Partida Rol por web

- Y yo, salta el apotecario. Ofreciéndose voluntario para la escalada. No quería perderse lo divertido de la acción.

Sentía curiosidad por lo que había dentro, y muchas ganas de saberlo todo, tenía, pero más ganas tenía de entregar a la sororitas traidora, ya que era la misión encomendada. Todo esto le parecía una treta, y como tal, seguro que había más cosas detrás de todo ello. El gran detalle, era que dependiendo de lo profundo del plan, le podrían hacer frente de una manera o de otra. Tenía ganas de empezar.

Y descolgando las cargas de demolición comenta: - Y creo que esto lo tendría que tener alguien que sepa manejarlo. Yo solo soy una mula de carga. Soy médico, no ingeniero de combate.

Miro al apotecario con aprobación, la determinación que demuestra es encomiable. Pero para esta parte de la misión no es la mejor opción. Korvin es quien debería acompañarme en la escalada, pues al llegar arriba, si debemos retirarnos con velocidad, yo puedo teleportarme, pero Leinad no. Y no tengo intención de abandonar a nadie en combate, pero no tener las cosas bien definidas nos pueden llevar al error. Y un error en una situación parecida puede ser fatal.

-No te lo tomes mal, apotecario. Admiro tu determinación y compromiso, pero la escalada nos corresponde a Korvin y a mi. Si una vez arriba debemos retirarnos, él y yo podremos hacerlo es un parpadeo, pero si me acompañas, la retirada podría suponer un problema. Sin embargo, eres un gran tirador, los que os quedais aquí abajo podéis tomar posiciones alrededor de la entrada para formar un fuego cruzado seguro para nosotros y mortal para el enemigo. Desde arriba os podremos guiar mejor y ver qué hacemos al final.

Espero que se entienda el punto de vista, que es por seguridad y no por poner y quitar a nadie. Todos me parecen muy aptos para cualquier misión, pero no quiero exponer a nadie a un peligro del que no puede escapar con facilidad si se diera el caso.

La contestación del Justicar ante las observaciones y el plan de Trebek lo dejan un poco avergonzado. Decide seguir escuchando al resto de sus hermanos, dado que se había quedado sin muchas ideas. La explicación detallada del hermano Korvin parece que encamina un plan definido.

El Justicar Leehan termina por definir el plan al mencionar el acantilado: Los hermanos Angron y Valkban treparían por el acantilado, cosa que les darían una visión periférica del campo de batalla y ayudarían al resto de sus hermanos a desplegarse y montar una línea de fuego contra la entrada de la Basílica. Ambos hermanos entrarían, cogerían al tecno-hereje y saldrían justo a tiempo para que Trebek, Leinad, Wolfram y Zorael proporcionarían fuego de cobertura:-Parece un buen plan.-menciona Trebek ante el plan. 

Parte de nuestros planes habían sido desechados y otros habían tenido que ser replanteados para que al final uno de entre todos ellos hubiese sido aceptado. El plan era mandar a nuestros hermanos de la escuadra de choque a infiltrarse al interior de lo que quedaba de la basílica y pasar información a los que estuviésemos en el exterior, con eso plantearíamos como atacar a los herejes y demonios.

- Entonces, el hermano Korvin y el hermano Cole serán los encargados de la infiltración y con ello de la consecución de nuestra misión o no. Esperemos que el Emperador nuble los sentidos de nuestros enemigos.

Ahora solo podíamos esperar, eso era darle un tiempo a nuestros enemigos para prepararse o para terminar con las maquinaciones que hubiesen comenzado cuando asesinaron a la sororita renegada.

- El resto deberíamos prepararnos para la respuesta de nuestros enemigos o para acabar con los mastines si hemos de terminar entrando en la basílica.

Al parecer teníamos un plan, así que el tecnomarine le cedió su arnés al hermano Korvin así como el Enmudecedor por si lo necesitara y no dispusiese de uno. Después se dedicó a consagrar sus armas así como el equipo del binomio para que les sirvieran como se esperaba de ellas.

- Protege et serviant mea et fratres mei -susurró con la mano derecha ante las armas y el equipo a modo de oración- exsequi munus sibi creditum -sentenció-.

Posteriormente, se giró hacia el resto de hermanos incluido el justicar.

- No he podido apreciar que el tecno-hereje tuviese ningún tipo de símbolo del caos, tal vez se trate de un pobre servidor perdido que han obligado a colaborar. O tal vez no. De cualquier modo, nos será de mayor utilidad vivo que muerto y tenemos un contenedor que llenar -haciendo un gesto al que lleva sujeto a su espalda con el brazo manipulador-.
 

- En caso de que el Hermano Korvin no quiera formar parte, irás tú, apotecario. Gracias por el ofrecimiento -Responde el Justicar, viendo cómo se está fraguando el plan que finalmente se llevará a cabo-. En caso contrario, Cole tiene razón. Ellos dos pueden entrar y salir de manera rápida gracias al sistema de teletransporte personal, pero en tu caso la cosa se complica y no podemos perderte a la primera de cambio.

Después, se gira en dirección a Cole y Korvin, primero a la espera de que éste último responda, pero también para advertirles:

- Ante todo, tened cuidado. Nada de acciones suicidas. Usad la cabeza, pues sirve para algo más que para sujetar el yelmo, y si la situación resulta ser complicada, informad y regresad. Con saber a qué nos enfrentamos podría ser suficiente para trazar un plan mejor si el actual no resulta viable.

Tras asentir al justicar y a mis hermanos, encabezo la marcha, dando un amplio rodeo para no ser detectados por los mastines, hasta el acantilado. Habrá que bajar un trecho para poder colocarnos en una posición adecuada para subir hasta la catedral. Pero bajar siempre es más sencillo*.

-Bueno, adelante hermano. A ver que nos encontramos allí arriba.

Comienzo la subida sin apenas problemas, apenas algún desajuste dado que está configurado para el peso de wolfram, mayor que el mío por todos sus trastos mechanicus. Pero en cuando compenso esa pequeñez comienzo a trepar con la soltura de las cabras de la vieja Terra, como cuentan las historias.

Asiento con la cabeza tras las palabras de Korvin. Estoy seguro de que no podría tener un compañero mejor en este viaje. Sólo espero que nuestras elucubraciones sobre lo que haya allí dentro sean infundadas y no haya nada de lo que pensamos que puede haber. Sobretodo, que no haya un líder del caos que aune a los desangradores contra nosotros, o la batalla empezará decantada en nuestra contra. 

Tras afianzarme, tras los primeros pasos la piedra que me sujetaba se vence y me hace caer pocos metros que había avanzado, pero tras volver a afianzarme comienzo con paso seguro y termino llegando hasta arriba sin aparentes problemas, a excepción de los que las tropas del caos pueden habernos puesto. 

Tras prepararos y despediros, os separáis del grupo y ponéis rumbo oeste, buscando la costa que ya tenéis localizada. Apenas os cuesta atravesar el bosque por su borde exterior, siguiendo la linde, intentando de esta forma evitar cualquier tipo de contacto tanto animal como autóctono, y alcanzar, tras unos minutos de avance a marcha forzada, una pequeña cala costera.

Así, siguiendo la línea de costa en dirección norte y guiándoos por la conocida situación de la basílica, vais saltando de roca en roca ayudados por vuestros teletransportadores, sin grandes complicaciones pero sí con la dificultad añadida de las implacables olas que agitadas golpean sin cesar los riscos, y no pasa mucho tiempo antes de que alcancéis un punto en la escarpada pared que resulta más practicable y que está situada justo en las traseras del edificio en cuestión.

Tras afianzar mosquetones y cuerdas, y tras ascender poco más de una veintena de metros por la escabrosa pared de roca, aún sin prácticamente ningún impedimento salvo el malogrado inicio de Cole, alzancáis la cima; primero Korvin, y poco después Cole. Allí no hay nada ni nadie, por lo que aprovecháis para prepararos rápidamente para un, quizá, más que posible combate.

Desde el borde del acantilado, situados bajo la inmensa fachada trasera de la edificación imperial, descubrís que la misma se acerca más al tamaño de una catedral que al de una pequeña iglesia, pues un centenar de metros separan la parte trasera de la fachada principal del edificio, y su altura será de algo más de una treintena de metros, como su anchura.

Así, comprobáis que la parte posterior es una especie de semicúpula blindada y totalmente cerrada; ni ventanales ni cristaleras por las que acceder a su interior. Una hendidura en la zona central de la cúpula, que recorre de forma vertical toda su superficie metálica, indica que seguramente se pueda abrir mediante algún tipo de mecanismo, pero éste resulta ser un acceso impracticable desde este lado del edificio...

Llegamos a la cima con pocos problemas en la escalada, a excepción de mi nulo comienzo. Aunque gracias al Emperador sólo fue el comienzo... Pero lo que vemos a continuación... Eso ya es harina de otro costal, pues cualquier tipo de entrada ha quedado en el olvido al ver como la gigantesca estructura no tiene ni un sólo ventanal por el que colarnos. Es simplemente desesperante. Otra vez debemos improvisar la forma de entrar, pero no es algo por lo que lamentarse, pues estamos entrenados para ello. Simplemente es un escollo más que sortear. Miro a Korvin.

-Separémonos, cubriremos más espacio, si encuentras una forma de colarnos avísame, yo haré lo mismo. Comunicaré al resto nuestra situación.

A continuación abro el canal para todo el equipo, pues vamos a tardar algo más de lo qie puedan pensar y no es cuestión de mantener a nadie nervioso por el qué nos podrá estar pasando. Seguimos en la brecha y tenemos que buscar una forma de entrada, eso nos va a hacer perder un tiempo valioso, por lo que es mejor tener al equipo informado en todo momento.

-Escuadra, aquí Cole. Hemos alcanzado la cima pero la catedral desde esta vista no tiene ningún acceso, sólo una especie de hendidura horizontal, como la de un observatorio, pero no hemos visto ningún mecanismo de apertura. Vamos a rodearla y buscar un punto de entrada cercano por el que acceder al interior. Corto.

Dejo el canal libre esperando contestación, aunque no colapsaré el canal general, en cuanto la recoba, a menos que haya responder, pasaré al canal cerrado entre Korvin y yo, para mantenernos informados en todo momento de lo que vamos viendo.

El lugar es realmente impresionante una vez arriba. al menos desde una perspectiva humana ordinaria. Nuestras naves son catedrales mucho mayores que esta, y no están dejadas al capricho del tiempo. En cualquier caso, es lo de menos. Lo importante es el grosor de esos muros. Aunque la parte con forma de cúpula parece blindada, es decir, algo que mi bomba de fusión puede fundir sin comprometer el resto de la estuctura. O eso creo, lo cierto es que no tengo mucha idea del tema.

-Por la izquierda.- asiento.

No hay más que hablar ni tiempo que perder. Y ya está informando Cole, hora de moverse. Avanzo hacia la izquierda atento a entradas, peligros, alarmas y posibles ventajas o detalles extra que puedan servirnos de algo.

Cole y Korvin se preparan y despiden, y poco después se separan del grupo poniendo rumbo oeste, buscando la costa que ya todos tenéis localizada. La pareja de Astartes desaparece entre el denso follaje del bosque, y vosotros rezáis al Emperador para que nada les impida llegar hasta su destino. Por vuestra parte, siguiendo las indicaciones del Justicar Leehan os separáis en dos grupos. 

Por un lado Trebek y el propio Justicar, que, a hurtadillas, tratando de no molestar a los entretenidos mastines de Khorne, se colocan en la casa central en espera de noticias de los dos compañeros de la escuadra de choque, y por otro lado Leinad, Zorael y Wolfram, que se sitúan en el muro de la casa de la izquierda, con más cobertura que el pequeño murete de la casa de la derecha y desde donde tienen un buen angulo de tiro.

Tras unos tensos minutos de espera, más cerca de media hora larga, se abre el canal de comunicación. Es Cole.

-Escuadra, aquí Cole. Hemos alcanzado la cima pero la catedral desde esta vista no tiene ningún acceso, sólo una especie de hendidura, como la de un observatorio, pero no hemos visto ningún mecanismo de apertura. Vamos a rodearla y buscar un punto de entrada cercano por el que acceder al interior. Corto.

Separándote de Korvin, te diriges hacia la zona derecha del gótico edificio. Por lo que parece, la nave central tiene dos alturas y aunque en la primera el acceso parece imposible sin llamar la atención de sus ocupantes, pues todo son ventanales con cristaleras cerradas y enrejadas, tan llenas de mierda que apenas puedes ver qué se cuece en el interior, la parte superior tiene una serie de parteluces decorativos con forma de arco, abiertos, por donde el acceso sí sería plausible...

Separándote de Cole, te diriges hacia la zona izquierda del gótico edificio. Por lo que parece, la nave central tiene dos alturas y aunque en la primera el acceso parece imposible sin llamar la atención de sus ocupantes, pues todo son ventanales con cristaleras cerradas y enrejadas, tan llenas de mierda que apenas puedes ver qué se cuece en el interior, la parte superior tiene una serie de parteluces decorativos con forma de arco, abiertos, por donde el acceso sí sería plausible...

Ante la comunicación de Cole, el Justicar responde:

- Recibido, proceded con cuidado. Mantenemos posición.

-Cole, posible acceso en parte superior. Procedo a comprobarlo.

Me alzo con cuidado hasta llegar a los parteluces. Si logramos hacernos una mejor idea de la fuerza enemiga podremos actuar con más acierto. Es un momento delicado...y no mi fuerte, pero debo hacerlo. No es probable que me escuchen desde dentro pero ¿Y si alguien está mirando en esa dirección? No me queda otra que jugarmela.