Partida Rol por web

-¿Que es lo que me has hecho?-Pregunto-¿Que es lo que he visto?Dimelo por favor, aquí estarás a salvo-

Te lo digo en plan no la toques hijo de puta xD

Cuando Bellis me aparta de la chica, vuelvo a analizar mis acciones y de nuevo me giro y procedo a marcharme.

Asta ese bruto me tiene que recordar lo que he hecho... hasta hace un par de días me consideraba a mi mismo una persona ética y de principios. Y en tan solo tres o cuatro días he muerto, he violado a una mujer que no podía defenderse y he arrojado a un estado... a otra. Ciertamente me merezco el desprecio de cualquiera.

-Tú te quedas-Digo agarrándole.No podía dejar que se fuera, aunque me asqueaba-Pero no te acerques, quizás se asuste de tí, espera, y luego te explicas-

- Bellis por fabor calmate, ella esta asustada igual que tu y que yo esta en un sitio que no conoce acuerdate cuando llegaste como te sentiste-

Nathan se dedicó a absorber energía como si no hubiera un mañana. A los pocos segundos, fue capaz de incorporarse. Con un chasquido de dedos, su ropa apareció sobre él. Dió un rápido vistazo a su alrededor.

"Ciudad Esmeralda..."

De repente, recibió el abrazo de la joven. Sonrió levemente, y la apartó con delicadeza.

-Te dije que te traería de vuelta...simplemente lamento que las cosas se pusieran tan mal antes de mejorar.

La sangre seca en su cara le daba un aspecto algo siniestro, pero ya habría tiempo de éso. Reparó en que todos estaban desnudos, y en la chica tirada en el suelo. Se dedicó a absorber energía todo lo rápido que pudo, quizá aún podría ayudar más. Mientras conseguía restablecer sus reservas, hizo rápidamente alguna ropa para todos los desnudos.

-Siento que no sea nada del otro mundo...pero ahora lo urgente es la herida-dijo, refiriéndose a la chica tirada en el suelo, y se acercó a intentar ayudarla.

Un tanto mareada, aparecimos otra vez en Ciudad Esmeralda. No sabía si reír por haber salido del alcance de las máquinas o llorar porque volvíamos al mismo punto de origen.

-Dejad de decir tonterías y vamos a mi casa. Nos van a llamar a la guardia como nos vean a todos así- dije, con un gesto de la mano, conduciéndolos a mi casa.

-Es increible que estemos en ciudad esmeralda muchisimas gracias- digo agarrando al hombre que acaba de darme la ropa y dejando arrastrarme por el

No puedo evitar llorar- por fabor dejarme no se que ago aqui dejarme por fabor lo hice sin querer no queria abrirlos por fabro dejarme-