Partida Rol por web

Videshee había mejorado el humor ese que había empeorado antes con alguna conversación. De todas maneras, la rubia era muy amable. Cuando se enfadaba casi nunca nos atacaba a nosotros, ni jodía los planes. Era casi hasta amistosa. Aún así, no quería jugar, sino que estaba buscando cómo salir. 

Gusanito miró hacia los lados arrugando la nariz, como si algo oliera mal, algo además de él, y Roxanne se negó a sentarse en mis rodillas o a pegarme, diciendo que... ¡Necesitaba menos ropa!

—Hmmm, luego entonces —en el fondo Templario era un tímido. Tendría que quitarse la armadura para esto. Luego se levantó e hizo caso a la mujer. 

—Tienes razón, Garritas, vamos por la puerta. Si rompemos las vidrieras igual nos entra el agua de fuera...

Templario se levantó, se acercó a las dobles puertas y trató de abrirlas. 

Finalmente Templario se decidió a abrir las puertas, costó un poco, pero finalmente cedieron. Fuera vieron un paraje extraño empezando por la luz.
No estaba oscuro, pero tampoco se podía decir que era luz de sol. Sobretodo porque estaban bajo el agua. Al mirar arriba pudieron ver una cupula que rodeaba hasta donde alcanzaba la vista. Estaba agrietada en algunos sitios, e incluso podían ver agujeros, pero el agua (porque era obvio que fuera había agua, sobretodo por los enormes peces que se podían distinguir) no entraba.
Las casas eran de una arquitectura extraña, o al menos no era la típica que estaban acostumbrados los Omegas. Aún así podía verse que muchas construcciones estaban en ruinas y apunto de caerse. Pero no todas. Las calles estaban desiertas, eso sí.

Siguiendo las indicaciones de Destrucción se dirigieron al Templo de los Cuatro Mares. Trataban de ir lo más sigilosos posibles, pues tal y como les avisaron la ciuadad todavía tenía vida. Pudieron fijarse como algunos vehículos de transporte V'Sori sobrevolaban la ciudad. Y también había tropas de tierra.

Roxanne esperó a que Templario abriera las puertas como el caballero que era, aunque en realidad sencillamente le parecía más divertido comprobar si podía hacerlo solo o si tenía que pedirles ayuda.  Por desgracia para ella no hizo falta nada de eso y al final pudieron salir del lugar en el que se encontraban.

Los primeros pasos que dio la guerrera fueron con más cautela de la que le gustaría, pero los agujeros de la cúpula le daban la sensación de que eso podía destruirse en un instante y que todos acabarían ahogados antes de llegar al maldito aparato que los había llevado hasta ese lugar.  Además, seguro que si esa cosa se moja luego no puede funcionar. No me gusta que sea nuestra única salida.

El pasaje dejaba claro que eso tenía que estar abandonado, o que los pocos que allí vivían estaban ocultos.  Este sitio está en la mierda. Puede que fuera bonito algún día tipo pecera de lujo, pero poco más.  Ella no era especialmente buena guiando a los demás, así que esperó a que alguien marcara el tumbo hacia el templo y por su parte trató de ir aprovechando los lugares correctos para evitar que aquello que sobrevolaba la ciudad acabara alcanzándoles, aunque si eso pasaba la diversión estaría asegurada. Venid por aquí- comentó señalando determinadas zonas, con la intención de que sus compañeros no la cagaran. Puede que ella no tuviera una gran orientación, pero cierto era que se le daba bien colarse y escapar de sitios sin ser vista. 

Templario hacía ruido, no se le daba bien moverse en silencio. Y no se callaba... pero la mirada de Roxanne era de esas que decían "abre la boca o el altavoz de la armadura y te lo meto por un lugar al que nunca le dio el sol". Así que avanzó despacio, en silencio, y por donde la mujer le decía. Consiguiendo evitar a las patrullas. Ah, y mirándole el culo, que era la mayor ventaja de ir detrás de la mujer. 

Haz lo que te dice y no la cagues, luego ya la llamarás garritas mil veces. 

Worm no se encontraba nada a gusta en aquella misteriosa y legendaria ciudad. Temía que en cualquier momento el mar se les fuera a echar encima con todo su peso, humedad y falta de oxígeno para respirar. Cuando salieron afuera esa sensación se volvió todavía más palpable, rozando el miedo.

Al menos el haber salido a la superficie tuvo el efecto positivo de que el resto se cayó por unos momentos. El supervilano no tenia hoy la cabeza para demasiadas historias y cuentos.

Avanzó detrás de Templario, dejando que fuera Videshee quien cerrara la comitiva. Mientras avanzaban se preguntó, si acaso el poder de la rusa sería tan fuerte como para aguantar la cúpula entera y evitar que el agua penetrara hasta ellos. Confió en que así fuera.

Templario abrió las puertas y bueno, la verdad es que no molaba demasiado ver aquellas enormes grietas, pero bueno, por el momento parecía que el agua no iba a entrar por ellas. 

- Sí, vale, pero dan muy mal rollo. 

La cuidad tampoco estaba mucho mejor cuidada, pero bueno, muchas de las ciudades de la superficie también estaban totalmente destrozadas, por lo que ahí no había tanta diferencia. Eso sí, uno no podía evitar imaginarse aquello en todo su esplendor y bueno, me hubiera encantado poder haber visto aquello antes de su decadencia. 

Comenzamos a caminar hacia el templo que nos había indicado el jefe, aunque claro, allí había que andarse con ojo, pues no estábamos precisamente solos. 

Roxanne nos dijo por donde ir y yo decidí que ella controlaba más eso de no llamar la atención, pues yo era más de ir, saludar y que todo el mundo me viera. Eso sí, cuando pasáramos cerca de algún sitio donde pudieran escucharnos mucho siempre podía flotar, que así seguro que no hacía ruido alguno. 

Aunque no estaban solos allí abajo, pues en realidad estaban muy muy abajo en el fondo del océano, Roxanne tomó cartas en el asunto y guió al grupo como si de sombras nijas megasilenciosas se tratase.
Evitaron todos los controles V'Sori y todas las patrullas que encontraron por el camino. Al final la mayoría se había fijado de cómo lo hacía la joven y se habían adaptado bien.
También se dieron cuenta de una cosa. A medida que se iban acercando al Templo de los Cuatro Mares las patrullas se intensificaban, pero justó cuando estaban a punto de llegar éstas desaparecieron.

Al llegar a la zona del templo pudieron admirar el gran zigurat de casi diez metros de alto. La roca se veía intacta e imponente. Extraños simbolos, a todas luces escrituras, estaban talladas en la propia piedra en la parte baja y en lo alto. Un camino de escaleras llegaba hasta unos tres metros de altura donde se podía ver unas puertas dobles brillantes, una de ellas medio abierta.

También pudieron darse cuenta de algo que podría ser interesante. En los alrededores del acceso al templo había restos de armaduras de Fins, alguna que otra arma, parte de vehículos, y similares. Aunque no cuerpos. Pero desde luego por los restos que se veían había habido una buena pelea. Y los V'Sori no parecían haber ganado.

Garritas les había llevado hasta allí sin problemas. Sabía moverse en silencio. Era como un gato y no hacía nada de ruido. Era como Rusita, como Rusita cuando quería, porque normalmente iba cantando lo último que se le ocurría. Ahora al ir volando, no tenía problemas en no hacer ruido. Les llevó hasta el zigurat ese, hasta el Templo de los Cuatro Mares. Templario siempre había pensado que había siete mares, pero en fin, los que vivían allí lo sabrían mejor. Sería como lo de Plutón, que a veces era un planeta y a veces no. 

—Mmm, algo luchó aquí contra los aliens y debió ganar. Sigamos avanzando con cuidado a ver que vemos —dijo en voz baja Templario— No quiero alertar a lo que haya dentro ni a los aliens de fuera. 

Ahora se puso delante. Recordaba cómo habían desgarrado a Garritas y él estaba mucho más protegido con su armadura. Pero avanzaría primero, avanzaría en sigilo... recordó pulsar el botón de "modo sigilo" de su armadura y vería que había en aquel lugar. 

Todos teníamos claro viendo aquello que allí había alguien defendiendo aquello y que ese alguien, debía ser muy poderoso si había conseguido que los aliens siguieran ahí fuera sin haber podido entrar. 

- Pues eso va a ser un problema, porque como dentro haya alguien que verdaderamente esté tratando de defender el templo, no creo que nos vaya a dejar coger lo que queremos así sin más. A no ser, que lo esté haciendo porque no pueda salir de aquí y entonces tengamos una posibilidad. 

No hablé demasiado alto, pues la verdad es que no me apetecía que nos pillaran ya entrando, pues estaba segura de que para salir, tendríamos que recurrir a la violencia. 

- Tenemos también la opción de pasar un mensaje ahí dentro que diga algo así como "vamos a entrar y no somos extraterrestres, la idea es no hacer ruido para que no nos pillen. 

Templario se adelanta como el buen caballero con armadura que es. Aunque parecía dificil debido a lo que habían visto de su actuar anterior, en ésta ocasión era tan sigiloso como Roxanne. De hecho algunos movimientos parecían ser totalmente suyos, como si la armadura hubiese copiado dichos movimientos y los estuviese ejecutando a la perfección.

Llegó hasta las escaleras y empezó a subir. Videshee, Roxanne y Worm le seguían algo más atrás. Después de todo no tenían ningún sentido que se expusiesen todos a lo que sea que hubiese eliminado las tropas V'Sori. En cuanto llevaba un par de peldaños las escrituras grabadas en la piedra del zigurat empezaron a brillar, y de ellas salieron una especie de escarabajos azules, cientos de ellos, que formaron una figura enorme en custión de segundos. La figura tenía forma humanoide de tres metros, pero se podía ver que estaba formada enteramente por esos escarabajos.

Filthy Worm cerraba la comitiva, mirando a los lados a cada paso para asegurarse que no eran emboscados. Pero el enemigo les esperaba delante, en forma de miles y miles de ¿escarabajos? que se juntaron para formar la figura de un luchador gigantesco y, posiblemente la imagen que esperaban dar, temible.

Lejos de dejarse intimidar, Worm se alegro de poder salir del aburrimiento que suponían aquellas ruinas y, además, de poder descargar con alguien la mala leche que le provocaba la resaca de la borrachera del día anterior. Las pistolas aparecieron en sus manos como por arte de magia y dos balas cruzaron el aire en dirección a aquel monstruo. Su tamaño era demasiado grande para fallar un disparo. Sin embargo Worm supo que solo una de las dos balas podía llegar a hacer daño a la criatura. ¿O acaso no era posible destruir a un ser hecho de miles de bichos con simples balas? Pronto lo sabrían.

Los disparos de Worm fueron tan certeros como de costumbre, pero acertar a aquella criatura no parecía ser el problema. Hacerle daño por otro lado parecía ser que sí.
Los impactos atravesaron el cuerpo cubierto de escarabajos haciendo dos huecos, huecos que se rellenaron al instante como si no hubiese pasado nada.

Lo más inquietante de aquel ser es que no hacia ningún ruido. No hablaba, no gritaba, nada. Era una muerte silenciosa.

Eso de hablar y que nadie se digne ni siquiera a mirarte es un poco raro. La verdad es que si no fuera porque estaba segura de que no estaba loca, hubiera creído que simplemente había pensando en hablarles y no lo había hecho o cualquier cosa así, pero vamos, me habían hecho el vacío totalmente. 

- Luego se preguntarán que por qué me cabreo y me pongo tan borde... 

Entendiendo con su silencio que a todo el mundo se la había sudado mi idea, decidí mantenerme tras ellos y estarme calladita. Ya vendría la vuelta de esto en algún momento. 

Me quedé observando lo que sucedía con aquellos escarabajos y entendí perfectamente por qué los aliens no habían conseguido entrar. De todas formas, yo no estaba por la labor ni de ser lo comunicativa que solía ser ni de poner mucho de mi parte, así que simplemente esperé a ver qué otra brillante idea se les ocurría. 

- Tenemos también la opción de pasar un mensaje ahí dentro que diga algo así como "vamos a entrar y no somos extraterrestres, la idea es no hacer ruido para que no nos pillen. 

Videshee había dicho de no hacer ruido y Templario había asentido y avanzado, pero la criatura había aparecido sin importar el ruido que hacía (y la verdad era que había hecho poco).

Gusanito disparó y no hizo absolutamente nada, y habían sido buenos tiros. Era como si a los bichos individuales no les afectara que matara unos pocos. 

—Creo que dispararles no hace nada... ¡Probemos a aplastarles! 

Templario apuntó a las piedras que había detrás de la criatura, para intentar que cayeran sobre ella... pero sus armas no estaban por la labor. 

Un día de estos tendré que aprender a recargar entre misión y misión... 

La criatura, o criaturas no estaban seguro de cómo denominarlo, se había girado hacia Worm cuando éste le había disparado. Pero en cuanto Templario lo hizo contra las piedras del templo se volvió velozmente contra él y un puño enorme de escarabajos se estrelló contra su pecho.
Afortunadamente para el Omega acorazado el puño le rodeó sin más y no le hizo nada.

También se fijó que fuera cual fuese el material que estaba hecho el templo era más resistente de lo que había pensado en un primer momento.
 

A Roxanne no le hacía ninguna gracia aquel ser compuesto de escarabajos. No es que le diensen miedo los escarabajos. Pero un poco de asco sí le daban.

Joder. Que mierda de bichos son estos.

Se acercó un poco y empezó a lanzarle garrazos. Pero aunque formaban una criatura grande sus zarpas pasaban entre las pequeñas sin hacerle nada.

A pesar de que Roxanne se le había acercado también y le había atacado, el ser seguía en sus trece de atacar a Templario. Lo mismo tenía que ver el haber tratado de dañar el Templo. O lo mismo no y simplemente era el magnetismo carimático que tenía el Omega acorazado.
Fuese lo que fuese, lo cierto es que la criatura juntó sus dos brazos en uno solo y grande y lo estrelló contra el pecho de Templario. Tumbandolo en el suelo y abollando un poco la armadura.