Partida Rol por web

La tarde corrió rápida, solo pensabais el uno en el otro pero la dura realidad era otra, empezaste a notarte extraño, agresivo y miraste por la ventana, era Luna Llena. Tomar esta decisión sabias que iba a ser dura y más porque Bea estaba sospechando, perderla era lo más duro que podía pasarte pero perderla y que encima pensase que eras un monstruo... Tuya y solo tuya era la decisión.

Por fin podrías tener una noche de pasión con tu chico, que últimamente eran bastante escasas, esta noche parecía distinta porque estabais los dos muy cariñosos y apasionados. Pero tu empezaste a notar algo, que tu novio se puso un poco rígido y tenso.

Breck se sentía maravillosamente junto a Bea, el rato que estuvieron juntos lo hacian sentirse feliz, completo. Rio con lo que ella le había dicho y ahora estaban juntos...
Ella estaba sentada sobre su piernas, y el la abrazaba con cariño. Se acercó lentamente a ella antes de contestarle a la pregunta y le dio un apasionado beso. En ese momento sintieron como si sus cuerpos se fusionaran en uno, como si la energía de ambos fluyera libre por el ambiente. Breck se sentía libre en ese momento, sin pensar en nada... Pero al entreabrir un ojo, vió a través de la ventana del salón que la noche se acercaba, con rapidez...

La miró a los ojos con cariño y apartó un mechón de pelo que cubría parte de su frente.

Los siento mucho cariño dijo en un tono de voz que mostraba tristeza y melancolía en un contraste inseparable. Daría todo lo posible por pasar esta noche contigo... ¡Quiero estar contigo! La exclamación se escuchó verdadera. En realidad sentía aquello que le mostraba.Pero ahora recuerdo que esta noche ya tenía planes...Lo siento mucho

Se levantó alzandola en brazos mientras juntaba su cara con la de su novia. Y se dirigieron al dormitorio. Allí la túmbó con delicadeza en la cama y le dijo al oído:Te prometo que mañana vamos a pasar la mejor noche de nuestra vida Dedicó una pequeña sonrisa en su oido, la cual hizo que ella se estremeciera un poco. Luego la miró a la cara y la besó con si aquel beso fuera el último...

Al poco tiempo (aunque para él fue un momento que no quería romper) se separó de ella y se dirijo al armario para cojer un abrigo. Lo vistió y antes de salir de la habitación, sin dejar que ella pudiera decirle nada, se volvió y le lanzó un beso seguido de dos palabras: Te quiero

Después la habitacón quedó en silencio...

Estaba preocupada y se notaba, ella no era de las que ocultaban sus sentimientos con facilidad. Dejó que la llevara a la cama y, cuando Breck se ponía el abrigo, se dirigió a la puerta y se interpuso en su camino.

- No Breck, creo que va a ser mejor que me cuentes por qué llevas un tiempo esquivándome –dijo convencida- Llegas, me cuentas lo que te ha pasado y de repente te largas, poniéndome como excusa que ya has quedado –afirmó mientras su tono de voz se volvía cada vez más firme- ¿De verdad crees que te vas a ir y dejarme así? Pensando que... – Bea respiró profundamente y haciendo halago a su carácter no pudo resistirse más- ¿Estás con otra?

Sólo su fortaleza, y las que la conocían sabía que tenía mucho, hizo que se sintiese con las fuerza suficientes para afrontar una situación que la preocupaba en demasía.

- Si no es eso tienes que contarme qué es. Somos una pareja... tus alegrías son las mías, pero también tus penas –se acercó a él y llevó sus brazos por su cintura, ahora estaban otra vez juntos- No voy a dejarte salir sin que me digas la verdad, así que no intentes inventarte otra excusa.

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Me parece bien, en las inauguraciones siempre está todo nuevo y limpio y bueno... aunque se llenan de gente, siempre se puede encontrar un lugar tranquilo (obviamente las inauguraciones que habia vivido Kira no eran de discotecas, sino de museos, locales culturales y teatros, por lo que pensó que serían iguales)

Siguió a Marisa y su chico rumbo a la nueva disco.

-¡Joder!- dice Fenris cuando le fue desvelado el contenido del paquete, dando primero un salto hacia atrás, pero después apresurándose en quitar la mordaza y las ataduras a la joven. -¿Cómo voy a hacerte daño? No digas tonterías, estoy apresado en este puto sitio, al igual que tu... supongo. Dime... ¿Qué sabes? ¿Cómo has llegado aquí? ¿Qué diablos hay ahi fuera?-

Nada.. No ha habido más remedio.
Probaré suerte a ver si encuentro a alguien por ahí. Quizás esa disctoeca que se inaugura hoy.. Seguro que hay mucha peña..

Me dispongo a salir y....

Anda, y a ésta qué le pasa? Debería pasar.. Si es que no se puede confiar ni siquiera en los adolescentes, hoy en día.. Va, pobrecita...

Me acerco a la muchacha:
- ¿Hola? ¿Perdona, necesitas ayuda?

Breck la miró preocupado... Se veía con la necesidad de contarselo, pero no podía...

Mirame a los ojos- le dijo con delicadeza mientras elevaba con dulzura su cara -Te quiero- hubo una pausa entre ellos, y continuó -¿Crees que en realidad estoy con otra persona? ¿Crees que lo que te digo no es sincero?- esa expresión que utilizó Bea le dolio bastante... ¿Estás con otra? esa pregunta volvió a cruzarse por su mente.

Sólo te pido una cosa- sus ojos se volvieron rojos, como si albergaran pena, odio por sí mismo...- Déjame marchar, por favor...en ese momento una lágrima calló desde su ojo izquierdo y resbaló por su mejilla.

Breck no solía llorar muy a menudo. El motivo era que no le gustaba que nadie lo viese mal; tampoco le gustaba que nadie lo viera bien... Pero era su chica. A su chica se lo permitía todo. Era a la única persona que miraba a los ojos y abría su mente por completo...

-Por favor, Bea...-dijo mientras agarraba los brazos de la joven y los retiraba de su cintura-Confía en mí...

Luego retiró a su novia, agarrandola por las manos. Aplicando una fuerza en ellas que no era normal en él, puede que las apretaba con más fuerza de la que era deseada...

La respuesta no fue para nada agradable para ella porque, en su fuero interno, sabía que no era cierto que estuviera con otra mujer. No podía evitar su impulsividad y por ello, a veces, se encontraba en situaciones tan desagradables como aquella. Su rostro estaba apenado y lleno de una culpa por unas palabras incorrectas.

- Breck –dijo en apenas un susurro, como si no fuera digna de decir su nombre después de aquello- No quería hacerte daño, sabes que me dejo llevar demasiado –cosa que era cierta- Si te vas ahora es porque tienes algo importante que hacer, pero estoy segura de que es algo... no se, siento que estás demasiado preocupado por marcharte.

Cuando sus manos la retiraron algo extraño creció en su interior, y a medida que aumentaba la fuerza de Breck sintió que se trataba de cierto temor.

- Breck, me haces daño... –dijo poco antes de que, al fin, se apartara de su camino- Si es tan importante vete, no te lo voy a impedir.

Sentía unas enormes ganas de explotar, de llorar, de gritar... todo porque sabía que pasaba algo y que él no confiaba en ella. Esa era la realidad, no había la suficiente confianza por mucho “te quiero” que escuchara de sus labios.

- Te quiero –fue su despedida antes de que se marchara, unas palabras que sonaban precisamente a eso... a una extraña e inquieta despedida.

- Pardon, monsieur - dice en modo de disculpa la chica al ver que el extraño no quería hacerle ningún daño - mi nombre es Monique Davelaux - dice tendiéndole la mano - bueno la verdad es que todo esta algo confuso... - dice tocándose la cabeza - je iba a hacer un casting para una revista y un hombre extraño me perseguía y corrí cuanto pude pero me atrapó y me golpeo... creo que tengo algo en el cuello... no se... - dijo soltando unas lagrimas y su voz se quebró - ¿y tu por qué estás aquí? ¿Qué es lo que tu sabes? -

- Oh, no nada... - dice la chica limpiándose las lágrimas de los ojos - es solo que... mi novio me ha dejado... - a la muchacha se le quebró la voz.

La chica era rubita de ojos azules y muy poca cosa, era de las que parece que se las van a llevar el viento.

- Pero eso no es lo peor... - después de decir eso se hecha a llorar de nuevo.

- Creo que no sabes bien lo que es una inauguración de una disco, pero creo que te llevarás una gran sorpresa - dijo con tono sarcástico - vamos a buscar la discoteca esa... - miró por las paredes y en los postes de luz un cartel. No halló nada.

Saliste por fin de esa embarazosa situación con tu novia, paseas sin rumbo fijo pasaste por un parque pero había una pareja y recordando los momentos bonitos con Bea decidiste no hacerles daño.

Esta noche tenías sed de sangre, de sangre fresca y humana. Seguiste andando, había mucha gente en lo que parecía la puerta de una discoteca - Sangre... sangre fresca y joven - pensaste y se te hizo la boca agua. Tu mirada se izó al cielo y viste el brillo de la luna pero estaba tapada por una nube. - Ese olor... - fijaste tu mirada a un callejón donde una chica de melena rubia te miraba sin quitarte la vista de encima, la chica era la misma que viste por la mañana. Decidiste acercarte para ver de que te sonaba.

Cogiste tu abrigo porque hacía mucho frío en la calle, pero a ti no te importaba nada más que saber qué es lo que es tan importante para tu novio, eso que es incluso más importante que tu. Lo seguiste con bastante ventaja para evitar que al girarse te viese.

Pasó por un parque donde tu y él pasasteis muy buenos momentos vistes que Breck paró y después continuó la marcha. En la calle contigua un grupo de adolescentes se interpuso en tu campo de visión y tu novio desaparece.

Varias son las calles por las que ha podido seguir.

Tu te acercaste a un chico que estaba de espaldas a ti y le tocaste en el hombro, el chico se volvió sonriente, tu querías participar en la búsqueda, era un chico bastante más alto que tu, rubio y de ojos azules. Vestía de negro totalmente y te quedaste anonadada mirándole, su mirada penetró en tu ser, casi notaste que podía mirar dentro de tu mente incluso podría adueñarse, si quisiera, de tu alma.

- Hola, ¿puedo ayudarte? - dijo al ver que tu no podías mediar palabra.

emmm... yo... yo... nosotros... mi mirada sigue clavada en sus ojos. no puedo pensar claramente.

sus ojos azules inundaban mi mente... parecía que entraban en mi alma... que me hablaban... pero yo era incapaz de escuchar lo que me decían...

y mucho menos de articular palabra...

-Vaya... parece que te secuestraron... Al menos tienes la ventaja de que te acuerdas de algo. Yo no sé nada... tan sólo desperte aquí. Quizás los sonidos que vienen de fuera me resulten un poco familiares, pero ni siquiera se la razón. Déjame mirarte ese cuello...- le dijo mientras le giraba suavemente, con delicadeza, el cuello hacia un lado.-Creo... que te ha mordido algún animal. ¿Recuerdas algo así?-

- Bueno déjeme pensar un poco... - dijo mirando a Fenris profundamente - creo que un hombre bastante grande me corto el paso, d'accord? - se llevó las manos a la cabeza - Oh, mi cabeza - después se serenó un poco - me pegó un golpe en la cara y cuando volví a mirar era un monstruo - puso cara de horrorizada - su cara era como... como de... loup - se abalanzó a tu cuello, temblando.

Te miró a los ojos manteniendo tu mirada y te besó en los labios.

Novio? Desde luego, la juventud de hoy en día "maduran" desmasiado pronto.

- Bueno, lo de tu novio.. Lo siento, pero no te aflijas. Eres muy joven, aprovecha esa adolescencia que tienes toda la vida por delante...

Me estoy desesperando. Qué cojones le pasa? Y yo por qué sigo aquí preocupándome por esta chiquilla desconocida?

- Qué pasa? Qué más te ha pasado?