Partida Rol por web

Kira se despide con su alegría habitual y con el movimiento horizontal de su mano derecha.

- Adiós, ha sido un placer espero que nos volvamos a encontrar.- ahora se dirige a Raven.- ¿siervo de la causa? No creo merecer eso... por cierto... ¿sabéis cómo está Lestat? Creo que ha sido muy descarado preguntar así por Lestat pero estoy preocupada... espero que Dios lo asista, rezaré por él. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre....

No sabía si sentía calor, o frío, pero sí que estaba incómoda. Aquel viaje hacia el aeropuerto estaba siendo desagradable, “como si viajara dentro de un ataúd”; pensó con una ironía de la que no pudo reírse. Sentía dolor en su boca porque sus colmillos crecían por primera vez; y al llevarse una mano a ellos para palparlos vio la sangre en sus dedos. La frotó entre ellos, quería sentirla, quería saber si algo había cambiado sólo con tocarla. Después de aquello la probó inconscientemente.

Había algo mucho más fuerte en el ambiente que no le permitía centrarse en cómo se estaba transformando. Incluso al mirarse al espejo para apreciar mejor sus colmillos no se alarmó al ver el color rojo de sus ojos. La realidad es que había algo más fuerte que todo eso, algo que aumentaba en su interior: odio, un odio hacia la persona que amaba y a la que ahora era incapaz de mirarlo. No al menos con aquellos ojos que ahora poseía.

No sintió cambio alguno cuando Breck abrió las ventanas del coche, excepto el aire en su cara y como la sangre palpitaba con fuerza en su interior. Su sangre pedía sangre. Su sangre pedía la vida de un Licántropo. Su sangre pedía a Breck.

Apenas escuchó aquella palabra de arrepentimiento cuando el coche estaba a punto de colisionar. ¿Cómo iba ser capaz cuando sólo oía la subliminal voz de miles de sus congéneres corriendo por sus venas? Por un instante cerró sus ojos y se mordisqueó los labios preguntándose qué sabor tendría un Licántropo.

Breck estampa el coche contra el quitamiedos. Miles de cristales volaban a vuestro alrededor brillando como pequeñas motas de nieve en invierno.

Los airbags delanteros saltan al colisionar, al llevar ambos los cinturones, la desgracia es poca pero si que Bea está inconsciente lo que hace que al despertar pueda tener más ira y con eso más sed de sangre.

Breck está consciente pero su peso hace que salga disparado por la luna delantera, llendo unos metros más hacia delante. 

Breck después de la caída continúa consciente, al haber planeado el golpe no le pilló desprevenido, por lo que con solo unos rasguños consigue ponerse en pie.

Por el contrario, Bea, tiene problemas para levantarse, está algo aturdida sentada en el sillón del copiloto el cinturón le ha salvado la "vida" aunque por su condición no puede morir si podía haber quedado inconsciente. Su rabia crecía a cada momento Breck la había estampado queriendo por lo que eso hizo que su enfado aumentara.

Viro se encuentra contra la pared, metafóricamente, al ver su situación. Por un lado tiene que vengarse pero por otro lado no puede hacerlo contra ellos porque son parte de la trama de esta historia retorcida.

Fenris puede ver en la cara de la vampiresa sus "sentimientos" de contradicción y sonríe de medio lado como es costumbre en él.

Monique no entiende nada ve como Fenris sonríe y mira como Viro la apunta con un arma y se pone nerviosa, puede que el licantropo esté intentando matarla, había confiado en el ciegamente pero ahora no entendía porque quería que la chica le disparase. ¿Querría deshacerse de ella sin manchar sus manos? Los nervios de Monique hacen que dibuje una cara con tal horror que Viro no comprende pero se siente bien al ver eso y se mueve hacia atrás lo que hace que Viro dispare, era lo que venía buscando, por lo que se relaja un poco y baja la guardia.

Fenris aprovecha dicho momento para dar un golpe al arma que la vampiresa lleva en las manos y lanza la pistola lejos de Viro. Esta aunque atónita muestra tranquilidad y seguridad.

No podía creer lo que había sucedido, aunque estaba aún algo desorientada. Breck había estrellado el coche y, si hubiera sido una persona normal… ¿qué hubiera sucedido? ¿Estaría muerta? Todavía no era capaz de asimilarlo, y puede que más calma entendiera que su pareja sabía que un accidente así no podía matarla.

Su boca temblaba ligeramente alentada por aquellos colmillos que pedían sangre. La sangre de Breck. Lo notaba, sabía que todo aquello iba a traerles problemas pero… ¿cómo poder evitarlo?

Miró enderredor, pero sin focalizar nada en concreto hasta que la imagen de su novio se visualizó como su más terrible enemigo. Sus ojos se abrieron en respuesta, así como el impulso de incrustar sus colmillos en el cuello de Breck.

Tenemos que estar unidos para la guerra que está por llegar, Alexander, padre de todos los príncipes que ahora mismo habitan en la tierra, tuvo una visión, y en ella aparecíais vosotras y los licántropos que os acompañan aunque creo recordar que aun falta uno... -mira a Kira con curiosidad - Lestat por el momento está estable, es muy fuerte aunque no lo parezca por lo que no tienes de que preocuparte, seguro que está llegando - sonríe pícaro ante la situación, está preocupada por él... bien piensa divertido - si tenéis alguna otra duda aquí estoy para responder a lo que pueda y sepa. 

Kira se extraña al ver la sonrisa picarona de Raven al hablar de Lestat Por favor Dios Todopoderoso dime que no sabe que... no, seguro que no lo sabe.... al menos me intentaré convencer de ello...

- Preguntas muchas pero seguro que se me resolverán más adelante.- le sonríe ¿Por qué tardan tanto los que faltan? Tengo ganas de llegar ya y ver aquello... será tan bonito aunque tenga que librar una guerra no me puedo perder la belleza de aquel lugar....

Fenris reacciona casi a la velocidad del pensamiento, su mirada se vuelve completamente distinta, aunque la sonrisa no se borra de su rostro, su expresion corporal declara que esta listo para el combate.

Viro sonríe, aunque en desventaja le gusta la idea de poder acabar con dos de sus peores enemigos, los lobos... era algo que venía queriendo hacer desde que comenzó toda esta locura, aunque la verdad es que desde el principio había sido paciente y evitado conflictos, hasta ahora - es gracioso, la rubita va a hacer que se vaya al trate toda la misión... curioso sin duda - dice pícara - bueno qué vamos a hacer las cosas son así a veces se gana y otras veces se pierde pero por lo menos lo pagaran con vosotros dos - su sonrisa muestra la maldad en todo su esplendor, Viro era una diosa de la venganza y ahora tenía sed de ella.

Muchas eran las cosas que habían hecho los licantropos para fastidiarla y ahora tenía que acabar por lo menos con ella.

La puerta de la habitación que estaba abierta por el golpe de la vampiresa deja ver la silueta de un hombre alto y delgado.

No está bien hacer algo así - le dice a los presentes - estamos en una era  - dice por llamarlo de alguna forma - de paz entre ambas razas, debéis mostrar vuestra fortaleza no la debilidad, ¿pensáis que para Al-Zaharat o Kraven es fácil guardar las apariencias? La respuesta es no, no les es fácil - hace una pequeña pausa y después mira a Viro - quiero que lleves a Monique a la enfermería del castillo y esperes junto a ella a que esté completamente recuperada, mientras Fenris y yo iremos al aeropuerto para calmar los nervios de los que ya se encuentren allí. Quiero que seas rápida Viro.

Cuando termina de decirlo mira a Fenris y le inclina un poco la cabeza, como pidiendo perdón por su vástago - acompáñame.

No puede evitar salir corriendo hacia el aeropuerto como si se le fuese la vida en ello, no podía hacerle daño, no quería y ahora cuando tiene un poco de conciencia sobre su ser aun tiene que evitar este conflicto.

Mira por última vez para atrás antes de que la silueta del vehículo se pierda completamente de su vista, espero que te encuentres bien, Bea, mi amor... piensa con dolor, es muy posible que después de eso ya no sean los mismos.

Al llegar al lugar después de mucho corriendo se sienta a tomar un poco de aire en los aseos y también para limpiarse un poco tiene que estar presentable ante el resto, mejor no mencionar lo ocurrido o por lo menos atrasar lo más posible dicha cuestión.

Sale a buscar alguna cara conocida.

La muchedumbre es increíble, hay tanta gente en la terminal que apenas puedes ver nada, es posible que aun no hayan llegado y puede que si que haya gente allí.

Está tirada en el suelo con cara de cansada y con dolor, apretando el orificio de la bala para que no derrame más sangre o se desmayará.

Hace una mueca de conformidad ante las palabras de Lestat, tiene que hacer lo que su sire dicta, eso la hace sentirse en parte mucho mejor porque hubiese luchado pero contra dos lobos hubiese tenido las de perder, aunque nunca se sabe, piensa mientras muestra una cínica sonrisa.

Se acerca a Monique y la ayuda a levantarse sin ningún problema, después sale de la habitación mirando por último a Fenris y Lestat antes de partir hacia el castillo.

De camino, Monique iba perdiendo fuerza, aunque no quería reconocerlo pero eso lo notaba Viro, buen momento para acabar con su miserable vida, pero no pienso hacerlo, no así, tiene que ser una pelea digna, con todas sus fuerzas... se dice para sí. La loba de vez en cuando soltaba algún quejido pero después se ponía erguida y seguía caminando como para mostrar su fortaleza.

Ya en el castillo la enfermería miraron con extrañeza a Monique, Viro no pudo más que sonreír ante esa reacción. Se encoge de hombros como diciendo que ella no tiene nada que ver - son ordenes de Lestat - dice solamente para que la médico y enfermeros se pongan manos a la obra.

Cuando hubieron terminado la licantropo se encontraba casi en plena forma así que cogieron un vehículo para dirigirse a la zona de reunión, el aeropuerto.

Hace una mueca de conformidad ante las palabras de Lestat, tiene que hacer lo que su sire dicta, eso la hace sentirse en parte mucho mejor porque hubiese luchado pero contra dos lobos hubiese tenido las de perder, aunque nunca se sabe, piensa mientras muestra una cínica sonrisa.

Se acerca a Monique y la ayuda a levantarse sin ningún problema, después sale de la habitación mirando por último a Fenris y Lestat antes de partir hacia el castillo.

La carretera estaba tranquila por lo que no tenías problemas a la hora de llegar. Tardáis poco pero ya deben estar todos esperando.

Vas con Lestat hacia el aeropuerto, tiene aparcada en la puerta una moto con la que ir sin problema a cualquier lado, en este caso el destino es la terminal.

Llegáis sin problemas ya que el dominio de la moto de Lestat es incomparable.

Allí buscáis a ver si el resto han llegado o no.