Partida Rol por web

Una espada contra el Caos [Capítulo II]

0. Prólogo

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25/02/2019, 22:22
Placa de Datos

 

Año 6 478 999.41

Gracias a los descumbrimientos realizados por los Hermanos de Batalla en la Basilica de Santa Mina, construída sobre los restos del antiguo titán Warlord Colossus Prime, sobretodo el vox-grabador localizado en el cadaver del exorcista Torold Prescott que, encubierto bajo el nombre de Joshua Denholm, fue a investigar el lugar en nombre de cierto afamado cazador de  demonios del Ordo Malleus, los inquisores asignados al Sistema Cadia determinaron que la Abadesa Ligneta Agnais debía ser declarada Excommunicate Traitoris bajo los cargos de delito de herejía en primer grado, traición, y asociación con personas y/o entidades consideradas como amenaza moral.

No obstante, no fueron pocos los inquisidores de la cábala organizada que se opusieron a este linchamiento al no encontrar evidencias bien fundamentadas o una relación directa de las mismas con la Abadesa, obligando a que un Gran Inquisidor entrase a poner fin a la disputa con su voto a favor de la excomunión, una vez se confirmó el abandono de su puesto al frente de las Hermanas de Batalla para seguir los pasos de Invizarus Octarion, el popular santo no canonizado.

Por sí sólo esto no era ninguna evidencia, no hubiera servido ante ningún tribunal dado que mucha gente de diferentes estratos sociales había realizado el peregrinaje conocido como "La senda de Octarion" alguna vez en su vida, sin dar mayor importancia al hecho de que esa persona a la que llamaban "Santo" ningún miembro de la eclesiarquía había beatificado ni canonizado, pero con el paso de los meses grupúsculos de renegados comenzaron a aflorar alrededor de las capillas que fueron erigidas en torno a la figura de Invizarus Octarion tiempo atrás, creándose dirigentes fanáticos que decían seguir la palabra de un tal Anurah, "El Profeta del Dios Exiliado". Esto sí hizo saltar las alarmas. 

A consecuencia del esfuerzo militar que el Imperio de la Humanidad estaba destinando a frenar la XIII Cruzada Negra, limitando así su poder de controlar a las masas a costa de enviar más hombres al frente, estos cultos se estaban haciendo cada vez más fuertes, contando cada día con más adeptos que esperaban que ese Dios Exiliado les salvase de una muerte probable a manos de cualquiera de los Cuatro Poderes Ruinosos, y haciendo más fuerte al culto en sí, que ya llegaba hasta las grandes casas nobiliarias.

A día de hoy el culto sigue en auge, sobretodo entre las clases sociales más bajas, pese a que se ha llevado una gran purga por todo el Segmentum por parte del Ordo Hereticus, con apoyo encubierto del Ordo Malleus. Se afirma que los interrogadores del Malleus sacaron todo el partido de sus excruciadores, pero que apenas se sacó información relevante. Al parecer, se trata de cultos de tendencia anarquista que creían que no había nada comparado con sus fanáticos líderes, desconocidos para la inmensa mayoría de sus adeptos, pero en realidad eran mera carnaza usada según los designios del Caos.

Además, por si esto fuera poco, existen rumores entre los soldados más veteranos, tanto entre los Capítulos Astartes como los Regimientos de la Guardia Imperial, entre aquellos que han sobrevivido a la embestida de los ejércitos del Caos por suerte o por saber hacer, de que en ocasiones los campos de batalla estaban plagados de cadáveres de enemigos del Imperio antes si quiera de que ellos disparasen la primera bala. Cuentan las malas lenguas que hasta se han visto a Marines Espaciales con armaduras blancas y negras enfrentándose al Caos, y que luego esos mismos Marines han creado el caos y la destrucción entre los soldados del Imperio por igual. 

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04/03/2019, 22:13
6ª Hermandad

Eras nuevo en la 6ª Hermandad, pero eso no importó. El Hermano-Capitán Caddon Varn confió en ti para que cubrieras sus espaldas durante una escaramuza una vez el Hermano Samael, Campeón de los Caballeros Grises y encargado de servir como guardaespaldas personal del Hermano-Capitán, cayera en combate singular contra Azu'sax, líder de la banda de guerra de los Devoradores de Mundos a la que debíais enfrentaros para evitar que tomasen el control de una estación orbital cerca de Nemesis Tessera, la principal estación del Ordo Malleus en el Sector Cadia. Bastante cerca pero no lo suficiente como para que comprometiera la seguridad 

Ocupaste su lugar con valor y determinación, no sólo dando protección al Hermano-Capitán, sino también combatiendo a su lado hasta alcanzar la victoria. Lamentablemente, Azu'sax consiguió huir de vuelta a la disformidad y no pudisteis vengar la muerte de varios de vuestros Hermanos.  

Ahora te encuentras de vuelta en Nemesis Tessera, muy cerca del Ojo del Terror, esperando un nuevo destino. Aunque ahora hay otro hermano ocupado el puesto de Campeón, Cole cuenta con la gracia del Hermano-Capitán Varn de su lado. 

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04/03/2019, 22:14
5ª Hermandad

Desde que te separaron de tus compañeros, fuiste enviado a las salvajes batallas que rodean desde hace meses el mundo fortaleza de Medusa IV, hogar del Capítulo Manos de Hierro, junto a otros miembros de la 5ª Hermandad. Tal fue la ferocidad y la brutalidad de esas escaramuzas, realizadas casi a diario no sólo por Marines Espaciales del Caos, sino también por agresivos Xenos como los Orcos, que provocaron que muchos Marines Espaciales adquirieran nuevos elementos biónicos al quedar mutilados y perder, incluido tú mismo, algunas de sus extremidades. En tu caso, actualmente tu pierna derecha es una prótesis cibernética.

No obstante, haciendo uso de su buen renombre, dado que te enteraste que sienten una devoción por lo mecánico muy cercana a la adoración que siente el Adeptus Mechanicus por el Dios Máquina, los Manos de Hierro ofrecieron su ayuda para llevar a cabo una reconstrucción de los cuerpos mutilados por el enemigo, al luchar codo con codo en su terreno y proteger su primer hogar.  Lástima que la gran mayoría de ellos ya no recuerden el momento en que te conocieron, al ser borrados de sus mentes esos fragmentos de memoria.

Ahora te encuentras en Nemesis Tessera, la principal estación del Ordo Malleus en el Sector Cadia, muy cerca del Ojo del Terror. 

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04/03/2019, 22:14
7ª Hermandad

No es rara la vez en que la Inquisición se personaba en la 7ª Hermandad para usar a sus miembros en la tarea de dar caza a los psíquicos más difíciles de capturar, o los más peligrosos. En esta ocasión, tocó capturar al Ex-Inquisidor Baltassar Caro, declarado Excommunicate Traitoris por los crímenes de herejía mayor y asociación con enemigos del Emperador, al asociarle  con un Culto hereje al que denominaban Los Hijos del Exiliado. 

Se capturó al antiguo inquisidor y ha sido llevado bajo custodia hasta Nemesis Tessera, la principal estación del Ordo Malleus en el Sector Cadia. No obstante, para tu desgracia, no te enviaron en el equipo de busca y captura, sino sólo en el de custodia una vez fue capturado.

No obstante, los rumores son como una plaga, y pronto te enteraste de que el antiguo inquisidor seguramente sea ejecutado por haber sido encontrado en posesión de diversos manuales heréticos con un contenido difícil de describir, declarados como amenaza moral, y que tenían relación con el Culto hereje. Al parecer, cuando le capturaron se dirigía hacia algún planeta del sistema Belis Corona, cerca del Ojo del Terror. Estaba solo, y no opuso resistencia.

Ahora te encuentras en Nemesis Tessera, muy cerca del Ojo del Terror, esperando a que se celebre el juicio y se lleve a cabo la sentencia. 

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04/03/2019, 22:14
3ª Hermandad

Entregaste el libro "Las prodigiosas y celestiales ocurrencias del Sistema Cadia" al Hermano-Capitán Mithrac Tor para que fuera custodiado bajo protecciones psíquicas que impidieran que su contenido llegase hasta cualquier incauto que lo leyera o propagase su enigmático a la par que herético contenido, y como primera misión bajo la heráldica de la 3ª Hermandad, el Epistolario Jefe te impuso la tarea de ser el custodio del tomo hasta que fuera ocultado en una de las criptas en las entrañas de Némesis Tessera, la principal estación del Ordo Malleus en el Sector Cadia. 

Entregaste con éxito el herético volumen al Capellán Grebrus Anael, el guardián de los muertos, junto a un mensaje cifrado que sólo el Jefe Epistolario y el propio Capellán podrían desencriptar. El Capellán Anael es quien se encargaría posteriormente de ocultar el libro de Alastor Anurah en una cripta excavada exclusivamente para este tomo unos días atrás, tras inscribirlo en el registro del Malleus como un nuevo objeto bajo custodia del Capítulo.

Ahora te encuentras en Nemesis Tessera, a la espera de nuevo destino. 

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04/03/2019, 22:14
8ª Hermandad

La barcaza de batalla Fuego del Alba, buque insignia de la 8ª Hermandad, es una de las más veloces de todo el Imperio. El Gran Maestre Vorth Mordrak, de la 2ª Hermandad, y almirante del Capítulo, no aceptaría menos en ninguna de las naves de su flota.

Este buque fue vuestro transporte a la par que vivienda desde que, hace ya varias semanas, vuestro Justicar, Wulfric Leehan, vigilante e instructor, os indicase que os preparaseis para partir de inmediato, abandonando poco después la relativa seguridad de la Fortaleza-Monasterio de Titán rumbo a lo desconocido junto al Hermano-Capitán Mithrac Tor y varios miembros más de su séquito. Como caballeros novicios que sois, esto quería decir que pronto tendríais el honor de entrar en combate por primera vez. 

El Juez Leehan es un Caballero Gris más máquina que hombre, pues le faltan ambas piernas, un brazo y medio cráneo. Aun así, sigue siendo tan hábil con la mente como con la espada. Cuentan que estuvo a punto de morir al enfrentarse a dos engendros del Caos que aparecieron de la nada, y que cuando ya todo estaba perdido un apotecario novicio, al que él mismo había instruido, consiguió estabilizarle y salvarle. Del Hermano-Capitán poco se sabe, pues es más estratega que soldado, pero sí que ostenta su rango desde hace años y que tiene grandes cualidades como líder de compañía, quizá hasta de Hermandad.  

Lamentablemente, el Justicar Leehan no ha podido viajar con vosotros, dado que se le requería en otro lugar. Los recursos de los Caballeros Grises son muy escasos, y más en estos días en los que el Ojo del Terror está escupiendo continuamente tropas enemigas en lo que se ha llamado la XIII Cruzada Negra. 

Vuestro destino ha sido Nemesis Tessera, la principal estación del Ordo Malleus en el Sector Cadia, muy cerca del Ojo del Terror. Parece que vais a ser parte de los refuerzos que se envían al frente para detener las hordas del Caos, y como primer punto de partida os encontráis en la fortaleza esperando órdenes. 

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04/03/2019, 22:15
Placa de Datos

Nemesis Tessera es un Mundo Helado situado prácticamente en pleno Ojo del Terror, donde se encuentra una fortaleza inquisitorial ultrasecreta que constituye la posición imperial más avanzada en territorio del Caos.

El Sistema está relativamente cerca de la Puerta de Cadia e incluye al menos otro planetoide yermo y un inhabitable gigante de gas anillado. Las inhóspitas extensiones cubiertas de aguanieve de Nemesis Tessera son agitadas constantemente por violentas ventiscas errantes cuyas borrascas de hielo ocultan su lejana estrella e impiden que su débil luz alcance la superficie.

El planeta se convirtió en dominio de la Inquisición después de la 1ª Cruzada Negra, y una fortaleza inquisitorial secreta de varios niveles fue construida bajo tierra, supuestamente a petición del mismísimo Emperador. 

La instalación está bajo el mando supremo del Ordo Malleus y protegida por una flota de exóticas naves de la Inquisición, naves civiles disfrazadas y Barcazas de Batalla de los Caballeros Grises.

La seguridad del perímetro la proporciona todo un Regimiento de Soldados de Asalto de la Guardia Imperial, mientas que diversas escuadras de Caballeros Grises se encargan de la seguridad interna y de repeler cualquier intento de penetración. 

Debido a sus funciones y a su localización, toda la instalación está fortificada con poderosas guardas psíquicas y mantiene múltiples sellos de pureza escondidos que sirven como alarmas de intrusión de presencias demoníacas.

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11/03/2019, 20:31
Narrador

El cielo nocturno sobre Nemesis Tessera, siempre opaco, estaba siendo iluminado en esta ocasión por enormes destellos. Era como si hubiera nuevas estrellas en el firmamento que nacían y morían poco después muy lentamente, iluminándolo todo por momentos. Si no fuera por lo que significaban aquellas explosiones, era un espectáculo digno de admirar. 

Nemesis Tessera había permanecido oculta desde su creación allá por el M31, pero ahora estaba en el punto de mira de los Poderes Ruinosos. Decenas de naves habían ido apareciendo en su órbita, una tras otra a través de portales en la disformidad, y ni las poderosas y bien armadas barcazas de batalla de los Caballeros Grises estaban pudiendo detener su avance más allá de generar cierto retraso.

Aquellas naves, desde cruceros de batalla hasta acorazados, pasando por escoltas y naves de transporte, habían aparecido de la nada, sin que los astrópatas pudieran si quiera avisar de su presencia antes de que ya estuvieran materializados en el sistema. Era demasiado tarde para una defensa organizada. 

La batalla en el cielo del mundo fortaleza se estaba cobrando importantes vidas y mucho material irrecuperable, y la organización en tierra estaba cobrando, ahora más que nunca, sentido: El enemigo no tardarían en descender a tierra y crear un nuevo frente.

Para cuando la Guardia Imperial formó la primera línea de defensa en torno a la instalación inquisitorial, las naves enemigas ya se estaban estrellando contra la atmósfera, la cual abrasaba sus transportes hasta convertirlos en bolas de fuego humeantes, y los pocos que conseguían atravesar la defensa natural eran abatidos seguidamente por los enormes láseres orbitales que defendían la fortaleza desde un punto estratégico al noreste. 

No obstante esto cambió cuando una de estas naves, no está claro si a la deriva o de manera intencionada, cayó directamente sobre la estación orbital. La defensa planetaria en tierra había perdido su superioridad, y las naves del enemigo pronto comenzaron a tomar tierra.

Durante horas, la Guardia Imperial mantuvo a raya a los enemigos. Se trataba de renegados con sed de sangre, cultistas enloquecidos que corrían directos hacia el fuego de los aguerridos defensores y que caían fulminados tiñendo de rojo el suelo. El clima gélido, además, ayudaba a las tropas imperiales ya habituadas al entorno, mientras que el enemigo sufría las inclemencias del mundo helado. Los láseres iluminaban la noche en tierra, mientras el cielo se convertía en un fuego constante.

De pronto, todo cambió. La superioridad defensiva de la Guardia Imperial se vio mermada en cuando cayeron las primeras cápsulas, muchas de ellas sobre los propios defensores. Las rojas naves de desembarco alcanzaban tierra en medio de una brutal explosión de barro, hielo y nieve, y de su interior asaltaban las líneas defensivas decenas de marines de las Legiones Traidoras tiñendo sus rojas armaduras con la sangre de los guardias que apenas podían evitar la brutal embestida del enemigo. 

Amputaciones. Gritos. Maldiciones. Llantos. Muerte. Guerra. 

Más allá de la última línea defensiva, numerosos servidores de combate servían de sparring para las tropas traidoras. En tanto que unos pocos preferían el tiro al plato con soldados malheridos que se retorcían en el suelo tratando en vano de ponerse a salvo. Creyéndose victoriosos, los orgullosos seguidores del Dios de la Sangre se regodeaban ante el número de cadáveres que había en el suelo otrora blanco impoluto. Entretanto, las capsulas de desembarco continuaban cayendo...

Ese fue el punto de inflexión. Era el todo o la nada. El momento en que los Caballeros Grises, entre ellos vosotros, salisteis a hacer frente al enemigo que caía del cielo y que no sólo amenazaba al Imperio, sino que estaba golpeando directamente al corazón de la Inquisición en el Ojo del Terror. Decenas de Caballeros Grises salisteis entonces de la fortaleza. Por algún motivo la Inquisición no había querido jugar vuestra carta hasta ahora.  

Mientras las Guardias Imperiales resistían a duras penas junto a la puerta oeste y el hangar este, los Caballeros Grises fuisteis enviados al frente más conflictivo, y el que más vidas se había cobrado, la puerta norte. Decenas, si no cientos, de cadáveres deformados y mutilados se amontonaban formando trincheras improvisadas tras las cuales se escondían una pocas decenas de desmoralizados soldados, que pese a su pérdida de moral continuaban combatiendo como ratas acorraladas. Si retrocedían, sería a la Inquisición a la que se enfrentasen, y esa imagen era tan terrible o más que la que tenían delante. 

Frente a vosotros, duplicando fácilmente vuestro número, el enemigo. En cabeza, los Caballeros Grises con más rango cargaban sin temor disparando sus bólter mientras avanzaban. Detrás, el grueso del brazo armado del Malleus, entre las cuáles os encontráis.  

La noche transcurre, las horas se suceden y la batalla continúa. Los Caballeros Grises, como la élite de los Adeptus Astartes, desbaratan el avance de los Marines Espaciales del Caos. Se pierden pocas vidas en el proceso, pero cada una, sea un novicio o un veterano, es una baja casi irremplazable. Por contra, el frente se amplía debido a la desorganización generalizada del enemigo, y al final os toca combatir en grupos reducidos separados del resto de Caballeros...

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12/03/2019, 08:22
Narrador

Habían pasado ya alrededor de seis horas desde que los Guardias Imperiales comenzasen la defensa planetaria, y tras casi seis horas de lucha apenas quedaban soldados en pie. Los pocos que se mantenían firmes para contener a los enemigos en la zona norte estaban agotados, la mayoría heridos, pero su aguante frente a las puertas de la fortaleza subterránea era encomiable. 

Vosotros, en cambio, apenas notabais el cansancio. También es verdad que llevabais algo menos de la mitad del tiempo que los Guardias Imperiales, pero lo cierto es que vuestros cuerpos estaban hechos de otra pasta, y habíais sido entrenados, y vivís, para días como este.

El frente se había ido expandiendo a medida que los Caballeros Grises avanzabais para hacer frente a los traidores que se apelotonaban en torno a sus rojas cápsulas de desembarco, y aunque esto os obligaba a separaros en pequeños grupos, de momento llevabais las de ganar. 

En vuestro caso, el grupo, entre idas y venidas y aunque habíais empezado con una escuadra completa bastante más numerosa, había acabado siendo conformado por Cole, un Hermano de la 6ª Hermandad de la escuadra de choque ya veterano tal y como atestiguaban sus tres sellos de pureza que porta además de su espada némesis otra espada bastante extraña, de metal oscuro negruzco y de aspecto sombrío; el Hermano Leinad, apotecario de la 5ª Hermandad, y también con marcas de veteranía, entre ellas un sello de pureza y la falta de una pierna que ha sido sustituida por un implante cibernético; y dos novicios, el Hermano Vangael y el Hermano Avikal, purificador y expiador respectivamente. 

De pronto, una fuerte explosión a vuestra derecha os hace frenar el avance de manera instintiva para protegeros. Al volver la vista, donde se encontraba el Hermano Avikal hay en su lugar una enorme capsula de desembarco, que ha salpicado de barro y nieve ensangrentada varios metros a la redonda. Al mirar hacia su base puede verse una pierna amputada, la pierna del Caballero Gris que hasta ahora había abierto paso con su bólter pesado. Avikal ha caído, y recuperar su cuerpo no será tarea fácil.

En cuestión de segundos, las válvulas de aire de la capsula se abren, soltando un espeso humo negro, y sus rojas y doradas compuertas caen pesadamente con un chirrido estridente. Seguidamente, de su interior salen una decena de Marines del Caos pertrechados con pistolas bólter y espadas sierra corriendo hacia todas direcciones, con sus amenazadoras armas sierra rugiendo en sus manos. Cuatro de ellos saltan contra vosotros gritando, fuera de sí, dispuestos a acabar con vuestra existencia si no lo hacéis vosotros primero. Ninguno de ellos lleva casco, pudiendo ver en sus rostros la marca de Khorne grabada a fuego o a cuchillo, junto con sus rojos ojos inyectados en sangre.

A vuestro alrededor la batalla continúa. Se oyen disparos, y gritos, tanto de dolor como de órdenes.

Podréis replegaros hasta conseguir más Hermanos con los que hacer frente al enemigo, o tratar por vuestros propios medios de impedir que consigan saciar su sed de sangre...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirad iniciativa, y declarad acciones. Los enemigos están a cosa de ~10 metros. Podéis cargar, o disparar a distancia corta (Bonus de -10). No hace falta ir en orden, podéis postear sin problemas. 

Berserkers: 10

Si alguien quiere saber detalles del enemigo, deberá tirar "Saber prohibido (legiones traidoras)". En caso de que no se tenga esa habilidad, no se puede tirar y por tanto no sabrá más allá de que se trata de un grupo de traidores, a todas luces seguidores del Dios de la Sangre.  

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12/03/2019, 19:41
Narrador

Habían pasado ya alrededor de seis horas desde que los Guardias Imperiales comenzasen la defensa planetaria, y tras casi seis horas de lucha apenas quedaban soldados en pie. Los pocos que se mantenían firmes para contener a los enemigos en la zona norte estaban agotados, la mayoría heridos, pero su aguante frente a las puertas de la fortaleza subterránea era encomiable. 

Vosotros, en cambio, apenas notabais el cansancio. También es verdad que llevabais algo menos de la mitad del tiempo que los Guardias Imperiales, pero lo cierto es que vuestros cuerpos estaban hechos de otra pasta, y habíais sido entrenados, y vivís, para días como este.

El frente se había ido expandiendo a medida que los Caballeros Grises avanzabais para hacer frente a los traidores que se apelotonaban en torno a sus rojas cápsulas de desembarco, y aunque esto os obligaba a separaros en pequeños grupos, de momento llevabais las de ganar. 

En vuestro caso, el grupo, entre idas y venidas y aunque habíais empezado con una escuadra completa bastante más numerosa, había acabado siendo conformado por el Hermano Zorael, bibliotecario veterano de la 3ª Hermandad; el Hermano Trebek, expiador de la 7ª Hermandad, y también con cierta veteranía como aatestiguaban también los sellos de pureza que lucía en su servoarmadura; y dos novicios, el Hermano Totan y el Hermano Rogann, escuadra de choque y purgador respectivamente. 

De pronto, una ráfaga de fuego automático os sorprende desde un lateral. Os cubrís como buenamente podéis para evitar el arco que el fuego de oportunidad realiza, pero no todos los conseguís. El Hermano Rogann ha tratado de evitar la ráfaga de disparos pero no lo ha logrado, y numerosos agujeros han impactado contra su cuerpo. Unos pocos han rebotado contra su armadura, pero media docena la han conseguido atravesar, dejando su cuerpo moribundo con humeantes cráteres en el pecho. 

El causante, una especie de exterminador traidor, pero aparentemente más ancho y voluminoso. Se trata de una especie de Marine Espacial del Caos aumentado, que posee tiras de músculos, tendones y carne en apariencia putrefacta sobre su armadura. Se trata de una blasfemia contra la naturaleza y el Dios Máquina por igual, donde no está claro qué es hombre y qué no. Un arma automática, o al menos eso parece ser dado que no está demasiado claro por el tejido carnoso que envuelve el cañón, ha sido el arma que ha impactado en Rogann y ha acabado con su vida al servicio del Emperador. 

A vuestro alrededor la batalla continúa. Se oyen disparos, y gritos, tanto de dolor como de órdenes.

Podréis replegaros hasta conseguir más Hermanos con los que hacer frente al enemigo, o tratar por vuestros propios medios de impedir que consigan saciar su sed de sangre...

....

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirad iniciativa, y declarad acciones. El enemigo está como a 70 metros, aprox, lo cual es distancia media (sin modificadores al ataque). No hace falta ir en orden, podéis postear sin problemas. 

Arrasador: 6

Si alguien quiere saber detalles del enemigo, deberá tirar "Saber prohibido (legiones traidoras)". En caso de que no se tenga esa habilidad, no se puede tirar y por tanto no sabrá más allá de que se trata de un traidor con un arma de fuego automática.  

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16/03/2019, 13:52
Totan Cogq'Rt

Este era mi bautismo de fuego pero mis hermanos estaban junto a mi el hermano Zorael, el hermano Trebek veteranos curtidos en los campos de batallas, por último estabamos Rogan y yo apenas nombrados caballeros. Llevamos la lucha al enemigo sin piedad junto a nosotros estaban los más valientes hombres de la galaxia la Guardia Imperial, pues sin servoarmadura y sin bolter hacia frente a los enemigos del Imperio con coraje y valor.

El ataque contra los herejes había sido sencillo en principio carecía de armamento capaz de herirnos, el enemigo parecía retirarse cuando de repente el hermano Rogan cae abatido desde mi cobertura a la que apenas he llegado abro fuego en silencio con una ráfaga sobre el traidor que ha abatido a Rogan, pero al apretar el gatillo el bolter no responde.

Esto es una señal del Emperador tal vez sea mejor si me acerco y le doy muerte con mi espada. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

La iniciativa es 17. Bueno primera tirada de ataque 99 de aquí en adelante solo puede ir a mejor.

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16/03/2019, 15:20
Vangael Be'lakor

Vangael llevaba décadas preparándose para algo así. Desde que fueron desplegados, el purificador había avanzado por el campo de batalla junto a sus compañeros con paso lento y decidido, concentrando el fuego en los enemigos, utilizando sus poderes para potenciar a sus compañeros y tratar de localizar a posibles asaltantes ocultos. Bajo el casco de su servoarmadura Aegis, el rostro del novicio era de sombría determinación. Este era su bautismo de fuego, y el Archienemigo se atrevía a tratar de tomar las Sagradas instalaciones del Ordo Malleus... Tal cosa no podía permitirse.

Dejándose guiar por la experiencia de compañeros más veteranos, el Purificador se habían mantenido como una presencia silenciosa, que no decía nada más allá de la comunicación imprescindible para el combate: podía verse rápidamente que estaba tratando de aprender de sus hermanos más veteranos. Únicamente cuando la escuadra pasaba por alguno de los pequeños reductos de la Guardia podía escucharse algo más salir de sus labios: palabras de ánimo y alabanza a los valientes soldados que, siendo nada más que humanos sin el beneficio de la semilla genética del Adeptus Astartes, seguían manteniendo su posición. En su interior, el hermano Be'lakor sabía que la mayoría no vivirían para ver otro día, pues aunque ganasen, muchos deberían ser purgados para evitar que la corrupción del Caos se extendiese. Pero eso no quería decir que su servicio al Emperador no fuese digno de alabanza, y vivirían para siempre como anónimos héroes del Ordo Malleus. Podían regocijarse.

No fue, sin embargo, hasta la caída junto a ellos de la cápsula de desembarco que el novicio Vangael se vio cerca, prácticamente cara a cara, con los traidores del Caos. Una sola lágrima cayó por su mejilla dentro del casco. Aquellos brutos, seres corruptos e impíos, alguna vez habían sido hermanos del Adeptus Astartes. No sólo eso, muchos de ellos seguramente habían contemplado al Emperador en toda su gloria durante tiempos de la Gran Cruzada. Y sin embargo habían decidido volverle la espalda y se habían dejado seducir por los Poderes Oscuros. Estaban más allá de toda redención. Habían dejado de ser Marines Espaciales, y se habían convertido en los perros de guerra del Caos. Hoy se habían cobrado la vida del Hermano Avikal, y sólo el Emperador sabía cuantas otras veces habrían derramado la sangre de aquellos a los que alguna vez habían llamado hermanos.

— El Juicio del Emperador ha llegado. Tu crimen, la Traición. Tu sentencia, la Muerte. Que el Fuego del Emperador te Purifique. — Con fría furia justiciera, el Purificador extendió el brazo en el que su Bólter de Asalto se encontraba montado, dirigiéndolo hacia el Berserker más cercano y descargando una ráfaga de fuego y muerte sobre el mismo.

- Tiradas (17)

Notas de juego

Acción completa en disparar el Bólter de Asalto en Ráfaga Automática (utilizo el cargador de bólter normal). Dejo tirado eso y el Saber (Legiones Prohibidas). 4 Impactos (x2 al ser asalto). Los dos primeros impactos son a la cabeza, luego brazo, cuerpo, brazo y el resto al cuerpo.

Fallo mío al principio de la tirada de daño, no he contado Desgarrador para los Impactos 1, 2 y 3 (Me he equivocado yo, así que me jodo y me aguanto).

Impacto 1: 11; Impacto 2: 11; Impacto 3: 26 (19 si no aplicamos Furia Virtuosa); Impacto 4: 17; Impacto 5: 28 (19 si no aplicamos Furia Virtuosa); Impacto 6: 15; Impacto 7: 13; Impacto 8: 25 (19 si no aplicamos Furia Virtuosa).

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16/03/2019, 18:01
Director

Notas de juego

Un resultado de 96-100 en un ataque con armas de fuego significa que el arma se ha encasquillado. 

Actualmente el arma de Totan no puede disparar, y se precisará de un turno completo y una tirada de HP con éxito para que el armas vuelva a ser funcional. Es decir, en el próximo turno o desencasquillas el arma con una tirada con éxito y sin modificadores de HP, o no podrás usarla, y de poder usarla, será en el siguiente al desencasquillamiento.

Así mismo, recordar que HA es para ataques C/C y HP para distancia. La dificultad debiera haber sido 41, aunque con el -20 por ráfaga (modificador, no dificultad), se "convertía" en 61.

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17/03/2019, 01:02
Leinad Ikegar

Al escuchar al nuevo hermano quedó pasmado: - Joder, un fanático. No se podía reir de ello, ya que los que estaban en estado de trance o influenciados por el fanatismo ... eran más peligrosos que los propios enemigos. - Esperemos que sólo sea un rezo.

En su terminal interna de estado el hermano Avikal había pasado a estar en gris. Punteó la posición para recuperación de progenoides, cosa que empezaba a pensar que no sería posible, y ya veríamos ... que hacer y cuando. En estos momentos le preocupaba más la situación que otra cosa, y además, esperaba que llegasen al C&C en breve, así que esperó, escoltando al hermano que conocía de su última Gran Misión, para apoyarlo, temiendo que se desvanecería ante sus ojos, para teletransportarse a otro lugar. Posicionado comprobó su pierna. A pesar de la prótesis, a ratos tenía la sensación de que le dolía. Un dolor fantasma que se asemejaba a cuando aquella mina destrozó su unidad ... y parte de su cuerpo. - Malditas minas contra carro. Las odiaba. Las odiaba desde lo más profundo. Por un lado, los heridos por aquellos artefactos destrozaban. No había heridas limpias, sino llenas de tierra y mierdas varias. Por otro lado, le habían arrancado la mitad de una pierna y la puñetera "pata palo" era de todos menos ligera. Si, podía patear culos sin miedo. Podía correr como siempre, pero era pesada. Incluso cuando subía a un vehículo este se meneaba más que con sus compañeros.

Odiaba aquella pata también. Esperaba que la regeneración biológica llegara a su fin algún día y le reimplantaran un de verdad. Sabía que se estaba cultivando ... pero a saber los años que tardaba. Igual sólo era 10 ó 12, y luego la dolorosa implantación. Era como injertar una planta, pero había que aprender a andar otra vez con ella, entrenarla y todo eso. - Igual, por eso muchos se quedaban con la "pata palo".

- Propongo hermanos, retroceder, y que sean ellos los que se esfuercen por ganar terreno, teniéndolo que pagar en sangre. Un repliegue táctico no estaba mal visto, y si la Guardia veía que entraban objetivos en su zona, los barrerían y ahorraríamos tanto piel como munición. Además aquello le daba una idea. Podrían ser un canal donde el enemigo entrar a atacar ... y la emboscada que se podría fraguar, con nosotros como cebo sería una buena victoria.

- Tiradas (2)
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17/03/2019, 10:19
Trebek N'Kari

Cuando recibieron la llamada, Trebek estaba realizando mantenimiento de su bolter pesado y de su pequeño lanzallamas. Al sonar las alarmas levantó la cabeza y volvió a mirar sus armas:-Hora de trabajar chicos.-les dijo a sus armas, se levantó de su asiento, cogió el lanzallamas y lo colocó en una cartuchera improvisada que se hizo, atada al cinturón. Recogió las granadas que había cogido de la armería y las colgó en la parte trasera de su cinturón. Acto seguido cogió la Espada Némesis y la ató al cinturón dejandola en su lado derecho. Por último, con ayuda de un servidor, colocó la mochila de suministro a su espalda, acoplada al backpack que ayudaba al pesado Astartes a moverse. Recogió el bolter pesado, se colocó el casco y salió de los barracones para encontrarse con sus hermanos de batalla. 

Antes de salir al campo de batalla vio al Hermano Zorael, le saludó estrechandole el brazo:-Me alegro de volver a verte hermano. Y de combatir a tu lado.-dijo el expiador a través del casco, emitiendo el sonido amortiguado característico:-Veo a algunos hermanos de la octava. Tendremos que enseñarles como se hacen las cosas.-Trebek hablaba por experiencia propia, su bautismo de fuego fue el más crudo que pudo haber tenido cualquier otro Marine Espacial, al borde de la muerte en tantas ocasiones endureció el caracter del expiador y sin duda tenía ganas de ponerse en acción:-Hermanos Totan y Rogann. Yo soy Trebek, de los expiadores, y el es psíquico Zorael. Formaréis escuadra con nosotros. Por lo que tengo entendido, sois de la Octava.-comentó el expiador al ver las armaduras brillantes de los dos hermanos:-Antes de salir ahí fuera, recordad que el Emperador está a vuestro lado y si tenéis que morir hoy, lleváos a cuantos podáis por delante antes de exhalar vuestro ultimo aliento.-finalizó la presentación dándoles un toque en el pecho a ambos. Y salieron al combate.

Una poderos ráfaga de disparo golpea des del lateral a los Astartes. Trebek grita a cubierto en el último instante pero no todos consiguen cubrirse, des de su cobertura Trebek ve como cae Rogann sin posibilidad de hacer nada, incluso cree escuchar el gorgoteo de Rogann intentando decir algo. También ve al hermano Totan intentando devolver el fuego:-Tranquilo Totan! Veo tu intención de ir a por él. Pero es un exterminador caído con aumentos, espera al momento oportuno y luego asestale el golpe de Gracia. Zorael, empieza a invocar poderes que yo le llenaré de fuego, metal y muerte. Totan, revisa tu arma, apunta y dispara, probemos como es de competente esa armadura.-dije antes de salir de la cobertura y disparar sobre el arrasador. 

- Tiradas (7)

Notas de juego

Accion de Combate: Ráfaga Automática

Ataque: 62 + 20 (ráfaga automática) = 82  

82>72>62>53= 3 Éxitos

Daño éxito 82: 7 + 3 + 10 + 2 (tiro Poderoso) = 22

Daño éxito 72: 7 + 6 + 10 + 2 (tiro Poderoso) = 25

Daño éxito 62: 10 + 5 + 3 +10 + 2 (tiro Poderoso) = 30

Heridas: 22/22

PD: 5/5

Munición Bolter Psy: 20/20

Munición Kraken: 30/30

Munición Hellfire: 30/30

Munición bolter: 160/170

Carga de fuel: 3/3

 

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17/03/2019, 14:33
Cole Angron

Habían pasado apenas unos meses desde nuestro bautismo de fuego, pero a mi me parecían años. No había recibido ningún reporte de mis hermanos de sangre, ni tan siquiera del justicar, tampoco había tenido tiempo de poder interesarme por aquellos que nacieron a la luz del emperador el mismo día que yo, pero desde que habíamos sido traídos a Némesis Tessera, se nos había asiganado a diferentes hermandades para encargarnos de diferentes cursos de acción. La fortaleza ultrasecreta era un destino de vanguardia, con el que todo hermano de capítulo, deseaba servir al Emperador. Ser la punta de lanza en el corazón del demonio no era algo que se pudiera tomar a la ligera, y pese a que mi peso se henchía de orgullo, mi mente se martirizaba con la idea de que mi falta de experiencia quizá fuera determinante, insuficiente para proteger a la humanidad, Terra, y en última instancia, al trono dorado. Pero si en algún momento tuve alguna duda, toda ella desapareció con el paso del tiempo en aquel destino. El hermano-capitán Varn, desde mi ingreso en la 6ª hermandad, me había mantenido ocupado protegiéndole ahí donde iba. Nunca podré estar lo suficientemente agradecido de todo lo aprendido bajo su mando, aunque no podré quitarme de encima la decepción de no haber logrado dar caza a nuestro objetivo. No volverá a pasar.

De vuelta en Nemesis Tessera, liberado de mi obligación, me encuentro esperando un nuevo destino que me será revelado en breve. Pero el destino tiene deparado un lugar muy diferente al que podría esperar. Una dedicación tan grande como la fe demostrada a la hora de acabar con aquel engendro autoproclamado "El Quinto". Nuestro mayor enemigo, las legiones traidoras, atacan desde todos los puntos el planeta que había permanecido en el anonimato hasta ahora. El espectaculo de luces en el firmamento es el indicativo de la gran lucha a la que nuestros hermanos, y la humanidad, está haciendo frente. Trozos de pecios espaciales, caóticos e imperiales, caen con estruedosas explosiones por doquier. Las perdidas en vidas son incontables, pero todos y cada uno de ellos, la entrega con fe ciega a la defensa del imperio, a la defensa del Emperador. Las baterías de defensas planetarias acaban con los intentos de incursión enemigas antes de que puedan traspasar las exosfera, pero el enemigo, enajenado y ansioso de sangre, no iba a darse por vencido. En un ataque de extrema locura, unas de las barcazas espaciales de las legiones traidoras, baja en picado inmolándose contra nuestras defensas, destruyéndolas y arrasando gran parte del terreno colindante. No han dejado de explotar las partes en las que se destrozado el pecio espacial, que ya se empiezan a ver cápsulas de desembarco penetrando en el paneta. La guardia imperial sale a defender las inmediaciones con dedicada autonomía, acostumbrada a hacer lo que mejor saben hacer, mantener la línea. Pero el enemigo es numeroso, y su viciosa sed de sangre, desesperanzadora. Tras horas de lucha y gritos de muerte, al alto mando no le queda otra solución que lanzarnos al ataque. Una vez más, los hijos del emperador se abren paso desde la fortaleza, dejando a su paso cadáveres de traidores que han osado interponerse en su camino. También caen hermanos de capítulo, pero por desgracia, cada una de nuestras pérdidas es una pérdida irremplazable. 

Tras horas de combate, me encuentro separado acompañado de otros tres hermanos. En algún momento nos hemos juntado con mi otro hermano de sangre, el hermano Leinad Ikegar. Al que saludo con un movimiento de cabeza mientras avanzamos. No estamos cansados pese a llevar a nuestras espadas incontables horas de lucha encarnizada contra un enemigo de igual condición, lo único que nos diferencia, lo que nos convierte en mejores, es la verdadera fe. Algo que los heréricos olvidaron hace mucho tiempo. Pero la desgracia no acaba ahí. Nuestra posición es atacada por una cápsula de desembarco enemiga que cae encima del hermano Avikal. La esperanza de supervivencia es prácticamente nula, pero aunque haya caído en combate, ni podemos, ni debemos dejarlo a la merced del traidor. No mientras yo siga en pie. La propuesta del hermano apotecario me sorprende y me enfada por igual parte. Por eso avanzo hasta él, agarrándole de la hombrera lo pongo encarándo al herético. 

-No vamos a permitir el repliegue y reagrupación de las tropas traidoras. -Señalo con el dedo índice al frente. -Acabaremos con el herético y recuperaremos la semilla del hermano caído en última instancia. Levanta tu arma, hermano, y dispara. 

Camino un par de pasos hacia el frente, ofreciéndome como objetivo, tratando de ofrecer cobertura a mis compañeros. Desenvainando la espada Némesis y apuntando con ella hacia los que salen de la cápsula de salvamento. 

-¡Traidores! -Grito manteniedo la espada hacia uno de ellos. -Vuestra herejía tiene su fin hoy. -Adopto una pose marcial. -Hoy es el día en el que todos vuestros errores serán juzgados.

- Tiradas (2)

Notas de juego

ERTY... qué coño es eso de que te están cultivando una pierna y va a tardar 10 años? No inventes! No se van a molestar en hacerte una pierna nueva para que la vuelvas a perder... Ya que tienes un implante, mejóralo cuando puedas... que es mejor que un trozo de carne...

Aquí todos esperando a hacer méritos para que cuando nos revientes nos metan en un dread... y tú a cultivarte piernas... Ya puedes regar, ya.

Para la partida: -Para aligerar, lo que voy a hacer es tratar de parar el ataque enemigo para efectuar un contraataque. Así tener el próximo turno dos ataques contra el mismo. (Tiene permiso el máster de hacer mis tiradas en su turno).

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17/03/2019, 16:43
Leinad Ikegar

Tras sacudirse el agarre y mirar al hermano espachurrado por la cápsula pensó para si mismo: - Ni se va a marchar ni se van a molestar en sacarlo tampoco.... y con eso sacudió la cabeza y pensó: - ¿Qué hoy estoy rodeado de fanáticos?¿Qué te ha pasado hermano en este tiempo? Dentro de su casco miró con pena a Cole.

No se lo podía creer una táctica sencilla, que ahorraría recursos, suministros y vidas propias, todo por una gloria personal. No se lo podía creer. Señaló al otro hermano, uno que era poco más que un novato y le ordenó. - Tú, conmigo. Espáda némesis en mano. Apoyaría al hermano Cole, pero a la más mínima realizaría su maniobra sin dudarlo. No podía creer que este fuera tan descerebrado. Era una batalla campal y las unidades móviles, como nosotros, teníamos que apoyarnos en las estaciones fichas, que casi todos era de la Guardia Imperial. Además, eramos los mejores cebos. Tenía que convencerlo: - Aviak no se va a marchar, y somos al mejor carnaza para los heréticos. Si nos desplazamos hacia una zona de batida de armas pesadas propias terminaremos antes el trabajo, y así podremos ayudar antes al hermano "pista de Aterrizaje". Y le espetó al orgullo. - No es una retirada, es una maniobra para eliminar antes al enemigo y poder ayudar a otros antes de que lleguemos demasiado tarde.

Notas de juego

 No se van a molestar en hacerte una pierna nueva para que la vuelvas a perder.

Joder hermano, tú si sabes dar ánimos.

Aquí todos esperando a hacer méritos para que cuando nos revientes nos metan en un dread... y tú a cultivarte piernas... Ya puedes regar, ya.

Espeluznante. Si tu futuro es acabar en un sarcófago metálico motorizado es que no tienes espíritu de ascenso. ¿Cúando has visto que un dreadnouth sea el capitán de una unidad más que el jefe de otros igual a él ... Cuando has visto un dread de Señor de un captítulo?

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17/03/2019, 19:59
Zorael Eduh

Sin un objetivo claro, tras dejar el libro en las criptas, mis principales preocupaciones eran el estudio del universo inmaterial que nos rodeaba a todos y daba forma al poder psíquico desatado y el entrenamiento con mis hermanos de batalla. Hermanos jóvenes recién salidos de la base de Titán entrenados como nosotros, hermanos veteranos curtidos en la batalla y que habían visto la verdad de nuestro trabajo contra el caos. Nosotros, éramos el último escudo de la humanidad. Y nos encontrábamos en el lugar adecuado.

 Era bien sabido, que igual que nuestra guardia ante las incursiones del caos nunca flaqueaba, al igual que sus intenciones de arruinar el Imperio de la humanidad tampoco. Tarde o temprano esto terminaría ocurriendo ... ¿porque ahora? ... solo el Emperador lo sabía. La salida de las heréticas naves tan cerca del planeta, fué un duro mazazo y sus acciones, pues parecían realmente orquestadas, para tomar los cielos serían de elogiar. Antes de que la orden de salir nos sea entregada, ya podía intuir lo encarnizada que sería la lucha. - Quien guíe esta expedición, sabe bien lo que hace. Recojo el casco y lo sello junto a la armadura. - No os dejéis engañar hermanos, no nos enfrentamos a simples cultistas. A mi lado se encuentra el hermano Trebek, el cual tiene unas palabras amables, tras lo ocurrido tiempo atrás. - Igualmente hermano, espero que sus heridas sanasen y se encuentre en perfecto estado para barrer a esos herejes. 

Las ordenes, son claras, salir y expulsar al enemigo de nuestras murallas. Las puertas blindadas se abren ante nosotros, las escuadras de caballeros grises se internan en este infierno de plasma, fuego y explosiones, mientras los guardias imperiales que aun no han perdido la moral y la fe, ven ante ellos a esas criaturas de leyenda que tan pocos humanos han visto.

Tened fe en el Emperador. Desenvaino la espada némesis. - Pues el Emperador, nos ha creado para este momento.

Las mareas del combate nos golpean, las trincheras destruidas, los cráteres creados por los continuos bombardeos, los vehículos destruidos. Todo son obstáculos que terminan separando a las escuadras, aun así sabemos que en todo lugar donde haya un caballero gris, habrá un bastión para la humanidad. Aun así, eso no nos hace inmortales y el fuego enemigo se cobra la primera victima de nuestra unidad ... y aunque sea un hermano novicio, no quiere significar que su pérdida sea menor.

Hermano Totan, escuche al hermano Trebek, bien sabe de lo que habla. La distancia, esa siempre era lo que diferenciaba la capacidad de daño por parte de los poderes psíquicos. - Por ahora hermano Trebek, tendrá que conformarse con mi fuego de apoyo. Levanto el brazo que tiene acoplado el bolter storm y suelto una ráfaga contra el enemigo, y aunque la mayoría de los disparos se pierde, algunos si hacen blanco. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Iniciativa: 9

Acción completa: Ráfaga storm bolter: 43+20= 63 Éxito. Daño: 18 Pen:4 

Pd: 5/5

Heridas: 24/24 

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18/03/2019, 19:23
Liber Daemonicum

No os cuesta identificar a los traidores que tenéis frente a vosotros como "berserkers". Son temibles e implacables guerreros que combaten sumidos en un sangriento frenesí dispuestos a conseguir las cabezas de sus enemigos, sintiendo únicamente un deseo irrefrenable por matar y mutilar.

Estos sangrientos guerreros disfrutan con su papel de destructores, consagrados al Dios de la Sangre, y son extremadamente fanáticos. Su deleite por la muerte y el dolor es tan fuerte que se sabe que incluso llegan a atacar a sus compañeros presos de una furia ciega si no hay enemigos en sus inmediaciones.

 

Notas de juego

Lo que podéis saber es que como "berserkers" luchan en estado de frenesí, lo cual les proporciona mayor fuerza, resistencia y HA, no sienten miedo ni sentirán acobardamiento ante el fuego enemigo, a cambio de perder capacidades mentales y de reacción. Avanzarán hacia el enemigo más próximo pese a que éste esté fuera de su alcance. 

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19/03/2019, 20:51
Devoradores de Mundos - Berserker

Los enloquecidos Marines Espaciales saltan de la cápsula de desembarco con sus mugrientas espadas sierra rugiendo. Sumidos en una especie de frenesí, se lanzan sobre vosotros, blandiendo sus espadas con gran capacidad marcial. La sangre de sus anteriores víctimas permanece adherida al metal, como si se tratase del aceite necesario para que la mecánica hoja gire sobre el filo. 

Dos de ellos se abalanzan sobre Cole, que se ha adelantado levemente a sus dos compañeros, mientras que los otros dos van uno a por cada uno del resto de la improvisada unidad. 

No obstante, Vangael es más rápido que ellos, y su bólter acoplado escupe un torrente de proyectiles que impactan sobre el primero de los fanáticos Marines del Caos. Pese a que su cabeza explota con los dos primeros impactos, dejando apenas sólo una mitad del cráneo en pie, no es hasta que el cuerpo del traidor se llena de plomo con otros seis explosivos cartuchos que no cesa en su avance, cayendo seguidamente al suelo. 

Los otros tres parecen tener más éxito en su avance, y tratan de golpear tanto a Cole como a Leinad. 

- Tiradas (8)

Notas de juego

En caso de que no se paren/esquiven los ataques: 

Daño a Cole (Bers 1) - 7+17

Daño a Cole (Bers 2) - 9+17

Daño a Leinad (Bers 3) - 10+17+2