Partida Rol por web

-Si se me permite.-Se decidió a comentar algo en alto.-Creo que si los que quieren que dejemos de ser individuos y volvamos al colectivo, están entre nosotros. Creo con mas sentido que ellos serán los que se esfuercen en hablar, llevar la delantera y opinar sobre todo. Seguramente ponerse nerviosos si son acusados o porque otros mas callados no compartan sus inquietudes. Cosa un tanto paradójica teniendo en cuenta que ellos son parte del colectivo y pensaba que su pensamiento individual les costaría mas, pero siendo racionales, es mas difícil encontrar a un espía siendo zángano, que siendo una reina.-Esperaba que todos entendieran su símil aunque en este caso seria mejor aplicado con otro que fuera opuesto.-Con esto no quiero decir que entre los mas callados no pueda a ver alguno de ellos, pero si que hay muchas mas posibilidades de que sea Arthur por ejemplo, quien es el líder indiscutible de este día que... ella.-Señalo a Mónica.

-Creo que lo que comenta señor Jim, es algo totalmente ilógico y seguramente este equivocado con su elección al elegir a uno de los callados.-Se rasco la barba al terminar, hoy no había podido recortarsela y eso no era correcto.

-Señor Joyce, me gustaría afeitarme, hay cuchillas en la casa. ¿O una maquinilla?-Se giro al resto -Y antes de que digan nada, algunos toman alcohol, otros gritan, otros se desesperan o callan, a mi me ayuda continuar con mi rutina.

"¿Ilógico? Creo que éste hombre no entiende como van las cosas ¿Le parece acaso lógica ésta situación?" -Arthur, es sencillo, aquellos que no aportan nada no ayudan, todo aquel que está callado, solo molesta y da mas oportunidades a los culpables- Se para unos segundos para saber como explicarlo y continua -NO se si me explico, imaginate que todos estuviéramos callados ¿Sabrías encontrar algo ahí? Todo aquel que esté callado es mas capaz de evitar mostrar lo que siente o piensa que uno que no deja de hablar, en resumen, mi teoría es que los que mas hablan son los que menos tienen que ocultar... Es mi forma de verlo ¿Que piensas?- Esperó una respuesta de Arthur y mientras bebió un poco mas de su copa, tanto hablar le resecaba la garganta.

La exclamación de Phill sorprendió a Michelle. Le observó en silencio mientras trataba de parar el absurdo intercambio de acusaciones, posiblemente producto del nerviosismo por la situación.

Volvió a mirar a Charlotte y su evidente consternación. “No, definitivamente no creo que tenga algo que ver ni que haya tratado de acusarme. Le supera la situación, como a mí misma…”. Trató de dirigir una mirada conciliadora a la muchacha – Lamento haber reaccionado así. Nunca me había encontrado en una situación similar – respiró profundamente y continuó hablando con la seguridad propia de su carácter – Y sí, estoy de acuerdo. De acuerdo en que no se puede acusar a nadie sin motivos y de acuerdo en que si estos se encuentran, deberíamos actuar – finalmente había llegado a la conclusión de que, si no podía salir de allí, lo mejor que podía hacer era tratar de sobrevivir y encontrar al culpable.

Asintió levemente al escuchar a Charles. “Vaya, parece que por una vez tiene algo lógico que decir. Quizá me haya equivocado con él”. Volvió a asentir cuando Jim reiteró lo que había dicho el actor.

Michelle optó después por permanecer en silencio, escuchando. Bajó un instante la vista al suelo meditativa. Su cabello caía derramándose sobre sus estilizados hombros, cubiertos por una ajustada chaqueta gris. Movió ligeramente el pie derecho hasta que el fino tacón de su zapato quedó hundido en la moqueta del salón en un intento, vano, de conseguir que ésta le revelara algún indicio de lo que había ocurrido la noche pasada.

Fue entonces cuando las palabras de aquel hombre barbudo le sacaron de su aparente ensimismamiento... “¿Cómo se llamaba? No recuerdo que siquiera se presentara la noche anterior... ¿Qué está diciendo?”. A medida que el hombre hablaba las pupilas de Michelle empezaron a dilatarse al mismo tiempo que sus ojos se entornaban observándole.

Hasta ahora había pasado desapercibido, callado… casi aislado del resto del grupo. ¿Por qué? Incluso ella, que en un primer momento no había sentido ninguna afinidad hacia los presentes había intentado relacionarse… al fin y al cabo eran personas que algo tenían en común… supuestamente. En mayor o menor medida todos ellos tenían algo que les había hecho plantearse las normas, los condicionamientos… el comportamiento autómata que no proporcionaba libertad a su propio ser. Pero… ese hombre… “¿Afeitarse? ¿Quién podría pensar en seguir una rutina condicionada en algo tan banal en aquel justo momento?”.

A medida que los pensamientos cruzaban por su mente el halo de una sospecha apareció en sus enormes pupilas, totalmente dilatadas ya. No iba a perder de vista a nadie, en especial a aquel hombre.

Asintió con un gesto apenas perceptible cuando varios de los presentes se sumaron a su tesis de que llegado el momento y con las pruebas necesarias habría que actuar. Charlotte y Michelle se mostraban más relajadas en su pequeña disputa y todos en general aportaban opiniones, y eso le agradó.

Pero no lo veía igual el señor de la Torre. Arthur le escuchó intrigado y una sonrisa fría torció su gesto. ¿De veras? ¿Había oído bien? Cada cual era libre de dudar de lo que quisiera, pero aquello era el sofisma más burdo que había escuchado jamás. Buscaban culpables y él quería premiar la cobardía y la falta de personalidad y poner en la picota a quien opinase y tomara la iniciativa en aquel caos. Dejó que fueran otros quienes respondieran en primer lugar y se vio representado en las opiniones de Jim.

Ya que este interpeló directamente a de la Torre, Arthur Glyver hizo un esfuerzo por no apoyar las palabras de Jim y esperar la respuesta, removió su vaso y tomó una postura erguida y estática, moviendo sus ojos por la sala, ávidos de respuestas, con la suave sonrisa fija en su rostro.

Si permaneces callado tal vez Arthur te recalifique de reina a zángano, viéndote aquí sentado y en silencio pensará que eres incapaz de matar una mosca, como esos que no han abierto la boca todavía después de todo lo ocurrido, seres inocentes todos... así podrá afeitarse tranquilo, mientras se le ocurre alguna otra ridícula teoría...sí, eso haré, por ahora.

No quería perder ni una palabra de la respuesta.

-O también puede ser que los que más hablan  sea para ocular y no levantar sospechas, has pensado eso señor Donovan ¿?- Acto seguido Sasha se  hizo un poco de hueco en la multitud.-  yo no es que habla mucho, pero no tengo nada que ocultar, simplemente por cautela, me limito a escuchar y hablare cuando vea conveniente. Me creen que soy sospechosa? adelante !vayan a mi habitación y busque algun indicio de culpabilidad... Me acoste al igual que ustedes y me levante viendo la sorpresa macabra que nos esperaba hoy. Mañana es seguro que nos levaremos otra sorpresa como hoy, seré yo? o tu ? o tu?- dijo señalando al resto de los presentes- En mi opinión hay que buscar otra forma  de selección de culpable o terminaremos todos con los sesos esparcidos por el apartamento  o mataremos algún pobre inocente- acto seguido se sentó en alguno de los sillones.

Javier Gonzales que observo a la muerta,se alejo un poco del grupo para observar detenidamente al cadaver de la mujer,había algo que le molestaba y como inspector decidió que debía llevar a cabo su trabajo lo mejor posible,podría no haber los elementos con los cuales se había utilizado para acabar con la vida de la mujer y después de pensar detenidamente se acerco al grupo:

-Disculpen,se que las conversaciones se deben estar concentrando en sospechas entre nosotros,y cosas parecidas,pero me gustaría saber si en nuestro grupo habría por casualidad algún medico por que me gustaría hacer una autopsia del cuerpo,si hay un doctor pido su ayuda para intentar resolver el asesinato de nuestra compañera.

Espero que no malinterpreten mis palabras, no quise decir que si no hablan son culpables y los que hablan son automáticamente inocentes. Lo único que dije que es hoy y ahora no tenemos ninguna evidencia para ir por los culpables y solamente nos vamos a poder basar en nuestras palabras y por eso todos deben dar su opinión! Eso no significa que los que hablen no sean los culpables y que busquen desviar la investigación.

-Nadie ha dicho eso Charles- Dice Donovan sirviéndose una segunda copa -Yo ni mucho menos digo que los que hablemos mas seamos inocentes, solo digo que me dan mas seguridad que los que no, pues si no hablas, no dejas ver como eres... es lo único que digo, no te preocupes que no se había malinterpretado- Acaba de servirse el zumo y ésta vez se aleja pero sin sentarse en ningún sillón, la conversación está realmente interesante para Jim.

No contesta a Javier, al no ser médico solo puede mover la cabeza negativamente sin saber que decirle.

Conall volvió ya vestido junto a los demás. Parecía que un debate ya había empezado. Conall era una persona muy alegre y viva, siempre intentaba ayudar, pero en esa situación no veía como podía seguir tan optimista, sobretodo por todas las acusaciones que se iban lanzando a la ligera.

- Estoy casi seguro de que hay asesinos que están hablando mucho y hay otros que apenas han hablado, no creo que dependiendo de nuestra opinión en el tema podamos encontrar a los culpables. Me temo que la primera votación será al azar. Cada uno tendrá sus motivos, pero será imposible demostrar la culpabilidad de alguien con estos. -

Conall se fue a la cocina y se sirvió un zumo, aun no había comido ni bebido nada en todo el día, y aun no tenía ganas de comer. No después de esa escena. Mientras se tomaba el zumo los ojos de Conall se vieron atraídos hacia Zarina. Se puede saber que me está pasando. No creo que sea el momento. Conall se acabó el zumo de golpe y volvió con el grupo.

La macabra escena me dejó petrificado. ¡Maldita sea, nos hemos dejado conducir a una encerrona! Mis experiencias pasadas me habían enseñado a ser prudente y, a pesar de la profunda impresión que me causó la muerta, fui capaz de contenerme y obligarme a escuchar a los demás.

Sí, es terrible, pero no queda más remedio que identificar al, o a los, asesinos para sobrevivir. Ojalá tuviera soma, haría esto llevadero...

No tuve ocasión de contestar a la señorita Hamby, que la noche pasada también se mostró desconfiada y ahora se ha contagiado del ambiente de paranoia.

- Disculpen si no he hablado antes, pero no tenía ningún motivo para confiar en ustedes, como no lo tengo ahora. Somos ratones en una trampa vil. Por mi parte, lucharé por mi vida, y sólo tengo dos cosas claras: intentaré no dejarme llevar por mis impulsos primarios, no le daré esa satisfacción a nuestros opresores, ni me confiaré al azar. Soy alfa, a fin de cuentas, y no ofenderé mis capacidades superiores confiándome a la suerte.

Ahora un objetivo parecían ser los callados. No es que a Vincent le cayeran especialmente bien, pues no expresaban apenas sus pensamientos y él creía que hablar era importante, pero una caza de brujas tampoco era lo apropiado en ese momento.- Es cierto que creo que alguien infiltrado no querría llamar la atención demasiado, pero también podría haber alguno que quisiera lo contrario, dirigir nuestros movimientos y dividirnos... así que los que acusan sin discreción o lo hacen para despistar o porque están tan asustados que no se fían de nadie. Cualquiera de las dos cosas nos perjudican.

No obstante, si los que menos hablaban compartían sus sospechas y pensamientos sería mejor para todos, pues necesitaban cuantos más mejor para sacarlo todo en claro.

-A... -toso un poco, intentando llamar la atención.- ¿Alguien podría cubrir el cuerpo? Dejarla así... 

Dudaba que nadie quisiera tocar el cadáver. Sólo su cercanía, y que la gente discutiera mientras ella estaba de cuerpo presente le parecía no sólo de mal gusto, sino simplemente incivilizado y horrible. Le debían un respeto.

-Estoy de acuerdo con Vincent... No tenemos ninguna manera de saberlo por lo que dicen o por lo que callan... Sólo nos queda discutir y pelear entre nosotros mientras su asesino... O sus asesinos... Miran como nos peleamos entre nosotros... Y Joyce nos da la opción de... ¿Señalarnos entre nosotros? ¿Probar suerte si acertamos como si esto fuera un juego de cara o cruz? Esto es demasiado surrealista... 

Akira se levanta levemente retrasada al resto de sus compañeros, se había mantenido distante del grupo desconfiada, el hecho de reunirse con personas que salían del molde la ponía en la linea de visión, algo que había logrado evadir toda su vida; pero la curiosidad había sido más fuerte, ahora lo lamentaba.

Después de observar horrorizada y fascinada el cuerpo grotescamente descuartizado en la habitación, se refugio al fondo de la sala a pensar y observar, como todos empezaban disparar teorías de conspiraciones y a preparar ejecuciones publicas, acusarse entre ellos y volverse simplemente locos y asesinos...

Todo hubiera sido divertido hasta que el tal "Jim" empezó a acusar a todos por igual, especialmente a los que como ella no habían participado de su parodia y Akira se sintió peligrosamente señalada, tanto que inmediatamente la llevo a intervenir de forma contundente, en la aburrida discusión de quien vive y quien muere, quien mata y quien sobrevive...

Me levanto y atravieso la sala contoneandome levemente, golpeo con fuerza la copa que tiene en la mano regando sobre su pulcro traje el zumo que contiene, encarandome con el tal "Jim" poniendo las manos en garra sobre la cintura:

¡Mira, idiota ególatra y controlador, muchos de nosotros por mantenernos callados y conservar nuestro pinche puesto en la fila india de esta sociedad, es que no estamos como esa pobre chica, a nadie le importa como somos o es que tienes mucha curiosidad por entender nuestras anormalidades y poder dar un mejor informe cuando nos mates... ¿Quieres saber como soy' toma nota, He sobrevivido toda mi vida manteniendome en silencio imbécil, guardando la compostura y escabuyendome del sistema hasta ayer, disfrutando del sexo con hombre y mujeres, del soma, los malos programas y las peores muestras de arte que pretenden adornar nuestras vidas grises y en masa. Trabajo duro, descanso mucho, complazco cuando me complacen y pinto, dibujo, esculpo, ese es mi pecado, mi deficiencia, me gusta el color, las formas, los significados abstractos, los desbordes de creatividad son eróticos y he tenidos mejores orgasmos con un pincel en cuadro que con un falo entre mis piernas; en algún momento me habrían pillado lo se y me habrían condenado, solo rogaba que en la isla donde me lanzaran a pudrirme hubieran pigmentos suficientes y rocas o cualquier otro placebo de lienzo, lo deseaba profundamente, aquí todo es tan gris, tan simple, tan triste que me cuesta respirar...

Empiezo a sollozar y me alejo un poco de la escena, me recojo contra una pared y me dejo caer en cuclillas... Lo tienes todo tarado o quieres que lo repita para ti o para alguno de tus amigos asesinos... Solo quería morir vieja, rodea de colores y formas, de pinturas y esculturas que no tuviera que destruir cada noche, es mucho pedir eso... Pero ahora voy a morir aquí con los sesos regados en el piso de cualquier parte como esa pobre chica...

Recojo las rodillas y me hecho a llorar...

Jim se quedó boquiabierto cuando la china se lanzó a por él "Menudo genio" pensaba mientras la atacaba continuamente, contandole toda su vida ahí y finalmente... "¡¿Se acaba de echar a llorar?!" Jim cerró la boca, la miró y cruzando los brazos, mordiendose el lábio inferior, sonrió -Que me quede claro... ¿Te acabas de echar a llorar porque he dicho que los que no hablan son mas sospechosos PARA MI?- Dijo con especial énfasis ése "Para mi" -No tiene ni pies ni cabeza lo que acabas de hacer... una de dos, te has asustado y has ido a por el que la mayoría empezaba a dudar... o realmente has perdido la cabeza y no nos sirves para encontrar a los asesinos- Jim se calló, nunca había sido especialmente delicado y no iba a empezar ahora -Mira, como ha dicho John soy un Alfa y por lo tanto puedo pensar lo que me de la gana sobre quien me de la gana, si así consigo salir de ésta con vida, lo haré, lloriquees o no, así que yo de ti dejaría de llorar y me centraría en buscar a los asesinos- Medio cabreado por el ataque de histeria y lloriqueo de cría que acababa de ver se aleja un poco de ella para servirse otra copa "Ahora si que tengo bastante claro en quien desconfío... ¿Una Alfa comportándose así? Por favor..."

El ir y venir de Joyce de habitación en habitación apenas resultó perceptible. 

Cuando hubo terminado, esperó un tiempo prudencial antes de volver a alzar la voz ante todos los invitados. En sus manos portaba una especie de caja metálica, con una ranura en la superficie. La tapa parecía estar sujeta a la base; entre ambas había una cerradura. 

Joyce, casi sin querer interrumpir en la conversación que estaba teniendo lugar, dejó la caja en medio de los presentes. Su vista no se levantó de la misma. 
Con las manos alzadas, y enseñando lo que se suponía que debía ser la llave que encajaba con la cerradura, se fue alejando cautelosamente, como si el objeto metálico estuviera apunto de estallar.

Al ver que os percatabais de su presencia, con mirada inquieta volvió a recorreros uno a uno, como ya había hecho en más de una ocasión. 
Jugueteando con la pequeña llave de una mano a otra, dijo casi en un susurro.

- Quedan seis* horas.

Sus pasos se detuvieron al terminar de pronunciar aquella frase. Parecía que estuviera por echarse a llorar. O a reír. Todo en él era demasiado confuso y ambiguo. 

Tras inspirar profundamente con los ojos cerrados, volvió a dirigirse a los presentes, con un semblante de total seriedad. 

- Daos prisa.

Dicho esto, se fue hacia la habitación donde se encontraba Rebecca. Le habían echado una sábana por encima. No sabía qué hacer con el cadáver, así que, de momento, decidió cerrar la puerta, mientras con el dedo marcaba una cruz sobre las diagonales de la misma. 
Después, volvió a las habitaciones, en busca de algún otro indicio de cámaras ocultas. 

Sasha se acerca a por dos vasos de zumo a la cocina y luego se acerca  hasta el lugar donde se encuentra  Akira sollozando. Se sienta a su lado y le ofrece uno de los vasos - toma tranquiilizate y bebe un poco, llorando no vamos a encontrar al asesino o asesinos..- dicho esto se levanto y empezo a pasear por la habitación  dandole vueltas a la cabeza

Arthur estaba en uno de los baños, recortándose la barba mientras escuchaba la acalorada conversación, algunos nos habían querido entender sus palabras y directamente le tachaban de dios sabe que mientras, otros como Sasha estaban mas cerca de comprender lo que tenia intención de expresar desde un principio. Lo curioso es que entre las voces que se repetían y sonaba alguna nueva, eso era bueno. No volvió a escuchar a su tocayo. Una vez retocada y aseado. Dejo bajo el agua ala navaja mientras salia a la sala de reunión.

-Disculpe que tarde en responderle, pero estaba ocupado. Por su respuesta Jim, me da ha entender que en realidad no es que piense que los callados sean culpables, sino que prefiere que sean ellos eliminados porque según usted no aportan nada, ¿Es esa una justa postura? ¿Donde queda su libertad? ¿Donde acaba la suya? Sea sincero, haberlo dicho desde un inicio y se hubiera librado de esa bochornosa mentira. Eso no hace mas que hacerme dudar de usted. Por otra parte parece que alguien si a comprendido mis palabras y se lo agradezco.-Se darían por aludidos aquellos que fueran necesarios.-Pero lo que realmente me parece sorprender que el Sr.Arthur se haya callado por completo, ¿Tanto miedo le han dado mis palabras? ¿Acaso he acertado, señor?-No uso tono alguno, era una simple pregunta.

-Ante todo no deseo, y creo que nadie aquí, que por un comentario de una única persona, el resto este condicionado, eso es trabajo de los asesinos no de los que queremos salir convida y continuar con nuestras inquietudes. No tenga miedo a seguir hablando Arthur, después de todo solo soy una persona.-En ese momento reparo en la urna y asintió a Joyce. -Yo personalmente creo tener ya un elegido. Espero sinceramente no equivocarme.

Javier Gonzales se fue a tomar un vaso de zumo y comer algo para engañar al estomago y luego de hacerlo,volvió a donde se encontraban los demás y observo a la china pegarle a ese sujeto ¨¿como se llamaba?¨ se rasco la cabeza pensando un poco en ello pero luego no le dio mas importancia y finalmente cuando vio que Joyce puso una caja metálica en el centro,pero no dejo llave eso le llamo bastante la atención y se pregunto que era lo que la misma podría contener,así que decidió expresar:

-Todos,disculpen,nos acaban de decir que tenemos 6 horas así que sugiero que las aprovechemos al maximo,¿alguien de aquí podría decirme cual es el contenido de esta caja?,si no lo saben,digo que la primera medía hora la usemos para develar el contenido misterioso de la caja.

Jim miró hacia atrás, se quedó fijo en Arthur Glyver, ni se había dado cuenta de que se callara, pero no desconfiaba de él, desde un principio había demostrado calma y ayudado al grupo, lo que no pudo evitar es mirar al frente, al otro Arthur y sonrió -Amigo mío, si desde un principio digo que los que no hablan me parecen inútiles ¿Que pasaría? Que todo el mundo me habría votado por insensible, inaguantable, etc... Y no nos habríamos centrado en buscar a los asesinos, no pienso arriesgarme a éso, se que puedo encontrar a los asesinos, no pienso darles la oportunidad de desviar su atención contra mi... cosa que por cierto, estás haciendo tu... has pasado de atacarme a atacar a Arthur...¿Que clase de estrategia estás siguiendo?¿Buscar la manera de que nadie te mire a ti? Ésa es la actitud que mas se acerca a la de un asesino, ni la de ser el centro de atención ni ninguna otra, ésa, la de despistar acusando así buscando la mínima excusa para decir que son los asesinos- Se paró un segundo y pensó -Y por si pretendes decirme que es lo que he hecho yo, ya te digo que no se parece en nada, yo simplemente digo que los callados son los... los que me dan mas miedo- No le gustaba demostrar que tuviera miedo, pero no había otro remedio, era inocente y no podía permitirse que los demás pensaran lo contrario, debía encontrar a esos asesinos y largarse de ahí, debía usar su inteligencia -enserio, pensaba al cien por cien que eras inocente, pero ahora... no me ha gustado nada que desviarás la atención contra mi... y acto seguido contra otro, me acusas de acusar a los que están callados y tu acabas de hacer lo mismo ahora mismo... no entiendo que pasa por tu cabeza Arthur.-

En una sola cosa podía estar de acuerdo Arthur Glyver con el señor de la Torre: mantenerse en silencio tiene virtudes que no se deben menospreciar. Entre ellas, la de permitir escuchar con atención lo que otros tienen que decir. Claro que ello no garantizaba que lo que a uno le fuese a entrar por los oídos resultara agradable, adecuado o mínimamente razonable.

Muchos hablaron y Arthur escuchó siempre en silencio variaciones sobre el mismo tema. El temor que les invadía aumentaba por momentos y el hecho de que Joyce depositara la urna ante ellos no mejoraba la situación, al menos para aquellos que eran capaces de comprender el significado del gesto. 

Sin embargo Arthur de la Torre se tomó su tiempo. Con la desfachatez de quien se piensa superior, dejó la respuesta a la pregunta directa que Jim le había formulado para mejor momento, era prioritario acicalar su barba y ya bien aseado y con aire satisfecho se dignó a dar la opinión que Arthur esperaba en silencio, desde hacía rato ya.

Como era de esperar, ni sus pobres argumentos ni su escasa elocuencia mejoraron las tesis del supervisor de producción de soma, pero el señor de la Torre  tuvo una virtud en su discurso: supo dirigirlo de tal manera que tras atacar a Jim terminara lanzando sus dardos contra el propio Glyver, ahora por motivos totalmente opuestos a los de su primera argumentación. Si antes le resultaban sospechosos los discursos de Glyver, ahora lo era su silencio respetuoso. Y tras la respuesta justamente enojada de James Donovan, Arthur Glyver puso fin a su largo silencio poniéndose en pie y dirigiéndose a de la Torre, dijo seriamente:

- Señor, no voy a perder el tiempo en responder a sus ridículas teorías. Esperaba su respuesta a la interpelación del señor Donovan. Y ahora que la ha dado, ¿para qué voy a añadir nada más? Solo le diré que ha aprovechado la oportunidad para hacer exactamente lo que esperaba de usted: intentando justificar su teoría insostenible la ha refutado usted mismo, exponiendo argumentos totalmente opuestos esta vez. Antes culpaba a quien veía un peligro en el silencio. Ahora culpa a quien se mantiene en silencio. Francamente, no tema por mí. Definitivamente no le daré mi voto. Creo que es usted tan corto de miras que la capacidad necesaria para cometer un acto como el que nos ocupa queda fuera de su alcance.

Acto seguido se giró, tomó un papel en el que escribió pulcramente un nombre, lo dobló y lo llevó hasta la urna que Joyce Garden había depositado en el centro de la sala, lanzó un suspiro y lo introdujo en él.