Partida Rol por web

Bienvenidos a mi hogar.

La bruja se levantó del sofá.

No tengáis miedo de mis bestias, no os atacarán, pero es del miedo del que tenemos que preocuparnos.

La bruja enciende otro candil para iluminarse con corrección el rostro.

Lo que queremos es un portantorchas que no se asuste. Que avance en la oscuridad con poca luz y no salga corriendo ante sonidos, voces o criaturas. Yo comprobaré que son capaces de soportarlo. Que pasen de uno en uno y yo les recibiré. Aquél que no salga huyendo sera nuestro portantorchas. Sólo nos interesa que sea valiente, ninguna otra cualidad es necesaria para su trabajo.

Se escucha los gruñidos de los perros y la sádica risa del brownie en la oscuridad.

Ves a Thessaly y a tres perros, además del Browni montado en uno de ellos. La estancia es bastante amplia para los estandares humanos, con tu infravisión llegas a ver toda la sala. Adornada pobremente apenas tiene algunos muebles, un par de puertas dan a lo que parecen ser dos habitaciones.

Dada la zona donde esta ubicada (zona rural) es facil suponer que las habitciones son dormitorios y que la estancia en la que estás es donde se hace toda la vida hogareña.

Hay una mancha en el suelo del tamaño de medio cuerpo humano en el suelo.

La elvariel se distrajo enseguida con lo que dijo Thessaly, y, como los niños, dejó de lloriquear de repente. 

Jijiji, suena divertido. Puedo participar? Si me pongo una sábana y vuelo, pareceré un fantasma. Jijiji. 

Mmmmh, Atalulfo señala en dirección al suelo. Con mi genial visión mágica de practicante arcano, puedo adivinar que ahí a habido medio cuerpo hasta hace poco ¿verdad? ¿verdad?

Y sonríe con todos sus colmillos, esperando aprobación...

El grupo debatía sobre los pertrechos que debían llevarse, no les fallará nada. De vez en cuando, algún alma husmeaba desde la lejanía intentando ver algo en la penumbra de las luces del interior.

Una vez, uno llegó a dar cuatros pasos en las tierras de la bruja antes de salir despavorido.

Al final, alguien llego hasta el umbral de la puerta y sin demorarse dijo

¿Es aquí donde buscais alguien para que lleve cosas?,¿otorgais la ciudadania?, porque me interesa.

Y allí se quedo el hombre de mediana edad, esperando la respuesta de los presentes.

Medio cuerpo? Dijo con cara de no entender. Pero enseguida apareció un maduro aspirante. Este no parecía afectado en absoluto por la penumbra, aunque no entraba. Estuvo tentada de poner voz de vieja... o de bruja... como la de Thessaly? No, más bien como la de las brujas de cuento en medio de risas malvadas.. y decirle "pasa, pasa, hijo mío, no temas..."

Jijiji.

Esperaba que su compañera se luciera.

Thessaly se levanto lentamente bajo la tenue luz de las velas haciendo crujir sus huesos.

La bruja empezó a andar lentamente hacia el recien llegado, con los ojos en blanco y un paso no natural. Parecía como si cada paso que diese fuera forzado por una tercera fuerza.

A cada paso que daba se escuchaba un crujir de huesos.

Creec...

Un paso.

Creec...

Otro paso.

Con el cuello ladeado recordaba a los ejecutados por la horca.

Thessaly se acercaba al hombre.

Creec...

Y empezó a susurrar unas palabras.

¿Eres capaz de mirar a la muerte a los ojos?

Su voz se la llevaba el viento y la sádica risa del brownie se escuchaba en la oscuridad.

Atalulfo mira algo espantado a Thess y, con el cierto regusto por el teatro y el drama que, dada la vida que siempre ha llevado, recorre sus venas, desorbita los ojos y junta sus manos, para decir, con voz trémula y temerosa:

¡Por las barbas del Solitario! ¡Qué sensación de bienestar me embarga!

El hombre se quedo mirando a Thessaly con cara de desagradado, al poco dijo.

No eres muy agradable, una pena, dime donde está la muerte para que la pueda mirar a los ojos.

Había que tener muchos arrestos para aguantar las amenazas de la bruja Thessaly. Ni el gigante verde podía. Ultimamente se había vuelto mucho más tenebrosa. Alé se limitó a cerrar el puño y meter el pulgar entre el índice y el corazón, para ahuyentar el mal de ojo, no fuera a ser que le diera de refilón. ¡Este era el portaantorchas!

Nehifile, que observaba oculta, se mordía las uñas deseando saber qué iba a pasar a continuación. 

Joer, qué tío más duro. Los tié bien puestos el jodío!

Sin darse cuenta aleteaba con rapidez, lo que provocaba una brisa aremolinada. 

La bruja queda sorprendida, muy sorprendida, ante la reacción del candidato.

Síguenos y la verás, portantorchas. Y no te preocupes, serás bien recompensado.

Nehifile salió rauda al darse cuenta que estaba todo decidido. En su rostro había dibujada su encantadora sonrisa. 

Seas bienvenido, tienes lo que hay que tener, así que te mereces acompañarnos a esta aventura. Tu curro de portantorchas será recompensao con la paga normal y la ciusdadanía, aunque si amochas en el éxito de la peligrosa misión, merecerás algo más. Todo dependerá de cómo te lo curres. Cómo te llaman, machote?

A las buenas, majo. Dice Atalulfo, o Pepe, o lo que sea. No te preocupes, seguro que el trabajo es coser y cantar, y que no hay ningún peligro. Te vas a ganar la ciudadanía en un suspiro. Permanece junto a mi y estarás fuera de todo riesgo.

Oye, jefa, y lo de esa señal de medio cuerpo que he descubierto con mis superpoderes ¿qué narices es?

La mancha a la que hace referencia Atalulfo es la mancha de sangre que dejo el anterior inquilino

Soy Denis, dice el hombre seguro de si mismo, el magnífico. Seguro que será un paseo tranquilo donde veremos muchas cosas, acción, mosntruos horribles y mujeres. Además consigo la ciudadania y una parte del tesoro, ¿que más se puede pedir?