Partida Rol por web

            -No nozzz interezzaa loszz inútilezz... Dennozz a la Cazzadora... y ozzz dejaremozzz ir en pazz...

     Recuerdas un amigo demonio llamado Kysagradisom, un nombre díficil de pronunciar para los mortales porque los sonidos exactos no pueden ser representados por fonemas humanos. Te dijo de un mal elemental, algo llamado El Primero. El Primero es el primer mal. Dicen las profecías que vendrá sólo en el final de los tiempos y que todos los otros males le sirven.

     El Demonio decía que aunque El Primero estaba muy lejos de venir al mundo, tenía algunos pocos esbirros que a veces gustaba mandar a ayudar a los malos, como al Maestro. Se caracterizaban por no poder influenciar la materia, solo la mente de la gente. Podían tomar cualquier forma y hacerse pasar por alguien más. La forma de evitar que estos seres afecten consistía en ignorarlos totalmente. Eso era díficil porque a veces se hacían pasar por tus amigos. Pero podías ponerlos a prueba tocando al ser en cuestión. Si lo tocabas y era real, era tu amigo. Si no, era uno de sus esbirros.

    Por ahora son indestructibles como El Primero lo es. Pero si se los ignora lo suficiente terminan perdiendo su poder de influenciar otros.

 - Hay una bruja hay fuera, colaborando con esa cosa... Por lo visto es ella la que está haciendo todo esto. - Susurré a mis compañeros. Si era una humana, aunque fuera una bruja, la que nos tenía retenidos, tal vez podíamos hallar una manera de salir de esta, encontrando una manera de enfrentarnos a ella.

Cordelia iba a felicitar a Darla por haber encontrado el salero cuando oyó a Andrew. Sí, tenía razón el círculo funcionó la otra vez. Yo sé cómo hacerlo.- dijo convencida. Cogió el paquete de sal e hizo un círculo amplio para que cupieran todos. Todos dentro, rápido.- y volvieron a oír al ente.

Así que quería a la cazadora.... no era cuestión de aprecio, Cordelia regalaría a Melissa en cualquier circo o feria ambulante, pero nadie la daba órdenes, nadie. Instó a Melissa a meterse en el círculo- Si la quieres, ven a por ella, pato Lucas.

- El primero...- susurré para mi

Vi como mis compañeros, o más vien Cordelia hacía un circulo de sal y le pedía a todos que se metieran dentro, estaban en una cocina, tampoco es que tuvieran mucho espacio. Me monte encima de la mesa, sentandome y mirando a todos, si aun fuera un demonio podría hacer bastante, pero no lo era y no iba a morir por ellos, por lo que simplemente escuchaba las palabras de Andrew y miraba a unos y otros mientras hablaban y decidían que hacer

 De repente miré a Darla, mientras le decía:

 - Dame tu mano... ¡Podemos vencerla juntos!.

El primer impulso de Mel fue entregarse. Si ella aceptaba ir con el ente, sus compañeros saldrían indemnes de aquello. Pero también implicaba regalarle al Maestro la oportunidad de obtener el control de SunnyDale sin resistencia y con ella, la perdición de la humanidad.

Así que cuando Cordelia tiró de ella para introducirla en el círculo de sal, la cazadora se dejó llevar. -Maldita sea... me siento una inútil sin poder hacer nada- a pesar de la frustración, la chica se apartó de Gabriel y de Darla para dejarlos actuar. Sabía que contra aquel ente ella no tenía poder, así que lo mejor que podía hacer, era no estorbar, manteniéndose alerta por si algún otro peligro aparecía.

Andrew recordó un conjuro que había visto en algún libro de la Biblioteca, era muy sencilo y aunque no afectaría a todos, al menos podría proteger a tres de los adolescentes que tenía junto a él.

Entonces escuchó las palabras de Grabriel y los ojos del vigilante se abrieron como platos. ¿Le ha dicho de darle la mano? Parecía que el odio que se profesaban ambos brujos, era algo inferior cuando la muerte parecía estar acechándoles. Era cierto que aún Darla no había respondido, pero solo ver la petición del chico había reavivado las llamas de Andrew. ¿Acaso sus palabras habrían calado realmente en él?

¡Aquello era el principio de lo que parecía ser una oportunidad para todos!

Andrew fijó su mirada en Darla, y en sus pensamientos solo una cosa se oía. Por favor, ahora no la cagues tú, no la cagues, por favor. Quizá con esa órden telepática, la chica fuera capaz de hacer lo que se debía hacer. Pero Andrew no diría nada, pues parecía que aquellos adolescentes le veían como un adulto, y harían todo lo contrario a lo que el dijese.

Después se acordó de la botella de agua que había llevado consigo, pues era uno de los elementos del ritual necesarios para eliminar al maestro. Mojó los dedos en el agua que contenía y se acercó en primer lugar a Melissa, la cazadora, después a Cordelia, el quinto punto del pentagrama, la humanidad, y por último... Andrew se quedó pensativo, debía escoger entre Darla y Grabriel pero finalmente negó con la cabeza y se fue hacia Anya. Algo le decía que aquellos dos podrían defenderse mágicamente del ente.

Lo que hizo Andrew con sus dedos llenos de agua fue hacer un semicírculo en la frente de cada uno de ellos, al tiempo que repetía una serie de palabras que ninguno de los allí presentes, o al menos aquellos que no conociesen el Kridoriano entendería: Pooternium o sele, magiccum. Pooternium o sele, magiccum. Pooternium o sele, magiccum. Repitió tres veces en cada frente de los tres elegidos. Por último les dijo unas últimas palabras. Espero que esto algo os proteja.

Darla no dejaba de mirar al ente y no podía evitar la repulsión que sentía ¿Por qué no habla normal? Aaag, tiene un acento muy raro. Irritada, se metió dentro del círculo que su querida Cordy acababa de hacer.

¡Bien hecho! Si aquí no puede entr... Gabriel la interrumpió, pidiéndola que la diera la mano. ¿En serio? Me hago una permanente antes que tocarte. ¡Déjame probar a mí sola! gritó, apartando de un manotazo el brazo del cretino.

Darla dio unos pasos y se situó al borde del círculo. Con los brazos caídos, abrió totalmente sus manos. Un aura de magia rodeó a la joven bruja, alborotándole el pelo mientras sus ojos se tornaban negros.

Unos murmullos extraños salieron de su boca al tiempo que en las palmas de sus manos se formaban dos vórtices blanquecinos. Soltó un grito y esos vórtices se convirtieron en líneas que se alargaron hasta las yemas de sus dedos. Los rayos surgen de sus dedos, desapareciendo en el aire... Pero no parecía surtir efecto.

Darla recuperó su color de ojos y, frustrada, dijo ¡Seguro que me has pegado tu ineptitud!

            Gabriel avisó sobre la bruja que estaba afuera. La misma había ordenado que le entregaran a la Cazadora para conservar sus vidas intactas. Pero Cordy, como siempre diciendo lo que pensaba, retó al ente a venir por ella. La chica mientras dibujó un círculo de sal lo suficientemente grande para que todos cupieran en él. Anya eligió colocarse encima de una de las mesadas y mirar el proceso que había comenzado.

            Andrew tomó una decisión sobre su protegida y el resto de los chicos. El círculo de sal protegería seguramente del ente, pues eso ya lo había hecho antes, pero la bruja que estaba con él era otra historia. Así que leyó su libro y encontró un fuerte hechizo de protección. Eligió tres personas porque el mismo no era para todos. Así que optó por Melissa, Cordy y Anya. Gabriel y Darla trataban de saber qué hacer, ellos eran dos brujos, los únicos dos del grupo que podían usar magia aparte del Vigilante. Pero todavía las desavenencias pesaban más que el peligro de muerte. La Cazadora, por su parte, se sentía inútil. Si es por ella habría aceptado ir pero sabía que no era la solución. Tenía que esperar un mejor momento.

            La magia de Andrew hizo efecto inmediato, pero él solo lo vio. Alrededor de las tres personas elegidas se había formado un aura blanquecina. Soportarían los ataques, pero no para siempre. Darla, en cambio, había intentado hacer su hechizo de protección con circunstancias desastrosas.

            Y la puerta se volvió a combar, esta vez con un impacto mayor. Estaba hinchándose hacia adentro como si fuera una cosa que se llenaba de agua e iba a explotar. El Vigilante entiende que los que están dentro del círculo de sal no podrán defenderse de los pedazos de puerta metálica que golpeen. Para eso necesita a Mel. Ella puede desviarlos a patadas. Los que tienen el círculo en la frente: Cordy, Anya y Mel tiene protección extra. Pero es más efectiva contra magia que contra objetos físicos. Deben tener cuidado también.

            Respecto a los dos magos, es hora de hacerles ver que sino se usen podrían ser las primeras víctimas. Andrew sabe poco de brujas, pero supone que una bruja va a acabar primero con cualquier otro que maneje el poder que ella maneja.

            Otro golpe… la puerta está por explotar….

La puerta estaba a punto de salir disparada, bajé de la mesa y quedandome dentro del circulo me moví hacia algún sitio donde si la puerta salia disparada no pudiera golpearla

- Los que tenemos la proctección deberíamos atacar a la bruja de frente, así podríamos intentar que no se pueda concentrar en lanzar conjuros, o por lo menos enfocar sus ataques hacia nosotros. La cazadora va a ser su principal objetivo, es a ella a quien quiere, por lo que si teneis más conjuros de protección, deberíais lanzarlos sobre ella siempre que se pueda, esto va a ponerse feo dentro de nada.

Me puse en guardia, en cuanto viera a la bruja me lanzaria sobre ella, sabía defenderme y era buena atacando con mis propias manos, esperaba que eso fuera suficiente, y esperaba que la protección de Andrew fuera suficiente para afrontar el daño que pudiera sufrir

 Miré a Darla, enfadado: 

 - Deja de hacer el tonto, esa bruja es demasiado poderosa para nosotros por separado... Debemos de unirnos o todos moriremos.

 Cogí su mano y me concentré en la puerta...

Mel dejó que Andrew realizara el conjuro sobre su persona. No sabía si la magia aquella había funcionado, pero no iba a resistirse a recibir ayuda, fuera del tipo que fuera.

Tras las palabras de Anya, la chica dio un paso al frente, poniéndose por delante de Gabriel y Darla. La riña que estaban sosteniendo aquellos dos era inadmisible en la situación en la que se encontraban, la porrista iba a tener que aprender a trabajar en equipo, le gustara o no, o todos estarían fregados.

-Déjense de tonterías y empiecen a hacer magia! nosotros evitaremos que la bruja llegue a ustedes mientras anulan su poder.

Sin mirar atrás, se colocó en posición de combate. En cualquier momento la puerta estallaría y era su deber evitar que cualquier fragmento destruyera la concentración de quienes podían acabar con la verdadera amenaza.

Andrew negó para sí mismo cuando vio como Darla no era capaz de darle la mano al que debía ser su compañero. Tras aquel gesto de falta de compañerismo pudo comprobar como su conjuro no salió. Así es como funcionaban las cosas, y una vez, su desobediencia había causado un problema al grupo.

Una vez más Fullen se asqueó por los compañeros escogidos por Melissa para llevar aquello todo eso. ¿Acaso sería tan duro enfrentarse a su destino ellos dos solos? Fullen estaba frustrado y por eso se hacía esas preguntas, a pesar de que conocía claramente cuáles eran las respuestas.

Y entonces vio como la puerta estaba apunto de explotar, sin dudarlo miró a Melissa. Sabía que esa era la oportunidad que estaba buscando, una forma para sentirse útil. Señaló aquella puerta y dijo Ha llegado tu turno, encárgate de eso, sin ellos dijo refiriéndose a Darla y a Gabriel, estamos perdidos. Necesitamos protección extra, mi conjuro les protegerá del ente, pero no de eso...

Luego escuchó las sugerencias de Anya, sabía que sus consejos eran buenos, pero ahora estaba agotado por el esfuerzo que había hecho. Era la primera vez en su vida que hacía magia y no podía volver a repetirlo, al menos no en ese instante...

Y entonces Andrew vio la luz gracias a la ayuda de Anya. Salió corriendo para tender su mano hacia Gabriel, él también era ahora un brujo, o al menos un proyecto de él, y si había logrado hacer aquel conjuro, tal vez aquello también valiese. Si no eres capaz de darle la mano a él, ¿qué tal si me la das a mi? Dijo agitando la mano que quedaba suelta y recitando las palabras que decía Gabriel tratando de imitarle para ayudarle.

Cordelia  se apartó cuando Andrew quiso tocarla la frente, pero luego se dejó, no sabía nada de esos bichos así que, de perdidos al río...

la puerta volvió a sonar y ella se preparó para esquivar los pedazos de puerta, si pudiéramos poner algo de mobiliario entre la puerta y ellos quizás parara algunos pedazos.

No es que a Darla le gustara cooperar con Gabriel pero no quedaba otra opción, al menos ya mismo. Así que junto sus manos con el chico y apuntaron a la puerta. Melissa se quedó preparada para esquivar los fragmentos. Cordy intentó empujar una mesa para hacer de barrera pero no tuvo suficiente fuerza así que permaneció en el círculo de sal. Anya también se enlistó para desviar los fragmentos de la entrada que iban a salir despedidos con el poder de la bruja. Andrew entendió que él conocía también la magia y unió sus manos a los otros dos brujos...

    Y entonces comenzó la función.

    La puerta estalló como si estuviera hecha de cien pedazos pequeños pero la mitad fue rechazada por el enorme poder que entre Andrew, Darla y Gabriel, congregaron. Los otros pedazos iban a su objetivo; de ellos, 30 al menos fueron rechazados por la barrera energética creada por Andrew y el círculo de sal. Quedaban 20 sin embargo, de esos 10 se dirigieron a Melissa, los otros 10 iban en todas direcciones. Sólo uno que golpeara en la cabeza de alguien lo mataría. Y por si eso fuese poco, la bruja hizo su triunfal entrada. En sus ojos asomaba un vestigio de locura, de rabia y de servicio total a aquél que llamaban el maestro.

     -Me da risa como los patéticos intentan salvar al mundo... ¡qué ternura! Me comeré vuestros corazones y me llevaré a la Cazadora para que mi maestro juegue con ella... como está jugando con Xander ahora mismo.

La puerta estalló en un montón de pedazos pero las protecciones mágicas bloquearon la mayoría. Sin embargo, eran demasiados los que aún se acercaban a ellos y cualquiera que impactara contra alguno sería fatal. La cazadora no podía dejar que sus compañeros resultaran lastimados o la bruja los reduciría en segundos.

-Iiiia!- una patada voló para desviar el más cercano, mientras con el puño aprovechaba el impulso y desviaba otro. -Iiiia! iiiiia! Iaaaa!- uno a uno iban cayendo pero igual eran muchos. Alguien más tendría que ayudar.

 Busqué a mi alrededor, tratando de buscar algo que fuera difícil de parar y que produjera molestias, como harina o pimienta, para arrojárselo encima a la bruja... Una lástima que esto no fuera el Mago de Oz y el agua no hiciera que se derritiera...

 Encuentro un frasco de pimienta y, sin dudarlo, lo cojo y se lo arrojo...

La puerta estallo como sabíamos que lo haría, por suerte la mayoria de los fragmentos habían sido neutralizados por la magia de los chicos, pero aún quedaban algunos. La bruja aparecio, mi primer impulso fue correr hacia ella y enfrentamela con mis propias manos, pero si lo hacía esos fragmentos podrían matar a algunos de los que estaban detras nuestros, o incluso a mi misma, así que no lo dudé y empecé a golpear a todo fragmento que se pusiera en medio, Melissa estaba haciendo lo mismo con grandes resultados