Partida Rol por web

Modificadores o atributos

Habilidades

Valores especiales:

Descripción e Historia

Física

Arlet es una chica alta, demasiado para su gusto, y de constitución delgada. Lo que la hace parecer todavía más alargada de lo que realmente es. De piel pálida pero sin llegar a parecer de ultratumba, a ello ayuda el hecho de mantener algo de color en las mejillas (principalmente porqué ha adquirido la costumbre de pellizacarselas).

Suele vestir cómoda, con colores pero discreta. 

Psicologica

Arlet es muy despierta, le gusta observarlo todo y aplicar lo aprendido en la carrera de psicologia a modo de juego personal.

Es confiada y autosuficiente lo que a veces le hace parecer algo engreida o arisca. A pesar de ello adora el contacto con la gente.

Cuando se propone algo nunca se rinde.

Historia

Nació y se crió en Barcelona, actualmente vive en Madrid con su tía Elena por razones de universidad.

Sus padres descartaron la opción de que buscara un piso de estudiantes pues temen sus episodios de sonambulismo.

Arlet no es sonámbula, simplemente tiene un poder inestable. Es capaz de cruzar a dimensiones o realidades paralelas. Por ello a veces desaparece de su cama y aparece en el McDonalds.

La primera vez que fue consciente de su habilidad fue a los 17 años, cuando, al cruzar la calle, casi la arrolla un coche. Dio un paso, un paso que hubiese sido insuficiente para no recibir el impacto pero que, sin embargo, la trasladó a una realidad paralela, en la que ese coche no circulaba por esa calle, de hecho nadie circulaba por ninguna calle, los edificios habían tapiado puertas y ventanas con maderas, hierros y somieres y el aire parecía más cargado de lo habitual.

Fue hasta donde se suponía debía estar su casa y, en su lugar, encontró un solar sin construcción alguna. Al poner un pie en él volvió a su realidad.

Nunca se planteado contárselo a nadie, es algo que nunca creerían y a lo que ya le han puesto nombre.

A pesar de que sus poderes le salvaron la vida, considera que le han quitado más de lo que le han dado. Se ha vuelto cerrada con su familia y su novio cortó con ella harto de malas historias sobre sus ausencias y desapariciones.

Empezó a estudiar psicología creyendo que así podría entenderse a si misma, pero definitivamente se ha equivocado de carrera.

Notas

Nombre: Arlet Silva Oller
Nombre de la madre: Anna Oller
Nombre del padre: Fran Silva
Poderes: Viajar entre realidades paralelas (Equivale a teletransporte)
Tipo de poder: Mutación (o evolución por supervivencia).
Edad: 19

Profesión: Estudiante.

Estado civil: Soltera. (Todavía con el corazón agrietado)
Ex-pareja: Marc Solé; llevaban juntos algunos meses, le avergüenza reconocer que no sabe muy bien en que momento empezó a la relación. Un amiga en común (Marta) les presentó, se cayeron en gracias, empezaron a verse y simplemente llegó un día en que dieron por hecho que estaban juntos. No hablaron de su relación hasta el momento de separarse.

Lugar de residencia y quién vive con él/ella: Madrid, cerca de la UCM. Vive en casa de su tía paterna Elena. Un ático pequeño pero con una terraza que compensa no caber más de dos personas en el piso.

Su relación es neutral tirando a buena. Su tía es agradable y maternal, aunque suficientemente joven como para no verla como tal.

Motivación personal: Autosuperarse

Gustos y aficiones: Le gusta leer novelas y ensayos filosóficos. Pintar. Realizar experimentos caseros.

Es Vloger (hace video-diarios y gags para youtube).

Temores: Serpientes. Espíritus cabreados. Las gasolineras.
No le gusta: Volar y las alturas en general. El humo del tabaco. Quienes creen ser poseedores de la verdad absoluta y las rotundidades.
Prejuicios: No se fía de las chicas que visten con excesivo rosa, ni de quienes no sonríen a un perro.
Su Mayor miedo: Convertirse en un vegetal.

Persona en la que más confía  (PNJs): Su madre (aunque no lo admitiría). 

Anna Oller, 46 años. Su madre es una de esas personas que saben lo que piensas por una microexpresión de tu rostro que solo ella puede ver.

Da consejos aunque no se los pidas algo que a Arlet le resulta irritante a pesar de que terminan resultandole útiles.

Tienen sus diferencias pero siempre ha pensado (aunque lo guarda en secreto) que si un día tiene hijos le gustaría ser como su madre.

Anna trabaja para el museo nacional de arte contemporáneo de Barcelona concertando exposiciones.

¿Qué piensa tu personaje sobre la existencia de este tipo de poderes en el resto de personas? No existen más como ella, de hecho no existe ni ella. Todo tiene una explicación racional y para nada "mágica".

Nota: Cree en el horóscopo y los espíritus porqué considera que se basa en algo racional y físico.

¿Cómo describiría a sus padres?

Atosigadores pero agradece que siempre estén cuando les necesita.

¿Cómo se describiría a si mismo?

Luchadora, cabezota, sociable.

¿Cómo crees que los demás lo ven?

Independiente, algo listilla pero como mínimo sonríe.

¿Mejor amigo o amiga y si sabe de su herencia mágica?

Marta López. Es su mejor amiga desde preescolar. Al vivir en diferentes ciudades solo se veían los veranos pero lo que hacía especial su relación es que a pesar de llevar vidas separadas y de que sus caracteres evolucionaran en distintas situaciones entre ellas nada cambiaba.

Actualmente, con la mudanza de Arlet a Madrid se ven con más frecuencia. Marta ha intentado introducir a su amiga en el mundo de la vida nocturna, pero Arlet prefiere ver una película en pijama y abrazada a su almohada que llevar tacones en una sala en la que ni siquiera puedes verte los pies.

No conoce su nueva condición, pero tampoco cree que necesite saberlo.

- Explica de forma más detallada los poderes de tu personaje en el apartado de poderes.
- Indica la dirección real (de tu PJ) de tu Lugar de Residencia.
- Creo que pusiste un avatar al exnovio, pero no se vé.
- Agrega a tu pestaña de Descripción:

Nombre:

Edad:

Altura y Peso:

Complexión:

Cabello:

Ojos:

Así como una foto diferente a la de tu avatar.
- ¿Cree tu personaje que puede haber otros como él, o con poderes parecidos?

- Explica de forma más detallada los poderes de tu personaje en el apartado de poderes.

Arlet es capaz de traspasar del mundo real a mundos o realidades paralelas, de modo que su cuerpo desaparece del mundo real para adentrase en otra realidad, dado que se desplaza dentro de esa realidad cuando vuelve a traspasar a su mundo originario parece en otro lugar. 

- Indica la dirección real (de tu PJ) de tu Lugar de Residencia.

Paseo de San Juan XIII núm 22, Ático.

- Creo que pusiste un avatar al exnovio, pero no se vé.

Realmente era por completar, no encuentro la imagen, así que pongo otra.

- Agrega a tu pestaña de Descripción:

Nombre: Arlet Silva Oller

Edad: 19 años

Altura y Peso: 1.75 m; 54,4 kg

Complexión: Delgada y atlética. Su metabolismo no le permite almacenar demasiada grasa y da la apariencia de estar en los huesos, algo más de lo que puede considerarse estético. Además, dada su afición al atletismo tiene el cuerpo fibrado lo que le permite amortiguar un poco su complejo de pértiga. 

Cabello: Castaño algo ondulado pero fácilmente controlable. Actualmente lo llega largo, unos centímetros por debajo de los hombros y sin flequillo, hace mucho tiempo que se despidió de él y no cree que vuelva a llevarlo.

Ojos: Marrones y algo almendrados. Pocas veces se los maquilla.

- Así como una foto diferente a la de tu avatar.

Verás, es que está chica no es nadie con nombre propio en internet. Puedo poner fotos de otra chica que más o menos se parece ¿te va bien?

- ¿Cree tu personaje que puede haber otros como él, o con poderes parecidos?

Creo que ya lo respondí

No existen más como ella, de hecho no existe ni ella. Todo tiene una explicación racional y para nada "mágica".

Es decir, no. No cree que haya más como ella y teme que lo suyo sean delirios. 

Vale pues vamos a dar comienzo con la partida. De momento vamos a ir de forma individual hasta que estemos todos juntos. De momento los post serán semanales y en caso de que tenga algo más de tiempo y tú respondas, quizá pueda aumentar un poco. Pero no prometo nada.

La partida comienza el 25 de Octubre del 2015, a las 11 am.

Debes empezar por dónde tú quieras y cómo tú quieras. Pero debes narrar hasta esa fecha. Puedes empezar hablando de lo que hace tu PJ ese día y lo que está haciendo en ese momento.

El despertador de Arlet sonó por enésima vez esa mañana, e igual que las demás veces no obtuvo la caricia que esperaba, ni siquiera un golpe, nada.

A pesar del taladrante beeep-beep Arlet no se dio por aludida y siguió durmiendo hasta que su cabeza tomó el relevo del despertador y la despertó con horrible dolor de cabeza.

Arlet soltó un gruñido ante esa punzada mental y apretó los ojos con fuerza resistiéndose a despertar, sin embargo su mente se puso en marcha y empezó a bombardearle con información que se suponía debía saber para el examen de “Conducta humana”. Con esas primeras líneas de conocimientos recordó a que se debía su existencia por lo menos los próximos tres años: estudiar.

Todavía con el cuerpo adormecido abrió y cerró y abrió los ojos e intentó incorporarse ¿qué hora es? Se preguntó buscando el despertador con la mirada mientras sus manos se ocupaban de recoger los apuntes con los que había compartido cama para dejarlos en la mesilla; al ver el reloj abrió todavía más los ojos y se lanzó sobre él con ambas manos, como si el contacto físico con el mismo pudiese obligarle a cambiar de opinión sobre la hora ¡mierda! ¿por qué no ha sonado? Protestó aprovechando la adrenalina de ese estrés momentáneo para levantarse de la cama y despejarse por completo.

¿Cómo pueden ser las diez? Tengo que repasar el tema 4, vestirme, ducharme, ¿me da tiempo?, desayunar, repasar el tema 6, bueno este puedo mirármelo de camino…

Mientras su mente organizaba la hora que le quedaba antes del examen, su cuerpo, perfectamente sincronizado empezaba a rebuscar en el armario un conjunto aceptable para luego dirigirse hacía el baño a ducharse.

Una vez acicalada y vestida se preparó un tazón de cereales del que solo se comió la mitad pues la mayor parte del tiempo reservado al  desayunó lo ocupó en releerse los apuntes para el examen.

A las once menos cuarto salía para la universidad, con una pelota de nervios en su tripa y sin dejar de ojear los apuntes por el camino, a pesar de que ello hiciera más complicado caminar sin abrirse la crisma.

Sales corriendo a toda velocidad hacia la universidad, pero en cuanto estás a punto de salir del portal te das cuenta de una cosa. ¡Joder! ¡Hoy es Domingo! Los catedráticos de la facultad eran unos desgraciados, pero de ahí a ponerte un exámen un domingo era demasiado. Estabas tan nerviosa que no te habías dado cuenta de que el exámen era mañana, lunes. Hoy podías tomarte algo más de tiempo, habías estudiado todo lo suficiente como para poder relajarte ¡y encima tenías un día extra!

Cuando te das la vuelta para regresar a casa, te giras sobre ti misma y te chocas contra la propiar puerta del portal que ya se había cerrado. Los apuntes que llevabas en la mano y que estabas releyendo se te cayeron al suelo. Algunos incluso se mojaron, anoche había llovido y el suelo estaba húmedo, aunque hoy lucía un día espléndido.

Recoges tus apuntes, aunque dejas las hojas mojadas separadas del resto, pero, de pronto, te das cuenta que entre todo ese jaleo hay un sobre que no habías visto hasta ahora. El sobre tiene tu nombre, con las letras bien claras y grandes, no tenía remite, así que lo abriste con gran curiosidad para ver qué podía contener.

La adrenalina que había producido Arlet y que circulaba por sus venas gritándole a cada célula de su cuerpo que hiciera su función más rápidamente se detuvo en seco cuando cayó en el cuenta de que era Domingo.

La tía Elena salió de la habitación aún dormida. Había tenido una noche dura el sábado y había llegado tarde a casa. Y no precisamente porque hubiera estado haciendo algo que no debiera, había salido tarde de trabajar y hoy que era domingo había preferido quedarse un poco más descansando.

Cuando escuchó los gritos de su sobrina salió corriendo de su habitación como si alguien estuviera gritando ¡Fuego, Fuego! Al ver que no pasaba nada, miró boquiabierta a Arlet para preguntarle qué es lo que pasaba.

En cuanto le mostró la entrada junto a todos sus apuntes la miró extrañada y la dijo: ¿Gracias por qué? Dijo contemplando la entrada de más de cerca. Esa no es mi letra, y eso no te lo he regalado yo.

Arlet estiró su mano para recuperar el sobre y mirar detenidamente la letra, como si de pronto fuese un perito forense de análisis caligráfico profesional.

¿ah no? le preguntó en un pensamiento expresado en voz alta; aunque esa pregunta tan escueta englobaba una complicada trama de pensamientos que comprendían un análisis rápido de todos aquellos que podrían haber tenido ese detalle con ella, incluso todos aquellos que esperaba que no tuviesen nada que ver, como Marc, por un momento se imaginó a su ex esperándola con otra entrada menudo imbécil desahogó la rabia que le producía acordarse de la última conversación que tuvieron.

Curiosamente en todo ese proceso no pensó en su madre, quizás porqué la letra del sobre la descartaba por completo o quizás porqué jamás la animaría a no estudiar el día antes de un examen.

La fecha del examen se asomó en sus pensamientos y un sentimiento de angustia se posó en su pecho sin ninguna utilidad real, simplemente se posó en él, para calar poco a poco haciendo cada vez más pesada la decisión de perder la tarde entera asumiendo, a su vez, la dificultad de mantenerse despierta de buena mañana al día siguiente.

¿entonces de dónde ha salido?

Miró de nuevo la entrada 19:49 tampoco iba a estar estudiando a esas horas terminó de convencerse además, lo llevo bien.

Le sonrió a su tía abandonando sus pensamientos y se encogió de hombros resignándose a no conocer su benefactor.

Cogió de nuevo el sobre y la entrada y se volteó para dirigirse a su cuarto.

Saldré a correr informó a su tía Siento haberte despertado aunque ya tocaba.

Arlet era de la opinión de que cuando vas a hacer algo cultural debes arreglarte, ya sea ir al teatro, a un museo, a una conferencia o al circo. Y aunque en su mente arreglarse equivalía a no ir con lo primero que encontrase en su armario tampoco tenía un talento natural que le permitiese combinar ropa apara ir no-informal sin llegar a ir formal. Aquellos matices se escapaban a su comprensión así que finalmente se vistió con una blusa, un chaleco y una falda de lunares. Y en previsión de que el espectáculo podía acabar entrada la noche se llevó consigo una chaqueta larga.

En arras de evitar la culpabilidad por pasar esa tarde lejos de sus apuntes, los metió también en su bolso junto al móvil, la cartera y las lleves. Poco antes de salir de casa sumó a esas objetos la compañía de una botella de agua y de un paquete de galletas.

Se calzó las botas que la esperaban en el rellano, su tía tenía la manía de dejar los zapatos fuera de casa, algo que Arlet nunca había comprendido y que estaba segura que solo podía permitirse ese capricho por vivir en un ático fuera del transito de los demás vecinos.

Miró su reloj de pulsera para comprobar la hora y luego rebuscó el móvil para comprobar que había leído bien la hora: salía pronto pero prefirió esperar en la entrada del circo que no es su casa, con todo el camino por recorrer.

Durante el trayecto jugó a adivinar qué vería, y en algún momento su mente buscó adivinar también de dónde había salido la entrada pero cada vez le daba menos importancia.

Y en cuanto empezó a ver los picos de las carpas y las taquillas blancas formando una barrera ya nada importó.