Partida Rol por web

Poco a poco voy cayendo en cuenta, entiendiendo lo que estaba pasando -Creo...creo que Arthur tiene razón, no podemos escapar, aunque solo sea porque el o los asesinos se irian libres para poder cazarnos por separados. Aqui y ahora somos mas- digo mirando a todos -los podemos detener, los tenemos que detener.-

Desde el momento en que recogen la nota manchada una sensación de pánico surge en su interior. No puede ser sangre... El grupo empieza a acercarse a la puerta cerrada, pero la inseguridad que comienza a invadirla no la deja avanzar al mismo ritmo que los demás. Por favor que no sea sangre... Pasados unos instantes abren y, al ver el estado de Rebecca, siente como el corazón le deja de latir; de forma instintiva da unos cuantos pasos torpes hacia atrás, tropezando con una de las sillas dispersas por la sala. Aquella escena suponía más de lo que podía soportar.

Incapaz de expresar la espiral de ideas que van estallando en su cabeza, escucha atónita las palabras pronunciadas por Joyce: No puede dejarnos encerrados aquí... y menos con un asesino... acabará con todos nosotros... Sus pensamientos se ven interrumpidos por el sobresalto del resto de compañeros, que empiezan a hablar entre sí cuando Joyce se aleja: ¿acusar a una persona... negarnos a hacerlo...? no pueden estar hablando en serio... esto es una completa locura... no pueden acusar a una persona... no así, no sin pruebas... pero tampoco podemos quedarnos aquí, sin hacer nada, después de lo que ha pasado... no quiero acabar muerta...

Sin saber qué aportar a la situación, intenta prestar toda la atención posible a la conversación que aún tiene lugar en la sala; nada de lo que se trata le parece de gran utilidad, pero algo de lo que dice Arthur hace que se sienta desconcertada y decide dirigirse a él.

- Todos nos sentimos tan confusos... tan perdidos y sin embargo tu, Arthur, rápidamente has señalado la inocencia de Michelle. Hasta hace apenas unas horas ninguno de los aquí presentes nos conocíamos, me sorprende la repentina confianza que depositas en ella. No me gustaría lanzar una acusación sin fundamento, ya que me cuesta aceptar que entre nosotros se encuentre un asesino, alguien capaz de algo tan horrible... pero tu falta de dudas me lleva a plantearme dos situaciones: que ocultáis algo y por eso estás intentando protegerla... o que algo concreto te ha llevado a formarte la opinión que tienes sobre ella, en cuyo caso me gustaría que lo compartieras con nosotros... después de todo me sentiré más tranquila si se demuestra que realmente hay alguien en quién se pueda confiar. 

Me acosté con las mismas dudas que me habían surgido tras las primeras palabras de Joyce, y sin ninguna aclaración por su parte tras las segundas. Me costó dormirme, en parte por la excitación que todas ellas me habían producido, en parte por las ilusionantes expectativas que provocaban.

Pero la cruda realidad golpeó nuestras ilusiones de la manera más horrorosa que podíamos haber imaginado cuando, tras un desayuno que transcurre jovial, aparece nuestro anfitrión con la macabra noticia. Y una nota inquietante.

No hemos sido condicionados para afrontar situaciones como ésta, así que las reacciones son muy diversas y se plantea cuál es la mejor opción a tomar: salir de allí corriendo e intentar olvidarlo todo, o aceptar la descabellada proposición de Joyce. También podríamos delatar el hecho a las autoridades, pero ese sentimiento de culpa por haber hecho algo que no deberíamos, está demasiado arraigado en nuestras conciencias.

- Yo me quedo. Llega una edad en que la perspectiva de morir no tiene peso contra la posibilidad de averiguar la verdad.  -declaro, con una amarga sonrisa. Además, las próximas horas pueden ser las más emocionantes que pueda tener en vida, sin tener que recurrir al artificio del Sucedáneo de Pasión Violenta. Delante mío se está escribiendo el guión de una historia apasionante, que a mi mente de escritor condicionado jamás hubiesen dejado imaginar.

¿Por votación? -miro a la cara de nuestro anfitrión, cuyo semblante desencajado me plantea si es alguien que realmente pudiera darnos las respuestas que todos andábamos buscando, o si sería solamente un loco visionario que nos ha metido en el mayor embolado de nuestra existencia- Querrás decir al azar, Joyce. ¿Qué pruebas tenemos para sentenciar a ninguno de nosotros? Cualquier decisión que tomemos ahora mismo, será tremendamente aleatoria.

Miro a mis compañeros. Entre todos ellos, algunos no han abierto aún la boca, con lo que parece que poco podrán aportar a la investigación. O quizá oculten algo tras su silencio.

-El señor Kafka tiene razón... Además... Yo no quiero votar la muerte de alguien sin pruebas. ¡Estamos en una sociedad civilizada!

Intentaba respirar con calma, pero me es muy difícil. Charlotte parecía demasiado dispuesta a cargarle el muerto a alguien... Y eso iba en contra de todo lo que consideraba moral.

-¿No deberíamos investigar? Intentar averiguar algo... Una persona inocente podría morir si no lo hacemos. Uno de nosotros podría morir porque no hicimos un esfuerzo en intentarlo.

Mi cuerpo comenzaba a temblar de puro terror ante la perspectiva. 

Phil seguía confuso, pero al menos veía que algunos de los presentes compartían su opinión.

-La situación está jodida, entonces. Si no hacemos nada, esta gente, estos "infiltrados", acabarán con nosotros uno a uno, por el mero hecho de pensar de forma diferente y habernos reunido aquí... Pero si hacemos algo nos arriesgamos a matar a un inocente y no hacer otra cosa que ayudarles en su labor.

El mecánico paseó de un lado a otro de la habitación, meditando.

-Creo que este proceso va a ser largo. Debemos medir cada paso que demos con extrema cautela. Aún es pronto para juzgar a nadie, pero creo que esos asesinos se dejarán ver con el tiempo. Debemos estar atentos al más mínimo detalle que pueda delatarles... Puede que incluso alguno de nosotros tengamos la capacidad de descubrirles... O de alguna manera ayudar a dar con ellos. Pero lo que sí debemos hacer es compartir toda la información que tengamos para asegurarnos de dar cada paso en la dirección correcta.

Arthur se giró al escuchar a Charlotte, que había sabido pasar inadvertida con gran sutileza hasta el momento en que tomó la palabra, pese a estar alterada tras los últimos sucesos. El supervisor de Condicionamiento enarcó una ceja al ver el cariz que tomaban las palabras de la chica.

- Me gustaría tener certezas, Charlotte. Pero por ahora solo dispongo de mis propias impresiones. He observado a Michelle y aunque nunca antes la había visto, su actitud me transmite que se encuentra totalmente confusa. Es posible que su actuación me engañe y ella sea la culpable, pero no lo creo y así se lo he dicho. Pienso que si recupera la calma podrá ser de más utilidad al grupo que si la embarga el pánico.

Dio un paso hacia Charlotte, mirandola fijamente desde arriba aprovechando que la muchacha rubia estaba sentada, e hizo una pausa algo más larga de la necesaria antes de seguir hablando.

- En cambio tú te comportas de modo diferente. Te has asustado con el hallazgo, sí. Pero no solo pareces mucho más calmada sino que rápido estás haciendo conjeturas y estás lanzando acusaciones. Ten cuidado o alguien pensará que sabes demasiado, o que tu talento está desaprovechado controlando el indicador de temperatura de las incubadoras...

Su rostro se relajó y sonrió, se giró hacia Michelle en un gesto rápido, se volvió de nuevo hacia Charlotte, moviéndose con soltura entre ambas mujeres.

- Nadie aquí me parece un asesino, aunque nunca me he encontrado a uno antes. Pero alguien debe serlo. Así que cada vez lo veo más claro: que cada cual exponga sus argumentos solo puede ser provechoso para todos. O al menos no nos perjudicará. Con suerte podremos salir todos de aquí antes de que termine el día -aventuró esperanzado. 

Tras la acalorada noche que había tenido Dolores se levanta con una sonrisa de oreja a oreja. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Pero no era precisamente alegría y diversión lo que le esperaba fuera de su habitación. Charlotte estaba junto a la puerta y su rostro denotaba tristeza y algo de furia también. Se acerca a ella y le coge la mano. Fue entonces cuando alcanzó a ver el cadaver mutilado de aquella mujer. -Hugh...- Una arcada le vino y un eructo cual sapo fue lo único que salió de su boca. -Perdon- 

-Está claro que hay gente en esta habitación en la que no se puede confiar. ¿Verdad señor Joyce?- Dijo Dolores en tono acusador. -A la más mínima te puede decepcionar hasta tu mejor aliado. No nos podemos fiar de nadie. Y cuando digo de nadie, es NADIE.- Dolores tomó una postura de observación de todos los que estaban presentes buscando algún rostro delatador.

Sus conocimientos en matemáticas podrían servir en estos momentos en los que la estadística podría servirle de ayuda para encontrar posibles culpables. Quizás un hombre entre 30-55 años con problemas en su vida privada semblante serio y poco educado. Quedaban muchas variables por despejar y poco tiempo para actuar.

- Trabajar en la coordinación de un sector ha afinado mi capacidad de actuar ante un desastre y buscar una salida con rapidez, ¿qué clase de coordinadora sería si no empezara a valorar los factores que me rodean? Como tu mismo dices, mantener una actitud calmada y reflexiva será de más utilidad que tomar la postura opuesta; quizás yo no sea capaz de estar todo lo calmada que me gustaría, pero lo intento...mi vida depende de ello. - Se tapa la cara con las manos y respira profundamente, intentando ordenar sus ideas.

- Por otra parte la "conjetura" no ha sido infundada, tampoco entiendo que tiene eso que ver con saber más que el resto... vuestra actitud ha llamado mi atención y a ella he hecho referencia. Puede que la brusquedad de mis palabras hayan dado a entender que ha sido una clara acusación... pero no es así - A pesar de todo no pensaba tomar decisiones ni crearse una opinión firme hasta que quedara al descubierto algo de más valor - Realmente esperaba que pudieras darme algo a lo que agarrarme, algo que despejara un poco la incertidumbre que nos rodea... 

Fatigada por todo lo que tiene lugar se levanta de la silla y, antes de ir en busca de un poco de agua, vuelve a dirigirse a Arthur.

- Tranquilo Arthur, mi talento está totalmente aprovechado... al menos me hace salir de la quietud que parece dominarnos para tomar conciencia de los pequeños detalles que van surgiendo. El peligro es real, habrá que actuar en consecuencia antes de que acabe con todos nosotros. 

Vincent sopesaba las opiniones de todos y asentía cuando era necesario. Muchos eran los que tenían razón a pesar de que las ideas a veces eran contradictorias entre sí.

-Debo decir que opino como el señor Kafka... atacar o acusar ahora a alguien sin pruebas es poco menos que dejarlo al azar y matar a un inocente- era cierto que debían actuar, pero las prisas podían matar a alguien inocente- a menos que alguien sepa algo sobre el crimen de ayer. Si el criminal está entre nosotros... ¿quién podría ser?

Esperaba que la respuesta no se basara en sospechas sobre quien era tosco u olía mal. Lo importante eran los hechos, o al menos, sospechas bien fundadas.

"Lo que me imaginaba, la gente empieza a desvariar atacandose entre ella" Jim tiene una cara de enfado, enfadado por dos razones, la primera, ha sido engañado como todos los demás y éso le revienta, él siempre había sido el mas listo, la segunda, si empezaban a atacarse a lo loco seguramente acabarían muertos en cuestión de un par de días... -Gente- Dice dejando de cruzar los brazos y mirando a todo el mundo -vale ya, no podemos empezar a acusarnos sin sentido alguno, está claro que si atacamos ahora va a ser puro azar...- Se sentó en el sillón, cruzó la pierna derecha sobre la izquierda y con cara seria siguió hablando -Ésto es lo que quiere el estado, que nos ataquemos, que aquellos que podemos ser libres de los demás empecemos una matanza entre nosotros... ¿No os dais cuenta? Seguimos siendo sus marionetas... y yo ya me he cansado de ser la marioneta de nadie, acusar sin sentido alguno es lo peor que podemos hacer, pero- Dice ésto último levantando la cabeza mientras pasaba con la mirada sobre todos -Joyce tiene razón debemos actuar, al menos actuar cayendo el mínimo número de personas antes de que caigan los culpables... Arthur, me parece muy pronto para confiar en nadie, mas cuando ayer mismo, como has dicho, no conocias a ninguno de los presentes... pero Charlotte, no podemos empezar a acusarnos así, debemos mantener la calma y pensar con sangre fría... "no pienso ser el siguiente en morir... y menos por una acusación hecha por los nervios de los presentes", vamos a calmarnos un poco, el Phil tiene razón, debemos mirar los posibles canvios de alguien, del que sea, el que antes era fiero, el que antes intentaba pasar mas desapercibido... o todo lo contrario, ya me entendeis, hay que estar atentos... Y Zarina, ahora mismo, poco podemos investigar, solo hacer lo que he dicho, estar atentos y sobretodo no atacar a lo loco, porque por la misma regla de tres de Charlotte, podría decir que el eructo de Dolores es intencionado, que en realidad no le da asco nada de ésto y que ya está provocando con su frase que no confiemos entre nosotros, pero voy a dar ese voto de confianza, pues si empiezo a sacar cosas malas de cada uno acabaré solo contra los asesinos y no me gusta ésa opción.- Empieza a darle a la cabeza y no sabe aún como, pero debe salir de ésta, debe sobrevivir y conseguir demostrar que el estado ha intentado matarles... ha intentado controlarles una vez mas, en seguida se levanta y se dirige al bar a servirse un trago -¿Alguien quiere?-  La verdad es que Jim no es el único que lo necesita y apretando los dientes piensa "Ninguno será mas listo que yo, ninguno me matará..." Por ahora ninguno le servía como posible aliado, no había nadie en quien confiar... Vicent parecía mas sincero que el resto, mas transparente... pero tampoco era su primera opción.

Señor...Joyce. ¿Acaso nos esta diciendo que debemos escoger quien muere tal y como hacen los niños para decidir a que juegan?

y eso de que usted matara al que votemos personalmente. ¿como sabe que no le culparemos a usted del asesinato? ¿se mataría a si mismo de llegar el caso, señor Joyce?

-Yo sí quiero – dice Michelle acercándose también al mueble bar mientras dirige una mirada intensa y desconfiada hacia Charlotte.

Había escuchado las acusaciones de la chica rubia, incrédula. Aún incapaz de reaccionar como normalmente lo haría, permaneció en silencio mientras Arthur y el resto del grupo hablaba. Empezó a notar como la confusión y el asombro se trastocaba en una profunda ira. Definitivamente necesitaba calmarse y reorganizar  sus ideas.

Volvió a mirar a Charlotte mientras llenaba una copa con algo que supuso sería zumo de naranja – Creo que es preferible que no tenga en cuenta que has insinuado que el asesino de Rebecca podría ser yo porque definitivamente, tal como ha expuesto Arthur, también a mí me parece sospechoso tu exacerbado intento de encontrar culpables sin motivo aparente “Está nerviosa, ha dado demasiadas explicaciones…” – continuó dirigiéndose a Jim – y desde luego, no resulta muy inteligente empezar a atacarnos unos a otros en un intento desesperado de que termine todo esto, a costa de quien sea.

Está bien, si hay que quedarse, nos quedamos – En sus palabras se apreciaba un deje de resignación y un intento, algo forzado todavía, por recuperar su calma habitual – pero… - continuó pausadamente - no creo que elegir a alguien al completo azar sea algo necesario. No podemos comportarnos como el mismo asesino y matar a un inocente.

No pudo evitar mirar de soslayo a Dolores mientras decía estas últimas palabras… “No me fío, no parece afectada y como ha dicho Jim… quizá con sus palabras está intentando que reine la confusión entre nosotros o quizá… ¿es Jim quien está tratando de que dudemos de Dolores con lo que ha dicho él?”. Michelle siguió pensativa, observando a todos y cada uno… incapaz de llegar a ninguna conclusión, de momento.

No quiero que se malinterpreten mis palabras, pero tambien yo estoy interesado por la confianza que se confesan mutuamente. Sin embargo eso no significa que se los acuse de algo pero tal vez sepan algo que pueda ayudarnos a descartar uno o mas sospechosos, no creen?

Todo el grupo discutía ya y Arthur se dedicó a escuchar y observar. Aprovechó la invitación de Jim para servirse uno de aquellos brebajes sin soma, sopesó el vaso entre sus manos, jugueteó con él pasando la vista de uno a otro, atento a la multitud de comentarios aventurados y a las escasas conclusiones que la charla generaba. Había decidido aparcar la polémica con Charlotte, no pretendía caldear más el ambiente y había sido algo brusco con ella, y cuando la chica habló le dirigió una sonrisa apaciguadora.

En un instante de silencio tomó la palabra de nuevo - Todos tenéis razón, y todos nos equivocamos. Porque podemos acusar a quien parece demasiado alterado, o a quien mantiene sus nervios templados, a quien ha madrugado o a quien duerme hasta tarde...todo es sospechoso, todo es un indicio, cuando es lo que queremos ver. 

Cambió el vaso de mano y buscó un lugar donde sentarse. Miró a Michelle, a Jim, al Delta (¿qué hacía allí aquel extraño hombrecillo? ¿De veras nadie se lo había preguntado todavía? Aunque parecía bastante sensato, tenía que reconocerlo, un buen ejemplar de su clase), a Dolores y su interesante actitud al despertar...

- Mucho me temo que si el asesino, sea uno solo o más, si Jim y Phil tienen razón y nos enfrentamos a varios enemigos, no tienen un ataque de sinceridad y confiesan su crimen, llegará la noche y poco habremos avanzado. Y entonces, ¿qué haremos? Varios lo habéis dicho ya...¿cómo podríamos decidir que uno de nosotros, ella por ejemplo - señaló a Michelle, a la que tenía frente a frente - es una asesina y sin prueba alguna convertirnos todos nosotros en asesinos o cómplices, y acabar con su vida? ¿Alguno de nosotros podría vivir con ello? Pero... - se mordió el labio inferior y miró de nuevo al grupo - pero si encontramos las pruebas, entonces no debemos dudar. Y pienso que deberíamos comprometernos a ello. Todos.

En su opinión, quien se negara a ello resultaría, ahora sí, de lo más sospechoso.

Después de escuchar lo que pensaba Arthur creía que las cosas había quedado aclaradas dentro de lo posible, pero la intervención de Michelle dejó claro que no había sido así.

- ¿Mi intento de encontrar culpables? Estamos encerrados y una persona ha muerto, incluso se ha insinuado que haya más de un responsable. Tras ver el cuerpo tu y Arthur, dos desconocidos, habéis mantenido miradas cómplices y muestras de confianza, ¿y mi actitud es la sospechosa? - Se queda perpleja ante la salida de Michelle. 

- Puedo entender que no te agrade de ninguna forma mi comentario y menos si te ves implicada, puedo entender que te ofenda la brusquedad de mis palabras, pero me parece increible que se me este cuestionando por dudar de una actitud vuestra que para nada ha sido normal. ¡Por dios! ha muerto una persona, claro que quiero encontrar al responsable y acabar con esto. Y lo vuelvo a repetir, si me he fijado en ustedes es por vuestra actitud, nada me he inventado. Si no vamos a poder ni expresar nuestras dudas no sé a donde vamos a llegar. 

Se frota los ojos en señal de cansancio y pesadumbre.

- Dejaré clara mi postura para que ni tu ni Arthur tengáis que volver a incidir en el tema a menos que queráis alargar este asunto más allá de lo recomendable: no me dejaré llevar por impresiones ni por ideas precipitadas, mientras no haya algo que indique que uno, ambos o ninguno ha tenido algo que ver con la muerte de Rebecca no tomaré ningún partido en contra de vosotros. 

Escucha las últimas palabras de Arthur y, por primera vez, siente que puede estar de acuerdo con algo de lo que se estaba diciendo en aquella sala.

Al parecer su tocayo llevaba la voz cantante en aquella improvisada versión de tu la llevas. Donde lo fácil era acusar, que el acusado se defendiera y que le volvieran a acusar por defenderse. Estaba claro que nadie tenían nada claro. Ni siquiera su tocayo quien hablaba de simples conjeturas sin nada real y útil. Pero al menos parecía tener al grupo unido.

Él, Arthur por su parte. no dijo una sola palabra mas, no pidió otra copa, no menciono un acusado, simplemente dejo que los tres que llevaban al batuta continuaran con ella. Quien sabe que le podrían reprochar si llegase a hablar y dar su opinión.

-¡POR FAVOR! ¡YA BASTA! -de forma algo brusca, el joven de pelo largo gritó intentando poner algo de orden- ¿Es que no os dáis cuenta de que así no vamos a llegar a ninguna parte? ¡Ya basta de acusaciones absurdas! -su mirada se dirigía a todos los implicados en la discusión, no a nadie en particular- Hemos de usar la jodida razón. ¡La jodida razón! Soy mecánico, ¿sabéis? Y si algo me ha enseñado la mecánica y la electrónica es que, por caótico que parezca, todo tiene una sencilla razón de ser. Basta con tirar del hilo. Acusarnos así sólo consigue enredar ese hilo... Hemos de ser cautelosos, hay mucho en juego. Mucho más que nuestras vidas: está en juego nuestra libertad, la cual puede ser sólo el comienzo de la libertad de otros. Del fin del Gobierno y el mundo tal y como lo conocemos. Intentemos ser razonables, justificar nuestras acusaciones, y sobre todo no precipitarnos.

Todos debemos escucharnos, todos deben hablar! Ahora no tenemos ninguna pista pero si todos exponen lo que piensan...- deje la frase en el aire, dejando una pausa para dar un poco mas de dramatismo a mis palabras -tal vez el o los asesinos se enreden con su lengua bífida y nos den una pista de quienes son!- poco a poco voy caminando entre los presentes para llamar su atención -hay personas que no han dicho ni pío desde ayer, esas son las personas que quiero escuchar que piensen sobre la situación. No digo que sean culpables pero tienen exponer lo que piensan, la situación lo exige!-

Despues de servir la bebida a Michelle y a Arthur James se calló, llevaba demasiado rato hablando y así no podía saber que pensaban los demás.

Pasaba el tiempo y se mantuvo callado, escuchando lo que los demás decían hasta que por fin alguien dijo lo que él pensaba -Exacto, no me gusta nada los callados... al fin y al cabo son los que mas tienen que ocultar.- Se calla un momento y mira a todo ésos que han estado o están callados -Si no habláis os garantizo que seréis los primeros en ser votados por mi... al fin y al cabo no puedo saber que piensa quien no habla, no puedo saber que reacción tiene o si cambia su forma de ser, por lo tanto, los callados sois los mas peligrosos- "No me gusta lo que no puedo controlar, y a alguien callado jamás podría saber que pasa por su cabeza" Seguía con la copa en su mano mientras miraba a los demás, sabía que no era el único con ese pensamiento.

Phil expresó lo que él mismo pensaba. Al igual que él, Vincent era alguien que trabajaba con las manos, que no era tan listo como otros. Pero matarse entre ellos le asustaba. - No sabemos quién mató a la chica, éramos plenos desconocidos hasta ayer y al menos yo no veo quien podría tener en contra de ella... aunque parezca que más de uno parezca ya tener alianzas con otros.

Los extraños sucesos, y sobre todos los trágicos, unían a la gente. Quizá era eso los que hacía que algunos ya apoyaran a otros con confianza. O al menos eso quería Marot, no se veía con fuerzas de acusar a nadie cuando no había nada determinante que apuntara a nadie.