Partida Rol por web

-LA VERDAD NO DEBE SER ACALLADA, CESAD VUESTRO GRITERIO ALDEANOS. Me pongo en pie y grito a pleno pulmon mientras lanzo sobre mi mismo un conjuro de agrandar persona para intentar amedrantar a tanta gente como pueda.

La taberna es una autentico caos, casi no hay espacio para moverse pues a cada lado los lugareños golpean a sus vecinos cual pelea de taberna, algunos por el mero hecho de pelearse, otros inconscientes por el alcohol y otro porque no ven otro remedio para llegar a la salida. Algunos caen sobre las mesas y otros vuelvan golpeados por los puños de sus oponentes, destrozando el escaso moviliario de la posada, ante la atonica y sollozante mirada del dueño.

Subida en su mesa, Acechador, lanza con maestria la flecha de su arco, frente a un pobre hombre entrado en años que con su mirada llena de odio y colera intentaba agarrar los pies del elfo para derribarlo de la mesa. Con un lastimero gemido, el lugareño cae perforado sobre la mesa de Acechador perforado su corazon por la certera flecha.

A pocos metros la tunica reluciente de Anubis comienza a mancharse de la porqueria y los restos de la comida y bebida que sigue lloviendo por la sala. Al ver como un joven lugareño humano de tez curtida intenta abalanzarse sobre el joven mago, este en un alarde de rapidez y poder, comienza a pronunciar sus extrañas e ininteligibles palabras al tiempo que gesticula fervientemente. El hombre se lanza descontrolado sobre Anubis con sus puños y cuando parecia que el puño se acercaba a su cara, este sale repelido por una fuerza invisible que casi hace trastabillarse al agresor.

A un palmo de distancia de Acechador, Kurt observa como cae fulminado el lugareño sobre la mesa del elfo, y ante la aparicion de un nuevo oponente, decide suplicar la ayuda de Kiri Jolith, elevando su plegaria al tiempo que gesticula manteniendo en sus manos una pequeña pizca de hierro pulverizado. En un abrir y cerrar de ojos, el cuerpo y todas las pertenencias de Kurt, comienza a agigantarse incluso por encima de la cabeza de Zoak que atonito mira a su compañero.

La vision provoca en su atacante un pavor que le hace perder el control de su ataque tratabillandose con el muerto y cayendo al suelo junto al cadaver.

La atonica mirada de Zoak sobre Kurt, apenas le hace ver que su asaltante, desefunda rapidamente una daga, y se lanza enfurecido y encolerizado sobre el minotauro Vaca bastadarda, voy a acabar con tu vida.. largate a silvanesti a pastar en el campo. Asesino de inocentes!!!! grita fuera de si. Pero la daga cocha contra la cota de mallas sin mayor daño. Sorprendido por el fallo, el lugareño lanza una mirada de odio a Zoak mientras espera el golpe final que acabea con su vida. Sin embargo este no llega y el bravo minotauro comienza a lanzar una serie de improperios intimidatorios sobre su atacante que le dejan aturdido daga en mano sin saber bien si reanudar el ataque o largarse por donde a venido. 

 Veo como el tipo trata de golpearme con su puño, pero yo soy más rápido y logro levantar mi escudo a tiempo, protegiéndome del daño. Le dedico una sonrisa traviesa, antes de tratar de golpearle con mi bastón, ya que prefiero guardar el único conjuro ofensivo que tengo memorizado, maldiciéndome por no tener más...

 - ¡Debemos de largarnos de aquí antes de que todo esto empeore!. - Les grito tanto al Heraldo como a mis compañeros.

El minotauro no quería hacer daño a nadie.

Entendía que el miedo, junto con el hambre podía hacer que la gente hiciera y dijera cosas imprudentemente.

Todo eso cambió cuando su oponente sacó un arma e intentó herirle. La furia y la ira nublaron su mente, aunque mantuvo la conciencia suficiente para no usar su hacha contra aquel desgraciado, así que intentó darle un puñetazo.

Y con la mente clara, ajena a los ruidos, y la masa de gente que se remueve como un grupo de insectos al  formar una nube, sin pensar la repercusion que puedo haber provocado al matar a un ciudadano, guiado por mis instintos de caza, cargo una nueva flecha , miro al atacante de Anubis y disparo....

Tienes razón, reinicio , salto desde la mesa y cargo hacia el que esta atacando a Anubis, por ahora ya he causado una muerte a alguien desarmado, no volvera a ocurrir , pero ante todo tengo que ayudar a los mios.

acechador.. puedes saltar, estara a unos 10-15 pies de distancia pero ten encuenta que tiene que ser salto sin carrera. Y posiblemente caigas encima de un de los muchos que estan de por medio peleandose..

confirmame tu accion y si es necesario haz nuevas tiradas menos iniciativa que me quedo con la primera

tienes que hacer en cada turno tu iniciativa (d20+iniciativa) y si es posible lo que deseas hacer, con la consecuente tirada de lo que quieras hacer,, ataque, habilidad, etc...

siempre es un d20 mas el bon de lo que sea (Iniciativa, ataque etc.) no obstante como eres nueva no te preocupes que lo ire mirando y modificando lo que vea y te comento..

Para no perder tiempo , viendo que la situación se esta complicando y que el mago necesita ayuda (me acabo de dar cuenta que Anubis es mago y que Kurt es clérigo, por el amuleto, aunque ya pensaré en ello), dejo caer el arco y salto por encima de la gente para alcanzar al que ataca a Anubis (mi intencion es hacer daño atenuado a cualquiera que no porte armas)

" Tangado haid! " ¡ Alguien tendría que sacar de aquí al Heraldo !

Shel, en pos de aquella escena montada, y ella aún cerca de la mesa donde se sentaban los aventureros, se abalanza sobre un enemigo, y sin reparos en asestar un golpe sobre su atacante, intenta dar un puñetazo en el estómago del contrincante.

Ante vuestra sorpresa la joven que hace unos momentos intenta discretamente acercarse a vuestra mesa, se lanza contra su adversario, un joven semielfo que la miraba de forma lasciva. Pero quiza en su arranque de colera, su puñetazo se desvia ligeramente cerca de la cabeza del semielfo, quedan a merced de su agresor.

A unos pies de distancia, la corpulencia de Zoak, casi no dejan ver a su oponente. El fornido minotauro sabiendo de su fuerza asesta un duro golpe sobre el lugareño en plena mandibula. Cae inconsciente al suelo con un regreo de sangre en su boca y un par piezas dentales.

Tras el fallido golpe de la joven humana, el lugareño con una sonrisa en su ajado rostro se lanza contra ella intendo noquearla sin destrozar su bello rostro. Pero con una agil inusual, consigue evitar el golpe certero a su rostro.

Unos 5 pies de distancia, subido en la mesa otea la escena. Y convencido de su capacidad de salto, decide saltar sobre la muchedumbre esperando llegar al lugar donde el joven de la tunica verde enarbola su baston frente a su oponente. Sin embargo su salto se queda corto y aterriza de bruces encima del oponente de Shel, rodando ambos por el suelo frente a la atonita mirada de la joven. 

La concentracion de Anubis se rompe justo en el momento en que a su lado el elfo tatuado aterriza sobre la espalda de otro lugareño. Su oponente aprovecha el momento para asestar su golpe sobre el mago, pero este demostrando una gran concentracion lo esquiva por lo pelos y enarbola su baston golpeando la cabeza de su oponente. Un sonoro crujido de huesos, hace desplomarse al suelo inerte al lugareño.

Poco a poco y tras un par de minutos de lucha sin cuartel parece la cosa comienza a calmarse. Algunos de los lugareños consguen salir del local raudos, mientras que otros lo hacen por la fuerza de la violencia. Incluso alguno deciden contiuar la pelea bajo el frio del mediodida. La verdad es que ha sido un almuerzo agitado.

Quedan unos pocos lugareños que intentan reponerse como pueden. A la entrada de la cocina el posadero y las dos camareras gimotean ante el espectaculo y lo destrozos ocasionados.

Zoak se mantiene junto a su oponente inconsciente, mientras que el gigante Kurt, coge de la solapa al oponente que intenta levantarse junto al cadaver de Acechador, y lo lanza contra la puerta insiuandolo le salida.

Acechador y el lugareños derribado se levantan del suelo, y ante la situacion este ultimo decide abandonar el lugar por sus propios pies, ante la mirada del elfo y de Shel.

A pocos pies de alli, Anubis contempla el inerte cuerpo de su victima, y junto al el distingue la figura inerte del Heraldo tirado en el suelo junto a numerosos restos de comida. Junto a el, un par de lugareños intenta hacerle volver en si...