Partida Rol por web

El grupo estaba buscando a Anke, la chica estaba aun perdida y no sabían que es lo que sucedía cuando escucha los pasos de un grupo de hombres que llegaron ante ellos, eran esos tipos de negro que les apuntaron con sus armas, la situación era realmente tensa y no sabían que hacer, sin duda la lucha sería difícil pero tenía que hacerlo, fue entonces cuando paso, los disparos comenzaron, Clara trataba de detener o al menos desviar las balas lo suficiente para que no les diesen, la chica era ayudada por Luis que parecía ser capaz de ralentizarlas un poco.

Por su parte Sara había invocado a muchas de esas criaturas para molestar a los enemigos, Edwin volvió a transformarse y luchar, Livia trato de controlar a algunos de los enemigos e Iñigo se transportaba detrás de ellos mientras Tommy trataba de manipular el liquido de sus cuerpos. Rika por su parte no dejaba de disparar con sus armas. Todos estaban exhaustos cuando horrorizados veían como uno a uno iban cayendo al suelo, poco a poco malheridos iban perdiendo la consciencia, lo sabían, pronto morirían, pero no podían hacer nada, fue en ese instante cuando fueron consciente de ello, que perdían el conocimiento para no recuperarlo más.

Una luz, no sabían si era el cielo o algún otro lugar que según sus creencias seria lo que estaba después de la muerte, no sabían si estaban vivos o muertos, seguramente lo segundo, pero entonces algo paso, sintieron el aire frio en sus cuerpos y fueron conscientes de su propia existencia, si, estaban vivos y estaban juntos, estaban en una habitación, una enfermería parecía, pero bastante grande, se sentían doloridos pero nada mas allá de eso, e la sala había camas para cada uno de ellos, un vaso de agua y unas pastillas, la puerta de entrada a la sala estaba medio abierta y podían ver como tenían puesta ropa de hospital.

Poco a poco voy despertando del letargo en el que había caído durante la pelea. ¿Qué demonios había pasado allá? ¿Ropa de hospital? ¿Otra vez?

Veo que gran parte de mis compañeros están en la misma habitación.

- Al menos tuvieron la decencia de dejarnos con ropa. - digo sin un receptor en particular. De a poco voy viendo como todos van despertando y noto las pastillas y el vaso sobre la mesa. - Ya me estoy cansando de despertarme en ambientes blancos y estériles. Parezco Vin Disel en XXX.... 

Todo me parecía un mal sueño. Cuando abrí los ojos viendo el techo blanco y esa luz, pensé que estaba en mi habitación, pero al tratar de moverme, me di cuenta que no había sido un sueño. Pinchazos, dolores, eran el resultado de lo que habíamos pasado. Trate de incorporarme y apoye la espalda en el cabecero de la cama. Instintivamente levante las sabanas para comprobar que todo estuviera allí “Uf menos mal todo en su sitio”

Solo espero que no me hayan sodomizado. Deseo cuidarme hasta el matrimonio. Comento socarronamente. Luego mire las camas comprobando quienes estábamos allí. Me gire y me senté al borde de la cama, sintiendo el frio recorrer parte de mi espalda. Bueno esta ropa deja al menos verse mi parte más favorecedora. Estire la mano para tomar el vaso de agua, tenía sed.

Desde luego voy a poner una reclamación al colegio y pienso dar un no me gusta en su pagia de Facebook.

Doy un salto de golpe al abrir los ojos, el ambiente era distinto, Tommy y Luis estaban ahí... Llevo mis ambas manos a mi cabeza, pasando por la cara hasta el pelo. - Me siento sedado... Pienso mirando a todos lados lentamente.

- Parece un hospital. Hablo despacio casi plasmando en palabras lo que pasa por mi mente. Miro el vaso con agua que se encontraba a mi costado, no sé si tomarlo o dejarlo allí. De igual forma lo tomo y primero lo acerco a mi nariz para ver si tiene alguna sustancia olorosa en su interior, posteriormente lo miro detenidamente por si tiene alguna partícula de algo que denote que contiene algo externo al agua. - Al parecer no. 

Me reintegro ya casi completamente después de unos minutos. Para luego dirigirme hacia Tommy y Luis. - ¿Qué pasó?, ¿Porqué no nos mataron?... ¿Donde está Anke? Se que tenían la misma información que yo, pero para mi es necesario soltar las dudas y el sentimiento de culpa que invadía mi ser.

Rika se despierta, había aparecido allí al mismo tiempo que los demás, la chica observa aun acostada el lugar, para escuchar las voces de algunos de los presentes, sin levantarse dice:

- Sinceramente no sé donde estamos ni que ha pasado, solo sé que me noto como si me hubiesen dado una paliza, aunque... no deberíamos estar un poco peor de lo que estamos?

La chica se dispone a bajarse de la cama, cuando pone sus descalzos pies en el suelo se cae al suelo aparatosamente, desde el suelo dice:

- Mierda... que le pasa a mis piernas no tienen fuerza o qué?

Todo el que decida ponerse de pie notara lo mismo que la chica, el frio suelo y como las piernas les fallan, aun así tras unos esfuerzos pueden notar como las fuerzas van volviendo a sus piernas, Rika con esfuerzo se pone de pie apoyándose en la cama y dice:

- Mierda... dónde estamos?

Sonido de disparos, gritos, percutores de armas, órdenes dadas a voces, hombres de negro, soldados, mis compañeros defendiéndose, atacando, cayendo... Y yo en medio de toda esa vorágine tratando, como todos los demás, como cada miembro de cada bando, de usar todos los recursos a mi mano para tratar de salir con vida de aquella locura que nos envolvía. Sin saber bien qué sucedía o por qué, sin saber contra qué o quienes peleábamos, sin saber por qué éramos atacados y heridos.

Sin saber.

Vi caer a unos y a otros, hasta que finalmente me tocó el turno. Usar mi poder con demasiada intensidad no tardó en pasarme factura. Un intenso dolor de cabeza me aturdía, mi visión perdía claridad por momento, se nublaba, me mareaba, sentí algo escurrir bajo mi nariz, me llevé una mano a mi labio superior y los vi manchados de sangre. Y supe que ahí, justo allí, se acababa todo. La lucha, mi vida, y la de los demás. Habíamos perdido. 

Un impacto fuerte me lanzó de espaldas al suelo, aunque por suerte no hubo dolor. Cerré los ojos y todo se volvió negro, los sonidos se apagaron.

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En algún momento, la consciencia volvió a mí. Unas voces, distintas voces se dejaban escuchar cada vez más cerca, sacándome de algún tipo de sueño... Cuando tuve capacidad para poder ordenar dos pensamientos seguidos, me pregunté si estaba muerta; deduje que no. Puesto que escuchaba personas hablando, y notaba una superficie blanda bajo mi espalda, abrí los ojos y volví a cerrarlos al momento, inspiré y traté de que mis pupilas se adaptasen a la luminosidad de la estancia donde me encontraba. Giré la cara y vi a otros en camas no muy lejos de donde yo me encontraba.

¿Un hospital?

¿Nos habían capturado? ¿No estábamos muertos? ¿Dónde habíamos ido a parar?

Tragué saliva. Tenía la boca seca, y mucha mucha sed. Dios, agua por favor. Pensé mientras trataba de incorporarme sobre mis antebrazos con cierta dificultad. Mi cerebro empezó a funcionar a un ritmo más o menos normal, aunque tenía los músculos entumecidos y algo doloridos.

No tenía sentido. Si fuésemos prisioneros no nos habrían puesto a todos juntos... ¿Nos rescataron entonces? Parpadeé y carraspeé un poco para aclararme la garganta y poder hablar. 

- Ey, chicos... Me alegra veros, ¿Qué tal estáis? Yo... personalmente, he tenido días mejores... ¿Alguien sabe dónde estamos?

Poco a poco iba recuperando la consciencia despues de la pelea, iba enumerando los sintomas desorientación, cansancio, visión borrosa... suspiro de alivio al notar a Dodo acurrucado a mi lado e intento incorporarme, sumo mareo a la lista. Veo como una chica pierde el equilibrio aunque poco a poco parece que es capaz de levantarse, sumo debilidad mucular.

Intento levantarme con cuidado y noto que mis piernas tampoco parecen poder sostene mi peso, ninguno parece saber donde nos encontramos ¿Nos rescataron o estamos en manos de los soldados? Miro hacia la puerta tratando de distinguir si esta cerrada con llave...

Clara se había esfozado al máximo esquivando las balas, al principio la cosa había ido bien... pero eran muchos y ella al fin y al cabo no tenía un completo control de su poder, con horror asistió a la caída de sus compañeros para no tardar en unirse a ellos... ¿eso era todo? había dedicado toda su vida a estudiar y esforzarse es ser una buena profesora... en labrarse su porvenir... ¿para terminar así? ¿Dé que puñetas le había servido su poder sino podía protegerse ni a sí misma? era todo muy injusto... pero lo que más le dolía era no poder volver a ver a su abuelo ni a su familia, joder... los quería.

Aquellos fueron sus últimos pensamientos antes de caer en la inconsciencia, por eso cuando sus ojos se abrieron lo primero que sintió fue una terrible confusión... ¿donde estaba? ¿viva... muerta? al ir tomando consciencia de su cuerpo, llego a la feliz conclusión de que era la primera opción, una alegría inmensa por estar respirando consiguió mitigar su angustia inicial.

- ¡Estamos vivos!- dijo tan sorprendida como feliz, pero no fue hasta el comentario de Tommy cuando se dió cuenta de un detalle... llevaba puesto un pijama de hospital...- mierda... nos han visto en bolas... estoooooo... ayyyy- se tapó la cara con la sábana muerta de verguenza y espantada con la idea de que los hubieran sodomizado aprobechándose de las circunstancias.

Con un fuerte espasmo despierto en la cama, cegado unos instantes por la luminosidad de aquel lugar. Me dolía todo el cuerpo y sentía muy débiles mis extremidades, además tenía un fuerte dolor de cabeza -Que demonios ha pasado, ¿donde estamos ahora?. De la pelea solo recordaba fogonazos y disparos por todos lados, yo dando brincos sobre todo soldado que veía y luego recuerdo desplomarme en el suelo totalmente exhausto, junto con todos mis compañeros. 

No comprendía muy bien que había ocurrido desde entonces, solo veía a los que estuvieron conmigo en mi misma situación actual, algo mareados he intentendo incorporarse. Yo lo intente también, muy despacio, pero mis piernas me fallaron y casi pegué un cabezazo contra el suelo -¿Que ha ocurrido chicos?- digo tras recobrar fuerzas y ponerme de pie por fin -¿como hemos llegado aquí?- tengo claro que todos estarán tan perdidos como yo, pero guardo la esperanza de que al menos uno recuerde algo más de como acabamos en aquel lugar.

El ponerme en pie fue una odisea, pero al fin logre mantenerme en pie a duras penas. Tras unos segundos el suelo dejo de moverse y pude estar erguido.

Siento eso Iñigo, pero no se que hacemos aqui ni el porque. Pero no me voy a quedar a averiguarlo. Lo último que recuerdo me hace pensar que deberíamos estar en una caja de madera bajo tierra. Dije con más seguridad que fuerzas. Trate de moverme hacia la puerta entreabierta. Creo que hay fuera esta la verdad. Digo con tono socarrón mientras ando hacia la dicha puerta para echar un vistazo “Estoy cansado de norma y más seguirlas, es hora de hacer lo que debo”

Miro con cara divertida a Tommy tras sus palabras. Después de que hemos sido nudistas durante un buen rato hace menos de tres días... suponiendo que no hemos sido sedados por más tiempo, el que tenga esa forma de pensar es utópica. 

- No lo se, seguramente habrá algo atrás, otro francesito cheto que nos ofrezca trabajo y una vida despreocupada. - digo en tono despectivo - En cuanto a Akne no tengo idea que pudo haber sido de ella, si ves bien somos pocos los que estamos aquí en comparación a la habitación blanca de la otra vez.

Observo a Clara que se tapa con las sábanas.

- Clara, querida, ya nos hemos visto todo lo que nos teníamos que ver antes, no hay de que avergonzarse. - comento divertido. 

Miro a mis compañeros... ¿Los supervivientes? No veo a mi compañera de cuarto y eso me produce cierta lástima, tampoco está Jaden... Ni otros tantos a los que echo de menos. Somos muchos menos que la otra vez, lamentablemente. Observo a Tommy, que parece dispuesto a salir de allí.

- Espera Tommy, escucha... - Digo con la voz un poco ronca - Estamos juntos y estamos bien. Lo que me lleva a pensar que quien nos rescató no desea hacernos daño, sino mantenernos a salvo. 

De pronto mis ojos se fijan en el vaso de agua que hay sobre la mesilla y, sin pensar en nada más que en la tremenda sed que me seca la boca y la garganta, lo cojo y me lo bebo, luego lo dejo de nuevo sobre la mesa, vacío.

- No te vayas.

La puerta de repente se abre y entra una mujer con ropas de enfermera, la mujer al verles da un saltito sorprendida y dice:

- Ah... están despiertos?

Parecía realmente sorprendida, pero entonces sonríe, parecía que se alegraba bastante, al ver como algunos estaban de pie dice:

- Venga... venga a la cama que aun tienen que estar débiles... no pueden estar deambulando por ahí así... venga, me alegro que se hayan despertado después de lo que les ha pasado, pero tienen que descansar un poco mas

La mujer entra en la sala mientras insiste en conducir a los que están de pie hacia sus camas, pulsa un botón y dice:

- Doctor... los pacientes se han despertado, acuda en cuanto pueda

No hago ni el intento de levantarme, desde en mi ubicación ya siento las piernas adormecidas. Hago ejercicios con los dedos de los pies y movimientos de piernas para que se normalicen. 

- Es preferible no estar tan seguros Livia. Respondo ante su comentario a Tommy - Perfectamente, nos mantienen con vida para experimentarnos... Aguantemos, recuperemonos y nos largamos... 

En eso entra una enfermera. 

- Doctor?, mantengamonos juntos, no permitamos por nada que se lleven a alguno de nosotros. Digo ya con más movimiento en las piernas.

Hice caso a Livia, no por que creyera en lo que decía, sino más bien porque sentía que no podría avanzar mucho. Me senté de nuevo en el borde de la cama “Vaya creo que debo entrenar un poco, mi estado de forma es lamentable. Y adiós a esas ricas patatas con queso”

La entrada de la enfermera me tomo por sorpresa, por sus palabras parecía que les interesábamos sanos, aunque como expreso Iñigo no sabíamos para qué.

¿Un médico? ¿Nos dará una piruleta cuando acabe? ¿O es de los que prefiere trocear a sus pacientes? Si es de los últimos, casi que prefiero cambiar de médico. Comento irónicamente.

Mis compañeros parecían recelosos, y no los culpaba. Todo aquello era cuanto menos extraño. Asentí a las palabras de Iñigo, pero mi atención fue directamente a la mujer que entró en la estancia. Observé a la enfermera y su actitud, parecía afable... Seguramente el doctor sería quien solventase nuestras dudas, de todas formas no pude evitar preguntar.

- Disculpe... ¿Dónde estamos exactamente? - Mi voz seguía sonando un poco ronca y algo afónica aunque parecía que el resto de mi cuerpo se iba desentumeciendo poco a poco. Permanecí sentada en mi cama. 

Clara que había permanecido en la cama muerta de la verguenza, no era la primera vez que alguien la dejaba cao y se despertaba en una enfermería vestida con una ropa que no era la suya, en el caso de la vez le habían puesto un pantalón y una camiseta blanca mientras que ahora llevaba puesto un pijama de hospital, fuere como fuere el procedimiento había sido el mismo... unos desconozidos la habían vestido y desvestido... pero ese no era el mayor de sus problemas.

- ¿Vosotros despertáteis desnudos la otra vez?- le dijo a Luis sorprendida- yo desperté con la ropa blanca puesta en la enfermería... y ahora... que cosas... je,je en un hospital- dijo echando un rápido vistazo al sitio donde se encontraba

Entonces justo cuando ella también se iba a levantar para echar un vistazo entró una enfermera, la profesora se quedó sentada en la cama mirando a la mujer con el interrogante reflejado en sus ojos.

- Necesitamos saber donde estamos- apoyó las palabras de Livia- ¿Qué ha pasado? ¿Quienes sois?- demandó saber

Mientras voy haciendo el ejercicio personal de mantenerme de pie voy escuchando las conversaciones de mis compañeros. Tal y como imaginaba, ninguno recordabamos nada de como habiamos llegado a aquel lugar -Aparecer insconscientes y desnudos en lugares desconos¡cidos se esta convirtiendo en una rutina que no me gusta nada...- pensé para mi mientras seguía escuchando. Es entonces que apareció en escena la enfermera, y antes de que pudiera realizar la pregunta más obvia, Livia y Clara se me adelantaron.

Estaba muy confuso y cansado psicologicamente, en menos de una semana había vivido más experencias surrealistas que en todo lo que llevaba de vida. Bebi un poco de agua del vaso que había junto a mi cama y seguí atentamente las explicaciones de la enfermera, mientras seguía intentando mantenerme de pie apoyandome en la cama.

Me estoy incorporando cuando llega la enfermera y dice que nos recostemos. Suspiro de alivio al ver que no es mi "amiga" supongo que eso confirma que alguien nos rescato... tal como nos separamos no creo que me dejara precisamente en una enfermería si me llegan a capturar.

Me vuelvo a tumbar en la cama mientras abrazo a Dodo.

Hacer caso a la enfermera tiene razón... Digo ya que cuando soy yo la que esta al cargo me molesta que no me hagan caso. Los que nos atacarón no nos habrían dejado en una enfermería...

- Oiga señora, si estamos de pie es porque estamos bien ¿no le parece? - le contesto a la enfermera - Y Clara, has tenido mucha suerte antes, donde nos despertamos antes podría haber terminado en cualquier cosa si el pánico reinante no hubiese aparecido. - digo mirando a Edwin - Cosa que espero no suceda ahora. ¿Para que son esas pastillas? - le pregunto nuevamente a la enfermera.