Partida Rol por web

-Sí, entremos ya, por cierto yo estoy bién, gracias-Me limito a decir cuando entramos me siento en el sofá y me quito la armadura, tenía el torso y la espalda llena de moratones por los coletazos del dragón y alguna costilla estaba rota, y había cortes en las dos partes que me había hecho la armadura al recibir el golpe y vlavarse en mi carne, la venda de la pierna estaba manchada de sangre y parecía que en vez de blanca fuera roja, cuando descolgué el escudo se veía un moratón a lo largo del antebrazo, heché la cabeza hacia atrás aliviado por quitarme el peso del metal de encima y cerré los ojos.

Vi como entraban todos en la casa y sujete a la chica de los estraños ojos y alludando a levantarla  le dije- ven con nosotros te prometo que no te haremos daño alguno y despues de hablar un rato podras irte y seguro que ellos hasta te buscan un hogar-

Me dejo levantar por el chico- Ire donde querais si me explicais las cosas- dije temerosa pues sabia que de seguro qme devolverian a la ciuedad de hierro o me torturarian ellos mismos

El grupo parece marcharse a casa de Ireth, y yo, tras vestirme, echo a andar hacia el puesto de la guardia.

Suspiré. Nunca había tenido tanta gente en mi casa.

-Si queréis algo, cogedlo de la despensa. Agua hay en el pozo de atrás, pero, con cuidado, lo compartimos varias vecinas- comenté-. Tú- señalé a Bellis--, ven que te voy a curar esas heridas- dije, cogiendo el cubo y el trapo y saliendo hacia el jardín.

Me levanto del sofá y sigo con un leve cojeo a Ireth al jardín, ahora que me había visto las heridas me costaba hasta respirar -Espero que no te haya molestado que esté en este estado-

Conforme mi pie derecho se adelanta al izquierdo por primera vez recapitulo sobre todo lo que ha ocurrido. Cuando caímos atrapados en la ciudad tenía claro que haría lo que hiciese falta por sobrevivir. En ese momento estaba dispuesto a matar si con ello conseguía vivir tan solo un poco más... Sin embargo, cuando trataron de que me reprodujese con aquella chica, mi cuerpo reaccionaba de una forma diferente a como quería hacerlo mi cabeza. Mi cerebro decía "Hazlo", "sálvate", pero mi cuerpo temblaba incapaz de hacerle aquello a esa mujer. Huí sin siquiera tener en cuenta qué pasaría con ella, pero lo más probable es que ya esté muerta.

Después mi razón pudo hacerse de nuevo con el control de mis movimientos y traté de escapar, pero cuando metieron a aquella chica en la celda de Ireth... sencillamente otra parte de mi psiquis se adueñó de mis acciones, una parte de mi que no la abandonaría por nada del mundo, una parte de mi que realizó un salto a ciegas con una persona para salir de allí. Pero lamentablemente no poseía la capacidad necesaria para hacerlo y solo conseguí que esta quedase inconsciente...o muerta... en el suelo.

Después se me otorgó la posibilidad de ayudar con mi propia esencia vital al escape del grupo, dudé, pero todavía no se bien por qué acepté...

Y luego, en el momento más decisivo, estaba dispuesto a morir si era necesario, pero cuando vi a tanta gente siendo exterminada... sencillamente no pude... y no podría hacerlo.

Todo lo que había hecho lo había hecho porque creía que era lo correcto, pero no había conseguido tener éxito en nada, y desde luego un pecado como el que he cometido no se salvaba solo con buenas intenciones, merezco un castigo de por vida, y es hacia lo que me dirijo.

Cogí la cuerda y até un extremo al asa del cubo. Miré a Bellis con mala cara y puse los ojos en blanco.

-No digas tonterías, Bellis- dije, arrojando el cubo al vacío hasta que sonó un profundo "Chof"-. Pero, me vas a contar qué es lo que ha pasado- pedí, girando la manivela para subir el cubo-. ¿Qué ocurrió?- pregunté.

-Pues...Me derrumbé por lo del bebé y para hacerme entrar en razón Sindaliel me dió un coletazo que me estrelló contra una pared, cuando nos enfrentamos al alcalde, que por cierto, tiene las mismas capacidades que Jordan Lin me dió otro coletazo, se transformó en un dragón pero más humano...Y lo demás golpes en el escudo y el disparo de cuando Sindaliel decidió escapar conmigo en sus garras, que con todo el trajín no se acaba de cerrar-Digo entrecortadamente y haciendo pausas y gestos de dolor debido a las costillas que se me dolían demasiado.

Dejó a la chica inconsciente tumbada en un sofá o algo por el estilo

-Es inútil, está más allá de mis capacidades.

Se giró a la otra chica, la que tenía poderes.

-En cuanto a la explicación...estabamos saliendo de Ciudad Esmeralda para devolver a su lugar a...mierda...debemos volver a por ellos...y nos pillaron los ciber seres. Yo me quedé a guardar la nave en la que ibamos, junto a nuestros dos inquilinos, y el resto fueron a explorar. No se como los atraparon a ellos, pero por mi parte, asaltaron la nave, destrozándola, y nos cogieron prisioneros. A mi querían obligarme a violar a la chica aquí presente-dijo, señalando a la chica consciente-pero conseguí que escaparamos de la sala de reproducción. A medio camino hacia lo que, erróneamente, supuse que sería la salida, me encontré que los ciber seres estaban atacando a mis amigos, a si que decidí intervenir. Cuando se solucionó aquello, volví a lanzar los conjuros de invisibilidad que habían permitido que me escabullera, y seguimos avanzando...hasta llegar a la sala donde estaba el supuesto ciber rey. Quería obligarnos a reproducirnos, y a Ireth a darle la vida que crece en su interior. Pero seguí negándome, e intenté destruirle, recurriendo a...a...

De repente, el mago se quedo serio.

-Debo irme.

Y salió corriendo de allí.

Escuché con la boca abierta a Bellis. Sin querer, dejé de girar a la manivela y el cubo volvió a caer al fondo del pozo.

-Pero... ¿có.. cómo?- pregunté, incrédula.

Pestañeé varias veces y deseé sentarme en algún sitio. Sin embargo, me contuve, respiré hondo y miré a Bellis.

-Vale, ya está, no pasa nada- dije, más calmada-. Tú estás bien, bueno... Podrías estar peor- añadí, mirándolo-. Estás loco, Bellis- afirmé, volviendo a girar la manivela para subir el cubo.

"Magia de sangre...maldita sea, magia de sangre..."

Pensaba, mientras corría en busca de información sobre aquello. Probablemente había realizado aquel tipo de magia, y creía recordar que las consecuencias podían ser bastante catastróficas. Debía ver libros, averiguar que podía pasar...

Reí al escuchar esa palabra-Cierto, puede que esté un poco loco, pero al menos estoy vivo y he podido verte de nuevo-Dije, incapaz de decir nada más hice una larga pausa.

-De todas formas, estoy contento-

Subí el cubo, al fin, y lo cogí con pereza dejándolo en el suelo. Agarré el trapo y lo humedecí con el agua. Escurrí y cogí el brazo de Bellis.

-Si te duele, te fastidias- avisé-. Estás hecho unos zorros, Bellis- comenté, restregando-. Y si te duele algo, deberías decírselo a Nathan, seguro que él te cura- añadí, agachándome de nuevo para mojar el trapo.

Me quedo completamente absorta en las palabras de aquel hombre, me habian sacado de ese sitio, ahora era libre estaba libre ya no me torturarian mas era libre- Soy libre- dije timidamente esperando que alguien me lo confirmara y con esperanzas de que asi fuera

-Prefiero que lo hagas tú, tu contacto es, sedante, relajante-Digo en tono cariñoso-Aunque quizás le pida que me ayude con las costillas, lo demás, prefiero que me lo cures tú-Termino mirándo como me sujetaba el brazo con suavidad.