Partida Rol por web

Markel procura quedar algo apartado del tumulto mientras se acerca al posadero y desliza un par de monedas doradas por la barra. Espero que esto pueda compensar en parte las molestias causadas por mi amigo. Temo que se encuentra algo desorientado, de manera que espero que puedas encontrarle un hueco para una noche, ya sabes, para evitar que se ponga a dar vueltas por la zona y se ponga violento.

Al día siguiente Markel se encontró con una palangana de agua en la salida de su habitación, la señal de que la guardia estaba husmeando por la posada. Sin duda, la pelea que duró hasta bien entrada la noche hizo que la autoridad se interesase por saber más. Karpat fue detenido para ser juzgado.

Poco más pudo hacer Markel más que reunirse con los suyos. Le informaron que los rumores impartidos por Tesmalon han surtido efecto. Se quiere hacer una expedición hacia el bosque antiguo pero han llegado noticias de encuentros con grupos de Kobolds, se rumorea incluso que pueda surgir una guerra.

Markel, Tesmalon, Lenas y Yaver salieron juntos de la posada por la noche. Fueron a reunirse con Strugart en las afueras. Este ya les estaba esperando en la puerta de su antiguo señor, con un cofre en una mano y un brazo humano arrancado de cuajo en la otra. Todavia estaba sangrando cuando el cuarteto llego a recogerle.

Cuando Aglate empezaba a ser un borron a la espalda se encontraron en el camino con Karpat, que había conseguido escapar de las mazmorras gracias al poder de Pangrus. Tuvo que jurarle sobre Pangrus a Markel para que le creyera, nadie en su sano juicio mancillaría el nombre de su propio dios.

El camino de vuelta a la casa fortificada fue extrañamente silencioso. Karpat iba gruñendo para sus adentros, Strugart no le importaba nada de lo que los demás le decian y Yaver era mejor no hablarle.

Nada más llegar a la guarida, los esbirros de Markel empezaron ha hablar con los nuevos, Strugart y Karpat se sintieron alegres de ver que eran aceptado, sin embargo, Yaver se fue directo a inspeccionar la casa, al poco rato salió comentando que la parte alta era perfecta para empezar con el laboratorio y boblioteca, además de pedirte una serie de caros instrumentos por valor aproximado de 1500 MO.

Mientras tanto, la caza en los alrededores sigue siendo abundante y la comida sobre, no tanto como el alcohol, consumido en grandes medidas cuando sales de viaje.

Yaver, si me puedes garantizar que tus actividades de la planta superior no van a poner a nadie en peligro, haré que la despejen para ti.

Tras hablar con Yaver, Markel pide a Torde un informe de inventario. Inmediatamente hace llamar a Yetkis.

A partir de este momento, tu máxima prioridad es la destilación. Si tenías otras cosas importantes que hacer, pásaselas a Torde, o si él no es capaz habla con Glorin.

Una vez resuelto esto, Markel busca a Ygnatiel.

Vamos a tener que hacer algunas inversiones bastante cuantiosas, por lo que necesito que aumentes la actividad de asaltos. Se planean expediciones hacia el bosque, por lo que tal vez podamos aprovecharnos de eso. Cuenta con Karpat y Strugart, quiero saber qué tal se desenvuelven en acción. A Yaver mejor que nadie se acerque. Yo trataré con él personalmente y su aportación será en forma de suministros.

Te lo garantizo, Markel. dice Yaver mientras sonrie y se frota las manos. Mientras nadie se acerque no pasará nada, jeje.

Yetkis no pone objeción alguna en dedicarse a su agradable afición de fermentar todo aquello que haya por fermentar. Cogerá toda fruta y hortaliza para probar nuevas combinaciones.

Ygnatiel se muestra contento. Por fin algo de acción después de varios días de estar ocioso. Es perfecto, algunas de esas espediciones, sencillamente desaparecen, sera una buena prueba de sangre para los nuevos. Pero dime, ese Yaver, ¿que sabe hacer?

Yaver nos va a proporcionar venenos y algo de apoyo mágico. Así que asegúrate de que todo el mundo entiende que desde ahora es mejor no acercarse a la planta superior de la casa. Es un tipo particular y no quiero que nadie tenga un accidente en su laboratorio. Procura que haya siempre alguien cerca de la casa preparado para actuar si ocurre algo raro, sobre todo los primeros días, hasta que veamos como se adapta.

Como ordeneis, Señor

Tras permitir el paso de un tiempo sobradamente holgado para comprobar la capacidad de adaptación de los nuevos reclutas, Markel al fin se decide a mover fichas. Para esto se pone su regia máscara de marfil blanco que le cubre los ojos con sendos cristales tintados en verde y cuyos grabados en bajorrelieve, de significado perdido en la historia antigua del viejo mundo, bajaban en sutiles columnas hasta la abertura en semicircunferencia que descubría la boca del líder de los bandidos. Acompañando su exquisita pieza ornamental con la gruesa capa de piel de lobo, sale de sus aposentos y se dirige hacia Ygnatiel, quien en seguida acude a su encuentro.

Es el momento de llevar a nuestros nuevos reclutas al campo de batalla. Necesito saber de qué pasta están hechos. El oficial asintió mientras seguían caminando. Quiero que lleves un grupo grande. Elige a quien necesites para preparar una emboscada sin que te falte a nadie para controlar a los nuevos. Ygnatiel volvió a asentir con el semblante serio. Pero déjame aquí a Dolcias.

No creo que tengas problemas con Strugart, prosiguió Markel, siempre que tenga un poco de acción. Es agresivo, pero mientras se le de una forma de soltar la agresividad, todo estará bien. Karpat en cambio es más impredecible. Quiero que le observes personalmente. Markel paró en seco y se giró hacia el soldado. Si consideras que cualquiera de los dos es peligroso para el grupo, no permitas que vuelva. Tras un breve silencio El bandido concluye. Confío en tu criterio.

Tras hablar con Ygnatiel, inspiró hondo y se dirigió a la parte alta de la casa.

Yaver, ¿me permites hablar contigo un momento?

El misterioso mago salió de un oscuro rincón donde estaba haciendo cosas que por el olor que llegaba sería mejor no conocer. ¿Querías algo? Su desagradable voz y su apestoso aliento serían el precio que Markel debería pagar por la ayuda del extraño personaje.

Solo quería ofrecerte los servicios del carpintero y del herrero para que encargaras el mobiliario que necesitaras. Espero que vayas obteniendo todo lo que necesitas para empezar a trabajar. También podrías ir dándome una lista de elementos... especializados. Para poder ir buscándolos en cuanto vayamos teniendo ocasión.

Bien, bien, eso esta bien, unas estanterias allí, un par de cofres reforzados aquí, el atril allá, un armaria en el fondo, la mesa de trabajo por allá, el caldero, si para ir empezando.

Tras una pequeña pausa Yaver continua.

Para empezar necesitare leña para hacer fuego, hay que hervir algunos ingredientes, papel y tinta es indispensable, una pena que no tengas un cristalero, necesito matraces, probetas, alambiques.

Después de esto empieza a decir una increible cantidad de plantas diferentes, trozos de ciertos animales, minerales, joyas.

Markel no puede evitar fijarse mientras Yaver habla en lo increiblemente limpio que se encuentra en lugar donde está.

y si encontrase cualquier escrito mágico, desde luego sería de mi interés.

Muy bien, Yaver. Comenzaré a mover mis recursos para ir consiguiendo tu material. Si te parece bien daré instrucciones al joven Torde para que pase una vez al día a subirte leña y por si necesitas algún recado. Dime en qué momento del día te viene mejor para que no te moleste en tu trabajo.

Markel se dirige a la puerta y al llegar se gira de nuevo hacia Yaver. Cuando estés razonablemente acomodado, hablaremos de los aportes que puedas hacer al grupo.

Ya fuera de la casa, se reune con Pethron y Torias. Tengo trabajo para vosotros. Hay que amueblar las estancias del mago, y tiene unas necesidades considerables, por lo que quedáis relevados de todo lo que no sea urgente para dedicaros a esto. Es importante que el mago esté operativo cuanto antes. Dicho esto, enumera a los artesanos los muebles que le ha pedido Yaver.

El siguiente sería Torde, al que encontró llevando unas verduras al cocinero. Le asignó, como habló con el mago, que se acercara una vez al día con leña y atendiera las necesidades del extraño hombre.

Por último se acercó a la ventana donde Dolcias solía observar el bosque. Le habló de las plantas, animales y minerales que solicitaba el mago pidiéndole que si encontraba algo de eso lo trajera.

No confío en él, interrumpió Dolcias. No me gusta.

A mi tampoco, reconoció Markel. Pero sabes que la magia es terriblemente escasa en este mundo. Sería un desperdicio no intentar aprovechar la ocasión una vez que se ha presentado.

¿Es que pretendes hacer algún movimiento? Quiso saber el guardabosques.

No llevo un año acumulando fuerzas para quedarme en este bosque. Antes de la gran luz yo era alguien. Pienso volver a serlo. Y esta segunda llegada es una gran oportunidad. El bandido se quedó pensativo unos segundos. Nunca te he preguntado por tu motivación a seguir conmigo. No eres como Ygnatiel, acostumbrado a trabajar en grupo y seguir órdenes. Tu casi vas por libre.

Dolcias permitió que un denso silencio se instalara entre los dos. Nunca tenía prisa por contestar y menos cuando se le pedía hablar de él. Tras un momento incómodo, frunció el ceño con verdadera ira y miró fijamente a la zona de la máscara que cubría los ojos de Markel. Eres lo único que he encontrado que desafía a aquellos que me arrebataron todo. No estoy aquí por ti, pero mientras sigas el camino que lleve a mi venganza, gustoso lo recorreré contigo.

Dolcias volvió a mirar por la ventana y Markel supo que no obtendría más palabras de él. Pensó que sería buen momento para revisar el equipo y los planes que habría formado Ignatiel.

Ygnatiel volvió después de dos horas con el informe preparado para la misión.

Los 4 bueyes con dos carro, nos dirigiremos hacia el paso escondido para bajar el risco y asaltar la mina de carbon al norte de Prilesting para obtener herramientas y carbon principalmente. Seguramente tendrán una cantidad decente de víveres.

Además de mi equipo habitual, es decir mi cota de malla y mi espada también iran Strugart al que le daré una lanza y Karpat con su propia lanza. Tambien necesitaré a Lenas y Glorin, sobretodo a Lenas, por si tienen que entrar en las minas. También a Yetkis (porque como no tienes a más hombres de armas....)

Me llevaré también a Perkas, Lezquion y Atherios, los 3 guerreros abandonados por los nobles a su suerte, será fuerza suficiente. Todos con armadura de cuero y clubs.

Karl podrá venir con nosotros, no estaremos más de dos o tres días fuera y podrá ayudarnos con los bueyes, mientras que Sudeir y Veltral nos ayudaran a cargar los carros.

Como siempre, Ygnatiel trae un informe detallado de la misión

Excelente, Ygnatiel. Confío en tu éxito. Ygnatiel hace un saludo militar y se retira.

Durante el tiempo que el equipo de asalto está fuera, Markel se dedica a supervisar la fabricación del material para Yaver, hacer inventario con Caraval, comprobar el trabajo en el asentamiento y hacer algunas visitas a Sansara para pedirle una nueva capa. Ahora que iba a aumentar el número en el asentamiento iba a necesitar una apariencia más autoritaria, más respetable. El verde con detalles dorados sería perfecto para esa imagen.

Brestein es como se llama tu contacto, que tiene un cargo importante en el puerto. (no se si ya le puse nombre pero ahí lo dejo).

Avancemos un poco.

Pasaron 4 días antes de que la partida volviera. A Markel se le hizo largo, a pesar de que el ambiente en su guarida era más tranquilo al haberse ido los más berreantes, la olla de Yaver no paraba de bullir durante el día y la noche. Parecia que no dormia mientras trabajaba. Algunos comentaban si no se tratara de un muerto en vida.

El grupo volvió muy contento, todos habían vuelto y traían un botín considerable.

Ygnatiel se apresuró para dar un informe detallado.

Hemos tenido problemas con Karpat, al parecer es sonambulo y se puede violentar por la noche. Nos dío un susto muy grande. Strugart sin embargo parece más calmado, menos cuando entra en combate. Tuvimos serios problemas, coincidimos con que un grupo de soldados traía la paga a los mineros, tuvimos que enfrentarnos contra 6 soldados. De no haber sido por la fuerza bruta de Strugart nos habrían superado en número, además, Perkas quedo gravemente herido en la batalla, pero ahora está como nuevo gracias a la curación de Karpat, sin duda unas buenas adquisiciones.

Hemos sacado como media tonelada de carbon, 2500 MO, 6 espadas largas y 6 cotas de mallas, 10 litros de aceite para lámparas y algo de metal en bruto.

Los 6 soldados estan muertos, a los mineros solo les hemos asustado un poco.

IMPORTANTE, Aletheia pregunta por ti, vas a querer ir a hablar con ella (la clériga del debil de pelo rojo que coqueteaba contigo)

Excelentes noticias, sin duda. Parece que nuestra fuerza armada crece. Markel no puede evitar dejarse llevar ligeramente por el entusiasmo. Por supuesto hay que tomar precauciones con Karpat. Le procuraremos unos aposentos individuales y quiero que todos los que hagan guardias estén al corriente de la situación para que estén alerta. Y sobre esas cotas de malla y espadas, busca a quienes puedan aprovecharlas e inclúyelas en los entrenamientos. Ah! avisa a Lenas y Tesmalon. Diles que nos preparamos para un nuevo viaje a Aglate. Y buscame un par de chicos que estén libres y puedan hacernos de escoltas.

Tras hablar con el oficial, Markel se dirige a buscar a Caraval, su mente bullendo con los próximos pasos a tomar. Esta vida que llevaba no era mala, pero su ambición le empujaba a buscar algo más.

Caraval, viejo amigo.

El anciano levantó la mirada del pergamino que estaba escribiendo. Dejó la pluma a un lado y atendió al bandido. ¿Deshhheashhh algo, joven?

Los chicos acaban de adquirir un importante cargamento de carbón y me voy a dirigir a Aglate para tratar de negociar. Pero antes quiero que revises el inventario para quedarnos con lo que podamos necesitar. También aprovecharé el viaje para adquirir material para Yaver.

Por shhhupueshhhhto. Lo comprobaré de inmediato.

Una vez resuelto esto, quedaba la parte más desagradable del trabajo. No sin un poco de reparo, Markel llamó a la puerta de Yaver, rogando mentalmente para que lo que le pidiera no fuera demasiado peligroso o apestoso.