Partida Rol por web

Un Nuevo Mundo

.: Un futuro... :.

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27/09/2009, 15:21
Risk

| Deeteth |

 

Caminé oculto entre los árboles, siguiendo a la Reina Farilynn... Al parecer, se encaminaba hacia la casa de Grey. Había escuchado con atención la conversación que había mantenido con aquellos dos muchachos: Hëndel y Sirius.

Estaba esperando el momento oportuno para acercarme a ella y sujetarla para impedir que escapara, pero tendría que hacerlo silenciosamente si no quería ahuyentarla.

Cuando vi que era el momento, salí de entre los árboles y me lancé hacia ella, tapándole la boca con un trapo empapado en un somnífero muy potente. Cuando se durmió la llevé hasta el lugar desde donde yo la había estado observando, entre los árboles. A continuación, para despertarla, le puse en la nariz un tarro que llevaba un líquido con un olor de lo más desagradable y esperé a que abriera los ojos.

- Farilynn... Siento tener que utilizar éste método pero necesito que me escuches- dije, con voz suplicante.

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27/09/2009, 17:11
Fistandantilus

[En casa - exterior]

Escuché atentamente sus palabras y lo que implicaban.

"Tienes razón.  No es buena idea arriesgar en este momento.  Si he esperado años, puedo esperar un poco más.  Estamos bien así, no lo estropeemos."

Me volteé hasta quedar encima suyo.  Le cogí las muñecas y las junté por encima de su cabeza.  La besé en el cuello tiernamente, luego en los labios.

"Si hay que luchar, como parece que será, esta vez lo haré junto a tí."

Hablar de la batalla me aceleraba el pulso.  En mi interior no podía decir que no me gustaba.  Era la mejor situación para practicar una magia desinhibida, sin reglas ni límites.  Podría comprobar la evolución de mi magia.

Al darme cuenta de lo que pensaba me quedé estupefacto.  Me levanté precipitadamente y me puse la túnica.  Mis demonios volvían a buscarme.  Volvía al inicio, al motivo primigenio de estar allí.

"Perdona, Dana.  Tengo que salir a tomar el aire y pensar."

No me alejé de la casa, solo salí fuera y me senté en la hierba, a unos cuantos metros.

Estaba desequilibrado.  Yo mismo me daba cuenta.  La parte de mi que abandoné regresaba y sentí una profunda división de intereses en mi interior.  Necesitaba estar a solas con mis pensamientos.

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27/09/2009, 16:10
Reina Elfa Farilynn

| Deeteth |
| Conjunta entre Farilynn y Risk |

 

Farilynn: No me di cuenta de lo que estaba sucediendo hasta que abrí los ojos y vi a Risk delante de mí, pidiéndome que le escuchara. Era bastante difícil, y no precisamente por lo confusa que estaba en ese momento, sino porque me había raptado a la fuerza.
Instintivamente me llevé una mano al vientre, disimulándo al máximo para que Risk creyera que simplemente sentía un malestar. e miré con los ojos entrecerrados. Intenté levantarme, pero estaba adormilada.
- ¿Qué es lo que quieres, Risk? ¿Que te escuche? ¿Y después qué? Si no te creo o no quiero escucharte, ¿qué harás?- le pregunté, furiosa-. ¿Matarme, como hicistéis con Walgior? Has sido muy inteligente... Si estuviera en mis plenas facultades te mataría-.

Risk: Negué con la cabeza.
- No fui yo, Farilynn, os lo juro- le dije, juntando las palmas de mis manos para suplicarle que me creyera-. Mis sentimientos hacia vos jamás me hubieran impulsado a matar a vuestro amado, Mi Lady- murmuré, agachando la cabeza con pesar. Era cierto, jamás lo haría si eso implicaba dañarle a ella-. Debéis creerme, Farilynn...-.

Farilynn: Fruncí el ceño. Se me estaba pasando el efecto del somnífero, pero intentaba disimularlo para que, cuando se me pasara del todo pudiera atacarle.
- ¿Por qué? ¿Por qué debería creerte? Te marchaste el mismo día que Walgior murió...- dije, entre sollozos. No soportaba mencionar aquel día tan horroroso. Me gustaba acordarme de mi amado en los momentos felices que pasábamos juntos, no cuando le perdí-. Ya entiendo... ¡Estabas furioso porque había decidido enviarte al Consejo Élfico! Sabías que lo hacía por no incomodar a Walgior y por eso le mataste, ¡malnacido!  Jack te avisó de mis planes y por eso te marchaste después de acabar tu misión- le dije, intentando chillar, pero mi garganta estaba adormilada.


Risk:
Me entristecí. Jack lo único que me había dicho era que Farilynn me enviaba al Consejo Élfico hasta que se demostrara mi inocencia, pero no tenía ni idea de que la verdadera razón fuera poner tierra entre nosotros. Suspiré.
- Farilynn... Jamás os haría daño...- susurré, acariciando su rostro. Había estado, todo el tiempo que habíamos pasado separados, soñando con su piel y sus besos, esos que me llevaban a la locura y que echaba tanto de menos-. Os amo, Mi Lady... Siempre os he amado, pero no fui yo quien acabó con la vida de vuestro amado, sino  Markwolf... Él y sus secuaces planearon la muerte de Walgior, Mi Lady, debe creerme... Quiero ayudarle- dije, cogiéndole suavemente de la mano.


Farilynn:
Relajé el entrecejo.
- ¿Y quiénes son esos secuaces? ¿Cómo pudieron entrar sin que nos diéramos cuenta?- pregunté, intentando llegar a una conclusión. Siempre había pensado que era inocente, pero nunca había tenido pruebas de ello. Simplemente eran corazonadas que no tenían ni pies ni cabeza.


Risk:
Sonreí, satisfecho por ese cambio en su actitud.
- Iban con una máscara... Jairon fue el encargado de hacerlo- le dije, saboreando el éxito. Sabía que me creería, tenía fe en ello... Necesitaba tenerla a mi lado, que confiara en mi-. No me pregunte cómo lo sé... El tiempo que he pasado fuera me ha servido para investigar... Hay aliados de Markwolf que no son lo que parecen-.


Farilynn:
Estaba confundida. Jairon era uno de los alumnos nuevos que habían llegado junto a... Cassandra. ¡Eso es! Por fin lo entendía todo... ¿Cómo había estado tan ciega? Si desde el primer momento hubiera investigado a esos muchachos Walgior estaría vivo para contemplar el nacimiento de nuestro bebé... En ese momento era capaz de comprender muchas cosas. Nadie había tenido la culpa de su asesinato, solamente yo. Si hubiera hecho bien mi labor, Walgior estaría vivo.
Millones de lágrimas comenzaron a asomar por mis ojos, deslizándose por mis mejillas. Me tapé el rostro, zafándome de las manos de Risk.
- Entonces es culpa mía...- murmuré entre sollozos.


Risk:
Sujeté las manos de Farilynn y las separé de su rostro. Le limpié las lágrimas con mi dedo índice y le levanté la cara sujetándola por el mentón. Cuando me miró, le miré intensamente a los ojos.
- Vamos, no os pongáis así, Mi Lady... Nada me duele más que veros llorar- murmuré, abrazándola fuertemente contra mi pecho-. No es vuestra culpa, Farilynn, nadie podía adivinar que eso fuera a suceder, ni siquiera Dana...- intenté animarla, dándole un beso en la cabeza. Acaricié suavemente su pelo, notando un cosquilleo en mis tripas al sentirla tan cerca de mi. Froté con delicadeza su espalda, por encima del precioso vestido. La deseaba con todas mis fuerzas y ya no estaba Walgior para impedirlo, aunque hubiera preferido luchar por el amor de aquella hermosa elfa, no que me regalaran una oportunidad como esa-. Vamos, os acompañaré a vuestra casa...-
La agarré por debajo de los brazos y le ayudé a levantarse.


Farilynn:
Suspiré al sentir el contacto con Risk. Hacía tiempo que nadie me abrazaba de aquella manera, dándome todo su apoyo. Pero no era más que un amigo para mi. Walgior sería mi último amor, eso lo tenía claro desde el día que lo perdí.
Con su ayuda conseguí levantarme y nos encaminamos hacia mi casa. Una vez allí me desprendí de su abrazo y me apoyé en la pared.
- Gracias, pero creo que puedo sola... - dije, abriendo la puerta para entrar, pero aún estaba demasiado débil. Al parecer, había usado un somnífero que actuaba como anestesia y por eso sentía partes del cuerpo adormiladas.


Risk:
La sujeté de nuevo antes de que se cayera de bruces al suelo, y le ayudé a entrar. Una vez dentro, le acosté en la cama para que dejara de notar los efectos del somnífero. Me dolía mucho verla así, pero me había visto obligado a hacerlo para que me escuchara.
Fue en ese momento cuando deseé hacerla mía, poseerla hasta el fin de nuestros días, pero no quería aprovecharme de la situación... Esperaría un poco antes de acecharla de nuevo.
Me dirigí a la puerta y la abrí. Me giré, para dedicarle una sonrisa y asegurarme de que estaba bien.


Farilynn:
Le sonreí como agradecimiento a todo lo que estaba haciendo por mi, aunque era lo mínimo que podía hacer sabiendo que él era culpable de que me sintiera adormilada. Lo que me pareció muy extraño fue que se quiso marchar sin intentar besarme ni nada fuera de lugar, pero se lo agradecí. Risk había cambiado.
- Espera- dijo mi voz, aunque no sabía exactamente para qué le había pedido aquello-. Gracias por todo, Risk... Ven, dame un abrazo antes de irte- dijo de nuevo mi voz y pensé que mi cerebro también estaba adormilado.


Risk:
Sonreí. ¿Estaba coqueteando conmigo? ¿Me estaba pidiendo con aquella frase que me quedara con ella toda la noche? ¿Quería que le hiciera el amor?
Me acerqué lentamente y me senté en un lado de la cama, para abrazarla mejor...

[CONTINUARÁ...]

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29/09/2009, 09:20
Sirius Abeforth Valpurgis

| Deeteth - Casa del árbol |

Mi mente llevaba dándole vueltas a las cosas durante un cierto tiempo. Callado, caminé junto a ella hasta la casa árbol, pero aún allí, continuaba con los pensamientos extraños sobre el plan que teniamos que trazar ella y yo. Lo que probablemente sea el último plan de los dos... o no... pero eso daba vueltas por mi cabeza todo el tiempo...

Hasta que la vi en camisón...

Hasta que la vi sonreir...

Todo se desvaneció.

Me quite la ropa lentamente y me acosté a su lado, dejando que apoyara su cabeza en mi pecho, abrazándola por su espalda.

- Te amo. - Le dije sin más.

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29/09/2009, 23:59
Jairon Rhaus

| Habitación |

Abrí los ojos al escuchar a Neith, que se encontraba sentada ami lado en la cama.
-Estoy bien.-dije simplemente cerrando los ojos.
No pude evitar decepcionarme al ver que se trataba de Neith y no de Mae. Me sentia más comodo con ella.
-Descuida, no me explotará la cabeza por intentar ver algo.-reí de mi propio chiste mientras mantenia las manos tras mi cabeza y los ojos cerrados.

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03/10/2009, 14:10
Neith Lykit

| APOSENTOS DE JAIRON |

 

Reí con él, aunque el chiste tampoco me hacía demasiada gracia. Estaba claro que no le iba a explotar la cabeza, pero sí iba a limitar luego sus fuerzas mentales si entrábamos en batalla.

- Bueno, simplemente te digo que no te presiones a ti mismo... Que pases buena noche- me despedí, mientras me levantaba de su cama y salía de su habitación, camino a mis aposentos.

Una vez allí, me quité la ropa y me puse un camisón de seda negro, bastante corto. Fue en ese momento cuando deseé que Mefiroth estuviera allí conmigo para verme...

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03/10/2009, 14:20
Dana (Prof. Adivinación)

| CASA DE FISTANDANTILUS - EXTERIOR |

 

Sonreí cuando vi que Fist aceptaba mi propuesta, y sonreí más aún cuando me cogió de las muñecas para ponérmelas por encima de la cabeza, besándome el cuello... Aquello me hizo viajar a las estrellas y empecé a sentir un escalofrío por todo mi cuerpo al sentirle sobre mi cuerpo... Pero tan pronto como empezó, terminó, y se retiró apresuradamente, se colocó la túnica y salió de la casa.

Preocupada, me levanté de la cama y me puse la túnica sobre el camisón, abrochándomelo para protegerme del frío. Salí con los pies descalzos y le vi sentado a unos metros de la casa, en la hierba. Me acerqué cautelosamente. Quizá no quería hablar conmigo en ese momento, quizá no quería hablar, pero quería asegurarme de que se encontraba bien.

- Fist... ¿Qué sucede? ¿He dicho algo que no te haya gustado?- le pregunté, arrodillándome delante suya. Sentía un gran deseo de abrazarle, de acariciarle, de apretarle la mano para que supiera que estaba con él, pero no sabía lo que estaba pasando por su mente, y tampoco quería adentrarme en ella para saberlo-. Si quieres... Puedo irme para dejarte solo...-

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03/10/2009, 14:29
Hëndel Writtën Hanswyll

| CASA ÁRBOL |

 

Sonreí al ver que Sirius se tumbaba en la cama, ofreciéndome su pecho para apoyar mi cabeza. Sin dudarlo, lo hice y sentí sus manos en mi espalda, por encima del camisón de seda blanco. El bello de todo mi cuerpo se puso de punta al sentir el contacto con su piel, y le di un tierno beso en el pecho.

Unas mariposas revolotearon por mi estómago cuando escuché aquellas dos palabras que podrían hacerle feliz a cualquiera, pero a mí me hacían estar en las nubes. Él sabía perfectamente que aquel sentimiento era mutuo, pero quería demostrárselo de una manera diferente... Así que le puse un dedo índice sobre los labios y después los besé apasionadamente, como si fuera el último beso, los últimos minutos de intimidad que tendríamos...

Sentí nuevas mariposas en mi estómago cuando me puse sobre él, colocando una pierna a cada lado de su cuerpo, sintiendo el contacto. Le acaricié el pelo y besé su cuello, de la manera más sensual que supe...

Sólo imaginar que podría ser nuestra última noche juntos... Quería aprovecharla al máximo y pensaba hacer lo que hiciera falta.

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03/10/2009, 14:51
Naida Faylinn Eolande

| Deeteth |

 

Me despedí de Lilith, después de estar un rato caminando. No quería irme a dormir todavía, así que quise a dar una vuelta y pensar un poco en lo sucedido aquel día.

Después de unos minutos, me encontré con Cambaral, aquel muchacho tan prepotente que no había hecho otra cosa ese día que seguirnos a Lilith y a mi. Me acerqué a él por la espalda y le di unos suaves toquecitos, para captar su atención. Cuando se giró, puse mis manos en forma de jarra, sobre mis caderas, y fruncí el ceño.

- ¿Se puede saber por qué nos has estado siguiendo toda la tarde?- le pregunté, alzando una ceja.

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03/10/2009, 14:55
Sailon Jencks

| Deeteth |

 

Mi hermano Meldon y yo caminábamos por la isla, hablando animadamente de lo acontecido aquella noche. Por fin íbamos a poder luchar, y eso nos hacía muchísima ilusión a los dos, sobretodo si se trataba de defender a nuestras conquistas.

- Ha estado genial la tarde, ¿verdad? Esas chicas son increíblemente... Sensuales- dije, riendo con mi hermano. Después de unos minutos caminando, nos encontramos a mi conquista, a Lilith. Estaba sola y eso no se podía permitir-. Princesa mía, ¿qué haces aquí tan sola?- le pregunté, cogiéndola por la cintura, acariciándole el rostro con la mano que me quedaba libre.

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03/10/2009, 15:02
Meldon Jencks

| Deeteth - Casa árbol |

 

Nos encontramos de repente con Lilith y me sentí obligado a marcharme, porque Sailon había decidido coquetear con su princesa. Me despedí de ellos con la mano y con una sonrisa, después me marché y me encaminé hacia la casa árbol que compartía con mi hermano Sailon.

Una vez allí me quité la ropa y me quedé en pantalones, con una camiseta de seda.

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03/10/2009, 17:04
Sirius Abeforth Valpurgis

| CASA ÁRBOL |

Sólo la miré. No pude hacer otra cosa que mirarla y sonreír.

La seguí mirando cuando se subía encima mío y comenzaba a acariciarme y cuando me besaba, no dejaba de admirar su bello cuerpo.

Mis manos se deslizaron lentamente por sus muslos, por debajo del camisón mientras ella me besaba y acariciaba. Mis dedos comenzaron a recorrer sus piernas y su cintura, hasta abrazarla por completo y hacer que su pecho se pegue al mío, para fundirnos ambos en un largo y cálido beso.

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03/10/2009, 16:37
Cambaral

CONJUNTA
Cambaral & Naida

| Deeteth |

Cambaral: Al girarme y ver a Naida no pude evitar sonreir.
-No os he seguido. Tal vez eso es lo que tu crees... Suele ocurrir que uno se imagine lo que desea que ocurra.-no dejé de sonreir en ningun momento.-Dime, ¿cómo lo habeis pasado con aquellos mocosos?.

Naida: Arqueé las cejas, incrédula a lo que estaba escuchando. No podía dejar de ser prepotente, eso era lo que le hacía insoportable. Le di un pequeño empujón, colocando mi mano sobre su pecho.
- No digas cosas de las que luego te puedas arrepentir, muchachito- le dije, con tono burlón pero enfadada. Di un paso hacia delante y le volví a dar otro pequeño empujón-. Eres insoportable-.

Cambaral: Miré su mano sobre mi pecho, luego a ella y sonreí aún más.
-Naida, Naida... No respondiste ami pregunta. ¿Cómo lo pasaste con los mocosos? Seguro que conmigo lo pasarias mejor y los dos lo sabemos. Por cierto, no coincido contigo en que sea insoportable. Tu fuiste la que se acercó ami, yo no te estaba molestado. Aunque reconosco que me agrada que lo hicieras.-me acerqué a ella un poco, su mano aun estaba en mi pecho.

Naida: Le miré, con una expresión de asco en mi rostro, pero de repente se empezó a acercar a mi, y empezó a ponerme nerviosa. Aparté la mano de su pecho y solté una carcajada.
- Pues me lo pasé de maravilla y perdona que discrepe... No te puedes comparar con ellos, jamás podrás- le dije, con el ceño fruncido.

Cambaral: Me hice el sorprendido descaradamente, mientras sonreía divertido.
-Vaya, nunca pensé que tuvieras tan mala imagen de mi. Y ¡Claro que no puedo compararme con ellos!.-exclamé, alzando un poco los brazos.-Ya les gustaría a ellos ser un hombre de verdad y no un chiquillo. Ninguno de los dos a luchado o a visto tanto como yo en sus pobres vidas. Yo podría llevarte a dónde quisieras. Conosco cada rincón del mundo. Solos tu, mi barco y yo a la deriba...-realmente la idea me atraía ami mismo.-La guerra no cambia nunca y menos aún termina, pero si que tiene sus pausas y cuando aparezca la nuestra no me importaria enseñarte mundo.

Naida: Le dirigí una mirada de desprecio, volviéndole a empujar colocándole la mano sobre el pecho. La idea era genial, pero fallaba una cosa... Él...
- Mira, Cambaral, jamás me iría contigo, ¿entiendes? Me pareces un prepotente y un arrogante, jamás me quedaría con alguien como tú y menos descubriendo tu mundo, así que olvídate- añadí, empujándole de nuevo. Me di cuenta de que estaba muy cerca.

Cambaral: Agarré su mano sobre mi pecho, fuertemente pero sin hacerle daño.
-Naida, no te enseñaría mi mundo. Te enseñaría el mundo.-me acerqué un poco. Me atraia bastante, debia admitirlo.-Soy como soy. Nunca dejaré de decir que soy genial ¿qué malo tiene?.-reí, sin soltar su mano.-Seré muchas cosas, todas las que me quieras decir, pero no un mentiroso.

Naida: Cada vez estaba más cerca, pero a pesar del odio que sentía hacia él, no podía alejarme. Era como si hubieran congelado mis piernas. Le miré directamente a los ojos, relajando mi rostro.
- Eso nadie lo sabe... ¡Con cuántas mujeres habrás jugado sin que ellas lo sepan...!- comenté, sin ni siquiera intentar zafarme de su mano-. Eres tan liberal como arrogante... Otra cosa que odio de ti-.

Cambaral: La situación mejoraba. No intentó quitar su mano de mi pecho y eso me gustó.
-No veo lo que tiene de malo que me gusten las mujeres. Ademas, ¿cómo saber cual es la adecuada si no se esta previamente con ellas?.-sonreí, convencido por la razón que le dí.-Me odias demasiado pero me cuesta creerlo, Naida. Sigues aqui, hablando conmigo, muy cerca de mi... Yo sé lo que es el odio de verdad y en los verdaderos casos no se esta tan cerca de esa persona. No quiero decir que no me guste...-bajé el tono de mi voz considerablemente, acercando mi cara un poco a su oreja.-Todo lo contrario, me encanta tenerte cerca.-le susurré.

Naida: Cada palabra suya significaban sorpresas para mí y nuevos odios, por lo arrogante que era. Sin embargo, no pude evitar sentir un cosquilleo cuando acercó su boca a mi oído para susurrarme. Sabía cómo tratar a una chica cuando quería algo de ella.
- Yo... Si no me he ido es porque...- pero no pude decir nada, así que me rendí y le dediqué una sonrisa-. Eres imposible, Cambaral...-

Cambaral: La miré con atención y sonreí satisfecho.
-Sé que te gusta que sea así.-le guiñé un ojo.-Entonces, ¿qué me dices? Cuando encontremos un poco de paz cojer un barco y dejarte llevar conmigo. ¿Te gustaría o te asqueo tanto que iria contra tu naturaleza?.

Naida: Moví la cabeza de un lado para otro, dando por imposible que dejara de ser arrogante. Simplemente, era así y, si me ponía a pensarlo, era divertido.
- Ninguno de los dos sabemos lo que pasará... Pero sí, está bien, me dejaré llevar por ti- accedí, disimulando para que no se notara que lo estaba deseando. Cambaral había pasado de ser odioso a ser un hombre tremendamente sensual y adictivo.

Cambaral: Me eché el pelo hacia atrás, que caian sobre mi pecho dejandolo así al descubierto por mi camisa casi entera abierta.
-No sabemos que pasará, pero algo me dice que podremos cumplir nuestro proposito, Naida.-me acerqué de nuevo y le dí un pequeño beso en los labios, directamente y sin dejar que ella reaccionara.-Además, soy Cambaral. Nada, absolutamente nada, puede salir mal.-me giré un poco pero sin dejar de mirarla.-Estaré en mi habitación... Ya sabes, por si quieres algo, como repasar nuestro futuro viaje.-me giré del todo y comencé a andar hacia mi habitación.

 

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03/10/2009, 18:48
Mefiroth Victorius Vermin Dern

MIS APOSENTOS/APOSENTOS DE NEITH

En todo momento me mantuve al margen de lo que ocurría en la casa lúgubre. No deseaba mucho estar entre la gente, más bien solo quería estar tranquilo y entrenar.

Pensé en Neith cuando llego la noche, hasta me puse la ropa para salir a buscarla, pero justo cuando iba a tocar el manubrio me detuve y medite la situación. Sabía que pronto vendrían acontecimientos que no podríamos controlar y es una gran desventaja el tener a un ser querido a su lado.

Fruncí el seño y me dije –Que mejor momento que este para pasar con los que uno quiere- Mis planes no eran tener una aventura sino hablar y estar con lo que mas quiero.

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05/10/2009, 04:34
Fistandantilus

[Deeteth]

Dana... siempre atenta con los demás.  Allí estaba, aguantando otro de mis cambios de humor.  Si me quedaba alguna duda, ahora ya estaba seguro de que no la merecía.

"No has dicho nada que me haya molestado, amor.  Tampco es algo que hayas hecho.  Yo mismo me atormento, no me soporto, y no se cómo lo haces tú.  Debería ser el hombre más feliz del mundo, y aquí me tienes, marchitado en espíritu por mis oscuros deseos.  Al parecer no los he dejado atrás.  Estoy podrido."

Era uno de esos momentos en que no sabía qué hacer con mi vida.  Realmente estaba desorientado, y eso me enfadaba más.

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05/10/2009, 16:35
Lilith

|Deeteth|

Tras despedirme de Naida, fui caminando hacia nuestra casita pensando sobre lo ocurrido durante la cena, sentía cierta tranquilidad y los sueños que tanto me habian atormentado ya me habian dejado en paz, pero le seguía dando vueltas y buscandoles una explicación, quizás podía ver el futuro, ya que dos de los sueños se habían cumplido, pero el ultimo y el peor de ellos gracias a dios no llegó a cumplirse. Alomejor el futuro no siempre era predecible, y que cambiaba de rumbo..

Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni me dí cuenta de que Sailon y Meldon iban un poco detrás mia, por lo que el contacto de la mano de Sailon en mi cintura me asustó un poco, y cuando con la otra mano me acarició la cara me puse más nerviosa todavia. Me sorprendió esa confianza pero decidí seguirle el juego, así dejaría de darle vueltas a mis pesadillas.

- Hola Sailon o deberia decir mi principe?- le miré con una sonrisa timida y estaba segura de que me estaba poniendo roja- ¿Qué te parece la noticia de luchar conmigo en la batalla?- puse las dos manos sobre sus hombros, y le clavé la mirada.

Notas de juego

Lo siento por haber tardado tanto, pero estoy de mudanzas y entre los estudios y las cajas apenas tengo tiempo para mi! Un saludo!

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05/10/2009, 17:34
Hëndel Writtën Hanswyll

| CASA ÁRBOL |

 

Sentí un escalofrío cuando sus manos comenzaron a recorrer cada centímetro de mi piel... Sentía como todo mi cuerpo ardía en deseo, como si me estuviera fundiendo con él para estar siempre a su lado...

Agarré con suavidad su cabello y noté cómo él también ardía en deseos de poseerme. Bajé mis labios hasta su cuello, besándolo lentamente, saboreando con la lengua cada centímetro de su piel... Volví a ascender hasta su oreja, lamiéndole el lóbulo y dándole pequeños mordiscos.

Sentí mi cuerpo excitarse y cómo el suyo también lo hacía... Al sentirle, no pude evitar soltar un suspiro de placer y comencé a mover mis caderas, frotando su miembro contra el mío. Agarré suavemente sus manos y las coloqué justo por encima de su cabeza, dándole suaves lametones a su pecho.

Su cuerpo seguía igual de perfecto... Su musculatura me fascinaba, y comencé a recorrerla con mi lengua, deteniéndome en el ombligo. Levanté la mirada y le sonreí, coqueta. Me incorporé, quedándome de rodillas sobre él y le observé desde aquel punto de vista... Me volvía loca, aquello era lo único que sabía. No podría vivir sin él, sin ver su rostro... Aquello me hizo recordar que quizá fuera nuestra última noche y le cogí de los brazos, ayudándole a incorporarse también... De repente nos vimos pegados el uno al otro, él sentado en la cama y yo encima suya...

Le di un beso apasionado, mientras que mi lengua buscaba la suya, desesperadamente...

- No sabes cuánto te deseo, Sirius... Me vuelves loca... -le susurré al oído, aprovechando que le estaba lamiendo el lóbulo de la oreja.

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05/10/2009, 17:52
Naida Faylinn Eolande

| Deeteth - Casa de Cambaral |

 

Sonreí cuando le vi marchar, mordiéndome el labio inferior, observándole desde atrás... Fue en ese momento cuando me di cuenta de que le necesitaba más de lo que pensaba, aunque seguía pareciéndome algo arrogante... Quizá era eso lo que me atraía de verdad.

Esperé unos minutos para que nadie pudiera verme ir tras él y, cuando pasó el tiempo necesario para que a Cambaral le diera tiempo de llegar a su casa, me encaminé también hacia ella.

Una vez que llegué a la puerta, toqué un par de veces con los nudillos, esperando a que me abriera, mirando de un lado a otro. No quería que me viera nadie, tampoco Meldon. Ese chico también me gustaba mucho y era muy amable, pero Cambaral me atraía demasiado... Aún no tenía nada claro y no quería decantarme, a pesar de que a éste último ya le había dicho que me iría con él...

No quise decir nada, simplemente esperé a que me abriera, apoyada en el marco de la puerta.

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05/10/2009, 18:00
Neith Lykit

| MIS APOSENTOS |

 

Escuché a alguien detrás de la puerta y me apresuré a levantarme de la cama. Ya me había puesto el camisón y llevaba el pelo un poco alborotado, pues ya había dado un par de vueltas en la cama sin conseguir conciliar el sueño. Al parecer, estaba nerviosa por la gran batalla que se avecinaba.

Abrí la puerta y vi a Mefiroth. Sonreí ampliamente, mirándole directamente a los ojos.

- Hombre... Pensé que no vendrías a verme- le dije, con voz coqueta, mientras le hacía una seña con la mano para que pasara y se sentara.

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05/10/2009, 18:03
Sirius Abeforth Valpurgis

| CASA ÁRBOL |

- Yo también te deseo, amor... te deseo tanto... - Le digo mientras comenzamos a besarnos. - Deseo tenerte, estar contigo toda mi vida... deseo poseerte cada día y no dejar de besarte... deseo... -

Última noche.

Posiblemente la última vez que nos veamos... vivos...

- Deseo que te cases conmigo. -