Partida Rol por web

Una de Superhéroes

Capítulo I: El destino fatal, el circo de los horrores.

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16/09/2014, 22:08
(DEP) Arlet Silva

¡Yo me largo de aquí! se insistió mientras intentaba empujar esas puertas que les cerraban en esa sala no apta para epilépticos que no cedieron ni el más mínimo centímetro. Las golpeó sin estrategia ni utilidad con los puños hasta darse por vencida, superada por todo el espectáculo. Apoyó la frente contra la puerta, evitando, por suerte o desgracia y sin ser consciente de ello, ver el cambio que experimentaba aquel hombre del que todavía no conocía su nombre.

El frescor del metal en su frente le dio el oasis de serenidad que necesitaba para volver a recuperarse. Nunca huyas. recordó el lema de su madre A los enemigos hay que encararlos, ir y volver gasta el doble de energía.

Aquella filosofía era perfectamente válida para los estudios y los problemas personales pero encontraba una laguna para los asesinos.

Giró la cabeza para mirar a los demás invitados y se detuvo en cada una de sus caras, tomando consciencia de ellas. Los dos hombres y la aterradora japonesa parecían capaces de guardar el frente, brevemente, pero quizás suficiente Debo encontrar el modo de sacarlos de aquí. Decretó y volvió a golpear las puertas buscando aquella desesperación que una vez le había salvado la vida.

 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: cambiar de plano

Tirada: 1d100

Resultado: 74

Notas de juego

Me gustaría poder usar mi poder de viajar entre planos para poder salir de la sala (transportarme fuera); luego buscaría el modo de abrirlas, quizás las llaves, quizás el arlequín...

A falta de saber el resultado de la tirada supongo que me dirás tu donde acabo según halla pifado mucho o poco. ¿Funciona así? 

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18/09/2014, 22:26
- Ketsu Sen -

Era de esperar murmuró Ketsu Sen. La transformación de las asiáticas no la pilló desprevenidas. Como si lo hubiera visto antes en su vida, o como si nada pudiera sorprenderla. Se apartó de los dos hombres que querían protegerla y presentó batalla a la asiática que la había hablado.

¿Todo queda en familia? soltó con ironía. Con un rápido movimiento de muñeca, dos dagas brillantes aparecieron en sus manos. Venid a por mí  susurró mientras se ponía en posición de ataque, preparada para atacar y defenderse.

Notas de juego

Algo así, para que nos entendamos, pero con las dagas

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18/09/2014, 22:31
- Ketsu Sen -
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Esquivar

Dificultad: 0

Habilidad: 3+9

Tirada: 2 3 4

Total: 3 +3 +9 = 15 Éxito

Tirada oculta

Motivo: Atacar

Dificultad: 0

Habilidad: 6+8

Tirada: 2 7 8

Total: 7 +6 +8 = 21 Éxito

Notas de juego

Espero a que me ataquen. Si supongo bien, atacarán primero, lanzándome la bola de fuego. La esquivo y me lanzo a por la guarrilla lanza fuego. Dejo dos tiradas, por si acaso.

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19/09/2014, 01:26
(DEP) Marcial Almagro

Su corazón debería palpitar desbocado en su pecho.

Marcial no era un hombre violento, la mera visión de la sangre le revolvía el estomago y a ciencia cierta estaba tremendamente acojonado. Sin embargo, había algo en su interior que le permitió mantener un control impasible y calculado de todos sus sentimientos. Una calma pasmosa, casi como si estuviese sumido en una epifanía, que le hacía llegar a la conclusión que aquello tenía que ser lo mas normal del mundo para él.

A través del turbio momento de confusión y terror, toda aquella locura de situación en la que estaban inmersos pareció simplificarse a su mínima expresión. Su mente sopesó la amenaza que suponían aquellas dos asesinas de brillantes formas mefistofélicas y calculó el escaso abanico de opciones que le quedaban.

Huir estaba descartado por el momento. Era evidente que aquello era alguna clase de trampa y salir corriendo solo conseguiría que quedasen divididos y repartidos por aquel oscuro recinto. Presas fáciles para aquellas asesinas que habían matado a dos de ellos con una rapidez y una eficiencia que solo podía nacer de una innata experiencia. No, si querían salir de allí tendrían que hacerlo pasando por encima de aquellas dos, y eso, solo lo lograrían si trabajaban juntos y se enfrentaban a ellas.

No le gustaba el aspecto que tenían aquellas lucecitas que envolvían a aquellas criaturas demoníacas en las que se habían convertido las dos gemelas psicokillers. Gracias a su "habilidad" era invulnerable a sus cuchillos, pero no podía fiarse, pues dada la sobrenatural situación en la que se encontraban, aquellas dos bien podían poseer algún extraño poder con el que ser capaces de atravesar su escudo y no creía que fuera algo divertido de descubrir.

Mientras llegaba a esa conclusión algo en su interior se activó. Casi como si supiese que era lo que tenía que hacer, su orondo cuerpo se movió por si solo, y permaneciendo lo suficientemente cerca del resto del grupo como para poder interponerse si les lanzaban la enorme bola de fuego, acabó posicionándose cerca de la joven japonesa que parecía "estar de su parte" y entonces adquirió una perfecta postura de combate, con las piernas flexionadas y los brazos próximos a su cuerpo dispuestos a interceptar cualquier ataque que le pudiesen lanzar.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Poder

Tirada: 1d100

Resultado: 24

Notas de juego

Guardo acción y me quedo a la defensiva mientras me mantengo cerca de Ketsu Sen por si he de apoyarla en su ataque. A si mismo no me alejo demasiado del resto por si he de interponerme entre ellos y la bola de fuego. 

Por lo demás tiro mi poder, a ver cuan efectivo es este turno.

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19/09/2014, 19:44
- Luis Gutierrez -

El repentino grito de dolor hizo que Luis se girase instintivamente hacia el lugar del que procedía, por lo que pudo ver todo lo que pasó antes de que su hermana pudiese taparle los ojos. Vio como tanto el tipo de la camiseta de Dragon Ball como la joven embarazada caían inertes al suelo, mientras que las dos japonesas, que tenían ahora en sus manos unos cuchillos ensangrentados, fueron rodeadas por numerosas y diminutas lucecillas que parecían introducirse en ellas y hacer que brillasen.

Lo que estaba pasando no era para nada normal, y desde luego, no era algo que alguien de la edad de Luis debiese ver, pero a pesar de ello, este no parecía estar afectado en absoluto, sino que más bien se quedó mirando la escena con curiosidad, como si no entendiese del todo lo que había visto, como si no supiese como actuar ante ello. Fue justo en ese momento cuando Elena le tapó los ojos y lo arrastró hacia atrás. Con los ojos aun tapados por su hermana, Luis no pudo ver lo que sucedió despues, pero si que pudo escuchar. Y lo que dijeron le hizo reaccionar.

Seguro que ahora tú serás la siguiente. ¿A qué si?

¿Qué a dicho?- pensó, y estando aun sin poder ver, llegó a la única conclusión que tenía sentido para él. Una conclusión que no le gustaba para nada -Le quieren hacer algo a Elena- se dijo, mientras apretaba con fuerza la mano de su hermana, decidido a no soltarse.

¡No le pongáis un dedo encima...- empezó a gritar, liberándose en el proceso de la mano de su hermana que le había estado tapando los ojos hasta ese momento -...monstruos!- añadió al ver en lo que se había convertido una de ellas.

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19/09/2014, 19:50
- Luis Gutierrez -
Sólo para el director

Al ver como una de las japonesas se había transformado en una especie de demonio, Luis supo que tenía que hacer algo para proteger a su hermana.

Si se acercan le harán daño- se dijo, mientras intentaba imaginar que podía hacer para impedirlo -Un muro, un foso, una barrera, un...- empezó a pensar cuando oyó como el joven con la chaqueta de cuero gritaba ¡Policía!, lo que hizo que se decidiese de manera inconsciente. Y empezó a imaginar una cárcel, creciendo alrededor de las japonesas, encerrándolas e impidiéndoles que les hiciesen daño. Por su mente ni siquiera paso la idea de que su Elena pudiese descubrir su poder, pues lo unico importante era impedir que le hiciesen daño alguno a ella.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Materializar una celda

Tirada: 1d100

Resultado: 29

Notas de juego

Intento materializar una celda/jaula/carcel alrededor de las japonesas, dejandolas encerradas en su interior

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22/09/2014, 04:35
- Director -

La primera en No-reaccionar fue la joven estudiante, que aterrada se quedó petrificada en el lugar en el que estaba. Su mirada se perdió en dirección a la puerta del Palacio, una puerta que era más que probable que estuviese cerrada y que nada ni nadie podría atravesar. ¿O sí? Estaba claro que aquella gente que la rodeaba no era normal, empezando por las asesinas asiáticas y partiendo por el resto de los alli presentes hasta terminar con ella misma.

En segundo lugar, el que sí que reaccionó fue el hombre maduro de aspecto desaliñado, al que habían confundido con un mendigo. Ismael se quedó absorto en los sucesos, pero como si de su familia se tratase, se lanzó a cubrir a los hermanos Gutierrez. No quería que los pasase nada, y en un acto reflejo comenzó a... ¡A nada! Aquello que pretendía de nada servía, su cuerpo se volvió arrugado y flácido, parecía hecho de tela, quizá fuera resistente, absorbiese el sudor e incluso las rozaduras, pero un solo corte y se desgarraría como los calcetines viejos que llevaba en sus pies*, o una pequeña chispa de la bola de fuego de la asiática y BOOM!!, ardería sin compasión.

Inmediatamente después, el joven y apuesto desenfundó su pedazo de pistola. Se presentó como un agente de la ley, y apuntó con su arma a una de las dos asiáticas, mientras su cuerpo parecía comenzar a cubrirse de un material tan duro que a simple vista daba la sensación de ser impenetrable.

Y entonces, la chica que en un principio parecía haberse quedado bloqueada y que estaba tratando de abrir las puertas se desvaneció para nunca más saberse nada de ella. La chica había desaparecido. Algo que alteró a la japonesa que no tenía cuernos. Se puso a mirar por todas partes sin éxito.

A continuación, la tercera japonesa desenfundó un par de dagas que tenía ocultas entre sus anchos ropajes, a juzgar por su posición no parecía estar del lado de las otras dos. Parecía dispuesta a enfrentarse a ambas. Además, no parecía sorprendida como el resto, daba la sensación de que ya hubiese vivido alguna vez una situación como aquella, además de que parecía estar perfectamente preparada para un combate.

Después, la cara del gordo pasó por diversos estados, desde el más absoluto pánico, hasta la más plena confianza. Observando todo a su alrededor, decidió terminar de posicionarse junto a la japonesa de las dagas, la que estaba de su lado. Aunque no supiera cómo, trataría de ayudarla en todo lo que pudiese. Y así lo hizo:

La japonesa embarazada con aspecto de demonio reencarnado por el mismísimo Satanás, lanzó la bola de fuego hacia Ketsu Sen, ésta hizo un giro perfecto en el aire, pero la bola pareció ser capaz de redirigirse. Por fortuna, Marcial bloqueó el ataque con su enorme cuerpo, salvando a la asiática de, quizá, una muerte muy dolorosa. La bola de fuego consumió parte de la ropa del hombretón, dejó una buena quemadura en toda ella, pero su tripa seguía completamente intacta, como si nada le hubiese impactado. Y entonces, Ketsu Sen, salió de detrás de su guardaespaldas, para lanzarse, daga en mano, contra la súcubo. Pero, la otra japonesa pareció hacer un gesto ligero con una mano, y la luchadora cayó de bruces contra el suelo, perdiendo una de sus dagas que terminó clavada en el duro suelo que todos estaban pisando.

Elena y su hermano se escondieron detrás de Lucas, que parecía el único capaz de hacer algo contra ellas. O al menos es lo que les había parecido, y según el joven dijo aquellas palabras, una especie de cárcel comenzo a salir del suelo. Unas barras negras se alzaron para encerrar a las japonesas, pero no fue exactamente así. Las barras en lugar de formar un cuadrado perfecto, y rodear a Sishuka y Soshuke, lo único que hicieron fue dividir en dos el enorme lugar. Haciendo que las asesinas quedaran apartadas en un bando, y el resto en otro.

Las Junmai se miraron la una a la otra, e hicieron un gesto de asentimiento. La demonio se desvaneció en una explosión de llamas, mientras que la segunda se dirigió hacia el lado opuesto de donde habían entrado. Salió corriendo hacia el interior del Palacio.

Y finalmente, la joven que había desaparecido, de nuevo apareció allí, pero mucho más lejos, encima de uno de los asientos de las gradas del otro lado del campo de baloncesto. Como si fuera una simple espectadora que contemplaba el horror que estaban viviendo el resto de invitados a aquel circo de los horrores.

Notas de juego

* Ismael, aclaro en escena de dudas, recuerda las dudas hacérmelas por ahí.

Recordad en la tirada no poner "Poder". Poner lo que queréis que pase cuando lo uséis, ejemplo: "Crear bola de fuego" "Convertirme en un oso" "Hacer que llueva"... etc.

¡Un aplauso a todos por vuestras geniales interpretaciones! Me parece que lo estais haciendo excepcionalmente bien!

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22/09/2014, 05:20
Elena Gutierrez

Elena alzó la vista para contemplar las barras de hierro negro que habían divido el estadio. Cuando miró hacia el fondo pudo ver a Arlet sentada en las gradas del otro lado. Luego vio el boquete quemado que tenía Marcial, a Ketsu Sen tirada en el suelo con una de sus dagas clavada contra el suelo. Al policía armado con su pistola y con su piel de un aspecto raro. El mendigo con una piel extraña y rugosa y a su hermano a penas asustado por lo que estaba sucediendo.

Comenzó a andar hacia atrás, sin soltar a Luis. ¡Vámonos de aquí! Gritó sin ser capaz de dar más pasos. ¡Esto es un horror! ¡Son todos unos seres extraños! ¡Son peligrosos! ¡Vámonos Luis! ¡Larguémonos de aquí!

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23/09/2014, 21:22
- Ismael León Ruíz -

-Tdanquila... Nnnnadie te vaaa a hacedd daññño.

Maldita sea! Ismael se sentía como un muñeco de trapo. Su intención había sido la de absorber las cualidades del suelo del pavellón: dureza, fuerza, resistencia... Pero algo había fallado. Y mucho!

Ahora su cuerpo parecía de ropa, sin consistencia, flácido, elástico. Puede que alguna otra situación hubiera sido de utilidad aquella mutación, pero evidentemente en aquel momento no. Y eso enfureció aún más a Ismael. Y no ayudaba para nada, el arrastrar las palabras al hablar. Pero es que notaba el tacto de la lengua como si de ropa de pana se tratara. Y se costaba pronunciar sonidos con aquellos labios de confeción téxtil.

"Joder! Esta puta maldición que aún no controlo..." pensó.

Puede que aquella muchacha tuviera razón: eran todos unos monstruos. Al menos, así se sentía Ismael.

-Lo mmmmejoddd esss que estemooosss jjjuntos. Aún ssstamos nnn peligdddo.

Señaló con un brazo flexible y adaptable hacia la puerta de salida.

-Hay qqqqque ssssalid de aaaaaqui!
 

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24/09/2014, 00:16
- Lucas Fernández -

Lucas se sorprendió enormemente que al parecer todos los presentes tenian algun tipo de poder extraño como el suyo. Una chica aparecia y desaparecia a voluntad. El mendigo habia "adoptado" la consistencia de un trapo (Que cosa mas extraña). La otra asiatica tenia cuchillos brillantes. El tipo enorme y trajeado, era mas agil de lo que aparentaba y al parecer ignifugo, pues resistió la bola de fuego. Y encima unas barras dividieron el lugar entre las chinas y el resto. 

Al desaparecer las chinas, Lucas buscó por todas partes para mirar donde podian aparecer, pero parecia que se habian largado. Aun sin soltar el arma, la bajó un poco para no amenazar a nadie con ella. La hermana del enano parecia muy alterada y no era para menos, estabamos en un circo de monstruos. 

- A ver chica, calmate de una vez. - Le dijo con tono astiado. Parecia acostumbrado a estar con gente histerica y no tenia demasiada paciencia con ellos.  - Como he dicho soy policia, ves? - Dijo, enseñandole la placa que llevaba en la chaqueta. Quedaba algo espeluznante verla en una mano de aspecto metalico. El agente volvió a guardar la placa despues de enseñarsela a todos. - A ver que mierdas está pasando aqui. ¿Todos tenemos alguna "habilidad" extraña, por llamarlo de algun modo? De ser así ya sabemos que nos une a todos, y por lo visto tambien porque nos han hecho venir. - Dijo el policia mirando a los cuerpos sin vida de la mujer y el gordo que estaban al otro lado de las barras. Las miró algo enfadado. La puesta tambien estaba al otro lado. - ¿Quien de vosotros puede hacer que aparezcan barras de metal como estas? Creo que será mejor que digamos que "sabemos hacer". Para evitar sorpresas y sustos. - Decidió que seria el primero ya que su poder era bastante evidente y defensivo. - Por ejemplo, mi cuerpo se vuelve metalico. Muy duro. Una vez me dispararon asi y no noté practicamente nada. Aunque nunca lo he probado contra el fuego. Tambien me da algo de fuerza extra. ¿Y vosotros?

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24/09/2014, 00:41
(DEP) Arlet Silva

Arlet seguía golpeando la puerta arrepentida de haber echado la vista atrás, de haber guardado para sí los rostros de esas personas que no podría volver a decir que jamás había conocido.

Necesito salir de aquí insistió y de pronto sus puños alcanzaron más allá de ese límite cortafuegos que hasta el momento la había frenado.

Parpadeó liberando una sola lágrima generada del agobio, del miedo y de la desesperación que habían humedecido sus ojos y destensó los hombros adoptando una posición más relajada. Igual que un niño que descubre que detrás del monstruo del armario no hay más que ropa apilada.

De pronto todo era silencioso y aquellas puertas habían desaparecido, inspiró a consciencia, buscando en el aire la fuerza necesaria para darse la vuelta. Exhaló de nuevo poco convencida y volvió a inspirar autosugestionándose para encontrar la valentía.

Al girarse pudo ver que no había nadie en ese pabellón, ni siquiera el aparatoso montaje del pseudocirco. Nadie, nada. Hizo un barrido con sus ojos a su alrededor, el estadio parecía abandonado, aun conservaba las butacas, las barandillas y las canastas, aunque estas estaban oxidadas y desmontadas, abandonadas a un lado de la pista.

Levantó la mirada con lentitud, allí todo parecía exigirle tranquilidad, silencio, calma. Sobre su cabeza se abría paso un cielo gris entre los ladrillos deteriorados, algunos incluso desprendidos o disueltos por completo.

-Salir ¿por dónde? – se preguntó analizando ese lugar aprovechando todo el tiempo que ese plan le concedía. - ¿por dónde? – siguió preguntándose cada pocos pasos.

Anduvo en línea recta, ignorando el terreno, fuese barandilla, asiento, pista o cristal, Arlet andaba a piñón fijo, en algún momento sintió como nacía en sus tripas la necesidad de correr, de acortar distancias con un objetivo que no tenía ni localizado; pero ese lugar las hacia morir mucho antes de que sus piernas se diesen por aludidas.

Llegó a las gradas opuestas a esa puerta que pretendía derivar en el otro mundo, olvidó la línea recta y empezó a andar en ziga zaga de punta a punta de cada hilera, subiendo cada vez más. Sonriendo cada vez más, empezó a divertirse en sus carreras individuales, primero en los pasillos que dejaban los asientos, después por encima de los propios asientos, incluso llegó a saltar de uno a otro. Jugó, se desinhibió y finalmente se dejó caer en un asiento enfrentada con esa puerta, la puerta.

La miró unos segundos como si esperara comprender algo de ella, como si se tratase de un viejo amigo al que hace años que no ves y dudas de su identidad en la lejanía de una mesa de bar.

- ¡El circo! – se dijo de pronto y volvió al mundo real irrumpiendo con una violencia que solo advirtió su cuerpo.

Allí estaban todos de nuevo, por algún motivo separados por unos barrotes con los que no se había fijado antes. ¿Qué ha pasado? ¿Siguen todos bien? Incluso en sus pensamientos utilizó un eufemismo para esa situación, para “vivos”.

- ¡Pero corred! Salid de la pista. – comentó como si fuese lo más obvio, ¿y luego qué? ¿Dónde irían? 

- ¡No, no, no! - gritó a las palabras del policía - Discul...-dejó los formalismos a medias, no era momento de mostrar sobreeducación - no creo que sea una gran idea informar a eso - señaló con toda la mano a las dos asiaticas metamorficas - de qué hacemos.

¿y qué es lo que hago? ¿Delirar? Está claro ¡¿me han drogado?! No ¿cuando? Pero... ¡Todo esto es imposible! delirios, son delirios. Casi sin querer visualizo la página de sus apuntes sobre cognición humana que llevaba en el bolso, buscando en ellos una respuesta a todo.

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24/09/2014, 23:22
- Ketsu Sen -

Se han ido, pero van a volver dijo Ketsu Sen observando cómo las asiáticas se esfumaban. Se acercó hasta el lugar dónde estaba su daga y la recogió*.

La muchacha miró al gordo que la había salvado de esa bola de fuego. En su naturaleza no estaba dar las gracias, pues no lo sentía. Pero su formación era distinta.

Se acercó hasta Marcial y apoyó la mano sobre su hombro. Gracias, ahora podía ser sólo cenizas.

No hizo ningún caso al que iba de guapo, pasó de él. Encontremos una salida, si hay gente delante no se atreverán a atacarnos dijo, pero pensaba lo contrario. Estaba convencida de que esas guarras les atacarían en cualquier lugar.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Advertir/Notar

Dificultad: 0

Habilidad: 4+11

Tirada: 4 8 9

Total: 8 +4 +11 = 23 Éxito

Notas de juego

*En el caso en el que esté cerca, claro, si no puedo llegar hasta él, no voy XD
 

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29/09/2014, 02:05
(DEP) Marcial Almagro

Marcial apagó con sus manazas cualquier vestigio de fuego que pudiese quedar en su ropa sin preocuparse en ningún momento por el calor, pues aunque los otros no lo supieran no lo sintió en absoluto.

Miró a la joven que iba con el niño y que les acusaba a todos de ser peligrosos, algo que le desconcertaba teniendo en cuenta que él jamás le haría daño ni a una mosca, aunque, en defensa de la muchacha tenía que admitir que aquél grupito era cuanto menos algo fuera de lo normal, y los diversos poderes que en unos pocos segundos se habían desplegado ante sus ojos eran algo sorprendente.

Nunca habría imaginado que encontraría a otras personas con poderes como el suyo, y mucho menos podía imaginar que lo haría con mas de uno a la vez y mientras eran atacados por unas gemelas demoníacas y psicóticas. Aunque algo le decía que si no sufriese de amnesia, probablemente aquella situación no le hubiese parecido tan sorprendente.

Sus ojos pasearon desde el tal Ismael cuya piel parecía haberse ablandado dando un aspecto flácido y maleable a Lucas con su piel recubierta de aquel material de aspecto tan duro como extraño, pasando por la lejana muchacha histérica que parecía haberse teleportado al otro lado del recinto en un abrir y cerrar de ojos. Luego estaba el muchacho que parecía haber creado aquellos gruesos barrotes con solo unas meras palabras.

Fue en aquel momento, cuando estaba observando al resto, cuando Lucas se volvió a identificar como policía, y haciendo gala de una autoconfianza pasmosa o directamente de un ejercicio de inconsciencia, se dedicó a revelar su "habilidad extraña" sin tener en cuenta que las dos hermanas demoníacas podían estar al acecho escuchando cada una de sus palabras.

   - No creo que revelar ese tipo de información sea muy sensato en esto momentos.- Contestó con voz pausada.

Desde luego podía haberles explicado que su cuerpo estaba cubierto por un escudo de energía invisible que le hacía invulnerable e insensible a cualquier tipo de daño, pero que desde que se había "activado" hacía varios meses no lo podía "desconectar". Algo que por su parte resultaba todo un infortunio, pues como efecto colateral aquel escudo también cegaba totalmente su sentido del tacto.

Debido a ello no sintió, aunque si vio, como Ketsu Sen apoyaba su mano en su hombro y le daba las gracias con gran educación.

   - De nada.- Le contestó con una queda sonrisa.- No podía permitir que esas... "cosas" matasen a otra persona delante mío.- Prosiguió lanzando una mirada de tristeza hacia los cadáveres de las dos víctimas de aquellas asesinas.

Acto seguido asintió a las palabras de Ketsu Sen.

   - Tiene razón, tendríamos que buscar una salida y para ello deberíamos permanecer unidos si queremos salir de aquí con vida. Si nos dividimos esas asesinas podrían darnos caza a placer.- 

Parpadeando entonces se percató de una cosa.

   - Estooo, no se como decirlo, pero, ¿Donde se ha metido el saltimbanqui?- Preguntó con voz queda.

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29/09/2014, 03:05
- Luis Gutierrez -

Al parecer, las dos hermanas no eran las únicas con poderes, pues la mayoría de los allí presentes mostró alguna habilidad, lo que hizo que Luis se apretase aun más contra su hermana, temiendo que se volviesen todos contra ellos, cosa que por suerte no sucedió, sino que se enfrentaron a las gemelas hasta que tras quedar separadas del resto por unos barrotes de metal, se fueron.

¿Quién es toda esta gente?- se preguntó Luis, asustado, pero también curioso. Su hermana en cambio, no parecía tener nada de curiosidad, y lo único que quería era marcharse, algo con lo que Luis estaba de acuerdo. Ese sitio era peligroso, y no quería que su hermana sufriese daño alguno, por lo que asintió enérgicamente cuando esta le dijo de marcharse.

¿Por dónde?- le preguntó con cierta ansiedad, pues no creía que pudiesen salir por la puerta, justo cuando el policía se dirigió a ella, a lo que Luis, tras mirar fugazmente a su hermana, reaccionó mirándole con desconfianza en intentando alejarse junto a su hermana un poco de él -Nosotros no tenemos eso que dices- le dijo con cierto tono de desconfianza mezclado con desafío y algo de miedo, así como toda la rotundidad que podía tener un niño de su edad. Luego, miró extrañado al hombre que había detenido la bola de fuego.

¿El saltimbanqui?- se preguntó Luis, pues no entendía por qué preocuparse por donde estaba tras lo que había pasado.

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29/09/2014, 04:12
Elena Gutierrez

¡Ni mi hermano ni yo somos como vosotros! Dijo la joven mientras agarraba a su hermanito y tiraba de él hasta el otro lado del estadio.

Las barras de hierro habían dividido el pabellón en dos, pero en lugar de hacerlo por la raya del centro del campo, de tal manera que hubiera quedado dividido en dos secciones, lo había hecho transversalmente, dejando una de las puertas accesibles, pero la otra no. A excepción de para la chica que se había teleportado al otro lado, que era capaz de acceder a la otra puerta.

Una de las gemelas asiáticas había huido por la puerta a la que tenía acceso Arlet. En cambio, Elena Gutierrez y su pequeño hermano salieron corriendo hacia lo que creían la única salida posible, la puerta de entrada. Aquellos hombres y mujeres estaban hechizados, o eran seres suficientemente extraños como para preocuparla. Incluso el hombre policía parecía también peligroso.

Cuando la chica trató de abrir la puerta se dio cuenta de que era imposible. Algo que desde luego no le sorprendió. No podía abrirla, no había manera. Y entonces las lágrimas comenzaron a brotar en sus ojos. Estaba histérica y golpeaba una y otra vez la puerta, esperando que se rompiese o que se abriese.

Y tras el trigésimo quinto golpe, o quizá alguno más, la puerta del otro lado de las barras se abrió. Pero nada, ni nadie apareció tras ella. Los barrotes impedían que pudiera acceder a ella, pero Arlet si quería podría intentarlo, aunque fuera sola.

El resto tendrían que ingeniárselas para tratar de quitar aquellas barras de hierro, parecidas a las de una cárcel, si es que querían continuar por la única salida que había allí. Aunque daba la sensación de que fueran a meterse en las profundidades de aquel Circo de los Horrores.

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29/09/2014, 23:12
- Ketsu Sen -

Ketsu Sen hizo que las dagas giraran en sus manos y apuntó con ambas hacia la puerta. Eso no era normal, aunque ya nada allí lo era.

Movámonos. Aquí vamos a caer uno tras otro. Miró a la muchacha que se desvanecía Si quieres irte tu sola, ve. Pero es probable que mueras sólo por proponerte salir y así, empezó a caminar hacia el interior del circo.

Creo que el payaso ese formaba parte de la trampa escuchó los sollozos de Elena y no se molestó en mirarla. O la forzáis a venir o que se quede aquí, sólo nos va a hacer perder el tiempo.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Advertir/Notar

Dificultad: 0

Habilidad: 4+11

Tirada: 5 7 9

Total: 7 +4 +11 = 22 Éxito

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Dificultad: 0

Habilidad: 3+11

Tirada: 3 8 10

Total: 8 +3 +11 = 22 Éxito

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30/09/2014, 00:23
- Ismael León Ruíz -

Ismael respiró profundamente y cerró los ojos de trapo. Notaba como su piel de textura de ropa, comenzaba a tomar consistencia y parecía volver a su estado original.

Sabía que era cuestión de relajarse y conseguir que su ritmo cardíaco se relajara poco a poco, bajando pulsaciones y consiguiendo que su "habilidad" desapareciera lentamente.

En pocos segundos, volvía a ser el hombre normal y corriente de siempre. Había conseguido que sus huesos tuvieran cierto estabilidad, sus músculos la fuerza necesaria para sostener su peso, su piel la suavidad corriente...y, afortunadamente, su rostro volvía a ser más humano y no de espantapájaros.

-No podemos dejar a nadie atrás. Eso es lo que quieren que hagamos. Estamos aquí metidos por un motivo...sea por lo que podemos hacer o por alguna otra jodida razón. Debemos mantenernos juntos...

Ismael se dió cuenta que estaba hablando de forma demasiado dura y su cuerpo, tensó, reaccionaba del mismo modo.

Intentó relajar sus movimientos y ser un poco más conciliador.

-Vamos a ver... ya hemos visto que pueden hacer esas dos. Han matado a dos de nosotros sin apenas pestañear. Tengamos o no algún tipo de..."poder"...debemos permanecer unidos para salir de aquí. Solo existe un camino, y es meterse ahí dentro.

Miró a la pareja de hermanos e intentó tranquilizarlos, ya que parecían los más alterados del grupo.

-Mi nombre es Ismael y no soy ningún monstruo. Tengo dos hijos y me gustaria volver a verlos...y seguro que vosotros quereis volver con vuestros padres, verdad? No tengais miedo, nadie os va a hacer daño. Os lo prometo.

El hombre alargó la mano, a modo de saludo, hacia el niño que miraba asustado a todos lados. Buscaba tranquilizarlo...y no sabía si lo conseguiría.

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01/10/2014, 10:09
- Lucas Fernández -

Lucas dejó que el tipo de "tela" se encargase de los crios, no se le daban bien los niños. Pero recordó una cosa. Probablente el niño tambien tuviese poderes, pues afuera comentó que si alguien tenia una entrada para su hermana. Lo que significaria que él fue quien recibió la entrada y que si el patron sigue, él tiene poderes. Tal vez no lo sepa aún. a mi me costó hacerme a la idea cuando lo descubrí aunque en mi caso era muy obvio que me ocurria algo. 

- Ella tiene razón, busquemos otra salida. Algunos de nosotros es obvio que hacemos, como esa chica - Dijo Lucas señalando a la que estaba al otro lado de los barrotes - que se teletransporta. O él que se convierte en ¿algo de tela? -Lucas creia que era extraño pero era lo que habia visto. - Esas dos nos quieren matar. Si sabemos que podemos hacer, podremos tener una estrategia usando todas las herramientas a nuestro alcance. - Al decir eso se acordó de su movil. Podia pedir refuerzos a sus compañeros y que les ayudaran a salir. Sacó el movil y lo miró esperando que tuviera cobertura. 

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05/10/2014, 10:49
(DEP) Arlet Silva

Arlet se quedó mirando a la chica asustadiza, y de algún modo pudo verse reflejada en ella, apenas treinta segundos antes, quizás más, quizás menos, pero el tiempo pasado en ese “otro mundo” no transcurría con la misma velocidad que el mundo real, ni siquiera con la misma velocidad cada vez que entraba en ese plano; y aquel descontrol era algo que la irritaba, confundía y desesperaba.

No fue hasta que la chica asiática le ofreció su consentimiento a que se fuera cuando cayó en la cuenta de que se había abierto la puerta que quedaba en su sección del estadio.

Miró hacia la puerta, luego a la chica que golpeaba la opuesta, miró hacia la salida de nuevo, y luego hacia el otro lado de los barrotes. Sus pies empezaron a marcar el camino que quería seguir, quedando medio girados hacia la salida mientras su cabeza se empeñaba en no actuar por instinto, menos después de esa posibilidad que había nombrado la luchadora de kung fu y que ni siquiera se había planteado por sí misma.

¿El payaso? – volvió a mirar la boca negra del estadio que le ofrecía una salida – Quizás pueda atraerle. – respondió a sus propios pensamientos e indirectamente a la japonesa a la vez que el ex hombre  de trapo recomendaba seguir juntos.

Cuando su cerebro procesó el consejo de Ismael, ella ya había empezar a actuar en contrario y únicamente supo reaccionar devolviendo su nombre – Soy Arlet, por cierto. – sonrió y se volteó para salir por la puerta.

Tiene dos hijos. No pudo evitar recordarse, equiparando no volver a verlos con perder a su tía y a su madre y sintió como sus labios empezaban a temblar avecinando un llanto que se esforzó por ahogar, no era el momento, ni el lugar, y de utilidad.

En parte le resultó más fácil adentrarse sola en esa oscuridad, quizás mortal, cuando oyó al policía decir en voz alta lo que algunos habían podido deducir por sí solos, pero que ella, justamente ella, había declarado que prefería no confirmar. El primer paso fue de rabia, los siguientes por determinación. 

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07/10/2014, 19:35
- Luis Gutierrez -

Aferrado a su hermana, Luis observó como esta intentaba inútilmente abrir la puerta por la que habían entrado, y cuando tras ver que no lograba nada se puso a llorar mientras la golpeaba, intentó tranquilizarla, a pesar de que no sabía muy bien cómo hacerlo.

No llores...- le dijo con evidente preocupación mientras la abrazaba torpemente -Estamos juntos- añadió en un murmullo, claramente avergonzado por lo que decía. No estaba acostumbrado a esas cosas, y menos en público, así que intentó ignorar al resto de personas junto a ellos. Claro que lo que dijo la chica de las dagas hizo que eso no fuese posible.

Si intenta hacerle algo a Elena, le...- pensó Luis con una expresión de fiera determinación en su infantil cara. Por suerte, los demás no parecían de la misma opinión que ella, y el tipo gordo incluso intentó tranquilizarlos, aunque la mención de sus padres hizo que Luis pusiese una extraña expresión, una que no mostraba ningún sentimiento en ella, como una máscara vacía, tras lo cual volvió a centrar su atención en su hermana.

¿Estás bien?- le preguntó con un tono que mostraba su enorme preocupación por ella, esperando que se hubiese tranquilizado un poco.