Sonaba...
"AWESOME!"
...¡exacto! Es decir, sabía que había algo así, tenía que haberlo, pero la diferencia entre que lo hubiera y que se fijaran algún día en él era diferente, y ahora estaban diciéndole "te necesitamos ted" justo antes de embarcarse en una peligrosa misión. Por supuesto, no tenía ni la más mínima idea de si sería verdad o no (sólo era un chaval ingenuo y con la cabeza un tanto llena de pájaros de Ningunaparte, Oregón), pero la idea para alguien cuya primera reacción ante convertirse en un horrible engendro fue "sabes, ¡debería lanzarme a combatir el crimen!" tenía todo el atractivo del mundo.
-Coooooooool.
Realmente, era todo lo que había que decir al respecto.
-Er, no tengo experiencia con súpers, pero tengo algo de entrenamiento de combate -aunque si esto era como en los tebeos, el entrenamiento de policía de 750 horas no iba a servir de mucho- y...er, las otras cosas. Ya saben, tienen el fichero y eso. ¿Así que vamos a salvar a gente con poderes de terroristas antipoderes?
ADORO. MI. VIDA.
Maximiliam asintió a lo que estuviera hablando con Diggle, y se alejó de él mientras éste se disponía a hablar por el móvil. Con las manos en los bolsillos y mucho más calmado, observó a Aura hablando con su madre. Parecía que todo estaba bien, pero ese nuevo mundo en el que se encontraban parecía estar diseñado para darles un susto en cuanto se descuidaran.
Se aproximó a Aura y esperó a que terminara de hablar.
Mientras el avión se acercaba al aeropuerto de Madrid Brok responde a Simón:
Cuando le pregunta sobre lo demás suspira y añade.
El avión empezó a realizar las maniobras de acercamiento preparado para aterrizar.
Cuando des por terminada la conversacion avanzamos a la siguiente escena.
Se escuchaba la voz de la mujer aliviada mientras dice:
Ante la pregunta de con quien estaba la mujer responde en un tono de voz normal:
Se escucha como la mujer pregunta a la chica que estaba con ella, y después con cierta dificultad dice:
Aura seguía hablando por teléfono mientras Diggle termina de hablar y se acerca a Max diciéndole:
El hombre mira a Aura y le señala con la cabeza mientras dice:
Exacto, lo que tu hablas lo puede escuchar, pero lo que te dicen por telefono no
La pareja hizo una pequeña transición, pasaron del helicóptero a un avión, bastante rápido, Alex le informo que se dirigían a Irlanda, que allí conocería a los que serían sus compañeros. Durante el vuelo le explico y respondió a sus preguntas.
Cuando des por terminadas las conversaciones y preguntas llegamos al punto, ten en cuenta que pasan varias horas, por lo que puedes poner varias preguntas y comentarios. Por otro lado, durante el vuelo teneis comida y bebida
Para cuando bajaron del helicóptero estaban siendo escoltados a un avión. No le hacía la menor gracia estar mezclado en algo que implicara que tenían que llevar seguridad, pero no podía hacerse nada.
-¿Cómo en una escuela de súpers, está diciendo?
Formuló la pregubnta mientras mareaba un trozo de la carne que estaba comiendo pinchada en su tenedor. En las películas aquello tenía sentido y le hacía parecer a uno un tipo interesante; él sólo lo hizo porque estaba distraído en la conversación. Se llevó la carne (en alguna salsa que no sabía muy bien qué era) y la emprendió con las zanahorias baby y los guisantes; para la fama que la comida de avión tenía, no estaba mal, o quizá fuera que no había modo de cocinar las zanahorias y los guisantes hervidos que no fuera "eh, pasable". Echó un trago del pequeño tertrabrick de zumo antes de seguir.
-Y cómo saben... -hizo un gesto con las zarpas girándolas- ya sabe. Quién tiene súper-poderes y quién no. Imagino que la gente esconderá esa clase de cosas si no han salido en todos los periódicos.
El resto de la conversación en aquellas horas giró sobre la organización: quiénes eran, cómo funcionaban, qué planes tenían. Después de todo le estaban llevando al otro extremo del mundo y casi le habían reclutado a punta de pistola, aunque hubiera sido consentido.
En unos cuantos momentos del viaje Ted se levanta para desentumecerse y darse una vuelta por el pasillo, o se removía en el asiento para reajustar la cola. Durante el viaje sabría cuánta gente había allí y si había algunos escondidos, aunque no sabría si llevaban armas (a menos que las hubiesen disparado recientemente) o cómo eran.
- Si no es por ella, es por alguien de su entorno - Max le dedicó una mirada a Diggle más que significativa - Habrá que ponerle vigilancia a su madre, aunque si no hay registros de que sea... ya sabes, probablemente a quien busque es a la pelirroja. Mejor que conmigo no va a estar, huelo a esa perra a kilómetros.
Se rascó la nuca incómodo, el aroma del mar parecía impregnarlo todo.
- ¿Quién es Alex? Háblame del nuevo, tenemos que organizarnos, porque imagino que Aura trabajará conmigo.
- Oh... bueno, pues ya estas avisada. Te vere mas tarde ¿ten cuidado vale? le dijo con un deje de preocupacion en la voz. Te quiero termino por despedirse antes de colgar la llamada. Se habia quedado mucho mas tranquila al saber que estaba bien.
Luego se acerco a los dos hombre mientras guardaba el movil en el bolsillo de la chaqueta
- Parece que mi madre esta bien
Alex respondía a las preguntas:
Ambos se montaron en un coche cuando llegaron a una pequeña ciudad, mientras tanto Alex seguía hablando:
Tras un rato ambos llegan a una zona residencial, ahí huele a quemado, sin duda alguien había encendido un fuego bastante grande, allí podían ver a una chica pelirroja de pelo rizado y un chico joven rubio que hablaban con un hombre afroamericano.
Marca a Aura y Maximiliam tambien
Diggle mira a Maximiliam y dice:
En ese momento un coche como el que el mismo y Diggle habían usado se acerca, el hombre termina diciendo:
Le muestra una imagen en el móvil mientras el coche se detiene, de él salen una mujer con el pelo corto que Aura identifica como Alex acompañada de un hombre con un aspecto realmente llamativo, parece una especie de mezcla entre humano y lagarto.
Marcad a Theodore tambien
La verdad es que no tener una Academia Súper era una lástima, pero al margen de imaginarse el mundo como si fuera un tebeo... tenía sentido. Cada tanto se presentaría gente a drte "clases" y podrías seguir con tu vida normal como si tal cosa. Si no eras verde, claro. Aunque él no había tenido una vida especialmente dura, dejando de la do ciertos puntos que preferiría que no existiesen, como muñecos de punto. Augggggg.
El chico lagarto no cuestionó la existencia de la lista ni su funcionamiento en ningún momento: por lo que él sabía era lógico, en su caso había sido así aunque por lo que él sabía había sido clasificado más como "síndrome raro" que como "súper-poderoso". ¡Y no hablemos de todos los aspectos genéticos de los que no tenía ni idea!
-Eeentieeendo -dijo, porque apenas entendía nada- No sé mucho de genética, pero sé que al menos desde ese punto es estúpido, sí.
Bajó del coche, los ollares inundándosele del olor a quemado.
-Gughrf
Lo que vieron los demás bajando si se fijaban, era a una especie de extraño fenómeno circense, con zarpas curvas y negras brillantes como la obsidiana; los más observadores notarían desde aquella posición la cola moviéndose y que de vez en cuando se veía algo asomando de los bajos de los vaqueros que iban arrastrándose y deshilachando por el suelo, y no eran zapatos. Además de los vaqueros, llevaba un jersey de azul grisáceo de lana con cuello vuelto, y una mochila al hombro que llevaba apoyada del hombro derecho, con una mano sujetándola.
-Um... ¡holaa! -saludó con dos "dedos" desde la frente hacia afuera- Y... ¿hace buen día, no? ¿Qué tal?
Empezó a acercarse hacia el sitio.
*habla en inglés, si alguien no domina...
En cuanto el coche llegó, percibió su olor. No sólo era la mezcla particular de goma quemada y gasolina, sino algo más, y entonces supo que esa tal Alex venía acompañada de otra persona con habilidades especiales. Pero desde luego, no se esperaba aquel espectáculo andante. Como si fuera un cachorrillo que intenta comprender a su amo cuando le habla, Maximiliam giró la cabeza y frunció el ceño intentando asimilar lo que veían sus ojos. Luego parpadeó con fuerza y volvió a mirar. No había ninguna duda.
- ¿Pero qué cojones...? - dijo sin miramientos, luego se aproximó a grandes zancadas hasta Théodore y le miró de arriba a abajo. El joven tenía el cuerpo de un atleta, fuerte y definido. Sus cabellos rubios, sus ojos azul claro y el particular acento del norte de Europa enmarcaban fácilmente su nacionalidad. Su expresión extrañada se tornó en apenas unos segundos en una sonrisa socarrona y puso los brazos en jarras - ¡Ostia puta! ¡Mira lo que tenemos aquí! ¿Eres de verdad, chico?
Dio unos pasos a un lado para rodearle y observarle bien, y asintió para sí.
- ¡Joder que sí! ¡Eres de verdad! ¡Qué de puta madre! Me queda bastante claro lo que puedes hacer - dijo, riendo para sí. Luego extendió la mano - ¿Cómo te llamas, tío? Soy Max.
Tomo el movil del hombre entre las manos para ver bien la imagen que le enseñaba, para luego devolverselo, negando con la cabeza.
- Nop, ni idea de quien es. A no mas tardar fruncio el ceño. Parece japosena... o china... ¿Tiene algo que ver con el tipo ese con delirios de grandeza de Korea del Norte del que me hablo Alex? No habia tenido mucho mas tiempo antes de que Diggle pudiera responderle cuando vio de nuevo a dicha mujer. Para su sorpresa no venia sola, tras de ella se habia bajado del coche un... "¿Pero que demonios...? ¿Que es ESO?" Se quedo mirandole ojiplatica y con la boca abierta, mientras el rubiales se le acercaba. Nunca habia visto nada parecido.
- Mm... ¿hola? respondio casi en un susurro mientras seguia contemplando a aquel especimen que acaba de hacer su entrada ¡¡Tenia una cola!! ¡¡y garras!!! No sabia siquiera como tomarselo. Ni como dirigirse a el. Porque era un el, vamos, al menos a simple vista.
La reacción de los ojos como platos era bastante mejor que algunas otras reacciones, estaba bastante acostumbrado a eso. Podría decir que el almizcle de la precaución, el miedo y blablablá cegaron sus sentidos y angst angst angst, pero todo lo que olía en aquel momento era el persistente olor a quemado, lo que por otra parte ya le estaba bien. Se quedó algo parado, mirando con la cabeza ladeada y un poco para atrás a Bergman mientras le estaba dando el repaso menos discreto del mundo, como si el bicho raro por hacer eso fuera él.
-Soy de verdad, y, sí, no está tan mal una vez se acostumbra uno. ¡La ropa es complicada, no voy a mentir! -extendió la mano para estrecharla- Yo soy Ted. Ted Nickerson. ¡Encantado! ¿Sois la gente con súperpoderes, no? ¡Vaya! ¡Genial!
Aparte de estrechar la mano con firmeza y estar aparentemente encantado de estar ahí, el estrechador podía notar el tacto vagamente áspero de las escamas en la mano (en la palma parecía menor) y la punta de las uñas curvas tocando gentilmente la carne, en vez de los dedos, cuando le estrechó la mano. Miró a Aura después de eso y se rascó el pelo de la nuca, con una mueca insegura.
-Ehhhhhh... ¿ssse supone que tengo que darle dos besos o estrecharle la mano? -le preguntó, con una sonrisa algo incómoda, abochornada- Lo siento, es que... no soy de aquí, y no se cómo va en europa, y no quiero tampoco... ya sabe...
Se encogió de hombros.
Apenas estaba prestando atencion a lo que le decia, seguia mirandole sin siquiera disimular su enorme sorpresa. Estaba claro que no se le iba a pasar tan rapido. Y sin embargo al otro casi le parecia lo mas normal del mundo
- ... ¿Que? Ah ¡No! dijo un con un pelin mas de impetu del necesario. Hasta se puso un poco colorada, no queria ofenderle, pero es que no estaba preparada para un contacto como ese No... no hacen falta los dos besos, de verdad que no La voz se le iba quedando cada vez mas en nada a medida que se daba cuenta de que solo estaba farfullando, hasta el punto de que se habia puesto roja de la vergüenza y quedarse callada.
Le costaba, pero logro reunir un poco de valor para acercarse lo suficiente y extender un brazo para estrecharle la... ¿mano? Mientras los nervios se la comian por dentro. ¿Como se sentiria su piel? ¿era escurridiza? Nunca habia sido muy fan de los reptiles, y solo algunos le daban mas grima que otros, y de ahi que ahora mismo le diese un poquito de yuyu el siquiera tocarlo.
- Soy Aura, dijo tratando de esconder la cara que por momentos se mimetizaba con el color de su pelo.
- ¡Vamos pelirroja! - animó Max, con una sonrisa de dientes afilados. Parecía extrañamente cómodo con Ted - El chaval no parece mal bicho, y mira estas garras. ¡Seguro que podrías hacer mucho daño con ellas!
Cogió el brazo de Ted y lo alzó, mirando sus manos sin mucho cuidado, como si en vez de ser un ser humano fuera alguna especie de muestra médica.
- La verdad es que me imaginaba que habría alguien que fuera... distinto físicamente. ¿Sabes? ¿Y siempre eres así, no? No puedes... ¿cambiar? - liberó su mano, y dio un paso atrás para meditar, mano en barbilla - Tenemos que hacer algo con tu ropa, colega. Ropa ancha, cómoda: sudaderas, cosas así. La gente se va a quedar un poco acojonada con todo esto. - miró a Aura - Nena, ¿hay un centro comercial por aquí? Tendríamos que ir de compras. Seguro que Diggle y Alex tienen tarjeta de crédito de la empresa.
Estrechando la mano, Aura pudo ver que "escurridizo" no era el término que mejor la definía. Tenía más el tacto de una persona con la piel áspera, que trabajase en los barcos durante décadas: el tacto era vagamente similar al de una lija y extraño al sentido, pero nada más allá. Las uñas eran quizá algo más complicadas, pareciendo de plástico duro, o de piedra pulida, y parecían más dedos rígidos que uñas en sí. Eran garras.
Ted, por su parte, parecía resignado ante la reacción de Aura, como si fuera algo habitual (y bueno, lo era)... Max le resultaba una pizca más incómodo... aunque simplemente una pizca. "Podrías tajar a alguien como un cerdo" no entraba en su diccionario de conversaciones aceptables que tener con alguien en el primer encuentro. O estableciendo lazos de mutuo respeto y camaradería. O nunca.
-Ted -recordó, ante ser llamado "el chaval"- Y, sup-
Se interrumpió cuando el tipo le cogió el brazo con todo el morro del mundo. ¡Malditos invasores del espacio (personal)!
-eytíoquéhaces???
Pero ya le había soltado. Ted se recogió el brazo, sosteniéndolo y dirigiéndole una mirada de reproche al tipo por unos segundos: aún le tendría que soltar una leche para dejar claras las cosas. Pero contestó a sus preguntas, después de aquel momento.
-Yo no sabía que había súpers hasta hace unas horas, así que imagínate -se encogió de hombros, con una sonrisa- Gente que controla el viento, que levanta tierras de la nada, tiene que haber alguno que se teletransporte y que vuele, esto es así. ¡Imagínate! -dijo con entusiasmo- ¡Podríamos hacer una liga de súper-héroes! Salvar a la gente de desastres, detener a esos tipos locos que han salido ahora...
"¿Y siempre eres así, no? No puedes... ¿cambiar?"
-Hummmm... puedo hacer esto.
Cerró los ojos por un momento y se concentró: sus escamas pasaron del color verde a un color amarillo sucio, y de nuevo al mismo color de antes.
-Pero, no. Siempre he sido así. Y la verdad, me daría bastante mal rollo cambiar a otra persona -se encogió de hombros, con los brazos haciendo una u a los lados- Soy yo, vaya.
"Tenemos que hacer algo con tu ropa, colega. Ropa ancha, cómoda: sudaderas, cosas así. La gente se va a quedar un poco acojonada con todo esto"
Hizo un gesto con la mochila que llevaba a la espalda y la dejó en el suelo, a sus pies.
-Llevo mudas, y algo de eso, pero no me gustan mucho. Abrasiva -dijo tocándose la mejilla con la punta de la uña del índice un par de veces, como si fuera toda la explicación necesaria- La mayoría de la ropa tiende a "gastarse" rápido -dijo, haciendo las comillas con las uñas. La forma curva las hacía especialmente apropiadas- ¿Sois de por aquí? Yo vengo de las Ozarks. ¿Esto es Irlanda, no?
- Así que naciste así - dijo, cruzado de brazos. No parecía haberse dado cuenta de lo reticente que era Théodore respecto a su actitud - y si se había dado cuenta, no aparentaba importarle - pero el hecho de que el joven no pudiera cambiar de aspecto le había sorprendido. Fuera cual fuera la habilidad única de Maximiliam, no encajaba con lo que acababa de describir Ted - Irlanda, sí. La pelirroja es de la zona, y vengo del norte de Europa. ¿Qué es las Ozarks?
Al sentir el tacto de la piel de Ted sobre la suya, rapidamente le gesto cambio al de uno de curiosidad. No se esperaba que fuese una piel tan aspera. Oh dejo escapar mientras le estrechaba la mano mirandola. Esperaba algo con un tacto muy suave, casi pulido, y al mismo tiempo humedo. Aquello ayudaba a que se le quitara aquella sensacion de repelus.
Lo que le resultaba mas gracioso es que habia estado evitando hacer segun que preguntas para no ofender, sobre todo depues de como le habia mirado, y que Maximillian habia dicho en voz alta sin la mayor de las preocupaciones. Asi al menos saciaria su propia curiosidad.
Fruncio el ceño, no le importaba que le dijesen "pelirroja" al fin y al cabo era una cualidad de su cabello, pero por lo que no pasaba era por aquello otro.
- Mi nombre es Aura, no "nena" respondio a Max cruzandonse de brazos y mirandole ceñuda. Para ser mas exactos estais en Galway. Habia omitido la respuesta sobre el centro comercial, pues el chico verde (color que le gustaba mas que el otro al que habia cambiado por un instante) ya habia dejado claro que no lo necesitaba, amen de entender que se debia de cargar bastante la ropa. Tenia que ser dificil no rasgarla con las garras. Como tu he descubierto que hay mas con poderes hace nada, ayer mismo de echo.
¡Podríamos hacer una liga de súper-héroes! Salvar a la gente de desastres, detener a esos tipos locos que han salido ahora...
- ¿Es necesario? pregunto un poco reticente Yo no quiero un traje hortera y ajustado, fijo que son supermolestos. "Y luego me sentiria mal al robar carteras y demases jolines"