me llamaba ninguno la atención.

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03/03/2015, 13:31
Waleran Bigod

El resto de los sacerdotes espera pacientemente a que el arcediano tome asiento a la derecha del conde para acto seguido sentarse a su alrededor. Al instante, varios criados se acercan para servir vuestro mejor vino a los invitados, por su parte vuestro chambelán llena vuestra copa con un caldo del mismo color y textura pero de un origen muy diferente. 

Por su parte el arcediano apenas se moja los labios en la delicada copa, gesto que imitan sus acompañantes, antes de continuar con vuestra conversación. 

- Han llegado a oídos del Arzobispo las quejas de importantes feligreses insistiendo en que tras la destrucción de la iglesia de Adrana, no se ofrecen los ritos litúrgicos en la ciudad. - La mirada de Bigod era dura y fría, la misma expresión que tendría de haber contemplado en persona la destrucción del templo.- Es más, para encontrar una casa de Dios hay que caminar cinco horas hasta el monasterio de San Cristóbal, un lugar por otro lado, harto inapropiado al tratarse de un convento y no de un centro comunal.

El hombre hizo una pausa, como para valorar la reacción del conde al reprocharle el descuido de sus obligaciones espirituales.

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04/03/2015, 19:44
Clive

Con gran esfuerzo me retuve a la hora de atacar a aquellos malditos curas de tres al cuarto que venían a reclamarme que reconstruyera una iglesia, me faltó poco para tirar por la borda toda esta máscara y matarlos a todos, sin embargo preguntarían por ellos y aunque podría decir que habían sido los bandidos, tendría problemas, así que decidí que lo mejor era tratar de solucionarlo por las buenas:

-Tiene razón, pues en más de una ocasión he tenido que hacer ese mismo camino del que ha hablado- en ese momento me levanté y abriendo ligeramente la ventana y mirando al cielo añadí- Los caminos del señor son inescrutables y Dios bien sabe que con la destrucción del lugar de culto anterior con el barrio que la albergaba, además de varios pastos de cultivo nos ha dejado en muy mala posición. He gastado hasta la última moneda que hay entre estos lugares para poder darle de comer a mi pueblo. Pues como usted sabe no me sirve de mucho poner una iglesia si no hay feligreses vivos que puedan ir. Espero que pasemos esta mala racha y poder reconstruirla con máxima prioridad, aún así aceptaría su ayuda que veo que están tan interesados como yo en que esto llegue a buen puerto.

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17/03/2015, 00:30
Waleran Bigod

Un leve tic hizo temblar la ceja del sacerdote, su voz salió de su garganta con una frialdad más profunda de la habitual:

- Esta vida no es más que la antesala de la eternidad, nuestros cuerpos de carne mortal no son más que la cáscara de la que debemos librarnos ¿Qué importa que estos pasen hambre? Lo verdaderamente importante es alimentar al espíritu, al negarles eso a tu pueblo les estás negando la vida eterna y una vida alejada de dios es peor que cualquier hambruna. 

Sus palabras no transmitían una gran fe, si no el orgullo de pertenecer a una institución a la que creía por encima de todos los mortales, incluyendo a la más alta nobleza. 

- Así que estoy seguro que encontraréis la forma de financiar de inmediato la reconstrucción de la iglesia de Adrana tal como el Arzobispo exige. - Marcó especialmente el título de su señoría.- Por supuesto, la diócesis está dispuesta a financiar la mitad de las obras pero como buen cristiano y señor a cargo de estas tierras se espera que seáis vos quien aportéis los fondos restantes. Además, debo insistir en que el templo debe construirse en consonancia con la creciente población de la ciudad y no como una simple reconstrucción de la antigua y ridículamente minúscula iglesia. 

Estaba claro cuál era el objetivo del sacerdote y en nombre de quién hablaba, así cómo el hecho de que no pensaba cejar en su empeño hasta conseguirlo.

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20/03/2015, 17:14
Clive

¡Pero que molesto pedante y aburrido sacerdote ha entrado en mis tierras!- pensaba mientras miraba a otro lado para no ceder a la tentación de arrancarle la cabeza a aquel estùpido que osaba darme órdenes, la paciencia tenía un límite y aquel hombre la estaba tentando.

-No puedo estar más de acuerdo- yo mismo te mandaría a la otra vida en este instante- el principal problema es el incendio, me sobró dinero más que de sobra para eregir una catedral en mi pueblo digna de admiración en los entornos, los juglares escribirían canciones de ella, y numerosos pelegrinos vendrían para consagrarse con nuestro señor. Todos estos planes los echaron por banda esos asquerosos bandidos que aprovechando la confusión se adentraron en nuestra fortaleza y nos robaron todo lo que teníamos, es por eso que me urge encontrarlos y recuperar el dinero robado.

-Pero como bien ha indicado es urgente devolverle a nuestro pueblo su libertad de espíritu-  y matarlos de hambre de camino- Así que creo conveniente como bien decís que empecéis con las obras de la catedral con la primera aportación de la mitad para poder construirla cuanto antes, pues ya sabemos que estas cosas llevan tiempo. Espero en menos de una semana poder tener la recaudación y continuarla a mayor velocidad. Mientras tanto daré órdenes para que se construya un templo temporal para que su fe no desfallezca.

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20/03/2015, 17:35
Director

Notas de juego

Para comprobar si tu mentir cuela o no tendrás que tirar 4 dados de 10 (puesto que sería una tirada de manipulación + subterfugio y tienes 4+0) la tirada tiene una dificultad de 8 y necesitas 3 éxitos para conseguirlo. 

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20/03/2015, 19:07
Clive
- Tiradas (1)

Notas de juego

Tengo la duda si los 10 son tirada abierta y se tiran de nuevo...

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21/03/2015, 23:35
Waleran Bigod

El sacerdote le dedicó una mirada firme e inquisitiva al conde, como esperando encontrar un leve gesto o algo en sus palabras que le hiciesen dudar de ellas. Algo debió notar pero no lo suficiente, puesto que no se mostró dispuesto a discutir sobre el tema. 

- Me temo mi señor conde que usted no me está entendiendo, no me inquietan los problemas que os estén causando esos bandidos, pues bien podríais haber recuperado dicho oro, aumentando los impuestos a vuestros súbditos. Al fin y al cabo el comercio y el progreso no puede ponerse nunca por encima de la Fe... - El hombre hizo una pequeña pausa en su discurso, lo que le asemejó a un cazador a punto de abatirse sobre su presa. - Lo que nos preocupa tanto a mi como al obispo es la poca importancia que le habéis dado a la reconstrucción del templo, poniendo por encima otras actividades mundanas. Es por eso que el obispo "exige" que para reparar vuestra afrenta hacia la Santa Madre Iglesia, invirtáis una importante cantidad de vuestra bienes en la inmediata construcción del nuevo templo o catedral. Nosotros nos encargaremos de continuar las obras, pero la primera piedra así como la declaración de intenciones corren de vuestra cuenta. De no ser así, quizás este condado requiera el gobierno de otro conde más devoto y fiel a los designios del Altísimo.

La seriedad de su mirada convertían sus últimas palabras en algo más que una amenaza. 

Notas de juego

Cuenta como un éxito parcial 

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21/03/2015, 23:49
Chambelán

El chambelán aparece de repente y con voz entrecortada interrumpe vuestra más que tensa conversación.

- Mi señor, debo anunciaros una visita inesperada.

Todo el grupo de comensales se queda expectante ante las palabras del sirviente hasta que el lacayo regresa al gran comedor acompañado de una bella mujer y su mayordomo personal.

- Ante ustedes, Lady Camelia de Toledo, proveniente del lejano reino de Castilla. 

El hombre se inclina ante una mujer alta, delgada y de inconmensurable belleza.

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21/03/2015, 23:51
Lady Camelia

- Buenas noches mi señor Conde. Agradezco mucho su hospitalidad a tan tardías horas y más teniendo en cuenta que soy una desconocida y extranjera en estas tierras. –te dice la mujer con una amplia sonrisa. Tras esto se dirige hacia Waleran. – Buenas noches arcediano, no esperaba encontrarme con tan augusta presencia en este lugar.

Su voz tiene un tono suave, modulado por un casi imperceptible acento extranjero imposible de identificar. La mujer se acerca hacia ti tendiendo una mano para que la beses.

La mano es fina con el meñique graciosamente curvado hacia el interior, la piel de un agradable tono moreno y fresco. Lleva las uñas demasiado cortas, como las de un hombre, sin barniz o aceite alguno. El único adorno en tan exquisita mano es un anillo, un delgado aro de plata con un rubí del tono rojo intenso de la sangre.

Sus ojos son grandes, de color violeta, con pequeñas irisaciones doradas, que parecen aumentar su intensidad cuando las iluminan la luz de las antorchas. El cabello, negro y abundante, lo lleva recogido con un pasador de Nácar con forma de águila. Para tratarse de una mujer su estatura es elevada, unas pulgadas más alta que el arcediano.

Está un poco más delgada de lo que debería, con una cintura estrecha y elegante. Viste falda negra sin adornos y blusa de seda cruda con pechera de encaje.

Existe un ligero toque masculino en ella, quizás acentuado por una minúscula cicatriz en la comisura derecha de la boca que imprime en esta una permanente y enigmática sonrisa.

No hay duda de que ese hermoso rostro ha debido empujar a muchos hombres a cometer ciertas locuras. 

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21/03/2015, 23:52
Waleran Bigod

El sacerdote se inclina sutilmente ante la mujer mientras la recorre de arriba abajo con la mirada tras esto espera a que la dama tome asiento antes de regresar al suyo, se le ve visiblemente más relajado, aunque toda su atención se centra ahora en la recién llegada.

- Mi señora, si me permite la pregunta ¿Qué avatares del destino han traído a una noble castellana hasta estas tierras?

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01/04/2015, 13:43
Lady Camelia

La dama se cubrió delicadamente con su capa negra, pues su fina piel ya se había erizado ante el frío de la noche, dotando aún de más encanto a todas su figura. Tras dedicarle una fugaz mirada a su mayordomo comenzó a hablar sobre sus devenires. 

- Pues me temo que mi historia es bastante sencilla, por no decir aburrida. Enviudé recientemente y tras guardar un respetuoso luto tras la pérdida de mi querido esposo, inicié este viaje para visitar a unos parientes.

Al hablar sobre su difunto marido el tono de voz se había vuelto más frío y dolido, no tanto como si lamentara su muerte si no más bien como si esta hubiese ocurrido en el peor momento. Estaba claro que su matrimonio era uno de tantos otros matrimonios nobles donde importaba más reunir poder y hacer alianzas que la felicidad de los cónyuges. 

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03/04/2015, 01:33
Clive

Estaba apunto de abalanzarme y reventar la cabeza de aquel sacerdote de tres al cuarto que me estaba sacando de mis casillas, cuando una mujer de belleza sin parangón entre las aldeanas y pueblerinas de mis dominios, hizo acto de presencia en la estancia haciéndome perder el poco hilo de conversación que pudiese quedar entre el entrometido meapilas y yo:

-Vaya... Siento enormemente su pérdida, si le es de su agrado podrá pasar los días que estime oportunos en mis humildes tierras... hasta llegar a su destino- añadí finalmente tras una pausa más larga de lo debido mientras pensaba en que se quedara para siempre, tenía cierto toque sobrenatural no sabía si era vampira como yo, pero ya se me estaba pasando la forma de transformarla de no ser así.- Tome asiento con nosotros, no se moleste, estos señores ya casi se iban pues es muy tarde, no ha podido llegar en mejor momento- añadí con una enigmática sonrisa.

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03/04/2015, 09:47
Waleran Bigod

El sacerdote parecía estar cada vez más turbado ante la presencia de la dama, parecía que no le sentaba nada bien que le recordaran los placeres de la carne. 

- Lamento mucho vuestra pérdida. 

Dijo mientras tornaba la cabeza en otra dirección para evitar los encantos de Lady Camelia, fue entonces cuando escuchó las palabras del conde poniendo fin a la reunión. Visiblemente molesto, pues nadie en esa habitación tenía la autoridad para decir lo que la iglesia podía o no podía hacer. 

- Así es, se nos hace tarde y aún no hemos terminado de acordar la aportación del Conde para la construcción de la nueva iglesia. Aunque estoy seguro de que como buen cristiano no tardará en reunir el oro para comenzar las obras.

La tensión se palpaba en el ambiente, pues el sacerdote parecía tener la firme sospecha de que el Conde estaba intentando por todos los medios librarse del pago.

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03/04/2015, 09:58
Lady Camelia

Una media sonrisa apareció en los labios de Lady Camelia al ser testigo del giro de la conversación, no tardó en hacerse una idea de lo que estaba ocurriendo 

- Cierto, al llegar a la ciudad he visto los campos quemados y las casas destruidas. Una auténtica tragedia y aún queda mucho por reconstruir. Lo que no entiendo es ¿Por qué hay que darle prioridad a la reconstrucción de la iglesia? No sirve de nada tener un templo majestuoso si no hay fieles con los que llenarlo.

Después de aquellas palabras era evidente que la dama era mucho más que un cuerpo hermoso y que a diferencia de otras mujeres de la época la habían educado para algo más que para alegrar la vista.