Partida Rol por web

Intentaba mantenerse en la conversación... aquí y allá la gente hablaba, reía... algunos falsamente... miraban por las ventanas... ¿realmente había sido una buena idea meterse allí? Cada vez pensaba más que no... las pocas mujeres con las que había tratado no le hacían caso y las de la mesa estaban... distraidas, absortas en aquel caballero que desprendía algo que pocas veces había visto y sentido...

Sin embargo algo lo ponía nervioso... tenía el bello de la nuca de punta... y sus temores se hicieron reales. Unas figuras armadas irrumpieron en la sala y acabaron con un guardia, a gritos, pedían que la gente se rindiera, que no se qué capitan estaba al mando de la nave...

Estupendo... me he metido en un aparato volador lleno de pirados y de piratas...

Todo fue muy deprisa, un grandullón que se sentó el último a la mesa se abalanzó sobre ellos gritando... ¿Un valiente o un estúpido héroe? Fuese lo que fuese, los gritos inundaron el lugar, los asaltantes miraban en todas direcciones, intentando mantener el control... quién acuó fue el embelesador hombre del sombrero... se levantó y comenzó a levantar la mesa, para usarla como parapeto... Buena idea... Era la mejor opción, no quería ser pasto de un virote...

Cogí el otro extremo de la mesa y lo ayudé a volcarla... Desde detrás de esta mesa tendré una buena cobertura para disparar con el arco...

Los gritos pillaron a Linette por sorpresa, estaba en ese instante observando por la ventana el paisaje desde las alturas, de la misma forma la reaccion de Quinn le sorprendio, no por ser extraña, sino por lo rapido que lo hizo, ella rapidamente se tira al suelo detras de la mesa, pero ademas deja caer su silla haciendo que la barricada sea un poco mayor en lo posible, desde esa posicion no puede evitar decir:

- Pero, como ha, ese tipo esta loco correr hacia ellos, que podemos hacer, tenemos que salir de aqui no nos van a dejar tan facilmente

Entonces desliza su mano a la bota diciendo:

- Pero no tenemos a donde huir, tenemos que analizar la situacion, son cinco y dicen que tienen un capitan, entonces seguro que tiene que haber mas en la otra parte del zepelin

Las conversaciones se fueron apagando a su alrededor conforme pasaba el tiempo. La gente, que parecía animada al inicio del vuelo, empezaba a estar cansada de estar sentada y deseaba retirarse a sus aposentos a disfrutar del ligero balanceo que producía el aparato mientras surcaba el aire, un aire que no oponía resistencia a su travesía.

Comenzaron a sobrevolar el mar interior y eso llamó mucho la atención de Makra, que había salido un poco de la conversación que discurría en la mesa. Se levantó agitada por el nerviosismo y se colocó cerca de la ventana para verlo todo desde más cerca. Era impresionante y además, ella era muy impresionable.

Los gritos le devolvieron a la realidad. Absorta como estaba en la magnificiencia de la vista, se perdió la primera parte de la conversación. Pero, el virotazo, seguido del espadazo directamente a las entrañas de la única persona que se había levantado con ganas de protestar hizo que, dentro de ella, su voluntad se pusiera en guardia.

Observó rápidamente como Quinn se mostró muy activo y diestro a la hora de protegerse de un posible ataque directo tumbando la mesa para que le sirviera de pantalla en caso de un nuevo ataque a distancia, parecía que todos se iban preparando.

Lo más rápido que pudo se agazapó al lado de la mesa, intentando que le pudiera cubrir también de un posible ataque inicial de ballesta y buscó el arco con la mano, preparando una flecha posteriormente para estar preparada en caso de que se iniciara un ataque.

Veamos si el viaje se pone interensate...

Pensó, aunque realmente deseaba un viaje tranquilo y para nada esperaba ese tipo de actos, también se lo habían dicho en su pequeño pueblo en Alberia.

"La gente de ciudad no es demasiado de fiar... ándate con ojo..."

¡¡Y que lo digas!!

Linette dice algo, la escucho de refilón.

- Primero tendremos que salir de aquí para encontrarnos con más... y bueno, quizás debieramos intentar salvar al que se ha tirado de cabeza hacia ellos... claro está, si queda algo de él cuando esto estalle.

- Es la hora, hay que actuar, el grandullón está solo... - Me dirijo a Quinn... Desenfundo la espada corta y la daga... y me abalanzo hacia los asaltantes, ¿Locura? ¿Actuar sin pensar? Raro en mí, pero si se hacían con el control de la nave, habrían muchos problemas, demasiados. Y si me viese sobrepasado, siempre podría esconderme...

Yuudai se levantó y, desenfundando su espada y su daga, corrió en dirección al hombre que acababa de disparar la ballesta

Sí, exactamente. Si no quieres hacer nada más, con indicarme que no haces nada nuevo, bastará para correr turno

Kami se lanza contra el soldado que ha entrado el último. Alza su puño y, a pesar de que el soldado intenta esquivar el ataque, no lo consigue. Kami le golpea duramente en el brazo, pero no parece que le haya hecho mucho daño.

Uno de los soldados que está en la puerta de las habitaciones hace intención de moverse, pero decide esperar a que las cosas se pongan feas realmente

Quinn vuelca la mesa en la que os encontrabais sentados, provocando a los guardias mientras se protege tras ella.

El soldado al que se enfrenta Kami está demasiado ocupado defendiéndose de los golpes de su contrincante, así que no puede atacar.

Como si se tratara de un libro abierto, accedes a la superficie de la mente del soldado.

Maldito cabrón, qué fuerza tiene. Pero podré con él. El capitán Sadler cuenta conmigo para llevar a cabo su plan