Partida Rol por web

La habitación no era más que un recinto de estanterías de piedra a los lados, vacías si no fuera por algún que otro libro casi hecho polvo y unos pocos huesos y cráneos apilados.

Porta estandartes en el fondo colgaban no más que harapos de las banderas que alguna vez mostraron y ahora estaban hinchados de un oxido verde que los hacia apenas distinguibles.

Entre los estandartes, un asiento de piedra sobresale de la pared.
En este el cuerpo de una mujer, vistiendo una túnica negra y colgantes tribales, su piel estaba reseca, pegada a los huesos y su cabeza parecía sostenida por vagos hilos de telaraña.

Contornea la cabeza para verte y lentamente deja caer su labio para esbozar una sonrisa, entonces con una suave y pálida vos dice.

-Oh, he estado esperando tanto tiempo que alguien viniera a rescatarme.-

Sus dedos comienzan a pasar los amuletos de su colgante mientras reza una plegaría ininteligible, donde parece que los sonidos vuelven hacia atrás en palabras invertidas que entran en su boca.

Destellos de llamas purpura se consumen en los cráneos de los estantes y de repente sus mandíbulas se abren.

La sala es amplía, el diseño se repite al de la sala anterior. Amplio, cuadrado, rustico y derrumbado.

Wayne recorre con la antorcha y se nota algo más interesado en lo que ve.

Hay un corredor que se encuentra abnegado por un derrumbe, varios esqueletos yacen cerca de el.
Unos picos están apoyados sobre las piedras y unas viejas lamparas también.

Hay unos viejos atriles con espadas oxidadas y unas cajas que hay que abrirlas para ver.

-Buscar la salida en esa dirección no ha sido una buena idea ¿Eh?- Dice a uno de los esqueletos agachandose con una rodilla al suelo.

Una voz se oye en el lugar, suave, pálida, inteligible, como una plegaria dicha al revés.

Una bruma se levanta a la altura de los pies, fría, húmeda.

Y de los ojos de las calaveras llamas violetas se encienden para apagarse. Y de repente parecen empezar a moverse para lentamente incorporarse.

Se sobresalta y retrocede al ver que los huesos empezaban a moverse. 

-... O esperar a que alguien les abriera una salida ¿No?- Dice soltando la antorcha en el suelo y volviendo hasta donde se encuentra Pep, cerca de su luz.

-¿Y tu que dices? ¿Crees que esa era una buena idea?- Bromea, mientras de su espalda descuelga ese extraño "baston" metálico.

No hay ideas tontas, Wayne- Dije mientras mi cuerpo automáticamente se preparaba para lanzar algún hechizo y correr por mi vida -Solo tontos con ideas- desde mi punto de vista, era el que más lejos estaba de los esqueletos, y traté de ver y no podía ubicar a mi hermano Pip en esto.

Oye pip, cuidado!- grité con todas mis fuerzas -Hay un pequeño desnivel a unos pocos pasos tuyos!- repetí al cabo de unos segundos, me reí con una carcajada pero ya no sabía si mi hermano estaba vivo o lo había devorado algo extraño.

U-un... Un... UN ESQUELETO! -Comenté calmadamente, casi en un susurro.-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! -Bromeé con Pep por lo bajo... o lo grité, no recuerdo.

Por lo pronto me resultaba atrapante la idea de lanzarle una bola de fuego en el rostro, pero luego pensé "Que vá, es Pep."

Menos bromas y más conjuración lentillo! le susurré

Con una cara decepcion observe como Wayne salia huyendo.

-Quien era el asustado?

Tome la antorcha que dejo caer y comence a regresar hacia donde se encontraba el resto, luego de evaluar las posibilidades conclui que no era muy prudente enfrentarme solo a 4 esqueletos, menos sin luz, ya que si sostenia la antorcha no podria usar mi escudo, pero si no tenia la antorcha ni podria ver, regresar con el resto me parecio la decision correcta, ademas puede haber mas esqueletos en otros lugares y necesitaran que alguien los cubra.

Al regresar con el grupo.

Me dirijo hacia donde esta Wayne, entregandole la antorcha que habia dejado caer, ademas le entrego una bomba de aceite que llevaba conmigo.

-Toma, no la sueltes esta vez, y si la cosa se pone fea no dudes en usar esto. *refiriendome a lo que le habia dado*.

Desenvaino mi espada y tomo mi escudo y me coloco un poco delante del grupo, adyacente entre los dos magos, con el motivo de cubrirlos.

Escucho gritos y murmullos, y siento como mi corazón se acelera como si la aventura estuviera cerca me acerco hacia donde estaba Synh, y veo una escena que a todos  había dejado medio perplejos.
-Bueno al fin un poco de acción eh... 
Dije llenando de aire mi cuerpo y sintiendo la sensacion de...

Tomando las espadas los esqueletos se mueven en una penumbra creciente a medida que Shyn se aleja con la antorcha.

Por detrás, entre el derrumbe de la anterior sala (3) un esqueleto se arrastra sobre las piedras.

correr o pelear, lo decidirán ustedes chicos- dije mientras apuntaba a ver hacia el pasillo por el cual veníamos. Había uno solo, al menos visible, que nos impedía correr hacia la salida, mientras que por el frente habían 3 o 4.

Pip, no corras tan rapido para allá que no hay nada- comenté con aires soberbios, mientras me predisponía a decir palabras raras y hacer unos movimientos extraños de bastón, para solamente estirar mi mano derecha, separando todos los dedos mostrando mi palma al primer esqueleto visible (el esqueleto armado 1)  -La primera comida que vas a comer en muchos años se viene un póco ácida- 

Luego de lanzarla, me alejo unas casillas del que se arrastraba, pero manteniendome en el corredor.

Una burbuja de ácido sale disparada desde la mano del gnomo estallando contra uno de los esqueletos y salpicando a otro, se escucha un leve sonido del ácido quemando los huesos, pero tan solo resultan ser unas gotas.

Los esqueletos se agolpan en la entrada del corredor, solo dos de ellos se adelantan dado al espacio, llegando así a atacar.
Uno de ellos corta a Wayne en el antebrazo mientras el otro intenta lo mismo con Shyn pero su vieja espada se ve deflectada por la armadura.

Por detrás de esta situación un esqueleto se incorpora de entre las piedras e intenta atacar al gnomo Pep con el filo de sus huesos, pero no logra alcanzarlo en el intento.

Descansa su mejilla en el dorso de su mano derecha mientras te mira, complacida por los gritos de tus compañeros.

-Deberías ir con ellos.- Y se le oye salir un risa desde el interior. -Y no morir aquí, solo...-

Su mano izquierda describe un circulo en el aire y se detiene ahí. ¿Algún conjuro quizá?

 [...] Me dirijo hacia donde esta Wayne, entregandole la antorcha que habia dejado caer, ademas le entrego una bomba de aceite que llevaba conmigo.

-Toma, no la sueltes esta vez, y si la cosa se pone fea no dudes en usar esto.- *refiriendome a lo que le habia dado*.

Desenvaino mi espada y tomo mi escudo y me coloco un poco delante del grupo, adyacente entre los dos magos, con el motivo de cubrirlos.

Observando la situación tenia la suficiente información, para alentar a mis compañeros en este momento tan apretado, me vio obligado a sacar rapidamente mi laúd, y en pocas estrofas darles la confianza que necesitaban!
 

-Una gotas de acido que salpican

un paladín que protege con su porte

los esqueletos que solo descalcifican

les mostraremos lo que es un buen corte

La molestia durará lo que un pestañear

Los heridos se levantaran con mas fuerza

​Aquellos que nos retaron nos verán luchar

No FRENAREMOS hasta que NINGÚN ESQUELETO se retuerza

Tuve que apurarme a recitar las primeras estrofas pero en la ultima acentué con tono amenazante para darle mas fuerza a la canción, y a mis compañeros.
 

Solo no está quien no busca compañía, mi esquelética anfitriona. En lo que las palabras salían de mi boca, una figura igual a mí aparecía a mi lado, como materializandose del aire. Otro gnomo, que podría haber pasado por Pep o por mí, ahora me acompañaba en silencio. 

Dime... a que debemos esta tan calurosa bienvenida? - Le hice una seña a la imágen para que se adelantara unos pasos cortos.

El circulo descripto en el aire se ilumina en un tono sangre, corriendo desde el inicio hasta su dedo. Y con un gesto hacia la ilusión hace aparecer una plaga de arañas que la devoran desde los pies, consumiéndola lentamente con un gesto de horror, desvaneciendose todas junto a la imagen.

-Oh, no es personal.- Sonríe mientras mira complacida a las arañas devorar tu imagen. -Pero mi diosa se vera complacida como yo de que tengan un destino similar.-

Un poco desconcertado por las acciones del paladín, toma y guarda el frasco de aceite, toma y vuelve a solar al suelo la antorcha para luego seguir retrocediendo...

-Parece que no has entendido muchacho...- Dice dando una mirada avispada de reojo hacia el esqueleto que se acerco por detrás a los gnomos. -Soy un tirador.-

Apunta a aquel esqueleto con su arma, ese extraño objeto largo, un largo caño exagonal metálico, unido a una empuñadura con un gatillo y una cantonera que apoya en su hombro. Levanta el mentón mientras no se permite pestañear y accionando el gatillo un estruendo sale de su arma, una bocanada de fuego de la punta de esta y los huesos hechos añicos del esqueleto por el aire tras el disparo.

-Necesito ver a lo que le disparo, el gnomo aquí puede iluminarnos.- No por nada había dejado su antorcha en aquel salón.

a-AH!- pegué un salto y un grito poco masculino al sentir que el esqueleto que se arrastraba ya estaba encima mío, tenía mi mirada postrada en todos los demás, pero para mi agrado se esparció en pedazos después del disparo de Wayne. Por unos instantes, patee los huesos que quedaron próximos a mi con el pie derecho, como para ver que no se movían.

No tenía como iluminar la sala donde se encontraban los  esqueletos, pero podría continuar con mi incansante intento de derretir los huesos por fuera. Nuevamente, apunto mi mano derecha hacia el mismo esqueleto que había atacado la vez anterior y una burbuja con color verdoso fuerte se desplazo a mediana velocidad hacia aquel.

Pip?- lo había visto entrar pero no salir de aquella sala en la que me encontraba yo momentos atrás, temía que le haya pasado algo por lo que procedo a caminar con cautela hacia la entrada al lugar -espero que no sea una broma maldito enano hijo de-

La segunda burbuja de ácido tirada por el gnomo fue critica para el esqueleto haciéndolo empezar a caerse a pedazos, deshecho, pero no suficiente para destruirlo por completo.

Aun en pie este esqueleto ataca a Wayne haciendo otra herida poco profunda. Al lado de este, el nomuerto que atacaba a Synh logra entrar en su guardia y provocar un leve corte en el paladín.

Los otros dos esqueletos aguardan detrás, esperando el momento para entrar.