Partida Rol por web

Calisto se despierta, es Sábado por la mañana y se le han pegado las sábanas, la luz del día se entremete por las ranuras de la ventana. Como no tienen nada que hacer pues se ha dedicado a descansar, ayer por la noche había salido a cazar humanos su sed de sangre unida con la luz de la luna habían echo de ella un fiero licantropo por un lado le daba pena su víctima pero por otro lado no podía morir ella de inanición.

Retira las sábanas color crema que está entrelazado con un plumas y se acerca lentamente a la ventana, al abrirla suenan sus bisagras y una brisa agita su pelo y renueva el aire de la habitación, el frescor recorre tu rostro y te hace sentir viva. La luz del sol inunda tu piel y el canto de los pájaros te relajan, pareces estar renaciendo te sientes bien ya que anoche cenaste como es debido ya lo deseabas después de 28 días el liberar la bestia de tu interior.

Unos golpes hace que la paz en la que te encontraras sufriera un pequeño cambio.

Dana se despierta, es Sábado por la mañana y como es normal en ella se levanta pronto, los primeros rayos del día se entremeten por las ranuras de la ventana.

La noche anterior habías salido a cazar humanos tu sed de sangre unida con la luz de la luna habían echo de ella un fiero licantropo.

Retira las sábanas color carmín que está entrelazado con un plumas negro y se acerca lentamente a la ventana, al abrirla suenan sus bisagras y una brisa agita su pelo y renueva el aire de la habitación, el frescor recorre tu rostro y te hace sentir viva. La luz del sol inunda tu piel y el canto de los pájaros te relajan, pareces estar renaciendo te sientes bien ya que anoche cenaste como es debido ya lo deseabas después de 28 días el liberar la bestia de tu interior.

Tu PDA suena y te muestra un mensaje "Espero que vengas a la reunión, Kraven." Tu jefe te estaba invitando a una reunión importante.

Vaya parece que hoy tengo una reunión ineludible...justo lo que necesito tras una noche como la de ayer...Un ligero dolor de cabeza indica lo ajetreado del dia anterior así que como muchas veces antes me levanto y comienzo con los preparativos para ir a la reunión con Kraven...pongo el agua caliente y comienzo a darme una buena ducha, tras esto me visto con ropa de calle no puedo imaginarme lo que puede ser tan importante...bueno, supongo que no tardare demasiado en enterarme... Me intento dar toda la prisa posibles pues a Kraven no le gusta la impuntualidad y que le hagan esperar, y menos en una reunión convocada expresamente.

¿Quién será a estas horas? con lo bien que estaba aquí con esta brisa y este escalofrío...en fin... Calisto sigue observando el paisaje y sintiendo la brisa en su rostro pálido y siguió pensando en quién podría ser.
-Adelante. dice al individuo aún desconocido que se encuentra tras la puerta.
Se me hace raro haber salido a cazar humanos pero después de tanto tiempo, es un alivio pero lo siento un poco por mi víctima. Calisto hace un poco de orden en su cama para que parezca algo más cuidada pero ve que la persona que había tras la puerta ya ha entrado.
-Buenos días, ¿ocurre algo?
Calisto lo observa atentamente esperando una respuesta aunque estaba recordando la sensación que tuvo al abrir la ventana esa sensación tan refrescante y viva pero pronto dejó de pensar en ello.

¿Calisto? Soy Dimitri - dice el chico entrando por la puerta - Kraven quiere que nos reunamos en el salón, tiene algo que contarnos - dice esperando a que te giraras.

Tu asientes y le acompañas por el camino te pone al día de lo que ha pasado en la mañana. Los pasillos son estrechos y están muy mal cuidados pero eso es solo la planta alta, es una tapadera ya que en realidad en el subsuelo tenéis unas catacumbas que es el verdadero hogar, muchos siglos estando a la sombra de los vampiros que ya os acostumbrasteis a habitar en los subsuelos de la cuidad mientras ellos vivían lujosamente en la superficie.

Farah... esos chupasangre la han matado en esta noche... - dice apretando los puños y bajando la mirada - cada vez son más - al entrar en el gran salón marcando la clave 343 se abre unas puertas metálicas muy pesadas e irrompibles y muchos de los licantropos estaban sentados al rededor de la mesa, esperando al gran Kraven.

Sales de tu habitación y recorres con soltura los viejos pasillos de la comuna, son estrechos y están muy mal cuidados pero eso es solo la planta alta, es una tapadera ya que en realidad en el subsuelo tenéis unas catacumbas que es el verdadero hogar, muchos siglos estando a la sombra de los vampiros que ya os acostumbrasteis a habitar en los subsuelos de la cuidad mientras ellos vivían lujosamente en la superficie. Todo en la parte inferior está automatizado, pero no deja de estar derruido.

Al llegar marcas la clave 343 se abre unas puertas metálicas muy pesadas e irrompibles y muchos de los licantropos estaban sentados al rededor de la mesa, esperando al gran Kraven. Ves a Calisto y Dimitri sentados juntos y un sitio libre al lado de ella, que te saluda con su encantadora sonrisa.

-¿Cómo han podido matar a Farah? ¿Cuántos la atacaron? ¿Porqué nosotros no conseguimos a más gente? dijo Calisto sorprendida por la noticia y mientras Dimitri le contestaba ella no podía dejar de pensar en lo que los vampiros hacían No puedo creer como son los chupasangre, son unos.... cobardes y además viven de lujo en la superficie mientras nosotros estamos aquí, aunque después de tanto tiempo una se acostumbra y es un asco pero así es la vida. -¿Tienes alguna idea de lo que Kraven quiere decirnos? Será algo referido a la muerte de Farah ¿no? Pronto lo averiguaremos.
Cuando entró en la sala observó a todos los licantropos y distinguió de, entre ellos, a su mejor amiga Dana y la saludó con su encantadora sonrisa, aunque en ese instante al ver que Dana le contestó también sintió un escalofrío recorriendo cada centímetro de su piel y pensó Aún sigo sin decidirme por Dimitri, que es un chico genial, encantador y está muy bueno y entre Dana que no sé realmente lo que me ocurre al verla. Desde hacía ya un tiempo sentía esos escalofríos y esa alegría al ver a Dana pero Calisto también sentía lo mismo, o muy parecido, por Dimitri.
Calisto ve que a su derecha hay un espacio libre y se sienta junto a Dimitri.

Sentadas las dos juntas se abrieron las puertas una gran expectación y un silencio sepulcral inundaron la gran sala. Kraven entró con paso resuelto y sentándose en uno de los extremos de la mesa comenzó a hablar.

Señores, hay algo que está azotando nuestro pueblo los vampiros han sido nuestra peor amenaza y nuestra principal fuente de exterminio pero esto es diferente, miren – dice señalando a una pantalla que tenía a su espalda en ella se veía la imagen de autopsia de Farah una mujer-lobo que era bastante agresiva y famosa en vuestra comuna – miradla bien, no hay marcas en su cuello, y tiene la cara deformada y el torso arrancado, es como si estuviese hecho sin pensar, ese no es el estilo de los chupasangre, ellos son elegantes y cuidadosos, y esta imagen habla por si sola, un licantropo no haría eso, está fuera de lugar – dice golpeando la mesa – tiene que tratarse de otra cosa más mortífera y creo que tengo la solución – mira a Dimitri, Dana y Calisto – ¿chicos podeis acompañarme?

Al entrar Kraven se siente un silencio en el lugar, ya que Kraven es uno de los más grandes, cuándo comienza hablar se observa el gran poder de palabra que posee Kraven y la imagen de la autopsia Farah es algo que consigue afectar a Calisto.

¿Cómo puede hacer eso alguien o algo? ¿Existe algo aún más fuerte que los chupasangre y los licántropos? En ese instante mira la reacción que esa imagen produce en Dimitri y en Dana y también mira a su alrededor para ver a los demás hombres y mujeres lobo.

-Por supuesto que le acompañamos. Dice a Kraven y se levanta del asiento casi de un salto, e intenta que Dimitri y Dana también se levanten ¿Qué es lo que querrá decirnos? cuando lo consigue Dimitri, Dana y Calisto siguen a Kraven hasta el lugar de destino.

Kraven os lleva a una habitación contigua para explicaos lo que le preocupa.

Vereis, creo que son una criaturas muy diferentes a nosotros los que están haciendo todo esto, los vampiros también están sufriendo las consecuencias, están muriendo muchos de ambos bandos y lo peor está por venir... creo que piensan terminar con las criaturas de la noche para después someter a la humanidad ya que nosotros moriremos antes de ser esclavos de nadie – sus puños se cerraron fuertemente – he llegado a la conclusión de que solos no somos nada los licantropos y vampiros que se han enfrentado a ellos han muerto pero... ¿qué pasaría si uniésemos nuestras fuerzas? Eso no se lo esperan, sería algo impensable en todos los aspectos... Al-Zaharat, la anciana de Barcelona – dijo con un brillo de ira en los ojos – dijo algo parecido tengo entendido, así que tengo que pedios un favor, tenéis que ir a Japón para hablar con Miho Aiko.

Cuando llegaron a la habitación Calisto observó la cara de Kraven y vio que algo andaba muy mal.

-¿Aliarnos con los chupasangre? No puede ser somos incompatibles no... dijo muy sorprendida por la noticia Como que aliarnos es algo... fuera de lo normal, ¿Como sabe que Al-Zaharat ha pensado algo parecido?.

- Dices que esa "cosa" va a por los dos bandos, ¿de verdad piensas que aliándonos con esos conseguiremos algo? Calisto intenta por todos los medios no tener que pasar ni un segundo de su vida con los vampiros es algo que no soportaría, ya que odia a esa especie.

- ¿Para qué tenemos que ir a ver a Miho Aiko? ¿Qué haremos en Japón? Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas.

Calisto no paraba de mirar a Dana y a Dimitri que parecían reaccionar de otra forma.

A Dana, quien a pesar de odiar y repudiar a los vampiros desde lo más hondo de sus entrañas, la idea le fascina. Sería como estudiar al enemigo más de cerca.

-Sabemos algo sobre las criaturas a las que tenemos que enfrentarnos? Alguna conjetura? -dice.

La Gran Miho Aiko, no creo que quiera prestarse para esta alianza que propones Kraven - Dimitri no estaba de acuerdo con eso miró a las dos chicas - es una locura si no obtiene la supremacía ese... ser, el que sea que este haciéndonos todo esto lo terminaran haciendo esos vampiros - la cara de Dimitri mostró asco más que otro sentimiento.

Calisto se sorprendió bastante por la reacción de Dana ya que ella odia a los vampiros y no esperaba que ella dijera de colaborar con ellos, mientras que la reacción de Dimitri era la que Calisto más o menos esperaba de él.

-Estoy de acuerdo con Dimitri, es un locura unirnos con los chupasangre y no creo que aliándonos consigamos ser más fuertes que las criaturas. Calisto no dejaba de mirar a Dana ya que sentía como si la hubiera traicionado al elegir a Dimitri en lugar de a ella, se sentía entre la espada y la pared y pensaba: ¿Habré hecho bien? ¿Y si Dana tiene razón?

-¿Cuándo partiremos hacia Japón? ¿Qué debemos hacer allí? Calisto intentó cambiar de tema para dejar de pensar en los vampiros, esos asquerosos vampiros.
Aunque no lo consiguió puesto que no paraba de pensar ¿Habré hecho bien? ¿Y si Dana tiene razón?

Calisto esperó a que Kraven opinara sobre el asunto ya que era el único que después de todo no había dicho aún nada.

Cuanto antes, esta mañana o esta tarde a más tardar. Quiero creer que estoy haciendo bien enviándoos aunque no confío en que todo salga bien... decidme qué pensáis y si queréis ir porque de lo contrario, no os insisto más - dice mirándoos apenado - en vuestras manos pondría mi vida, os pido ese favor, pensé que me entenderíais ya que una de los vuestro, Farah ha muerto ha luchado con gran valentía pero eso no los ha salvado ella y otros dos más... - un atisbo de ira brillo en sus ojos - espero que estéis de vuelta en menos de dos días con respuestas, ya que yo dentro de esos días tendré que marchar para hablar con Al-Zaharat y no creo que meterme en la boca del lobo, que irónico, puede ser peligroso, puede incluso que muera pero quiero que si no regreso vayáis a España para que Khan tome el mando y ustedes tres estéis a sus ordenes - bajó la mirada - bueno decidme, ¿me ayudaréis en esta locura o tendré que hacerlo yo? - intentó bromear pero en estas situaciones no tenía la misma gracia.

-Aunque me cueste la vida lucharé a su favor ya que usted ha puesto la mano en el fuego y confías en nosotros. Calisto respondió con rapidez porque sentía la necesidad de ayudar a los suyos,además el rostro apenado de Kraven hizo que se decidiera más pronto. Así que Calisto esperó la respuesta de sus compañeros aunque tenía una leve idea de la respuesta de ambos.

-Debemos coger lo necesario para ir a Japón y tenga mucho cuidado ya que algunos lobos muerden dijo irónicamente ya que quería seguir con la broma de Kraven.

-Relájese, intentaremos hacerlo lo mejor posible dijo Calisto dudando un poco de su palabra.-Aunque tenga que hacerlo yo sola. Puedes contar conmigo.

Ella asiente ante las palabras de Khaven, mirando de vez en cuando de soslayo a Calisto. Cuando saltó como un resorte diciendo que iría sin dudarlo, una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Por mi no hay problema ninguno. Con gusto daría mi vida por todos vosotros. Cogeremos el avión que antes haga la ruta Rumanía-Tokio, y hablaremos con ella, Kraven -dijo. -Confío en que estés en lo cierto, y en que pueda ayudarnos.

Esto va a ser una estupidez no me gusta como piensa Kraven, aunque siempre a estado hay... agacha la cabeza y con una voz apagada y con un tono de cabreo
– Iré
levanta la mirada dirigiéndola a Kraven y no con ojos de cordero si no de fiera con hambre
- Pero no pienso morir por algo a lo que no estoy de acuerdo.
Cortando un poco la tensión que el solo se había creado suelta algo para que la batalla no empiece dentro. Con una sonrisa falsa...
- A y gracias por decidir que seamos nosotros necesitaba unas vacaciones

Dana mira a los presentes, y levantando un poco los brazos, dice..

-En marcha entonces.

Calisto no se puede creer que al final no tenga que ir sola a Japón, la verdad es que estaba contenta porque iría con sus dos mejores amigos y eso era algo que le hacía estar contenta así que sonrió hasta más no poder y dijo:

-Vamos allá.

¡Qué guay en Japón con Dimitri y con Dana! Esto va a ser genial pensó Dana mientras observaba a Kraven al que parecía haberle cambiado la cara.