Partida Rol por web

Me adentro en la cueva en busca de la luz.

-Y si es un mostruo?, nos comerá.
A tu edad y crees en eso?.
-Joder tampoco creía que tantos pudiesemos habitar una mente, y mira tu por donde, ni todo esto que está pasando, lo de convertirte en lego, caballero etc..
Pues sí tienes razón.
-Toma precauciones vale?.
Como?.
-No se, tu eres el valiente.

Con mas miedo que otra cosa gracias a las palabras del mediador me dirijo rápidamente a la luz.

Lo que sea, será...

Llegas a la luz y sí, efectivamente, aquello era una antorcha y está justo al lado de una enorme puerta de piedra que tiene un cartelito que pone: Alibabá y los 40 ladrones.

Mi mente es un interrogante.

Alibabá?, que coño es eso?.
-Joder, el cuento, tras esas rocas están sus tesoros.
Pero porque el pequeño tiene tanto miedo entonces?.
-Ni idea, averigualo?

Me aproximo a la piedra e intento abrirla, palpo con los dedos en busca de alguna ranura por donde estirar o alguna palanca.

Intentas abrir la puerta de todas las maneras que se te ocurren, pero no hay forma, incluso te has roto una uña intentándolo..

-Pero serás mendrugo...
Que?
-que necesita una palabra secreta, creo que era abracadabra o algo así
Vale

Me planto ante la piedra chupándome el dedo dolorido. Abracadabra

Le hablas a la puerta, pero como ya sabes, es como hablarle a una pared, pero claro, en este caso, pues a una puerta, vamos, que no pasa nada.

La piedra sigue sin moverse ante la palabra.

Creo que esa no es, suponiendo que sea como dices, claro.
-Se que es una palabra pero no recuerdo cual.

Miguelito se aproxima alzando la voz,

-A ver la palabra mágica para abrir la puerta, según los cuentos es Abrete Sésamo.
Probaré, pero no se yo...

Abrete sésamo. Pronuncio con voz confiada tras las palabras de Miguelito.

Sigues empeñado en hablar con la puerta y recuerdas un viejo cuento infantil en el que decía que esta puerta se abría con esas palabras, pero descubres, que todo era un engaño, porque la puerta sigue manteníendose tal y como estaba.

Pues eso tampoco funciona, alguna otra idea?.
-Va a ser que no.
Espera probaré una cosa.

Cojo una de las tizas y dibujo en la piedra una puerta con su picaporte, abierta de par en par esperando a que obre el milagro y cobre vida el dibujo.

Pues nada, aunque ahora que acercas la mano a la puerta, te das cuenta de que no has probado a llamar..

Mi mano se posa sobre el picaporte para acabar de abrirla,

que hago me presento?
-ufff, gran pregunta, creo que será lo mejor.

Hola me llamo Pito, hay alguien dentro?.

Tratas de abrirla, pero está cerrada..

Desesperado decido volver sobre mis pasos en busca del dibujo de Pito, para ver si saco algo en claro, sino seguir pintando en las paredes.

Cuando giras para ir hacia detrás tan sólo ves la pared de la cueva y escasamente ya que está lejos y la luz de la antorcha no da para tanto. Eso sí, vuelves a mirar hacia delante y te parece ver que la cueva continua, pero tienes el mismo problema, la escasez de luz.

Indeciso entre volver o continuar, me la juego a piedra, papel, tijera con mi hermana, ella quiere que continúe adelante, y por desgracia para mi, pierdo la partida, así que tomo la antorcha y me adentro en la penumbra.

Coges la antorcha y tras andar un rato, llegas a una pared que parece haberse desplomado. En ella, hay un agujero por el que podrías pasar con algo de esfuerzo. A través de éste se ve luz, claridad.

Bueno, parece que esto llega a su fin, les digo mirando al agujero, tras una sonrisa me introduzco contorsionándome en él.

Intentas pasar por el agujerito pero te quedas encajado.