Partida Rol por web

Universidad Far Far Away

...en un pequeño reino muy lejano, rodeado de bosques y...

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17/06/2019, 13:19
Z Jasmin
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Cuando el sultán hizo que apareciera el portal y le pidió que lo cruzara Jasmín asintió a su padre y le besó en la mejilla, después se arrodilló junto a Rajah.

- Te echaré de menos Rajah, cuida de papá ¿de acuerdo? – le dijo al tigre mirando de reojo al visir, no se fiaba de él, conocía de su maldad y su actuación de condenar a muerte al chico del bazar había sido el detonante del odio contenido que la princesa sentía hacia él y que intentaba sostener por respeto y petición expresa de su padre, pero ¿quién se creía que era ese imbécil insolente? Ya no se fiaba de él y temía por el sultán, pero debía cruzar ese portal, así lo ordenaba padre.

Jasmin se puso en pie y caminó decidida hacia el portal, hacia ese mundo nuevo que se habría ante ella y donde podría ser “libre” en cierto modo, allí al menos no habría pomposos príncipes intentando comprarla como si de ganado se tratase, igual que ese último de Alí.

Una niebla verde la rodeó y Jasmín sintió una agradable sensación cuando comenzó a flotar, pero apenas fueron unos segundos y cuando la joven abrió los ojos se vio bajo una preciosa noche estrellada sobre un paisaje hermoso con un camino empedrado y, cómo no, la universidad estaba en un castillo al final de este: “Far Far Away”.

Había mucha gente que supuso serían nuevos estudiantes como ella, Jasmin se quedó unos instantes mirando a su alrededor, cada uno llevaba unas ropas distintas, y algunos, ni siquiera eso, ¿de dónde venía esa gente? que emocionante, por fin podría hacer amigos y ese… ¿qué? Ese chico se parecía a… el chico del bazar… no, seguro su mente le hacía imaginar cosas, el chico estaba muerto, eso le había dicho Jaffar.

Jasmine caminó en dirección al castillo con el resto de la gente y casi choca con una chica que parecía desconcertada preguntando a todo el mundo, llevaba una capa oscura y recogía su cabello en una coleta baja ¿sería también una princesa? Que mas daba eso.

- Estamos en Far Far Away, es una universidad, ¿no te lo explicaron antes de enviarte? Soy Jasmin, princesa de Agrabah, ¿y tú eres?. – Le dice con una sonrisa.

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17/06/2019, 20:35
Z Gastón
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Con el pecho inflado como el de un palomo luciéndose delante de la hembra, Gastón fue directo a la casa de Bella aprovechando que su loco padre había ido a una de esas ferias de dementes. A grandes zancadas se encaminaba hacia la casa de su futura esposa, pues estaba convencido de que ella aceptaría sin dudar su proposición de matrimonio. ¿Quién perdería tal oportunidad? Nadie con un mínimo de sentido común, según su opinión. Con él no trajo ningún anillo, ni un ramo de flores ni nada romántico, bastaba con su magistral presencia que embelesaría a la mujer de sus sueños.

Ya se estaba imaginando su cercano futuro con ella atendiendo todas sus necesidades cuando se casaran y vivieran juntos, la manera en la que la joven le serviría los platos más exquisitos que aprendería solo por él, cómo cuidaría a todos sus retoños mientras él cazaba con su fiel amigo Lafou, en resumen, cómo se dedicaría a él de por vida. Ains… un sueño hecho realidad. Pero sus pensamientos se rompieron en el instante en el que vio una bruma verde salir de la puerta de Bella, lo que lo alertó y le hizo correr hacia ella. Abrió la puerta y la vio atravesando aquel extraño portal que se abrió repentinamente.

Bella, ¡No! — Y sin dudarlo ni un instante, saltó tras ella, atravesándolo también y llegando a un lugar extraño pero no del todo, una rara sensación que le dejó tan confundido que perdió de vista a Bella. — ¡Mujer! ¿Dónde estás? ¡¡Eh!! — Gritó con frustración al ver que no la encontraba, y es que era muy difícil por la cantidad de gente que caminaban por aquella avenida de baldosas amarillas. Con un resoplido decidió seguir al resto, en algún momento pararían y podría encontrar a Bella, y así fue, justo en la verja que daba entrada a un enorme castillo. Se lo quedó mirando bastante rato, le sonaba tanto… ¿de qué? ¿De un libro? No, imposible, él no leía ni los prospectos, le sonaba de algo y no era capaz de averiguarlo.

Varias personas empezaron a expresar sus mismas dudas en voz alta, como aquel chico que tenía pinta de rata callejera (?), o la… ¡Wow! La joven de cabellos color azabache y capa roja que brillaba por su belleza. Ahí Gastón empezó a preguntarse con mayor seriedad dónde se encontraba, porque en su aldea no había más bellezones verdaderos como Bella y él mismo. ¿Era aquella una señal? ¿Una recompensa por las calabazas que le había dado la joven en tantas ocasiones? ¿O es que estaba muerto y se encontraba en la entrada del paraíso? Ni idea, pero decidió no perder la oportunidad que le había otorgado el destino al haberlo llevado a un mundo desconocido tan exuberante. Al final Bella iba a tener razón y la aldea ya se le estaba quedando pequeña… y no solo a ella.

Entonces se fijó en un joven con greñas y barba castaña, y se lo quedó mirando con gran fijeza, entrecerrando los ojos porque le sonaba la cara pero de nuevo volvía a sentir la misma sensación de confusión. Pero lo más extraño de todo es que él y algunos más iban en taparrabos, lo que le hizo preguntarse por qué no había ninguna chica que fuese así también…

Una morena de unos increíbles ojos azules habló por fin, presentándose como Blancanieves e indicando de donde venía. Eso poco le importaba, lo que quería saber era donde demonios estaban y un lumbreras les iluminó diciéndoles que estaban en una aldea llamada “Muy, muy lejana”. Gastón murmuró esas palabras, notaba en su interior que esas palabras las había leído con anterioridad o al menos se lo hubieran mencionado. ¡Y de pronto la encontró entre tantos bellezones!

¡¡Bella!! ¿Cómo se te ha ocurrido venirte a este extraño lugar? ¿Ha sido por culpa de uno de los aparatejos de tu padre? Si, ¿verdad? — se volvió al resto de personas que estaban como ellos tras la verja — Y para todos los que se estéis preguntando quién es el guapo de ahí, o sea, yo, soy Gastón y ella es Bella. 

 

La apretó contra él como si fuese de su propiedad o algo así, muy propio de él. Luego vio a Jasmin y la impresión de ver tal exótica belleza hizo aflojar el abrazo. ¡¡Casi podía competir con su propia hermosura!! 

¿Q-qué? ¿Universidad? — Sabía más o menos lo que se hacía ahí pero… por eso mismo, ¿por qué él estaba allí? ¿Es que era un castigo divino o algo así? — Más detalles sobre esa universidad, mujer. — dijo a Jasmine para que le contara más.

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17/06/2019, 21:56
Rapunzel

Miré a Flynn mientras caminábamos por el bosque. Aún no me había acostumbrado a la sensación de mis pies entre el barro, de mis dedos paciendo clorofila. ¿Qué era ésta sensación abrumadora que empezaba por los talones? ¿Qué podía hacer ahora con mi vida?

Era todo tan extraño y a la vez tan efímero... Me sentía volar y al instante caer. Llevaba toda mi vida encerrada en una torre... nada conocía del mundo ¿sería bueno? ¿Malo? Había conocido a unos agradables hombres en una taberna. ¡Habíamos cantado y bailado! Todo el mundo tiene sueños, todo el mundo es el protagonista de su propia historia. Madre se equivocaba, nadie quería hacerme daño, nadie sabía que yo existía. Qué triste ¿no? Nadie me conoce a parte de madre ¿Y mis sueños cuáles son? No tengo ninguno, Flynn dice que las luces que brillan el día de mi cumpleaños no son estrellas, son farolillos para una princesa. Qué afortunada ella. Tiene una historia. Yo no soy nadie.

Miro al suelo meditabunda... llevo un rato sin hablar, tocándome el pelo, como siempre. De reojo vuelvo a mirar al chico que camina a mi lado, me siento afortunada de que me guíe ¡Necesito ver esos farolillos! Son el único sueño que tengo... es lo único que espero cada año con ilusión.

Soy un ser humano despreciable, he traicionado la confianza de madre ¿qué clase de persona hace eso? ¿Soy yo la mala de la historia de alguien? Qué tonterías, si yo aún no he hecho nada con mi vida. NADA. He pasado sin pena ni gloria todos mis suspiros en una torre. ¡En una torre! Leyendo libros, pintando, haciendo velas, cepillando mi pelo.

Frunzo el ceño cada vez más angustiada. De repente, al mirar al frente veo el humo verde.... y veo... Cuando salimos en esta especie de camino amarillo recuerdo el cuento del mago de Oz de inmediato.

- ¡Qué ha pasado! – grito cogiendo a Flynn por el brazo, asustada - ¡¿Por qué ésto es un camino de baldosas amarillas?! ¡¡¿Estamos en Oz?!!

Todos mis pensamientos se esfuman en un pestañeo, suelto a Flynn y recojo mi pelo como puedo, con las manos, no hay tiempo de hacerme una trenza ¡¿O sí?! Miro a mi alrededor ¡!

- P-Pero… - farfullo.

Espera, espera… espera ¡¡!! ¿Qué ha pasado?

Mis ojos se dirigen a un muchacho muy guapo de piel morenita, vestido de forma extraña que le pregunta a un genio. La siguiente voz que escucho es la de ¿? La veo dar saltos con una capa roja tan bonita que creo que mi corazón va a pararse. ¿Caperucita?

¡Espera! Que pare el tiempo un momento. ¿¡Qué?!

Me tapo la boca, incapaz de hablar tirando un poco de Flynn emocionada. No sé dónde estamos pero quiero quedarme aquí a vivir. Me cuesta contener las palabras a medida que voy viendo a algunas personas sacadas de mis libros. Otras no las reconozco. Mis únicos compañeros de vida, lo único que he tenido para vivir. He soñado más de lo que he vivido y ahora parece que están aquí todos.

En eso estoy pensando sin saber dónde fijar mi mirada cuando veo a un hombre con barba casi desnudo... caminando.

- V-vas desnudo… - murmuro bajito dando voz a mi mente sin poder reprimirlo, pero evito su mirada en cuánto lo digo ¡UPS!

Llevar encerrada tantos años te lleva a hablar sola y la verdad es que controlar que mis pensamientos se tornen en palabras está resultando una labor titánica. De hecho el pelo se me cae al suelo cuando escucho Blancanieves.

- Blanca… - alguien interrumpe y habla también, la verdad es que no me estoy enterando de lo que dicen, solo escucho nombres con los que he vivido.

Sin apenas darme cuenta cojo del brazo a una chica preciosa, morena, con gafitas muy bonitas y gesto adorable.

- Es Blancanieves… - le susurro como si fuera una niña pequeña ilusionada – y Caperu… ay, perdón, te he cogido… no sé si eso está bien…

La suelto esperando no parecer una rara y empiezo a recoger mi pelo otra vez, no quiero que lo pise nadie ni quiero molestar. Miro al fondo, parece que vamos todos allí... dónde el castillo tenebroso y las ventanas. ¿Está ahí Oz? ¿En serio? En la historia parece más colorido. Busco al León y al hombre de hojalata pero no hay nadie así.

- Jas… ¿Cómo es que tú sabes dónde estamos? - ¿Le estoy hablando a Jasmin? ¿En serio? - ¿Una universidad? ¿Qué es eso? Ahí pone Muy Muy lejano, pero yo creo que estamos en Oz.

De repente habla un chico que sujeta a la chica de las gafitas que yo había cogido antes ¡Bella!

- ¿Bella? - pero mis ojos dan de frente con la cara del chico, Gaston dice que se llama -  Oye ¡Qué guapo!

¡MALDICIOOOOOON! Vale eso igual no lo tenía que haber dicho

espero que nadie me haya oído. Nota mental, por favor Rapunzel no pienses en voz alta ¡No pienses en voz alta! Ahora hay gente aquí contigo. ¡Control!

Mira hacia abajo, nadie te ha oído, nadie te ve, estás solita en tu torre ¡Qué vergüenza! Pero miro hacia arriba... y ahí va, la pelirroja de los rizos, la veo trepar por la verja. ¡Aaaaah! ¡A ésto sí puedo jugar yo! Una risira se me escapa.

- ¡Mérida! Espera... yo soy Rapunzel y también sé jugar a eso – grito entusiasmada, igual demasiado alto, con una risa lanzo un mechón de pelo hasta el borde de la verja para empezar a trepar por él.

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18/06/2019, 00:03
Djinn

... Gran Alí, Príncipe Alí....Alí Ababua
                          Al pasar se han de inclinar
                                                      Siempre ante ti… -

Canturreo en bajito mientras sobrevuelo la habitación de palacio moviendo el culete con ritmo.

Aaaaaaahh.. Ha sido espectacular, nuestra llegada a palacio ha sido impresionaaaaante.
La canción pegadiza, el ritmo perfecto, la coreografía ha sido perfecta. - tu..tu...tururu… Yo sé bien que hay un bombón cerca de aquí.

Bueno, el chico parece un poco de bajón. Está claro que la princesa no le ha impresionado nada nuestra entrada. Y no me lo explico, porque leches...ha sido BRUUUUUUTAAAAL. El chico pensaba que solo con eso funcionaría. Pobrecico. Aún le queda mucho por aprender de las damas.

- Vamos Aladdin… anímate. ¿Porque no le dices la ver…?

De repente escucho un murmullo, un crepitar que siempre viene cuando la realidad se quiebra ante la llegada inminente de una magia de esas que lo cambian todo. Es eso o uno de los camellos ha comido dátiles en mal estado. Mi amo no lo percibe, y el mono creo que esta sacándose parásitos del trasero; así que es malo

Leches.

A...Ala...Aladdin… no creo que sea buena idea salir ahora de noche con la alfombra. Creo que algo raro está pasando.

Apenas termino la frase la niebla verdosa viene de otro lugar muy lejano, más lejano que China y más lejano que el chalet del tío Bungwa. Por favor… viene de un lugar a tomar por saco.

- ¡Aladdin!... - grito mientras veo como la niebla verde fosforita se lleva a mi amo como una pobre hormiga siendo tragada por un water al que tiran de la cadena.

Me muerdo las uñas nervioso y miro al agujero de water interdimensional para luego mirar a la lámpara. Miro el water, miro la lámpara.

No puedo salvarle si no lo desea.

¡Espera! Parece que Aladdin mueve los brazos de forma extraña. ¿Será por que se está asfixiando o porque está pidiendo que le salve en braille? Su voz no llega hasta aquí.

No se, a mi me suena a deseo.

Me acercaré para ver si es braille o solo está agonizando.

Transformo la cola de mi cuerpo en una lazada mientras me aparece un sombrero de Cowboy en la cabeza, comienzo a dar vueltas al lazo azulado y lo lanzo con todas mis fuerzas hacia el chico hasta cogerle de uno de los tobillos.

- Tranquilo chaval, ya me acerco a ver si puedes decirme lo que deseas. Deja que amarre este lazo a mi potente yegua. - digo con una grave voz de cowboy mientras escupo a un lado.

Sin embargo la potencia del hechizo es fuerte, bastante fuerte. Me niego a dejar que mi colega se pierda en una tubería interdimensional, pero eso hace que la fuerza del agujero tire de mi ahora que estoy conectado a Aladdin.

Miro por última vez la lámpara con desesperación antes de que una fuerza terrible tire de mi lazo y me haga desaparecer por el water fosfi.

¡Vaya! Que cagada.

Caemos y caemos.

Y cuando noto que el color fosfi disminuye , Aladdin, la preciosa princesa Jasmin y yo, caemos en un lugar muy, muy lejano.

- Ouch… - digo cuando mi culo rebota contra el frío suelo de baldosas amarillas.

Acaricio mi trasero mientras me levanto y de inmediato sé que algo va mal, terriblemente mal.

Mi precioso color azul de piel ha desaparecido, y noto una horrible y angustiosa sensación que pocos pueden entender; yo lo llamo “la insoportable e insondable cadena de la existencia que hace la vida una agonía”… pero vosotros la llamáis “gravedad”.

- Pero …¡Leches! Coff… cofff - toso expulsando un humo azul, los últimos retazos de mi magia. Me saco la lengua para limpiármela con los dedos - … agh… me he tragado un mosquito.

Me quedo mirando a mi alrededor y veo a todo un montón de pipiolos y jovencitas desorientados. Algunos de ellos en pelota picada… bueno, Aladdin solo lleva un chaleco y un gorro de más. Tampoco hay que escandalizarse si no fuese porque están todos para tomar nata sobre sus cuerpos.

Miro mi cuerpo, ahora un poco más fofo y flácido, y lo convierto en un cuerpazo lleno de bultos musculosos y bronceado ideal. ¿añado aceite corporal? ¿No será mucho? Naaaaaaa…. Debo integrarme entre todos estos chavales.

El cuerpo macizo me dura mientras mantengo la respiración.

Amo says: -¿Qué eá pasando, Genio? Yo no te he pedido nada de esto...

- Gaaaaaassssphhh…. - Suelto el aire y mi tableta vuelve a convertirse en un fornida barriga musculosa.

Muchos de los jóvenes príncipes y princesoideas están tan confusos como el amo. - Yo no lo he hecho, Ali… hay numerosas explicaciones a lo que ha ocurrido… - digo enumerando con los dedos hasta aparecer varios dedos extra.

Pibón number one de Agrabah says: Estamos en Far Far Away, es una universidad, ¿no te lo explicaron antes de enviarte? Soy Jasmin, princesa de Agrabah-

Rodeo en un segundo a la sexy futura esposa de mi amo como si fuese una serpiente enroscándose alrededor de una presa y asintiendo con la cabeza - ¡Premio a la primera dama de Agrabah!

Si señores y señoritas. - El cráneo de mi cabeza se ilumina con un cartel fosforito con una flecha en aquella dirección.

Si estamos donde creo que estamos, y creo que sé donde estamos porque creo que sé muchas más cosas de las que realmente sé ... vamos, que todos ustedes deberían ser… ¡de la realeza!

Me quedo pensativo - … pero qué raro ¿No ha venido nadie a recibirnos? Esto no es nada habitual.

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18/06/2019, 01:22
Mulan

Ese día no había delicadeza en los movimientos que practicaba con las dagas, sino más bien rabia y frustración y, por supuesto, cuanto más obcecada me encontraba peores resultaban esos movimientos. Seguía sin poder quitarme de la cabeza los libros que había estado leyendo y que mi abuela, en su torpe intento de lanzarme indirectas, me había dejado por todas las esquinas de la casa. Tanto ella, como mi madre y la odiosa casamentera seguían empeñadas en buscarme marido, como si eso fuera lo único que debía importarle a una mujer. ¿Acaso no había servido de nada todo lo que había hecho por el honor de la familia? De acuerdo que me había arriesgado mucho y que a punto había estado de conseguir todo lo contrario, pero al final no sólo había salvado a China y al emperador sino que éste me había reconocido como la heroína del país.

Pero qué poco había durado mi fama… Todo había vuelto a la normalidad con demasiada rapidez y de nuevo me había visto intentando parecer toda una dama casamentera.

Tienes que ser más delicada en tus movimientos. Mantenerte en silencio y no rebelarte. Saber comportarte con gracia y educación en todo momento. Todas y cada una de esas palabras rebotaban en mi cabeza, acompañando cada una de ellas con violentos movimientos de mis manos, como si en esos momentos estuviera traspasando con mis dagas a los futuros maridos, a la casamentera y a todas las malditas normas de conducta de las mujeres chinas.

Y para colmo llevaba tiempo sin tener noticias ni de Li Shang ni de mis compañeros de aventuras. Seguramente ya se habrían olvidado de mí. El único que de verdad me apoyaba, como siempre había hecho, era mi padre que me veía languidecer en un mundo que no estaba hecho para mí.

Me detuve unos segundos a descansar y a beber mientras el constante parloteo de Mushu no había dejado de resonar durante todo ese tiempo, aunque yo apenas lo escuchaba. Sólo cuando escuché hablar de una Universidad, de que me había matriculado en ella y que sería una gran oportunidad para mí comencé a interesarme en lo que me contaba, pero justo en ese momento una densa niebla verde me envolvió y todo mi mundo conocido desapareció de mi vista.

Sentí nervios en el estómago y cerré los ojos ante aquella muestra de magia desconocida, y no los abrí hasta que no escuché voces a mi alrededor. Abrí primero uno y, acto seguido, abrí el otro, maravillada por todo lo que veía. No sólo no estaba en el patio de mi casa sino que me debía encontrar en algún lugar lejano ya que nada a  mi alrededor me resultaba conocido.

Caminé asombrada, con los ojos todo lo abiertos que podía, observando aquel extraño mundo que se abría ante mí. Era tan distinto a mi hogar, tan exótico y maravilloso que no podía dejar de dar vueltas mirando a todas partes. Quizás debería sentir miedo pero lo que sentía en esos momentos era mucha curiosidad.

Pero no sólo era el paisaje o las singulares edificaciones lo que me resultaba más sorprendente, sino la gente que me rodeaba. Chicos y chicas de edades parecidas a la mía, todos muy distintos entre sí, con colores de pelo muy diversos y con ropajes muy coloridos y llamativos. O por lo menos aquellos que llevaban puestas ropas ya que no pude evitar fijarme que algunos de los chicos iban casi desnudos.

Aunque sabía que debía apartar la mirada de esos cuerpos musculosos, por lo menos esa era la educación que había recibido, no lo hice. Al fin y al cabo había estado conviviendo durante mucho tiempo en un campamento rodeada de hombres, y los cuerpos desnudos ya no causaban en mí el mismo efecto que la primera vez que los había visto.

Escuchaba conversaciones con tonalidades muy distintas, formando un coro que curiosamente no resultaba desagradable. Unos se hacían preguntas y otros se presentaban, pero todos parecían dirigirse a las puertas de un gran edificio que parecía ser nuestra meta.

Era incapaz de quedarme sólo con un detalle pues todo me llamaba la atención, pero hubo algo que la acaparó por completo y que no fue otra cosa que ver cómo algunas de las jóvenes se comportaban de manera muy distinta a lo que yo solía estar acostumbrada. Aquellas chicas eran igual de rebeldes y decididas como yo, y eso me gustó pues así seguro que me sentiría menos sola y desplazada.

Esto es increíble —conseguí decir por fin, mientras escuchaba los nombres de algunos de los que me rodeaban y que a mis oídos sonaban bastante pintorescos—. ¿Esa es la Universidad? —Pregunté a nadie en concreto mientras señalaba para el castillo—. Qué emocionante. Por cierto, mi nombre es Hua Mulan.

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18/06/2019, 01:31
Z Grey Wolf
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Erase una vez, un lobo que creía saber cómo iba a terminar su historia. Con sangre, garras y venganza.
Pero lo que este lobo no sabía, era que las historias que merecen ser contadas siempre tienen una lección detrás. 
Y lo que el pobre tampoco imaginaba, es que esta ni siquiera era su historia.

El Lobo corría a través del bosque, mezclándose con la niebla, desgarrando el suelo con sus poderosas garras y saltando por encima de los troncos con musgo. El tiempo apremiaba.

El olor de la humana, la descendiente de la cazadora, hacía mucho tiempo que había quedado atrás. El lobo sabía que la había engañado, tardaría horas en encontrar la salida, y ese conocimiento hinchó su ego y su confianza.

El lobo aumentó su velocidad hacia la casa y vio la puerta cerrada a cal y canto. Arremetió contra la puerta mientras tomaba la piel de hombre y golpeó la puerta tres veces, tal y como había visto hacer a la joven otros días antes, a la misma hora.

La vieja cazadora era precavida, pero los años la habían vuelto débil y levemente confiada. El sonido de la madera vieja abriéndose aceleró el corazón del lobo, cuyas garras crecían de manera inhumana perforando las piedras del marco de la puerta.

La violencia se desató, hubo sangre, golpes y gritos. La batalla entre la cazadora y el lobo fue como un éxtasis, una orgía de violencia que pocos sabrían apreciar. Pero el momento fue confuso para el lobo, algo muy distinto a lo que ansiaba. Pues una fuerza desconocida comenzó a mover toda la habitación. Los objetos, los libros, las armas de la vieja, los muebles. Todo fue sumergido en un maelstrom que sumergió al vengativo lobo en una vorágine de la que no tenía control.

Ser arrancado de su realidad no fue indoloro, cuanto más luchas por aferrarte a tu objetivo, más dolorosa es la experiencia. Y el viaje del lobo fue uno de los más dolorosos jamás experimentados.

Grey, uno de los siete hijos de Idúnh había sido elegido para matar a la cazadora. Grey era el primero de los suyos en llegar a entrar en la guarida de la asesina. Y ahora había perdido toda posibilidad de recuperar su honor por culpa de… ¿de quien? Se preguntaba el lobo.

Cuando el remolino de fuerza arcana cesó de golpe, Grey fue lanzado a través de unos árboles, rompió hojas y ramas, y golpeó el suelo con una fuerza devastadora.

El dolor de sus articulaciones le hizo recordar:

No era la primera vez.

Hubo un tiempo anterior que hizo un viaje similar. Grey se alzó furioso, indignado y rabioso como pocas veces había estado. Una bestia acorralada es el doble de peligrosa, y Grey era muy peligroso en esa situación.

Alzó la vista y vio a un viejo. Ese humano llevaba un sombrero en forma de cono azul con estrellas. El gruñido que emitió el joven Grey solo fue un preaviso de su inminente ataque. Pero un gesto del viejo hechicero bastó para aplastar los huesos y músculos de Grey como si fuese una babosa.

El viejo le habló de una oportunidad. Una oportunidad de domesticarle, entendió el obstinado Lobo. Su respuesta fue un gruñido violento y un intento de ataque que acabó con una magia aplastando aún más el cuerpo de Grey hasta romperle un par de huesos.

Al lobo no le pareció mal. Incluso en aquel mundo de civilización y magia, la violencia y el dolor gobernaban y marcaban los límites de la autoridad. Eran leyes que conocía muy bien.

Grey estaba acostumbrado a la violencia. Hasta el sexo entre sus congéneres estaba repleto de violencia, como no iba a entender aquello.

Los recuerdos se confundían en la mente del chico. Todo eso fue en otro tiempo. Sus recuerdos no estaban claros.

Esta vez era distinto, había mucha gente y el viejo del sombrero azul no estaba.

Grey se levantó lentamente del suelo. Su llegada por segunda vez a ese maldito reino había sido doloroso y violento como la primera vez. El lobo observó a toda esa multitud de gente humana y se quedó confuso. Había caído fuera del camino de baldosas amarilla, cualquiera diría que había tenido suerte.

Su cuerpo y su rostro estaban llenos de sangre y barro. Levantó su mano humana y se limpió la sangre de su labio partido por la caída con el dorso. Saboreó la sangre de su boca y el sabor metálico se unió al sabor horrible de la tierra. Por un segundo el lobo se preguntó si sería sangre suya o de la cazadora.

Al lobo Grey no le importó lo más mínimo estar semidesnudo ni mucho menos estar lleno de suciedad. Se quedó fascinado al ver humanos tan extraños. Le fascinaba aquella criatura que fingía ser humana pero no callaba. Pero se sorprendió mucho más al ver a dos hembras con el cabello del color del fuego. El Lobo jamás había visto algo así.

Los olores de todas aquellas personas se agolpaban entumeciendo sus sentidos. Cerró los ojos como quien trata de discernir una voz entre un gentío que vocifera sin parar, y abrió los ojos extasiado al haber reconocido algunos olores particulares.

Una endiablada sonrisa se comenzó a dibujar en su rostro. El lobo pensó que tal vez podría sacar algo de su incursión en aquella apestosa tierra de humanos.

Apartó a algunos de aquellas criaturas despagadas de sí mismas y comenzó  caminar mientras recordaba algunos fragmentos de su estancia en el pasado.

Si interesarse por nadie de aquellos que le rodeaban comenzó a caminar con paso decidido hacia el castillo, descalzo y con saboreando en el ambiente el olor a carne humana.

— Dejad de parlotear, me dais dolor de cabeza — dijo el lobo más para sí mismo que para nadie en concreto — Espero que en mi vieja chaqueta todavía quede algún puto cigarrillo. 

Grey, intentando reorganizar sus pensamientos, comenzó a subir el sendero hacia el castillo sin esperar a nadie.

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18/06/2019, 10:04
Z Megara
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Me encuentro sentada, pensando en lo dulce que es Herc-Espera, espera, NO. Megara, ya sabes cómo va esto, tú te enamoras, y él te usa, como todos. No puedes enamorarte, piensa en sus músculos, en su bella cabellera rubia, en esos oj- ¿pero ya estás otra vez? A ver, chica, reflexiona, te volverán a hacer daño... aunque al menos esta vez no podrás venderle tu alma al patético de Hades porque, ¿adivina qué? ¡YA LO HAS HECHO!

Ah, y para colmo, esas cinco pesadas no me dejan en paz. ¿Se puede saber cómo he llegado a esto? No me lo puedo creer, ¡por Zeus y todo el panteón griego! 

Vale, callaos. ¡Callaos de una vez! No quiero escucharos. 

Y ahora, ¿qué le digo yo a Hades? Si el fortachón no tiene debilidades, y se ha marchado. Estoy en un lío, en uno grande, y fuerte, y guap... Esto empieza a ser frustrante.

La aparición de una niebla extraña interrumpe mis pensamientos, casi lo agradezco, aunque no se me antoja muy apetecible que me alcance. Intento huir, pero finalmente la niebla me rodea. Cierro los ojos, y me protejo como puedo con los brazos, pasados unos segundos, los vuelvo a abrir, algo aturdida. Cuando mis ojos se acostumbran, miro a mi alrededor, junto a mí hay un montón de gente, algunos tan perdidos, o más que yo.

Veo a un fornido muchacho, completamente desnudo. Vaya, pues no tiene nada que envidiarle a Apolo, y seguro que está bien dotado, quizá él me ayude a olvidar al rubito... Oh, esa preciosidad que está hablando, hmm... Sí, seguro que ella sería capaz. Me acerco a ella, y al grupito que la rodea, justo a tiempo para escuchar su nombre. Así que Jasmín, eh... 

En mi camino se cruza un apuesto hombre, con pinta y formas arrogantes, lo empujo levemente, para poder acercarme hacia esa belleza desconocida.

- Aparta, Junior. 

Miro al resto de personas del grupo, y lo que veo me alegra, sin duda, la vista. ¿Es que aquí todo el mundo es descendiente directo de Afrodita? Hmm... ¿quién le iba a decir a mi padre, Creonte, que tras tantos años contratando viejos para enseñarme teorías vacías, iba a encontrarle una verdadera utilidad al hedonismo? He de admitir que era la única escuela que me gustaba, el resto... en fin, panda de sabelotodos bocazas.

Mi nombre es Megara, princesa de día, lo que tú quieras de noche.

Le guiño un ojo a esa tal Jasmín, aunque esa rubita también es muy interesante, y el muchacho de la capucha... Vaya, todos, excepto el musculado ególatra.

- ¿Podríais decirme de nuevo dónde nos encontramos?

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18/06/2019, 12:02
Hades

El constante golpeteo de mi dedo sobre la dura y fría piedra de la que estaba hecha el trono sobre el que me encontraba sentado era el único sonido que llenaba aquella sala vacía. Estaba acostumbrado a aquello, después de todo éste ha sido mi reino desde hace miles de años. Los únicos sonidos que mis oídos captaban día a día eran el lamento de las almas y el silencio, si es que podía considerarse un sonido. Bueno, también las voces de mis esbirros, pero casi que prefiero el silencio.

Precisamente una de mis esclavas era el motivo de mi impaciencia. Hace tiempo que había mandado a Megara tras Hércules con el fin de que averiguara el punto débil de mi sobrino, para así poder destruirlo. Sin embargo, el tiempo pasaba y ninguna noticia llegaba. Empezaba a plantearme si Megara estaría perdiendo el tiempo en lugar de cumplir con su labor, quizá debería hacerle una visita para recordarle a quien le debe servidumbre.

Usando mis poderes me aparecí cerca de la chica, pero lo que vi no me lo esperaba. Una niebla verde estaba cubriendo a la castaña, ¿quizá algún tipo de magia? ¿estaría intentando recuperar su alma por algún método extraño? Fuera lo que fuera, no consentiría que se escapara de mis garras. Me precipité hacia la niebla, buscando a Megara a tientas, pero me vi envuelto en una vorágine de mágica que me provocó algo de mareo.

Cuando escuché voces a mi alrededor abrí los ojos lentamente. Me sentía algo mareado, extraño, y notaba algo diferente en mí. Miré mis manos y mis ojos se abrieron ampliamente al ver dos manos completamente humanas. Al tocarme la cara pude notar que mis rasgos también habían cambiado. Desesperado, intenté convocar alguno de mis poderes, pero me vi incapaz. Completamente incrédulo, me di cuenta de que me había convertido en un simple y mero mortal, había perdido mi divinidad.

Unas voces me sacaron de mis pensamientos, y una sola palabra fue la que llamó mi atención "Megara". Al mirar en dicha dirección, vi que la chica estaba hablando entre un grupo de personas, ignorante de mi presencia. Por mera comprobación, intenté manipular su alma, pero tampoco podía hacerlo. Apreté los puños con furia, pero permanecí callado y observé mis alrededores.

Lo más llamativo era el gran castillo, al cual ya se dirigían algunos y que, además, podía sentir como si me estuviera llamando. Varias personas de mi alrededor empezaban a hablar entre sí, pero yo decidí ignorarlas y caminar hacia el castillo algo apartado del grupo, intentando pasar desapercibido. No sabía de qué iba todo esto, pero sin mis poderes me sentía vulnerable, una sensación desconocida para un Dios y que me tenía desconcertado.

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18/06/2019, 13:21
Scar

Me paseaba sobre las rocas de aquel precipicio,me sentía como un dios mientras veía a las hienas satisfechas rodeada de los numerosos huesos de sus presas -Amigos míos han pasado 10 muy agradables años desde el desafortunado accidente de me querido hermano y mi sobrino- puse mi pata sobre mi cabeza como si realmente fuera algo que me lamentará,mientras cerraba mis ojos fingiendo dar respeto se podía oír las voces y risas de las hienas burlándose -Si una lastima,qué pena por Mufasa- finalmente para terminar todo en carcajadas.

Era tan molesto como eficiente tener a esos estúpidos de poco cerebro bajo mi mando -Como le mencioné al principio mientras me sirvan como su rey podrá comer cuanto quieran sin tener que pasar hambre nuevamente- Las alabanzas se hacían mayores pero para mí no eran más que unas desagradables molestias que agradecían la comida que les daba pero solo eso,de su parte no había respeto solo miedo -Pronto me librare de ustedes también.

Mientras salía de la fosa que esos despreciables inútiles llamaban su hogar no pude evitar tararear alegremente,tenía nuevos planes para poder convertirme en un rey alabado por todos los animales del valle.

Caminaba al rededor de las humaredas de color verde a las cuales ya me había acostumbrado cuando una en particular llamo mi antencion,pude ver como una brillaba particularmente más que las demás frente a mí camino,pero eso no era nada para un león y rey como yo que sin temer a nada salte a través de ella, cayendo en el suelo pero era muy diferente a mis muchas caídas que sufrí ante mi hermano en nuestros combates pero las imágenes que se reflejaban en mis ojos mientras los abrían eran confusas.

En el suelo no estaban mis patas sólo unas manos pero no era lo peor mientras volteaba mi rostro mirando mi cuerpo pude ver que mi anatomía era igual a la de Rafiki pero sin cola y en especial sin pelo.

Años de ver a ese chimpancé loco saltar por ahí me habían dado un poco de ayuda a la hora de levantarme del suelo y finalmente ver el paisaje a mí alrededor -¿Que clase de hechicería es esta?- muchos a mí alrededor mostraban la misma confusión sobre la estadía en este lugar y algunos portaban pelajes peculiares de colores.

Mientras avanzaba en silencio esperando por tener más información de lo que sucede pude sentir mis pasos más ligeros más fuertes era como si fuera nuevamente un cachorro con apenas un poco de melena -Talvez esto no es tan malo,solo debo aprender de este lugar- uno de esas extrañas criaturas me parecía de una forma no muy agradable familiar mientras que las demás no hacían más que darme curiosidad incluso alguna de ella podían atraerme.

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18/06/2019, 14:20
Z Shere Khan
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Los últimos retazos de mi memoria parecen realmente distorsionados. No sabría decir con seguridad si hasta hace unos minutos me encontraba en mi jungla, dispuesto a alimentarme de una nueva presa, o en una especie de asentamiento humano siendo uno de ellos. ¿Cómo sería posible? Yo, Shere Khan, odio al hombre. Soy muy consciente de lo que es capaz de hacer: no deja que las criaturas libres vivan en paz. Ni siquiera ellos son capaces de vivir en paz como comunidad, migran de un lugar a otro, aprovechándose de todo lo bueno que ofrece la tierra, y cuando ya no les quedan árboles que talar, abandonan esa zona en busca de otra que parasitar. ¿Hay acaso algún otro ser vivo que se desarrolle de esta forma? Destruir para vivir...

Podrán decir que es mi caso, pues yo necesito saciarme de carne para poder subsistir, pero eso forma parte de mi naturaleza. No soy ningún invasor, todos han vivido siempre bajo el yugo de mi liderazgo, y yo no les he fallado. Ni siquiera cuando esos lobos traicioneros quisieron introducir al enemigo en nuestro hogar. Fui el único que demostró el valor necesario para extirpar el mal antes de que se reprodujese, ¿y qué recibí a cambio? Un gran número de animales traicionó las leyes de la selva, otrora consideradas inquebrantables. El cachorro humano, Mowgli... Él es el culpable de todo esto.

¿Dónde estoy? Todo parece tan extraño... Parece como si hubiera estado soñando durante demasiado tiempo y acabara de despertarme, o más bien al revés. Observo mi cuerpo durante unos instantes. ¿Qué es esto? ¿Por qué parezco un ser humano? ¿Me habré envenenado de alguna manera? Miro a mi alrededor ciertamente aturdido. No es posible... ¿Qué hago rodeado de estas bestias? Por alguna razón, no siento miedo, ni siquiera termino de considerar este ambiente como peligroso. Tengo la sensación de haber pasado un largo tiempo por estos lares, pero a la vez parece demasiado improbable. De todos modos, con este cuerpo no voy a poder hacer demasiado. No podría trepar a ninguno de esos árboles, o correr lo suficientemente rápido como para encontrar una salida. El grupo de gente que me rodea es verdaderamente pintoresco, algunos parecen tan aturdidos como yo, mientras que otros parecen saber qué estamos haciendo aquí exactamente.

Hay varias hembras que comienzan a hacer preguntas, demostrando así estar dubitativas. ¿Pero qué podría responderles? Me duele tanto la cabeza... Necesito aclarar mis ideas. Debería agarrar a cualquiera de estos débiles engendros por el cuello y obtener las respuestas que busco, pero algo me dice que no sería del todo conveniente. Aquí hay sujetos que parece podrían rivalizar conmigo en tamaño y fuerza, no puedo actuar como en la selva. De momento lo mejor será que permanezca en silencio y observe mi alrededor.

Ruby: ¿Alguien por aquí sabe donde estamos?

Snow: soy Blancanieves del bosque Spessart del Reino de Lohr am Main*, un placer

Robin: Estamos en el pueblo de "Muy, muy lejano" señorita, lo dice en la montaña, pérmítame presentarme soy Robin Hood y al parecer nos toca ser compañeros de viaje.

— ¡¡Bella!! ¿Cómo se te ha ocurrido venirte a este extraño lugar? ¿Ha sido por culpa de uno de los aparatejos de tu padre? Si, ¿verdad? — se volvió al resto de personas que estaban como ellos tras la verja — Y para todos los que se estéis preguntando quién es el guapo de ahí, o sea, yo, soy Gastón y ella es Bella. 

No puedo evitar reírme hacia mis adentros, mientras esbozo una sonrisa maliciosa. Parece que estos enclenques no representan ningún tipo de amenaza para mí, al fin y al cabo. En la jungla no durarían ni dos días, desde luego. ¿Se creen que todos son pacíficos y abiertos? No creo que jamás hayan tenido un combate contra un rinoceronte o un elefante.

— Dejad de parlotear, me dais dolor de cabeza — dijo el lobo más para sí mismo que para nadie en concreto — Espero que en mi vieja chaqueta todavía quede algún puto cigarrillo.

 Esa voz... Me resulta familiar. No creo que hayamos coincidido cazando o en los días de la tregua del agua, pero estoy completamente seguro de que hemos compartido un tiempo juntos. ¿Habrá sido en este laberíntico reino? Alzo la vista y veo algo en la ladera de la montaña... Muy Muy Lejano. Así que ese es el nombre de estas tierras. Debería buscar al rey, seguro que con él me entiendo como es debido. Por el camino que estamos tomando, quizás no sea una mala idea seguir a toda esta gente... Por ahora.

Mientras ando, comienzo a analizar detenidamente a cada una de las personas que me rodean. Si mi instinto no me engaña, alguno de los presentes también ha sido un cuadrúpedo en otra vida, u otro mundo. Podrían ser los más adecuados para lograr mis objetivos... Hay algún que otro rostro que creo reconocer. En un momento dado, mi mirada se clava particularmente en uno de ellos. ¿Mowgli? No puede ser... Era un cachorro. Ni siquiera podía tenerse sobre sus dos patas sin dificultades. Pero es él... El cachorro humano. Está delante de mis narices.

Me aproximo a paso decidido hasta él. Parece estar algo desubicado, lo cuál me viene de perlas. Creo que, esté donde quiera que esté, esto va a ser muy divertido...

-No esperaba encontrarte por aquí... Totalmente indefenso.- dije, mientras pasaba mi brazo por su hombro y lo agarraba con fuerza. ¿Dónde están tus amiguitos? Bagheera y Baloo, esa escoria inútil...

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18/06/2019, 16:21
Z Flynn Ryder
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Lo cierto es que había resultado mucho más sencillo de lo que había esperado en un primer momento. Bien era cierto que la joven parecía estar tan triste en algunos momentos como eufórica segundos después, pero no era tan difícil lidiar con aquello. Si conseguía ganarse su confianza poco a poco posiblemente consiguiera más información acerca de la corona y... ¡qué demonios! Seguro que sabría acerca de muchas otras cosas que podría obtener a cambio de nada y que supondrían una gran recompensa. Era una pena, ya que la joven era atractiva y agradable, pero a veces uno tenía que olvidar todas esas cuestiones para conseguir objetivos mayores.

Caminar por aquel bosque embarrado y lleno de musgo nunca le había resultado tan vergonzoso, pero no siempre uno va acompañado de un niño atrapado en el cuerpo de una persona adulta, y no siempre ese niño no tiene ni idea de todo lo que está viendo. ¿Acaso todo aquello era cierto? ¿No estaría tratando de engañarle ella a él tanto como él a ella? Por si fuera poco, Rapunzel se detuvo de nuevo con aquella mirada entristecida en su rostro, como augurando que iba a romper a llorar de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Flynn se acercó a ella, como para intentar consolarla antes de que irrumpiera en un llanto, pero, de pronto...

...¿dónde estaba? Aquel lugar, con esas baldosas y ese paisaje en el fondo le resultaba familiar, extrañamente familiar. Arqueó una ceja mirando a su alrededor sin prestar demasiada atención a lo que la gente iba diciendo a su alrededor. Rapunzel estaba eufórica, parecía conocer a todos e iba moviéndose de unos a otros con gestos cariñosos. Sería mejor no perderla de vista o todo el plan se iría al traste.

"Demasiada gente", pensó para sí mirándolos a todos. Lo curioso era que algunos de los allí presentes le sonaban, y todos parecían muy preocupados por presentarse y llevarse bien los unos con los otros. ¿Qué era aquello y por qué le sonaba tanto? Se llevó una mano a su mentón, acariciándolo pensativo, cuando la mujer de piel morena comenzó a hablar sobre una Universidad, y la mente de Flynn se encendió. Una media sonrisa se dibujó en su rostro al tiempo que arqueaba una ceja, viendo una ocasión, y abría los brazos como tratando de llamar la atención de todos.

-Si, la Universidad -zanjó, asintiendo con la cabeza para sí, casi sorprendido de que nadie reparara en él. Tanto mejor, sería más prudente conocer un poco a cada uno antes de intentar relacionarse con ellos, aunque... algunos de los presentes realmente le sonaban. Buscó con la mirada a Rapunzel y la descubrió un poco más allá, tratando de escalar una valla junto a una chica pelirroja. Todo estaba saliendo mal. Se llevó una mano a la frente y negó con la cabeza al tiempo que caminaba también hacia la verja- . Rapunzel... eso no será necesario, créeme -comentó, poniendo los brazos en jarras. Esperaba que no fuera necesario... ya había escalado suficiente por hoy.

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18/06/2019, 18:01
Hércules

-YA BASTA, YA BASTA, SE ACABÓ LA FIESTA- Phil había llegado, y justo en el peor de los momentos. Estaba tan furioso como una Hidra a la que le has cortado unas cuantas cabezas, y se de lo que hablo, el viejo sátiro no tragaba Megara, ya desde la primera vez que nos habíamos cruzado con ella, según él una pesada de pesadilla. De un salto se plantó en medio de los dos apartando a Megara mientras me fulminaba con la mirada. -Y EN CUANTO A TI PEREZOSO VAS A IR AL ESTADIO Y TE SOMETERÁS AL PEOR ENTRENAMIENTO DE TU VIDA- mientras me arrastraba hacia Pegaso. -!Cuantas veces te lo he dicho no puedes bajar la guardia por un par de OJAZOS SEDUCTORES!- seguía echándome la bronca mientras nos alejábamos a lomos de Pegaso.- Claro, claro - hablaba sin prestar ninguna atención.

Phil seguía con la reprimenda - Es lo que siempre te digo, no debes perder el foco.... - y yo seguía sin prestarle atención, ni a las palabras, ni al chisme extraño que tenia en las manos. - Puedes cometer errores así en los decathlones menores, pero ahora vas a ir a la primera división, donde se forjan verdaderas leyendas chaval, si encuentro la manera de hacer funcionar este chisme MALDITAS NINFAS!!- fruncía el ceño cada vez más frustrado hasta que "click" la caja se abrió, de repente y una niebla verde lo envolvió todo.

- ¿Phil?, PHIL! - y en un segundo la niebla no estaba, ni Phil, ni Pegaso, estaba el suelo que se acercaba cada vez más y más rápido, aunque realmente era yo el que se acercaba cada vez más al suelo, y PAM, ya había llegado al suelo.

Me levanté de un salto, mientras me frotaba la cabeza ahí donde me había dado de lleno con los adoquines.-¿Phil?- mire a mi alrededor, había mucha gente pero ni rastro del sátiro, y ya ni hablemos de Pegaso. Di un par de pasos entre la multitud, este sitio era aun peor que Tebas, y la gente ya ni te digo, ni uno se había dignado a contestarle, cuando les había preguntado que lugar era ese, y en que dirección quedaba Atenas, se quedaban mirándome extrañados unos segundos daban media vuelta y aceleraban el paso siguiendo su camino.  

 

El sitio también era muy extraño, y no podía evitar levantara la mirada, hacia el enorme castillo. -Por Hefesto-. Estuviera donde estuviera, estaba muy muy lejos casa. Me quedé unos segundos embobado, mirando el magnifico castillo, antes de volverme a fijar en la multitud, en concreto en el pequeño grupo que destacaba aun más, todos ropajes muy raros, más raro que el resto de la gente, eso los que llevaban ropajes, porque los había que ni eso.

Todos ellos parecían tan perdidos como yo o casi, me acerque a ellos con paso seguro y alcancé a oír a la joven de tez oscura

Cita:

- Estamos en Far Far Away, es una universidad, ¿no te lo explicaron antes de enviarte Soy Jasmin, princesa de Agrabah, ¿y tú eres?. –

.

Cita:

¡Premio a la primera dama de Agrabah!

¿Agrabah? nunca había oído hablar de Agrabah, ni de Far Far Away, ni de algo llamado universidad, ¿seria una academia de héroes? tal vez era eso a lo que refería Phil. - Disculpen, esa universidad ¿que se supone que es?- pregunte confundido a la dama de Agrabah y al extraño hombre de tez oscura, que parecían saber de que iba todo eso.

¡Por Atenea! un héroe siempre debía presentarse.-Por cierto yo soy Hércules-dije sonriendo ante mi descuido.

Cita:

- Mi nombre es Megara, princesa de día, lo que tú quieras de noche.

Meg! me gire al oír su voz - Meg que.. también estas aquí - dije sonriendo y balbuceando como un bobo.

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19/06/2019, 02:19
Z Úrsula

OOOOOOaaaaghhh!! Úrsula bostezó del aburrimiento que tenía encima. Llevaba siglos encerrada en aquella mazmorra. Bueno, quizá no eran siglos del todo, quizá tan solo fuera un par de años, pero la vida era taaaan aburrida ahí que parecía haber sido encerrada por una eternidad. 

La hermosa mujer miraba por la ventana de la celda confiando en que su Príncipe Azul llegase algún día y la sacase de allí. Pero no, a ella no había nadie que la quisiese rescatar. Llevaba toda la vida siendo una incomprendida. Había nacido con el sexo equivocado. Había nacido con el cuerpo equivocado. Todo en ella era un cúmulo de errores. Y estar encerrada era otro error más. 

¿Desde cuanto te encerraban por hacer cumplir a los demás un contrato firmado? ¡La vida era muy injusta! Estaba cansada como no lo había estado nunca y rezaba porque algo sucediera que rompiese esa asquerosa y horrible monotonía.

Y así pasaban las horas, y las horas en días y los días en meses. Hasta que de pronto, Úrsula pudo ver una hermosa y verde bruma que se colaba por las rendijas de su celda. Espera. ¡Espera! ¿Esto es nuevo? Sí, tiene que serlo. Pero, espera, Ursy, mira, ¿no te suena de algo? Todo aquello le parecía extrañamente familiar. Y ese hermoso color le hacía sentirse esperanzada. ¿Eso era lo que el resto de sirenas y tritones llamaban verde esperanza? ¡Sin duda!

Úrsula estaba segura de que aquello el llevaría a un lugar mejor. Así que dejó que la niebla invadiese toda la estancia mientras ella se preparaba para la ocasión.  

 Aprovechó para colocarse una de sus mejores pelucas. Después se puso su característico rimel de ojos. Se dibujó su peca favorita y por último terminó de ponerse un sinuoso color rojo en sus labios.

Aquello tenía que ser lo que Úrsula llevaba meses buscando. ¡Una nueva oportunidad! Y preparada para la ocasión, agarró su bolso su mejor vestido y se introdujo en la nube verde.

Lo que pasó entonces fue una sensación aún más extraña. De pronto volvía a sentir el aire. Aquello no era agua, era aire de la superficie, y no solo eso sino que lo podía respirar perfectamente. Y cuando miró hacia abajo pudo ver que no era una mujer pulpo. Ahora tenía piernas. ¡Y qué piernas!

 Ahora tenía tan solo dos de ellas y no ocho como estaba acostumbrada. Y además, tenía una peluca hermosa, un tono de piel aún más hermoso y .... mierda... no... no todo es perfecto... algo ahí abajo no era como ella pensaba que iba a ser. Todavía tenía algunos fallos que seguro que terminaría puliendo.

Pero a pesar de eso se dio cuenta de que estaba "divina de la muerte". Todo el mundo se giró cuando ella apareció (o al menos eso es lo que ella se creyó) y cuando alzó la vista pudo ver el espectacular castillo que tenía frente a ella. Allí era donde tenía que dirigirse. Allí era donde ya le habían explicado de qué iba todo eso. ¿Espera? ¿Cómo que ya te lo han explicado? Pero si tú nunca has estado aquí. ¿O sí? Úrsula puso cara de haberse comido un limón. ¡Como odiaba esa extraña sensación de dejavu! 

Y entonces vio una gran muchedumbre dirigirse hacia aquel lugar. Miró a su alrededor y vio un montón de mujeres espectacular, pero lo que era aún mejor, un montón de hombres que lo estaban aún mejor. Estaba dispuesta a aprender de nuevo... ¿espera, cómo que de nuevo? Estaba dispuesta a aprender toda la magia que hiciera falta para eliminar de sí misma todo lo que le sobraba. Aquello tendría que ser su tercera, ¿dirás segunda, no? oportunidad de ser feliz. Y si ya de paso, encontraba su verdadero amor, mucho mejor. 

Y entonces vio a un hombretón (Hércules) gritar el nombre de Meg. Y Úrsula no se cortó un pelo y le enganchó del brazo para agarrarse a él como la diva que era. Cariño, yo puedo ser Meg si ella no te hace caso. Le dijo plantándole un sonoro y rojizo beso en la mejilla.

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19/06/2019, 13:57
Ariel

Es una calurosa noche de verano, es una de las cosas a las que no consigo acostumbrarme, el calor. Hace que necesite agua, mucha agua, no puedo dormir bien, bajo el mar esto no me sucedía y podía ir sin ropa sin que nadie me dijera nada. Ropa, me levanto de la cama para acercarme a mi precioso vestido de novia. 

En apenas un par de semanas y seré la esposa de mi amado Eric, y la princesa de su reino. Me acerco a la ventana para que entre algo de brisa marina e inspiro profundamente sonriendo ante el olor del salitre. Me vuelvo a girar hacia el vestido y me lo pruebo, no sin poco esfuerzo. No me he dado cuenta pero mientras me vestía una gaviota se ha posado en el alféizar de la ventana. Tras colocarme la tiara en mi pelirroja melena suelta reparo en el ave por el reflejo del espejo. 

¿Verdad que es hermoso Scuttle? Me veo más linda que nunca ¿tu crees que a Eric le gustará? mientras hablo doy vueltas y vueltas y el vuelo del vestido hace que siga girando, jamás pensé en ser tan feliz. 

Apenas reparo en una niebla verdosa que entra por la ventana y comienza a rodearme, ¿pero qué es esto? Emana de la ventana a donde me acerco buscando una respuesta. Me asomo pero la niebla me impide ver así que decido salir por la ventana buscando una respuesta. Me tiro al mar pero no llego a tocar el agua. Caigo y caigo y caigo y continúo cayendo hasta por fin golpear el suelo. 

No siento dolor pero comienzo a escuchar voces, muchas voces. Levanto la mirada y veo mucha gente. Debo de estar soñando con el día de mi boda. Sigo llevando mi vestido. Tras mucho pelearme con él consigo enderezarme y me recoloco la tiara. 

¡Oh no! ¡los zapatos! ¡me olvidé los zapatos! ¡Esto no es un sueño es una pesadilla! ¿y si es de verdad? ¿qué pensarán todos si llego a mi boda sin zapatos? Camino dando pequeños pasos para que no asomen mis pies pero la espalda del vestido está a medio abrochar y el peso del vestido me está jugando una mala pasada. 

Qué bien me vendría ahora Sebastián él siempre sabe lo que hacer. 

Miro a mi alrededor. No veo el océano. ¿pero dónde estoy? Hay gente muy extraña un chico, muy moreno camina junto un señor muy, muy... negro. Es muy negro ese señor. Sin poder evitarlo mi mano derecha tapa mi boca abierta con un delicado gesto y hago una reverencia. No sé muy bien porque pero Grimsby siempre me dice que por si acaso haga una reverencia ante todos los que no conozca. 

Chico: ¿Qué eá pasando, Genio? Yo no te he pedido nada de esto...

Jasmin (por lo visto) Estamos en Far Far Away, es una universidad, ¿no te lo explicaron antes de enviarte? Soy Jasmin, princesa de Agrabah-

Señor negro - ¡Premio a la primera dama de Agrabah! Si estamos donde creo que estamos, y creo que sé donde estamos porque creo que sé muchas más cosas de las que realmente sé ... vamos, que todos ustedes deberían ser… ¡de la realeza!

¿Qué? ¿QUÉ? Mantengo por unos segundos la cabeza gacha en la postura de genuflexión y escucho las conversaciones a mi alrededor. Respira Ariel, respira. Es mucho más difícil respirar en la superficie que en el agua tengo que hacer mucho más esfuerzo y noto como mi corazón se acelera con cada conversación que escucho. 

Princesa 1 (dice algo de una reina así que debe ser su hija) : soy Blancanieves del bosque Spessart del Reino de Lohr am Main*, un placer. 

Hombre 1 de otro reino: Estamos en el pueblo de "Muy, muy lejano" señorita, lo dice en la montaña, pérmítame presentarme soy Robin Hood y al parecer nos toca ser compañeros de viaje. Muy buenas noches señorita, me temo que no conozco a ninguna reina que responda a ese nombre y reconzco como única autoridad la de Ricardo corzón de León légitimo monarca de Inglaterra, pero con gusto la ayudaré en todo lo que esté a mi alcance.

Mérida:  Yo soy Mérida

Guaperas ordinario: ¡¡Bella!! ¿Cómo se te ha ocurrido venirte a este extraño lugar? ¿Ha sido por culpa de uno de los aparatejos de tu padre? Si, ¿verdad?  Y para todos los que se estéis preguntando quién es el guapo de ahí, o sea, yo, soy Gastón y ella es Bella. 

Rubia: ¡Mérida! Espera... yo soy Rapunzel y también sé jugar a eso

Hua:  Qué emocionante. Por cierto, mi nombre es Hua Mulan.

Princesa Megara: Mi nombre es Megara, princesa de día, lo que tú quieras de noche. ¿Podríais decirme de nuevo dónde nos encontramos?

Hércules: -Por cierto yo soy Hércules

También hay una dama con una capa roja que zarandea la puerta a la que a Mérida se dispone a ayudar. Miro a la rubia de pelo extra largo ¡Qué lío tiene que ser nadar con todo ese pelo! o peor ¡mantenerlo desenredado! sólo ayer partí dos tenedores. 

Había más gente cuyo nombre no llegue a escuchar, una señora muy bella se acercó al tal Hércules haciendo una insinuación y mis mejillas se encienden un poco. Pero entonces las vi...

¡Piernas! ¡Piernas desnudas! No pude ahogar un grito de asombro. Ahora sí estaba roja como un cangrejo ¿Cuántos reinos había en la tierra? Papá era el rey de todos los mares. El señor de los océanos. Aquí, por lo visto era distinto. El de la reina Grihilde esa, el de Ricardo Corazón de Leon, el de la princesa Megara y ¡el de los hombres desnudos! ¡Yo jamás había visto las piernas de ningún hombre. 

¿Qué era la universidad? ¿lo podré ver? y si estaban todos los miembros de la realeza ¿dónde estaba Eric? Decidí erguirme para buscarlo. 

¿Eric? ¿alguien ha visto al príncipe Eric? ¿al príncipe Eric de ... ¿cómo era el reino? de su tierra? Caminaba dando pequeños trotecillos de un lado a otro y siguiendo la corriente de la gente. Me acerqué a un pájaro. ¿Eres tu Scuttle? ¿Has visto a Eric? Pero el maldito bicho me lanzó un picotazo antes de salir volando sin decirme nada. 

Seguía llamando a voces a mi príncipe, hasta que me acerque a una fuente a beber. El vestido hacia mucho mas pesada mi tarea. Entonces vi que en la fuente había pececillos. 

Sin pensarlo dos veces me arrodillé en el suelo y metí la cabeza en el agua. 

¿Flounder? ¿Flounder eres tu? ¿has visto a Sebastián? 

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20/06/2019, 10:28
Z Mowgli

       
 

Sin lugar a dudas, la vida en la selva después de la desaparición de Tigretón era maravillosa, muy maravillosa, la más y mejor vida del universo: nadie quería secuestrarme, hipnotizarme, violarme, asarme, cocerme, descuartizarme, comerme vivo o mandarme con los humanos a ese mundo tan raro donde vestían raro, olían raro y hablaban raro. 
Tenía plátanos doradísimos y muy grandes solo para mi, plátanos no tan grandes ni tan amarillos ni tan alargados pero muy jugosos que se hacían llamar naranjas solo para mi; animales blanditos a los que poder achuchar día sí y día también, siestas interminables sobre las ramas sin darme de leches contra el suelo desde que había aprendido a asegurarme la cintura con las lianas, bailes dos de cuatro días con Baloo en busca de hormigas gigantes que comer al son de las mejores canciones de jazz... Vamos, mi auténtico paraíso, un mundo ideal en el que todos convivíamos en perfecta paz, armonía y amor, sin importar si eras calvo o peludo, si tenías plumas o escamas o si hablabas con gruñidos o echando babas.

                                                                

Tan ideal que eso era lo que estaba soñando en el preciso instante en el que una especie de nieblecilla verde me abdujo de entre la calentita y familiar cama de lobos que tenia debajo, llevándome a un lugar en el que todo era muy distinto y yo estaba muy despeinado. No me había dado tiempo a correr, la verdad.
En realidad la pantera me había dicho algo al respecto; algo sobre tener que ir a un lugar muy muy lejano en el que me enseñarían a rezar mejor, a cantar mejor y ponerme zapatos; pero yo tenía muy claro que eso debía de ser una broma porque yo ya le rezaba al Dios del Agua y del Viento como un sacerdote profesional, buscaba lo más vital con papá oso sin espantar a ningún pájaro y ahora sabía vestirme perfectamente. ¡Había cumplido dieciseis años, ya era todo un cachorro adulto! 

Sin embargo, tal y como me habían explicado mis mentores, ese humo esmeralda me hizo volar, y esa broma que en su momento me había parecido tan tan lejana, ahora me resultaba cada vez más real y pesada. Un broma que, después de atravesar el vacio y golpearme contra el cesped de nosedonde, parecía no ser más una broma.

-¡Auch!- exclamé al notar la tierra bajo mi culo. Me saldría un buen moratón. Me puse en pie y vi el percal. -¿Pero qué...

 

Señor 1: ¿Qué eá pasando, Genio? Yo no te he pedido nada de esto...

Señor 2: Estamos en Far Far Away, es una universidad, ¿no te lo explicaron antes de enviarte? Soy Jasmin, princesa de Agrabah-

Señor negro: ¡Premio a la primera dama de Agrabah! Si estamos donde creo que estamos, y creo que sé donde estamos porque creo que sé muchas más cosas de las que realmente sé ... vamos, que todos ustedes deberían ser… ¡de la realeza!

Señor 3: soy Blancanieves del bosque Spessart del Reino de Lohr am Main*, un placer. 

Señor 4 que huele a zorro: Estamos en el pueblo de "Muy, muy lejano" señorita, lo dice en la montaña, pérmítame presentarme soy Robin Hood y al parecer nos toca ser compañeros de viaje. Muy buenas noches señorita, me temo que no conozco a ninguna reina que responda a ese nombre y reconzco como única autoridad la de Ricardo corzón de León légitimo monarca de Inglaterra, pero con gusto la ayudaré en todo lo que esté a mi alcance.

Señor 5:  Yo soy Mérida

Señor 6: ¡¡Bella!! ¿Cómo se te ha ocurrido venirte a este extraño lugar? ¿Ha sido por culpa de uno de los aparatejos de tu padre? Si, ¿verdad?  Y para todos los que se estéis preguntando quién es el guapo de ahí, o sea, yo, soy Gastón y ella es Bella. 

Señor 7: ¡Mérida! Espera... yo soy Rapunzel y también sé jugar a eso

Señor 8:  Qué emocionante. Por cierto, mi nombre es Hua Mulan.

Señor que huele a lobo: Dejad de parlotear, me dais dolor de cabeza

Señor 9: Mi nombre es Megara, princesa de día, lo que tú quieras de noche. ¿Podríais decirme de nuevo dónde nos encontramos?

Señor 10: Por cierto yo soy Hércules

Señor 11: Yo puedo ser Meg si ella no te hace caso.

Señor 12: ¿Eric? ¿alguien ha visto al príncipe Eric? ¿al príncipe Eric de... 

Espera. Espera, espera, espera, espera. ¿Esto que es? ¿Dónde están Bagheera y Baloo? Y miré a mi alrededor, escuchando cosas que no entendía. ¡Por mi manada! ¿Quienes son todos estos señores tan blancos? ¿Y por qué tienen pectorales tan desarrollados y huelen tan bien? Me aparté en señal de retirada, aterrorizado por ese bullicio que no entendía e intentando esconderme en algún sitio, buscar algún arma... No había intercambiado palabras con un humano desde que Baloo me había hecho acudir al pueblo para ver cómo se rodaba una película de baile o algo así. 
Miro que mis extremidades están en su sitio para echar a correr y...

Espera. Espera, espera, espera.
¿Por qué tengo tantos pelos en las piernas y el taparrabos me queda tan pequeño? ¿Por qué la voz de mis pensamientos es más grave? EH EH EH ¿POR QUÉ TENGO PELOS EN LA CARA? 

Y fue entonces cuando lo vi: los mismos ojos, el mismo aliento nonagenario, menos pelo y menos rojo, pero era él.

 

Tigre calvo y viejo: No esperaba encontrarte por aquí... Totalmente indefenso. ¿Dónde están tus amiguitos? Bagheera y Baloo, esa escoria inútil...

Y volé de verdad.

                                                        

                                           

Notas de juego

Mowgli se desmaya. Demasiado shock para él.

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20/06/2019, 16:26
Conejo Blanco

Noche
Uno

hora 00:30
 
Puertas del castillo

El sonido férreo de la reja rechina en vuestros oídos, haciendo que nuestro crecido Mowgli, aún tirado en el suelo, despierte. Mérida y Rapunzel, estáis trepando la verja de la puerta cuando de repente empieza a abrirse y os pilla a las dos a media escalada. Ambas os movéis con la puerta, las dos con cara de: ¡¡Ay, que me caigo!! ¡¡ésto se mueveeeee!!

- Érase una vez, en un pequeño reino muy lejano, rodeado de bosques y... ¿Es que a nadie se le ocurrió llamar?

Un hombre albino de más de dos metros aparece entre la niebla del camino, os mira con gesto adusto. Todo él enjuto y larguirucho, su porte es solmene pero enarca una ceja con la molestia de quien desaprueba firmemente algo.

- Llegáis asalvajados todos los años. ¡Cuánta estulticia! Señor de las letra, qué desasosiego y aún no he empezado -. Carraspea con un aire petulante.  - ¡Tarde! ¡Siempre tarde! ¿Qué les pasa a esos portales? Siempre llegáis tarde y me canso de esperar. Que les corten las cabezas a todos.

Ríe divertido, Bella y Rapunzel, juraríais que os ha mirado con esos ojos azules, de soslayo, mientras miraba su reloj de bolsillo. Pues la broma solamente la entendéis vosotras dos.  Alarga una mirada al frente pero se toma su tiempo como buen showman, creando expectación. Aaaay del pobre que le interrumpa. Chista para acallar los últimos parloteos, pero la verdad es que ya estabais todos bastante callados.

 - Está bien, callaos todos. Ese lobo tiene razón, qué verbosidad tan gratuita como innecesaria; ¿Cachorro, estás bien? ¡Diantres! Vais a ser buenos, sí o sí – pulsa el reloj de bolsillo que portaba en su mano y todo, absolutamente todo queda en pausa, ni siquiera la luz titila en las ventanas del castillo – mucho mejor así. Veamos criaturitas mías… - suspira hastiado sobremanera, carraspea, extiende los brazos con orgullo y vuelve a hablar, ésta vez su voz ya no es nasal, es mucho más grandilocuente, declamando perfectamente: – Bienvenidos a vuestra peor pesadilla –, murmura virulento - Oh, no… demasia

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20/06/2019, 16:29
Flora, Fauna y Primavera

- Conejo, no seas cruel querido… ella se enfadará si llegan todos estos personajillos asustados, vamos, vamos, deja que se muevan.

Pero seguís igual de estancados en el tiempo.

- Flora, Fauna, Primavera… - el conejo Blanco realiza una pulcra reverencia - haced vosotros las presentaciones yo no tengo paciencia este año -. Se da la vuelta y se marcha corriendo ¿Os van a dejar así infinito?

- Bienvenidos al reino de “Muy, Muy, Lejano”, estáis muy, muy lejos de casa.

- ¿Eso es una broma? Qué mala eres, Fauna cariño, ya han leído el cartel de la montaña.

- ¡Pues a mí me gusta! Bueno… veamos… tenemos a señor Feroz, el Cahorro, los dos leones ¡Y el tigre! Cinco hombres desnudos. Madre mía las feromonas este año cómo van a estar.

- ¿Tú crees? Yo creo que no tanto, hay muy buenas niñas, hemos tenido suerte, melenita kilométrica, Mérida y la sirena han empezado muy silvestres pero espero grandes cosas de ellas; te devolveremos el arco de papá enseguida, querida - el hada sin alas te mira, Mérida, luego busca por entre los demás - ahí tenemos a Bella, no se ha atrevido a decir nada la pobrecita mía. Mulan, qué bien vas a estar aquí rodeada de mujeres como tú… ¡sí, sí, sí! La señorita Red también la he visto, su caperucita intrépida, ya huelo sus pastelitos desde aquí ¡Quiero diez! - hace la forma de un corazón con las manos y os mira a todos a través de él - ¡Qué bonito grupo! Me encantan.

- Arieeeeeeel, tesorito no es necesario meter la cabeza en el agua… sirenita curiosa te has mojado toda - se lleva la mano a los labios para contener la risa.

- Veo clásicos… Blanqui, qué belleza y qué elegancia, Jasmin tan exótica como la había imaginado, qué tono de piel más hermoso ¡Y Meg! El bombón escéptico de Grecia. Un trío muy interesante éste.

- Sí querida, además está por ahí Gastón, y el fortachón de Herc – suspira mirándoos - nuestro diamante Al, qué potencial por descubrir, Scar cielo... qué jóven te veo, el poder te sienta taaaaaaan bien - se muerde el labio inferior pensativa -; Robin y su prosa impecable, Fauna mucho mejor que tu broma estúpida. ¡Úrsi! – te saluda una de ellas levantando la mano alegremente - mi reina, te irás acordando de todo, qué bonito tenerte de vuelta, te faltó poco la última vez.

- Pues yo creo que estamos hablando de más, aún no recuerdan casi nada, acaban de llegar.

- ¡Mira! Es el genio, es fuego en ebullición - el hada rubia te manda un sonoro beso con la mano, al soplar unos labios rojos vuelan hasta llegar a tus morros, quieras o no ahí se estamparán, dejándote la marca  - ¡Mucho flow habrá este año!

La verdad es que las tres hablan muy rápido y no os da mucho tiempo a retener todo lo que dicen. Es un poco lío porque no entendéis nada pero ellas parecen saber todo de vosotros.  

- ¡A callar todas! Me estáis poniendo la cabeza como un tintero rebosante. Uno, a parte del genial Genio, ¿Jasmin es la única que sabe dónde estáis? Rapunzel, cariño no estamos en Oz, pero ibas bien encaminada, las baldositas amarillas son bonitas ¿a que sí? Fue idea mía, ese mago copión… Bella también se ha fijado pero ella ha sido más prudente y no lo ha dicho.

- Flora… qué pereza más grande me está dando, solo una está ubicada ¡Por todos los encuadernadores que cosen páginas! Van a tener mil dudas y nos van a taladrar a preguntas inútiles y descabelladas.

- ¡No! Espera… veo a unos cuantos que repiten curso a parte de Ursi, ahí está el leoncito, esa barba pelirroja no se olvida querido ¡y qué pelazo!; al tigre le cayó la del pulpo el año pasado también ¡una perseverancia encomiable! Me encanta los rebeldes. ¡Mowgli! El cachorro, mi ternurita, se has hecho mayor de repente... ¿quién se va a comer el marrón de explicarle... ehm...? - mira hacia otro evitando el berenjenal en el que se estaba metiendo - el granujilla de Flynn  y su sueño, ojalá consigas tu isla. Colmillitos tienes la chupa en tu percha de siempre ¡Pero nada de fumar en el recinto! – Te espeta con el ceño fruncido y el dedo ostensivo hacia ti, Grey.

- Hay material, esos se irán acordando a medida que pase la noche y empiecen las clases.

- Esto ya lo hemos hablado ¿no?

- ¡Mira Flora! Ahí veo a un dios, el morenito que se esconde… te escondes y mimetizas con el ambiente pero no hay nada que temer aquí, esto es una universidad de prestigio – el hada sonríe con orgullo mirando a Hades, le brillan los ojos pensativos –. No son tan tontos… No todos al menos – la mujer le guiña un ojo a Gastón con una sonrisa afilada.

- ¿Por dónde iba? Por el Dos…

- Te lías, Primavera, te lías. Acabáis de iniciar cinco años de estudios en ésta nuestra universidad. Una universidad… es un lugar en el que… se estudia mucho y se trabaja duro para lograr el título de… bueno ya os lo explicarán en las clases.

- ¿No son cuatro años?

- No, son cinco, el último es que es un poco raro y tú nunca le prestas atención a la jefa cuando habla. ¡No me interrumpas! – la mira de reojo algo molesta y luego vuelve a vosotros -.Todos aquí sois los personajes de una historia ya contada en algún momento. Pero os iréis enterando con las clases, paciencia… estáis aquí por una razón, no obstante – se separa un poco de las otras dos -  si alguien quiere marcharse es libre de hacerlo, solo tiene que volver – gesticula con los brazos un circulo y señala en dirección a las aguas negras que habéis cruzado por el puente -  y darse un chapuzón en las aguas – parece una azafata indicando donde están las salidas de emergencia pero aquí ninguno de vosotros sabe lo que es una azafata, aunque nuestros ávidos lectores sí saben a qué me refiero - oscuras que rodean el castillo. Hundid el cuerpo entero y volveréis a vuestro lugar, no recordaréis nada de lo que visto aquí. No queremos que nadie esté aquí si no quiere estar.

- ¡Flora! Estás pisándole la presentación a la jefa. Nosotras solo teníamos que recogerlos. Además creo que están más confundidos que antes.

- Oh, es cierto. ¿Por qué no me has parado? ¿Más confundidos? Si siguen en pausa ¿Cómo lo aprecias?… pobrecillos… ¡Conejo Blanco!

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20/06/2019, 16:34
Conejo Blanco

Y ahí vuelve el conejo, corriendo, qué extraño resulta verle correr con ese traje y ese porte. Como si no estuviera en su natruraleza y sin embargo lo está.

- ¿Aún aquí? ¡Ya basta de tanta diarrea verbal! ¿Es que no puedo delegar ni una sola vez? Cáspitas.

Vuelve a pulsar el botón y volvéis a poder moveros ahora sí, por fin.

- Bienvenidos a nuestra universidad, héroes y villanos, heroínas y animalillos perdidos, mujeres, hombres y… otr@s – eso último lo murmura mirando al genio – entrad libremente y dejad parte de la felicidad que traéis. Seguidme hasta El Gran Salón, ella os espera.

Hace una reverencia seguida de algunos aspavientos para que las tres hadas que Aurora reconocería sin pestañear se marchen. Y empieza a caminar hacia la puerta del castillo, guiándoos hasta…

Notas de juego

(Aquí dejo que os respondáis un poco mientras llegáis al gran salón, en el próximo post adelantaré un poco más.

Para facilitar la lectura de las respuestas, poned: [@NombreDelPersonaje] cuando le habléis.

No hace falta la papiroflexia, si os apetece bien sino también, estáis aturdidos y sobreexpuestos a muchísima información nueva, habrá tiempo de sobra para todo.)

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20/06/2019, 18:41
Z Blancanieves
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A pesar de estar al aire libre, en realidad se encontraban atiborrados entre tantas personas, tantos hablando, tantos comentando, tantos haciendo cosas que Blanca realmente extrañó la quietud del bosque de Spessart y que sólo era perturbada cuando los enanos volvían de sus labores, y aún así, no era tanto el escándalo como el que existía en ese momento, como hombre con taparrabos, chicas intrépidas y un abanico de otros particulares personajes. Así que la joven princesa sacó un listón rojo y se ató el cabello, pues con todo lo que se habló, se dio cuenta que habían personas que sabían lo que pasaba, eso podía sacarlo en limpio y también el hecho que definitivamente su madrastra nada tenía que ver en aquellos eventos lo que significaba que quizás, y por primera vez en casi tres años, estaría a salvo de ella y sus intentos de homicidio. 

— pues... — miró con duda al hombre de barba y mentón fuerte aunque ropas pequeñas que se estaban rajando (@Robin Hood),se preguntó mentalmente si le estaba apretando la entrepierna y que de seguro estaría prefiriendo andar como los melenudos de barbas crecidas, pero no tenía reparos en sumar a la chica de roja capa a su campaña (@Ruby) — ... creo que no será necesario ir los tres — miró a la chica dudando en sus últimas palabras, pues se estaba tomando la atribución de hablar por ella — ... aunque me alegra saber que no conoce a la reina Grimhilde — por todos los dioses y la magia, eso si que era verdad, además, nadie más pareció responder a ese nombre — aunque muchas gracias por el ofrecimiento, Ritter Hood — usa la forma cortes de referirse a las personas en su lengua, y ahora que lo piensa, todos ellos parecen entenderla, curioso, y ella parecía entender a todos, más curioso aún, así que asumía que había magia, aunque parecía no estar relacionada con Grimhilde —... es curioso, conozco las tierras inglesas, pero... no me suena el rey que menciona — levantó una ceja, pero luego sonrió, ¿de donde veían todos? definitivamente de distintos lugares y ahora todos estaba en Muy muy lejano, como muy bien acotó Hood. 

Luego sintió una mirada sobre ella, y entre las personas pudo divisar a una chica joven y muy linda de ojos y cabello castaño (Bella) que la observaba con sorpresa, la joven se sorprendió pero no sintió maldad en su mirada, sólo ¿sorpresa? ¿Se conocían acaso? no, no la recordaba, así que sonrió aunque quizás con todo el revuelo de todos, no notaría ese gesto, además, otra chica de rizada cabellera, suelta y rebelde, intentó saltar la verja (Merida) y Blancanieves se volteó hacia ella, y asintió.

— es una excelente salida, pero ve con cuidado, por favor — le dice a la chica, animándola, y se fue acercando para también subirse y seguir a la rizada chica, pero el revuelo del resto de las personas detiene su marcha, aunque seguía justo debajo de @Mérida, preocupada de que algo le pasara del otro lado si es que lograba saltar, obviamente, pero Jazmín, que en ese momento no conocía su nombre, interviene justo en ese momento, Blancanieves se volteó hacia ella y entornó sus azules ojos, esa autosuficiencia y esa seguridad al responder como si estuvieran preguntando una obviedad, incordió a la princesa, pero decidió no hacer algún amago de molestia, así que simplemente le sonrió e inclinó su cabeza e iba a pedirle que se explayara e ilustrara a todos los demás qué lugar era y qué hacían ahí, porque parecía saberlo a la perfección. Bueno, más de alguno le diría que obviamente no les habían dicho nada, así que era mejor no hacer mención ademas, luego de esa intervención muchos mencionarían la universidad, Blancanieves sabía lo que era, había deseado poder ir toda su vida, pero su condición de prófuga se lo impedía, así que ahora al saber que parecía estar en una le hizo latir su corazón con velocidad, sin que que se manifestara en ella más allá de un libero rubor en sus mejillas. 

Se quedó perdida en sus pensamientos pero la voz de un hombre la alertó (Gastón), gritando el nombre de la chica de cabellos y ojos castaños, a la que llamó Bella y esa forma de sujetar a la chica la molestó de verdad, sus labios se fruncieron.

— podría calmarse, buen señor (@Gastón), ya nos explicará la joven qué es lo que pasa — no sonó para nada cordial como hasta ese momento, y miró a Bella esperando saber si deseaba más ayuda con ese sujeto al que evidentemente conocía, así que cerró sus ojos y soltó un pequeño suspiro, pero ese desafortunado momento fue roto por una voz cantarina y muy dulce que sonó desde lejos, una rubia de larga cabellera se presentó, era Rapunzel, dijo y la miró de la misma manera que lo hizo Bella, nuevamente la duda de si la conocían, y ahora fue Blancanieves la que la quedó mirando con dudas, pero ella estaba más entusiasmada diciendo guapo al hombre que abrazaba a Bella.

— ey, esperen... tengan cuidado por favor — les grita ahora a ambas chicas, @Rapunzel, y @Mérida, las que estaban decididas a subir la muralla. Vayas chicas, pero ya las quería seguir, motivada por el deseo de ir más allá y por el hecho que las dos parecían no medir del todo las consecuencias de eso, aunque Blanca Nieves tampoco lo hacía. 

De ahí todos se fueron presentando, un hombre moreno de locuaz lengua, que hablaba mucho sin decir mucho,  Djinn,que le causó gracia e inmediatamente aprecio a la princesa, además parecía conocer a otros de los integrantes del grupo por como se acercó a ellos, uno chico moreno y de aspecto agradable (Aladdin) Jazmín ; una preciosa chica de ojos rasgados y piel casi tan blanca como la de ella,  Hua Mulan,dijo que se llamaba; y un chico muy guapo, de ojos grandes y por lo que lograba ver, tupidas pestañas,  Grey Wolf, reclamó por el parloteo, siendo el vocero de sus pensamientos, aunque claro, Blancanieves no los expresaría, aunque parecía ser que otra persona se expresaba en iguales términos, (Megara), y que fue donde  Gastón, (o eso creo), Blancanieves apartó su vista de ella, vaya chica, era admirable su desenfado, pensó, tomando nota mental de todos ellos. La joven princesa era muy buena para recordar nombres, y los que dijeron su nombre en ese momento, lo recordaría, aunque otros se mantenían en silencio, observando, algo en él inquietó a la princesa, algo extraño, como un miedo primigenio, como el que se siente ante la muerte (Hades),y ella si lo había sentido, cuando su madrastra ató aquella cinta a su cuello y apretó tanto le cortó la respiración; pero nadie más parecía notarlo o quizás sí, pero él iba hacia el castillo, tal como el resto. Otros, en cambio, tenían movimientos sigilosos, extraños, como los de un felino a consideración de la princesa, claro, por lo menos uno de ellos (Scar), el cual también captó la atención de Blancanieves la que sintió un escalofrío en la nuca, como si estuviera en peligro ante él, esos mismos movimientos reproducía otro de los chicos, uno que tenía una melena y barba tupida (Simba), pero algo en la mirada de ese hombre no le producía lo mismo que el de cabellos oscuro. Lo mismo le produjo otro sujeto, uno que se acercaba a uno de los chicos con amenazante semblante, (Shere Khan). Blancanieves no perdió el tiempo, y fue donde  estaban ellos dos, pero llegaría tarde, el joven moreno se había desmayado de sólo el susto y Blancanieves fue con él, para poder atenderlo. 

— ey... despierta... — agachada, tomó la mano del chico, y luego de sacarse la capa y ponerla en su cabeza, fue hacia sus piernas para levantarlas — no sé qué pasa con ustedes, dos, pero menudo susto le ha dado, despierta, no te hará nada — le dice a @Shere Khan  mientras intentaba despertar a @Mowgle, volviendo a clavar sus ojos azules en el hombre de aspecto amenazador, pero siempre manteniendo los buenos modales. Otro nombre ahora iba caminando hacia la verja, muy bien, parecía conocer a Rapunzel. Muchos parecían conocerse entre ellos, y la joven había vuelto a atisbar al grupo, pero a nadie conocía, pero eso no importaba tanto, estaba más preocupada de lo que pasaba en ese momento, aunque no faltaban focos de atención. 

Claro, un guapo chico se acercaba a Megara, y se presentaba como Hércules, luego tendría tiempo Blancanieves de tratar con el chico, de seguro lo haría, la princesa no tenía problemas para acercarse a las personas, era amable y mesurada, aunque eso no significaba que se pudiese considerar débil o desvalida, además, aquel chico sería detenido por una singular dama, aún más desenfadada que Megara, de llamativos atuendos que no tardaría en captar la atención y la admiración de muchos, sin lugar a dudas (Úrsula), así como la princesa de colorida cabellera rojiza Ariel, que comenzaba a hablar con los  peces que estaban cerca, Blanca Nieves se preguntó si ese pez le respondería a la chica, pues, mientras mantenía la atención en Shere Khan y Mowgli, desvió por unos segundos su mirada hacia Ariel Había intentado hablar con peces, pero ellos no hablaban o no le entendían, pero ella aún así no comía pescados, desde hacia mucho tiempo, demasiado, había decidido seguir una dieta estrictamente vegetariana, pero no molestaba a otros con la costumbre de comer carne. 

***

La recepción que vino después, el entrar a ese lugar y todo el barbullo le hizo explotar la cabeza a Blanca Nieves, la que en realidad se quedó muda observando a las hadas, es decir, nunca había visto hadas en su vida, y aunque sabia que la magia era real (había sido víctima de ella casi toda su vida) no sabía que tan lejos podía llegar esta. Y entre todo lo que se decía, todo, algo alcanzó a escuchar, ¿cómo que eran parte de un cuento?. ¿qué cuento? ¡¿Acaso su vida era sólo un cuento para niños?!, es decir, su existencia era solo para la entretención de otros. Quedó desanimada, chocando contra la eventualidad de nos ser real, a pesar de sentirse que existía, que vivía, que sufría. Perturbada, intentó ordenar las ideas en su cabeza, pero estas se arremolinaban ante toda la bataola que se iba a armar a partir de ese instante. 

— creo que sólo necesito sentarme — dijo la princesa, echando el cuerpo para atrás, pero recuperando pronto la postura — entonces... ¿no somos reales?.. digo, ¿somos sólo historias? — preguntó a las hadas o al hombre o al conejo blanco que hablaba, cualquiera que pudiera responderle y resolver la primera de sus preguntas, de las mil que tenía en ese momento. 

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20/06/2019, 19:11
Ruby Red

 

Una joven mujer más alta que yo, con el cabello negro, la piel muy blanca y los labios rojos como mi capa se me acercó (@blancanieves). La verdad nos parecíamos mucho, me preguntaba si sus labios eran naturalmente rojos o como yo se le habían puesto así por tanto comer fresas. Mirándola bien, podríamos ser hermanas, quien sabe quizás mi padre finalmente había encontrado una vaca y aquí estaba la ternera, no, imposible, después de todo sus modales y su belleza superaban por mucho la de una flor silvestre como yo. "Mala hierba en realidad" diría alguno de los tontos chicos del pueblo a los que había golpeado por decir que mi abuela era una bruja.

Noté por primera vez desde que había cruzado la niebla que aún llevaba mi cesta con pasteles y panecillos, también whiskey. “¿No se suponía que hoy visitaría a la abuela?” los huecos en mi memoria comenzaban a llenarse. Fue entonces que el joven de capucha verde nos interrumpió, no podía ser un mal tipo si usaba capucha como yo, “ ¿no aprendiste nada de no confiar en extraños?” la respuesta a eso era no. Además Green Hood, como decidí llamarlo si sabía dónde estábamos, en un reino que seguro estaba muy lejos de mi casa.

Cita:

— mejor dicho, ¿quienes son todos ustedes? ¿conocen a la reina Grimhilde—

- Nieves, yo tampoco he escuchado jamás el nombre de tu reina ni de tu bosque.  En el mío, solo hay madera, ciervos y … lobos- Ya recordaba cómo me había perdido, pero decidí guardar el secreto. No quería quedar como una tonta al admitir que persiguiendo a una presa había errado el rumbo… no, que falta de respeto. Lo que yo seguí fue un ejemplar perfecto, una obra de arte natural que me habría encantado lucir sobre mi cama o sobre mi espalda, aquel ser era superior a cualquiera de su especie.

Cita:

-Mi nombre es Robin Hood y me encantaría poder responder a su pregunta sobre las causas que motivaron este viaje, me temo que las mismas me son totalmente desconocidas, pero tal vez podamos proseguir el viaje apoyándonos unos a otros, nosotros tres si es que está usted de acuerdo señorita Blancanieves -

Volví mi mente a la realidad esbozando la más amistosa de las sonrisas . (@Robin Hood).- Le agradezco señor Green Hood por dar algo de luz al asunto, ¿Puedo llamarlo así?  Sabe en serio me gusta su estilo.

Señalé su capa y luego señalé la mía, esa amarga sensación de antes se desvanecía por momentos, después de todo lo peor que podía pasar es que la abuela se quedaría sin su alcohol para el fin de semana y el lobo seguramente se habría ido muy lejos con su manada.  Me quité la capucha roja dejando ver con claridad mi rostro iluminado por la luz de la luna, resaltaban mis ojos verdes como las hojas de los árboles en primavera.

- Soy Ruby, pero me dicen Caperucita Roja o Red. Para nuestra fortuna no estamos solos, yo también quiero encontrar mi camino a casa. Mi abuela se pone de mal humor si no le llevo su medicina. Pero primero quiero ver que hay en ese castillo- Miré alrededor con cautela y disimuladamente saqué un pastelito de mi cesta cubierta por un delgado trozo de tela. Aún estaba delicioso y esponjosito, me zampé el bizcocho rápidamente evitando que alguien pudiera pedirme un pedazo.

Aún estaba masticando mi pastelito cuando una chica preciosa de cabello como el fuego (@Merida) pasó por mi lado y sin dificultad alguna se trepó por la reja. Ya quisiera yo haber aprendido esa clase de trucos, pero trepar estaba un poco lejos de mis posibilidades.

- Me encantaría acompañarte pero en trepar no soy buena y estoy rellenita de amor como podrás ver, no es fácil cargarme- di un par de palmadas en mi estomago, tanta repostería fabulosa había tenido su efecto.

 

@Jasmine caminó en dirección al castillo con el resto de la gente y casi choca con una chica que parecía desconcertada preguntando a todo el mundo, llevaba una capa oscura y recogía su cabello en una coleta baja ¿sería también una princesa? Que mas daba eso.

- Estamos en Far Far Away, es una universidad, ¿no te lo explicaron antes de enviarte? Soy Jasmin, princesa de Agrabah, ¿y tú eres?. – Le dice con una sonrisa.

"¿Qué demonios es una universidad?" me quedé buscando la palabra en mi mente pero no podía figurarme a que se estaban refiriendo. A mi no me habían enviado, a mi me habían secuestrado o hechizado, o quizás siguiendo al lobo me caí por un barranco y estaba en el otro mundo. Seguían mencionando lugares raros que seguro sería divertido visitar si no hubiera estado atascada en mi pueblo. Detrás de ella llegó otro hombre cuya piel era muy oscura, la piel más oscura que hubiera visto hasta entonces.

 

Djinn: Si estamos donde creo que estamos, y creo que sé donde estamos porque creo que sé muchas más cosas de las que realmente sé ... vamos, que todos ustedes deberían ser… ¡de la realeza!

@dijinn- Eso es imposible, yo no pertenezco a la realeza, si mi familia fuera más pobre mi madre me habría vendido cuando niña.- Solté una carcajada ante la idea de imaginarme con una corona. Honestamente no me veía nada Principesca ahora misma, con mi vestido y mi capa manchados de barro por la larga caminata en el bosque.  Yo no creía en esas historias donde eres la princesa perdida de algún reino y fuiste relegada al bosque para protegerte, más bien creía en historia de padres abandonicos,con mujeres muy trabajadoras dispuestas a sacar adelante a su familia.

Pensaba en eso aún ríendome ya por lo bajo, cuando apareció alguien más, bueno no apareció más bien se hizo notar. Por cierto porque todos eran tan altos en comparación conmigo, lo que más me llamó la atención fueron sus ojos rasgados (Mulan) , quería hacerle muchas preguntas pero un maleducado se abrió paso entre nosotros (@Grey wolf)  dirigiendose al castillo como si fuera su casa de toda la vida. Había algo en su rostro que me llamaba la atención como si lo hubiese visto antes, en un sueño quizás. Para que se hagan una idea de lo familiar que me resultaba su cara, en especial sus ojos, no había reparado en el hecho de que no solo iba semidesnudo, si no que además estaba cubierto de sangre. Cuando nos adelantó y solo su espalda quedó a la vista fue que pude concentrarme en ese detalle

"No parece herido, pero quizás es solo por el hechizo que nos han lanzado" ágilmente me moví entre todos mis nuevos conocidos para alcanzarlo, quería ver más de cerca su rostro. Necesitaba saber porque se me hacía tan familiar y yo que nunca he sido una chica tímida no encontré mejor manera que correr detrás de él adelantándome solo para verlo de frente.

@Grey wolf- ¡Hey! Te he visto antes verdad- Mis ojos se clavaron en los suyos como si pudiera leer su mente, aunque no era así. Caminé alrededor de él mientras me sacaba mi bufanda, como quien intenta cubrir el sol con un dedo se la puse alrededor del cuello abrigando principalmente sus orejas, un gesto inútil pero era todo lo que tenia además de mi capa y esa jamás se la prestaba a nadie. Tuve que saltar un poco ya que era mucho más alto que yo. Quizás visto desde fuera podría parecer que le estaba coqueteando, pero juro por mi madre que no era así. Solo quería una excusa para hablarle luego ya que si veniamos del mismo lugar el podría ayudarme a volver- Siento que ya te conocí, ¿quizás en el bosque? ¿o en la ciudad? bueno ya lo recordaré mientras tanto te encargo la bufanda, me la tejió mi madre. Si mantienes tus orejas calientes el resto de tu cuerpo tambien lo estará

Sonreí tomando distancia, parecía la clase de persona que de un manotazo te va a sacar del camino, así que me aparté. Como al cazar, tienes que ir despacio con una presa hostil.


Estaba volviendo con el grupo cuando una voz a mis espaldas me hizo voltear, no entendía ni el 10% de lo que hablaba. No hubo espacio para preguntas de pronto ya no podía moverme. "Esto no es agradable" pensé ante la imposibilidad de hablar, nada odiaba más que estar quieta y eso me dificultaba enormemente poner atención a las tres raras mujeres que aparecieron allí con nosotros. Aunque parecían saber mucho sobre mi por lo que hice un esfuerzo por escuchar. "YO NO SOY UNA HISTORIA" grito en mi mente revolviendome pero solo internamente. Me siento bastante real como para creer semejante paparruchada.

- Yei!! por fin podemos caminar- Corrí detrás del hombre albino con paso resuelto, antes de volver a casa primero tenía que decirle un par de cosas a él y a esas señoras. Nadie iba a andar por ahí diciendo que yo no era real o que mi vida era un cuento. Por cierto que cuento más aburrido, sin villanos ni aventuras, si yo era un cuento el escritor no se lo había currado en lo más minimo. Engullí otro pastelito tan molesta que ni siquiera disfruté del todo del glaseado de limón, también me había olvidado de todo el resto de personas allí, si... mi atención era la de una patata.  "¿Por cierto donde dejé mi bufanda? va da igual esto es más importante"

 

Notas de juego

he intentado por todos los medios resumirlo, juro que lo intenté