Partida Rol por web

-Huuuummmmm  GGRrrr -carraspea Balim-. Ahora que nos hemos deshecho de esos horribles habitantes del pantano quiero daros las gracias formalmente. Y si bien nos es fácil el camino de regreso, creo que mut poco ha faltado para que terminaramos allí enterrados; en esa tumba maloliente... Gracias de veras. Espero poder compensaros.

El joven Elfo hace un ademán de humilde asentimiento moviendo la cabeza de arriba a abajo y Balin continua:

-Mi compañero y yo estamos algo cansados pero podríamos presentar batalla si se diera el caso. Por desgracia no veo como vamos a pasar a la orilla este del Río Rápido el antiguo puente está roto; a propósito diría yo. Mas no debemos quedarnos aquí pues nos atacarán al caer la noche. estamos arrinconados. -Tras un breve silencio-. Parece que vuestra compañera vuelve en sí pero tendrá que emplearse a fondo si quiere regresar viva.

En unas horas el sol se ha nublado y la temperatura ha bajado, una masa de aire frío y húmedo ha venido desde el pantano, como si esos seres la hubieran mandado.

- Pues a no ser que alguien sepa cómo construir una barca o una almadía en un par de horas, yo tampoco veo cómo podemos pasar todos. En buenas condiciones físicas, el Río Rápido ya parece tener un caudal peligroso para atravesarlo a nado. En el estado de la mayoría del grupo, creo que sería un suicidio meterse en él. - Falenthal no parecía más optimista que el noble enano respecto a su situación. Él mismo se encontraba en buenas condiciones físicas, y quizás hubiera atravesar el gran río a nado. Pero estaban juntos en esto, y no pensaba abandonar ni a sus compañeros ni a los enanos.

- Creo que por ahora deberemos seguir hacia el norte por esta ribera, lo más rápido que podamos. - Tanto Wynna como Balin y Óin tenían el semblante serio y decidido, pero estaba claro que la palabra "rápido" no iba con ellos en esa situación.

- Sin embargo, esas criaturas del pantano seguramente seguirán nuestra caza una vez acabe de caer la noche. Para entonces, creo Griffo y yo deberemos deberemos encargarnos de crear pistas falsas y atraerlos hacia nosotros. No eran muy rápidos corriendo, y el señor Tuk y yo nos movemos con agilidad por estos terrenos. 

El elfo hincó una rodilla en el suelo y trazó dos líneas paralelas en la tierra:

- Propongo que ahora caminemos juntos hacia el norte. Pero en un par de horas, cuando ya haya caído el sol, nos separaremos: Wynna y los señores enanos continuarán lo más cerca posible de la orilla del Río Rápido, tratando que la vegetación oculte su paso. Mientras tanto, Griffo yo mismo caminaremos más cerca del linde del bosque corrompido. Atraeremos a los seres y los agitaremos con flechas y piedras, si es necesario. Haremos todo lo posible por mantenerlos alejados de vosotros para que no os descubran.

Con un poco de suerte ¡incluso puede ser que en algún momento encontremos alguna barcaza de mercaderes en el río y podamos pedirles que nos suban a bordo!

El elfo comprobó los ajustes de su equipo mientras esperaba comentarios de los demás, preparándose para una noche de carreras bajo las estrellas. De pequeño jugaba con sus hermanos a eso en el Reino del Bosque, pero ni de lejos corría el mismo peligro que entonces...

-Creo que es lo mejor que podemos hacer, o por lo menos a mí no se me ocurre nada- dijo el hobbit un poco desilusionado de no pensar en algo que los pueda sacar de ese embrollo- Nosotros alejaremos a esos adefesios, mientras ustedes van por el borde del río, no se preocupen por nosotros, estoy seguro que no se nos adelantarán mucho, después de todo los elfos son de pies ligeros y yo jamás perdí jugando a las escondidas, je. Luego de separarnos, tengan los ojos bien abiertos, si encuentran algo que nos sirva de bote o consiguen ayuda de alguien hagan mujan como una vaca para avisarnos e iremos con ustedes en un santiamén. Sabremos que son ustedes, ¿quién traería una vaca a este lugar? Mmmmm, tal vez mi tío Brollo. Una vez llevó a su vaca Candelita a tomar agua al Bosque Viejo, decía que el agua "mágica" de allí haría que su leche sea más sabrosa. No si era cierto pero mi tío terminó encarcelado por vender leche alucinatoria y adictiva, je. Bueno, no quiero desvariar, deberíamos continuar.

Con el descenso del sol, aunque no se ve por la bruma de la cienaga, el grupo se dirige al norte  por la orilla oeste de las cienagas y los juncos altos esconden sus cabezas. La luz se difumina y amortigua creando una atmósfera vaporosa.

Avanzan con el convencimiento de que se han salvado por muy poco de una muerte segura; pero con temor, pues saben que el bosque los va a acechar sin tregua hasta que no consigan cruzar el río.

Acuerdan separarse en dos grupos... (veremos si es una decisión acertada)

Al finalizar la segunda jornada buscáis un resguardo tras algún árbol y montáis guardia. Habéis perdido el contacto con la expedición que suponéis va por la parte de la orilla y más atrás que vosotros.

como tampoco establecísteis una forma de contactar más allá de la vaca que muje para el peligro pues...

en la oscuridad Y el silencio oís klik kilik, suena atenuado y su dirección y proximidad es confusa por la bruma. Tuk está haciendo guardia y se queda extrañado, parece como si fuera uno de esos adornos que colgaban en el porche de su tía. No sabría decir si es un sonido de hueso o de metal.

-klik klik.... kikili klik

Griffo desenvainó su espada, alarmado por el sonido extraño que escuchaba.

-Falenthal, despierta, algo ronda por aquí- le susurra mientras le mueve su hombro y mira a su alrededor buscando la fuente del sonido.

Esos sonidos ya los habías oído antes, ¿dónde era? Espera. ya lo sé. en los húmedos y friós calabozos del lago...

-Ya están aquí. Nos han seguido.

Te agachas hasta casi tocar el suelo con tu barbilla, intentas percibir los movimientos de entre la penumbra. Esdificil dar sentido a los girones de niebla; si no estuvierais siendo perseguidos no habrías pensado que alguna criatura estaba estrechando el cerco.

Pero finalmente das con lo que podría ser un pie de por su apenas perceptible untuosidad de la piel -poco creible en la de una zarza-.

afinas la vista y vas reconociendo las garras, al extremo de grandes brazos que penden a peso desde unos hombros musculosos. Buscas los ojos pero no los ves: oscuro como son y detrás de una rama con hojas y espinas...

considerando la distancia -unos 15 "brazas"- combienzas a seguir el perimetro en derredor vuestra, y agazapado encuentras otra silueta.

El tronco os guarda la espalda pero recuerdas (gracias al gran éxito) que eran tres los habitantes del pantano los que os persiguieron. Luego sabes que hay otro más.

Todo esto se lo indicas a Falenthal por señas y él busca al tercero hasta que lo halla. "joder si estaba acechándo desde detrás de la raíz donde estaban durmiendo" ¡Estaban próximos a atacar!

Ibais a ser sorprendidos pero por el seis de falenthal el combate se va a dar si sorpresa.

interludio:

Más al norte dos hombres escoltan a un hombre un poco encorbado con los años, con sendas antorchas en las manos. Se dirigen hacia la ciudad Nueva del Lago. No va encadenado...

Un sexto sentido avisó al elfo de la dirección en que se acercaban los asaltantes. Falenthal señaló a Griffo por dónde venían. El Hobbit también los había visto, y ambos se apostaron tras un gran árbol, esperando que pasasen las criaturas, para cogerlos por la espalda.