Partida Rol por web

Medico un rato aburrida mientras mis compañeros se deciden y nos movemos a mirar la gente que pasa por la calle, los que salen y entran del edificio... que tipo de gente es, como van vestidos,...

DB se dispone a buscar camaras. Pero al intentar centrar su vista su ojo derecho sufre un percance sobrenatural. (Añade a tus taras "Tuerto"). Y según su criterio, no hay camaras en ninguna parte. Del mundo.

ADaN Wolf observa el edificio, pero no aprecia desde afuera nada especial. Realmente parece una casa normal, corriente y maloliente. Tiene ventanas en cada una de sus cuatro paredes, ninguna abierta.

Selene no ves a nadie en la calle. Pero la sensación de que es extraño no ver a nadie perdura.

¿Para hacer fotos? Disparo ¿Comprase camara de fotos? Si no es así, no puedes sacar fotos.

http://www.comunidadumbria.com/partida/una-nueva-e...

Como ves SI se la ha comprado. Vamos, fue uno de los objetos que te pregunté y que no venía... Me la pillé para poder vender cosas a los contactos periodistas :p

Después del empujón, Mochilo vive un episodio pesadillesco en el que flota en una nada de colores psicodélicos mientras restos de objetos guardados en el pasado pasan a su alrededor como si de un salvapantallas de Windows se pasara.

¡Oh gran pepita nuestra! Esto me recuerda a cuando era un feto en el vientre de mi madre - porque, en respuesta a lo que os estáis preguntando, sí, los plátanos son vivíparos.

Pasa una cantidad de tiempo que le resulta imposible indefinir pero que seguramente no guarde correspondencia con la realidad fuera de la mochila, como la cámara de entrenamiento del palacio flotante del pequeño Piccolo Jr en Dragon Ball. En el cual Mochilo se encuentra con el contenido perdido de sus bolsillos: casquillos perdidos, monedas de tamaño ínfimo que ya no son de curso legal, botones de recambio, hilos, cáscaras de pistacho, recibos de Mercadona y otros objetos menores van surcando la nada a su alrededor. Al final, un maletín pequeño aparece cerca y Mochilo estira un brazo para cogerlo al vuelo. Piensa rápidamente y lo abre, saca unas cuantas cosas, hay un sonido como el de dos telares apareándose que llega al exterior de la mochila y, al cabo de un rato, solo queda el silencio.

En el exterior, os quedáis atónitos cuando, de dentro de la mochila, sale un electricista con bigote, gorra y el logo de Endesa en la pechera del mono de trabajo. En su cintura cuelga una riñonera de trabajo cargada de lo que, aparentemente, son las herramientas de trabajo de un electricista. El hombre que sale de la mochila empieza a deciros

No os preocupéis por vigilar los vehículos, aquí estarán a buen recaudo - Mientras va cogiendo las motos, cascos y guaguas una a una y, en lo que sería una acción totalmente antinatural e imposible, los va metiendo uno a uno en la mochila. Después le quita la mochila a Samuela y le dice - Señora, gracias por llevármela, pero ya puedo ocuparme yo de ella.

Solo en ese momento, y con un examen mas minucioso, os dais cuenta de que el supuesto electricista, en realidad es un plátano gigante vestido de electricista, con mochila, con riñonera de herramientas de plástico cutre y con un bigote falso que parece el de Mario Bros. El disfraz, si no se fija uno demasiado, es evidente. Si se presta un poco de atención, es ridículo. Pero esto no parece frenar al plátano, que se dirige a la puerta de entrada y, justo antes de atravesarla añade

Bueno, vamos para adentro entonces. ¿Este es el edificio con "una avería eléctrica" no es así? - Y después, al llegar junto a ADN añade - Ahí dentro me sentía como Lobezno en el laboratorio, es una sensación de ingravidez muy agradable, pero menos pringosa.

Veo llegar al plátano disfrazado de electricista. Es grotesco, y más que hilarante, es macabro. Teniendo en cuenta lo absurdo de la situación, no va a haber medias tintas, o funciona de escándalo y nos liamos a tiros aquí mismo.

Observo la puerta de la casa. Abro mi gabardina, para que se note el buen vestir, con una mano empuñada y apoyada en la cintura. Llamo al timbre y espero que alguien abra o rebuzne.

El disfraz que Mochilo se puso dentro de la mochila (jugando con las fronteras dimensionales del interior del objeto) no engañaría ni a un invidente especialmente estúpido, pero precisamente la magia de que nadie se disfrazaría tan mal, podría ser que lo hiciera funcionar. Desde luego, eso no se puede saber hasta que hallan cosido a tiros a la pobre y desdichada fruta.

En cualquier caso su interpretación de un electricista (tirada adjunta) es tan deficiente como cabría esperar de alguien que, si actuara en una obra de teatro de parvulitos, asignarían el maravilloso papel de Piedra (Acompañándolo de frases como "No te preocupes, pequeñín, es un papel principal porque vas a estar en el escenario todo el rato, más incluso que el que hace de pastorcito y el que hace de diablo, pero no tendrás que hablar. Ya sabes, las piedras no hablan") y aun con esas, tendrían que cancelar la función porque el pequeño Mochilo habría estropeado la obra entera.

Su intento de plan de acción os resulta tan épico-decadente que no creáis que pueda fallar. Y sin embargo, fallará.

Algunos se dirigen hacia la puerta principal, les miro intentando adivinar sus habilidades y las probabilidades de éxito. Fijandome mejor me sorprendo casi riéndome al ver al gigante de amarillo embutido en una especie de mono y con un “bigote” postizo. uhmmm si creo que eso era un bigote aunque más parecía un trozo de césped mal pegado.

Sin darle mucha importancia les sigo ocultandome entre los portales cercanos buscando las sombras de coches, portales, … separandome un poco de aquellos dos kamikazes sin dejar de mirar hacia la puerta. Espero la reacción de los porteros, buscando una posición que pueda ver el interior del edificio tan pronto como abran la puerta.

DB se lleva una mano al ojo e intenta que parezca que no ha pasado nada. En su mente se entrecruzan varias teorías de porqué ha pasado eso, pudiera ser que si miras al Gran Hermano él te devuelva la mirada, o podría ser ese yogur en mal estado que nunca debió comer, rápidamente descartó la posibilidad de un ser superior y omnipresente porque él era ateo.

-Veo o medio veo que lo de ir en parejas os lo pasáis por el forro. En fin yo voy con Sam y que pase lo que tenga que pasar...- dice rascándose el ojo.

Samuela hace fotos del edificio. La calidad son bastante deficientes, parecen las tipicas fotos que se usan para justificar apariciones de fantasmas y ovnis.

Mochilo se acerca a la casa con su disfraz (discutible) mientras el resto se hace a un lado evitando ser parte del mismo equipo de un personaje parecido a un platano gigante. Llama a la puerta y en cuestión de unos pocos segundos abre la puerta un niño muy pequeño. Se queda mirando un rato al platano gigante vestido con un disfraz de electricista del chino y le cuesta bastante iniciar la converación.

- Mi padre no esta en casa. - Dice finalmente.

- ¡Vaya! Un crío. - Pienso contrariado. - En fin.

Mi voz suena como la de un profesor de escuela cuando toda la clase ha entrado en desbandada dialéctica y se impone un tono firme para volver a conseguir la atención y el respeto.

- Ummmhummmm. - Asiento con seriedad. - Pues muy mal. - Sentencio atronando. Con mi mano izquierda saco mi cartera y le muestro con prestidigitación y rapidez una identificación caducada de miembro de seguridad papal, aunque con la velocidad a la que lo muestro es imposible que nadie se dé cuenta del detalle. - Somos agentes papales, hemos de entrar en la casa para comprobar que las cañerías del gas están en buen estado. Nos han dado un soplo de que usáis gomas de butano viejas y eso está penado por dieciocho artículos en la sagrada ley de Dick. Si tu papá no está en casa, nos da absolutamente igual, vamos a entrar e investigar el lugar. Si está todo bien, nos iremos, si hay algo mal, esperaremos a tu padre. ¿Tenéis café?

Mientras suelto la perorata, empujo la puerta con firmeza. Lo justo para evitar la oposición del crío, pero sin pasarse.

Señalo a Mochilo. - ¡Agente Hermenegildo, proceda! - Con estas que paso dentro, escudriñando los rincones, no vaya a presentarse algún problema de última hora.

Samuela... pues por su parte va a mirar por las ventanas. A ver si hay algo que le llame la atención.

Samuela: Una cortina se interpone en tu camino. A tu parecer, no hay nada de interes. Con una tirada mas alta igual hubieses podido distingir algo, pero por lo que a ti te respecta, dentro de esa casa no hay nada de interes.

El niño escucha la historia de ADN sin tener claro la mitad de las cosas que dice. Despues de un rato de infantil meditación, el pequeño toma su decisión.

- Vale, podeis entrar... - Dice por lo bajo. - Pero solo porque a la casa le pasa algo raro y papa ha ido a buscar ayuda.

Al entrar en la casa todo parece normal. Un hall como entrada, un pasillo pequeño que lleva a un salon, y antes de este, a una cocina y a una escalera por los distintos lados. Parece la casa de una serie americana, su sofá, su tele, su frigorifico, sus adornos sin sentido... Empezais a pensar porque demonios estais explorando esta casa.

Asiento a las palabras del chico.

- Muy bien chaval. Por eso estamos aquí, para ayudar.

Le digo mientras miro alrededor. - Si a la casa le pasa algo raro, quizá sea ese "algo raro" lo que nos trae aquí. - Pienso automáticamente al escuchar al muchacho. Mis ojos se achinan escudriñando los rincones antes de comenzar a investigar por el lugar.

"Prrfft, que mierda, oye" Samuela se queda con Dark Bomberman, Selene y Silver Ace, y les propone ir rodeando la casa mientras sacan fotitos de las paredes, ventanas, cortinas, tapas de alcantarilla cercanas, bolsas de cadaveres abandonadas, pintadas "Aki ehtuvo er kuka", y esas cosas.

'Sus órdenes - Respondo con un fingido acento pueblerino ante la iniciativa de ADN. Entro en la sala sin mediar más palabra, eso sí, cruzo una mirada con el niño y le guiño un ojo.

Miro a mi alrededor buscando alguna referencia a lo que acaba de decir el niño. Me saco un mondadientes mordisqueado, el palo de un chupa chups, una espiga, o cualquier otra cosa que encuentre para llevarme a la boca del bolsillo, lo pongo en una de mis comisuras y le digo al chiquillo con el mismo acento estúpido.

Vamo a ve chavea, ¿qué cosa dices que anda malamente?