Escucho su discurso con una mezcla de interés y sorpresa.
Dios, no le he contado nada de mi y a el solo le ha faltado decirme el grupo sanguíneo al que pertenece.
Tanta sinceridad me abruma incluso llega a incomodarme, aunque ligeramente. No estoy acostumbrada a que la gente me abra su corazón de manera tan directa. Cuando un tío intenta ligar conmigo no me suelta ningún rollo, simplemente se llenan la boca de palabras bonitas y algunos lo intentan vacilándote. Me quedo sin respuesta para todo lo que me ha contado. Dos de las cosas que ha comentado giran en mi mente.
Qué significa que antes eras "malo"? Y porqué de repente tu casa es un hotel?
Al ver que no le atienden, Lucca suelta las llaves en la entrada provocando el tintineo de éstas.
Ya estoy en casa Chris - Por el tono de voz, Lucca parece cansada. - No sé ni qué hora es. ¿Has dormido?.
La italiana rebusca en el piso hasta encontrar a Chris.
Llamo Mari muy nerviosa, siento como mi voz tiembla...
Mari... Es...estoy en el hos...hospital, es Breck... Si... si puedes venir...
Cuelgo e intento respirar tranquilamente... Hace rato que estoy aqui y todavía no me han dicho nada... Como no me digan algo... uff...
Miro a mi alrededor, y veo salir a una enfermera de urgencias... Me acerco con paso rápido hacia ella...
Disculpa, mi novio, Breck entró ya hace rato, saben alguna cosa? como se encuentra?
necesito respuestas, y tambien mejorar mi tecnica de combate. No se desde cuando estoy aqui, lo ultimo que recuerdo es que estaba luechando en Barcelona con una Vampira bellisima, despues llegue a casa ensangrentado y Bea quiso llamar a un ambulancia, un segundo despues, estaba aqui, contigo, y me cuentas que me he peleado con un mindundi...por favor dime todo lo que sepas sobre los Vampiros, esa tipa dijo que iba a matar a Bea...la cara de tension hace aparicion, y sus musculos se ponen rigidos...
La enfermera me dice que todavía no le han dicho nada, y me pongo más nerviosa, empiezo a caminar de un lado a otro de la sala de espera... Una señora mayor se me acerca, colocando su mano artrítica sobre mi brazo, me detengo y la miro, ella sonríe, aunque quizás hubiera sido mejor que se hubiese abstenido de hacerlo, sus dientes picados, medio rotos me recuerdan a alguna película de estas de zombies... La mujer destila un olor corporal bastante desagradable, mezcla entre sudor y alcohol... Sus ojos son bordeados por miles de arrugas, pequeños, pero en ellos veo brillar una luz, se ven despiertos y perpicaces....
Pequeña, quieres pararte un ratito?
Me dice, precediendola el olor del último coñac que se habrá bebido...
Si... Si, disculpe...
Le digo, y rápidamente me voy al banco, sentándome y cruzando las piernas, intento evitar su mirada, me pone nerviosa...
Al rato vuelvo a levantarme, y me dirijo hacia la mesa de recepción...
Disculpe, se sabe algo de Breck?
Le pregunto a la enfermera que se encuentra allí...
Allí se encontraba una chica.
Lo siento mucho, pero aun no tengo nada sobre los nuevos que han llegado - dice mirando la lista - ¿me podría dar los datos de su novio? - y esperó a que hablaras.
¿Sabes lo que haremos? Iremos a la granja de tus padres - dijo mirándolo fijamente - tienes que mirar al pasado a los ojos y poder tener la cabeza alta, si no nada saldrá bien - dijo muy serio para luego soltar una carcajada - después te enseñaré a luchar, tienes mucho potencial, chico. Y también todo lo que sé sobre los vampiros.
Buenos días, aunque creo que para ti aun son buenas noches, jeje - dijo guiñando un ojo en señal de complicidad - si he conseguido dormir algo, estoy terminando de hacer el desayuno, ¿quieres comer algo? - pregunta mientras calienta la leche - vaya las noticias de los periodicos... hablan de cosas extrañas, jejeje, la verdad es que hay cada cual...
Pues "malo", me refiero a con chulería, egoísta, ect... ¿me entiendes? Y mi hotel es como mi hogar, vivo en el nuevo Hotel Ritz que han abierto - dice Lolo parece que no quiere nada sin duda... mira al suelo un poco desilusionado - pero... no se, a ti te gustaría... ya se, es una idea descabellada y sin conocerme, que cara tengo - dice sonriéndose y mirando hacia delante no se atrevía a mirarla a los ojos.
Te sentías bastante atraída por este chico tan tierno y guapo, parecía que se estaba sincerando contigo porque le gustabas bastante y estaba dolido con las chicas.
Es mediodía y vas a un centro comercial que está cerca de el piso de Marisa, es grande y hay mucha gente que pasea por la entrada y por los pasillos del interior. Un guardia de seguridad muy guapo te mira al entrar y te sonríe, tu te ruborizas un poco y continuas al pasillo donde deben de encontrarse las pastas y te pones a mirar los estantes.
Alguien choca contigo mientras andas intentando leer los envases, el español lo entiendes bastante bien pero no del todo.
Lo siento... ¿Kira? - dice el chico que parece conocerte, su rostro te es familiar, pero hay algo que falla.
Subes más arriba donde te parece ver a alguien el cual supones que es Lestat.
La figura estaba oscura, pero al acercarte ves que es un joven, rubio y con facciones muy marcadas que te mira fijamente, está tomando una copa de algo que crees pensar que puede ser sangre. Está sentado en el sofá cómodamente y con actitud chulesca, tenía las piernas cruzadas formando con una de ellas una ángulo de noventa grados y con el brazo que no sostiene la copa está dejado caer en la cabecera del sofá.
¿Vi... Violet? ¿Eres tu? - dijo el chico extrañado - No has cambiado nada - la cara de sorpresa aun no deja de estar presente en su expresión - estás exactamente igual que hace... ¿100 años?
Hmmm...
Lucca prensa los labios por un instante, mientras se acerca a coger el brik de leche y un vaso e imitar a su compañera. Debería dormir, pero lo recién ocurrido en la noche le mantiene atenta a ello, y no a la cama - El caso es que... no te lo vas a creer Cris, pero me ha pasado algo muy extraño. Un tipo muy raro me ha dicho que si no sabía lo que había ocurrido, pero se ha marchado sin darme tregua a contármelo. Entonces, ¿qué es lo que ha pasado? - pregunta mientras se bebe la leche, fría y sin ningún tipo de edulcorante.
Miro al chico, con un paquete en cada mano, mientras mi clara refleja con toda claridad mis pensamientos
-Oh my god, yo te conozco....
Lo miro un momento, sin saber muy bien que hacer, hasta que al fin reacciono
-eee... hola! Perdona, ahora no caigo... Sonrio, avergonzada
Presiono los labios hasta que se ponen blancos, conteniendo una sonrisa. Aun así, mis ojos sonríen sin poderlo evitar.
Olvídate de ser malo! Ya no mola..., eso fue en el siglo pasado!
Finalmente echo a reir con ganas en mitad de la calle, quizás algo escandalosa, pues gente que está relativamente lejos se gira para mirar. Veo que no se atreve a fijar sus ojos en mi, me muevo hasta quedar delante de el, obligándole a mirarme.
Así que tu me gustarías eh? Tu no tienes abuela verdad? Jaja!!
Me sitúo a su lado otra vez y le cojo del brazo, empezando a andar de nuevo.
Pues no te creas que voy a caer tan fácilmente, tendrás que ganártelo.
Le sonrío y le guiño el ojo divertida. Lo que es mi simpatía ya la tiene, pero si quiere algo más deberá hacer mértios.
Disculpa, con los nervios pensé que te los había dado... mira aquí los tienes...
Le digo mientras le enseño su dni y su targeta sanitaria... Con las uñas empiezo a repicar en el marmol del mostrador, mientras espero que apunte sus datos, mi mirada no cesa de dirigirse hacia la puerta de entrada, esperando ver llegar a Mari, la necesito a mi lado, siento ganas de gritar de fustración, la espera se hace tan larga...
Con un gesto serio hago un gesto afirmativo con la cabeza y con voz grave digo De acuerdo, vamos y comienzo a caminar.
Miro a la mujer y sonrió Tranquila seguro que de ese asunto se ocupan los action man estos. Tu y yo iremos conseguiremos la información y que ellos se ocupen del resto me giro y miro a los tipos en cuestión Cuando queráis
Viro sintió como si un jarro de agua helada le cayese por encima. Por unos instantes perdió su habitual compostura sensual y segura y se detuvo en seco a medio camino del sofá. En la vida se hubiera imaginado eso...Abrió la boca incapaz de articular palabra durante lo que le parecieron eones finalmente logró sobreponerse. Estúpida, ¿es esa la imagen que quieres dar? ¿como un pez falto de oxígeno? se reprendió duramente Aún así, parte de su seguridad se había perdido.
-¿A...aitor?- logró articular mientras se acercaba a él lentamente, cauta. Sus ojos le miraban intensamente registrando todos los cambios y la ausencia de ellos que había experimentado el gran amor de su juventud. Para ella era como revivir un sueño.-¿Cu...cuándo?- se fijó en la copa de sangre.-¿Cómo...?- ¡ya basta!- Tú tampoco has cambiado-comentó al final irguiéndose ligeramente y mirándole através de sus largas pestañas. Suspirando profudamente le preguntó con voz que intentó sonase desapasionada- No sabía que te habían convertido-intentó alejar de sí los recuerdos.-¿Quién lo hizo y cuándo?