Partida Rol por web

Universidad Far Far Away

......

Cargando editor
Cargando editor
16/07/2019, 18:03
Director

Ariel el león sigue dormido a tu lado, estás sola con él. De hecho estás sola aquí en medio de este sitio.

Cargando editor
18/07/2019, 16:37
Ariel

Me muevo hacia un lado de la habitación aturdida. ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Acaso está la bruja del mar detrás de estos acontecimientos? Ojeo los libros que han en la mesapor si me pudieran dar algo más de información sobre de quién es este lugar. 

Pero intentando hacer el mínimo ruido posible me subo por las escalerillas y busco algo que me pueda servir como arma si el león no se despierta. A lo mejor guardan por aquí un tridente. 

Aquí agazapada entre las estanterías espero a que el león despierte o alguien venga a buscarnos. 

Cargando editor
18/07/2019, 16:59
Ella

La ves entrar y buscarte. Cuando te ve ahí arriba metida entre libros con un candelabro en la mano, que si bien parece un tridente no tiene puntas afiladas, te sonríe con amabilidad.

- Ariel, querida, baja, no hay nada que temer.

Te tiende la mano hasta que bajas, luego se acerca al león dormido, le acaricia la melena con suavidad y en un momento vuelve a ser Simba, el humano, está desnudo acostado en el suelo.

- Te pondremos un collarín felino furioso, tienes el genio muy corto para ser tan grandote. Menudo carácter.

Ves a Simba, a Simba el humano, totalmente desnudo, en posición de sueño sobre el suelo, ves un pequeño collar neblinoso de color verde que va desapareciendo pero que se ciñe a su garganta y sabes que no volverá a convertirse en león así como así.

- Has solucionado la situación muy bien, según creo parece que el problema era entre él y tú, me interesa saber qué ha pasado, estas cosas me gusta solucionarlas en persona cuando se vuelven tan… sanguinarias. Luego le despertaremos, a ver si así podemos entendernos.

Cargando editor
19/07/2019, 16:22
Ariel

Me asomo por las escaleras para ver la hermosa dama de pelo rubio casi blanco. Tampoco era tan alta ni impactaba tanto sin el dragón a sus espaldas pero era realmente bella, como una muñeca. Hablaba pausadamente pero de lejos se podía denotar la autoridad, eso despertaba en mi cierto grado de admiración me recordaba un poco a mi padre en ese sentido pero sin hacer uso de la corpulencia o la voz grave. Bajo las escaleras poco a poco. 

El problema era entre él y yo. No puedo evitar fruncir el ceño con este comentario. No es cierto. Niego con la cabeza. 

Este... algo ruborizada giro la cabeza intentando mirar lo mínimo posible, me aclaro la voz, Este "caballero" ha sido un grosero conmigo desde que llegué a estas tierras. Ya sufrí de sus atenciones ayer. Y hoy se ha descontrolado por un malentendido. Yo también provengo de otro mundo, también soy desconocedora de muchas costumbres y tradiciones, pero me inspiran curiosidad no instintos carnívoros. 

Seguía enfadada con el león, sin duda pero ahora al menos me sentía más segura. ¿Sabe usted como están los demás? ¿hay algún herido grave?

Cargando editor
20/07/2019, 17:55
Ella

Y desde luego tienes razón, tengo tu altura y sin el dragón no impacto tanto, pero mi presencia sigue aquí, impregnando todo de una extraña y liviana autoridad. Enhebro mi brazo al tuyo cuando bajas, y te escucho desde la cercanía de una amiga. Incitándote a caminar tranquilamente mientras hablas.

-  Según me ha contado Cheshire, parece que hirió a Rapunzel en la mano al quitarle el trozo de vestido. Creo que eso es lo único que fue a propósito, enfadado por la confusión. – sonrío -  tú eres una preciosa sirena, él era un león en su mundo. En situaciones de gran estrés el sello que les hace parecer humanos puede romperse debido a la fuerte energía negativa que acumula su bestia interior en ese momento, y vuelven a su forma original. El pelo rubio le contenía y al soltarle el sello se rompió, anuló su lado más "humano" y salió a relucir la bestia interior. Simba no era consciente de ninguno de sus actos, aunque sí es responsable de tener un genio muy corto. No volverá a transformarse en león así como así, te lo aseguro.

Luego te mira, sonríe de medio lado y enarca una ceja.

- Los demás estarán ya todos curados, pregúntale a tu amiga cuando la veas. Vamos a despertar al león, y veamos si podemos arreglar el malentendido que ha organizado este gruñón.

Cargando editor
20/07/2019, 18:06
Ella

Simba despiertas totalmente relajado y tranquilo, estás desnudo sobre la alfombra.

Al mirar hacia arriba me ves a mí, con el brazo enhebrado al de Ariel, las dos de pie esperando que despiertes. Eres consciente de todo lo que acabas de hacer y de que perdiste el control en el momento en que te convertiste en león, no antes.

Mi gesto es serio e inquisitivo. Hasta con toques de reproche podría decirse.

- ¿Y bien, felino furioso? ¿Vas a explicarnos cuál es el problema con Ariel? Te escuchamos.

Cargando editor
20/07/2019, 20:54
Z Simba

RAPUNZEL. El león solo la quería a ella. Luchó por llegar hasta la joven devorando y destrozando cada obstáculo que se interpuso entre sus colmillos y su cuello. A punto estuvo de conseguir lo que quería. Después de sentirse humillado y aprisionado por su pelo, quizás, no fuese tan fácil para él olvidar que esa humana caminaba por el castillo con una potente arma afianzada a su cabeza. Tampoco sería fácil olvidar el olor de su sangre. La quiso matar y eso se quedó grabado a fuego en su cabeza, el depredador se mueve por instinto y no cesa en su empeño cuando tiene en el foco una presa que le motiva destrozar.

Pero por suerte aquel incidente encarnizado terminó no todo lo mal que cabía esperar, gracias a la heroicidad de Hércules, un semidios, digno oponente, con la suficiente fuerza bruta para tumbar al león. Fue después el canto mágico de Ariel el que sumió a Simba en un profundo sueño del que despertaba ahora, confuso, enfocando sus ojos lentamente frente a las dos mujeres que le miraban con gesto crítico esperando algún tipo de explicación.

La Reina Blanca tomó la palabra. Simba lo recordaba todo. Primero la mano destrozada de Blancanieves, la humana que le había propuesto ayudarle enseñándole la cultura de los humanos, después el pecho desgarrado de Ruby, emanando sangre en cascada, con la carne hecha girones y tal vez algún órgano vital a la vista. Gastón, que recibió un zarpazo virulento de Simba cuando se interpuso entre él y el pequeño sol. ¿Y dónde estaba el origen de todo ese mal innecesario? En la sirena. En su mentira, o una estúpida confusión, ignorantes del mundo al que pertenecían cada uno. Pero eso Simba no era capaz de procesarlo, aún. Quizás esa conversación sirviese para dejar las cosas en claro y no volver a liarla por sus diferencias culturales.

Se incorporó del suelo, sintiendo un poco de frío, pero estaba tranquilo, tampoco sentía dolor en su cuerpo. No parecía tener nada roto ni sangraba, el no olía sangre cerca. Como estaba frente a dos humanas y ellas no estaban desnudas, se tapó las partes nobles antes de incorporarse y responder a Ella. – Ariel me engañó. – dijo sin más, a palo seco. Y es que para él era así. -Le rompí un cubrepieles a esta sirena ayer, un horrible cubrepieles.– pues no, no se iba a cortar expresando lo que pensaba del vestido ridículo de Ariel.

-Cuando llegamos al castillo, pensé que iba a ahogarse, no sé que es una sirena. Y la ví humana como a ti, Ella. Los humanos no pueden respirar bajo el agua, estaba en una fuente metiendo la cabeza hasta lo hondo. Intenté ayudarla, pero mi fuerza sobrepasó el límite. – Simba no sabía lo que era el trato de usted, más adelante podría aprenderlo, pero ahora mismo aunque esa mujer fuese la mandamás de toda la universidad, no iba a hablarle de usted, en tono formal. -Y lo que pasó luego fue que, ella se enfadó, y entendí que su enfado era porque lo brillante que había en ese cubrepieles eran estrellas de sus antepasados. Ariel no me dijo que fuesen… ¿cómo dijo Rapunzel? Gemas, diamantes. No sé que es eso, pero brilla tanto como una estrella y son pequeñas como las que están atrapadas en el cielo. Creí que eso era verdad pero luego me enteré de que me había mentido. Me regaló un trozo de ese cubrepieles con las gemas y di vueltas en mi habitación buscando un sentido al regalo. En mi tierra no llevamos objetos físicos encima.– miró a la sirena, no con desprecio, pero si incomodidad. Si ella le hubiese aclarado que las piedras preciosas no eran estrellas nada de eso hubiese pasado. -Mi padre detestaba la mentira, los animales no mienten tanto como los humanos, solo los peores animales de la sabana lo hacen. Quizás la sirena me vió cara de simio y poca inteligencia como un mosquito, pero soy un león y si no miento no tolero que se me mienta tampoco. Lamento lo que ha ocurrido, no quería dañar a nadie, no soy un asesino de… humanos.

Notas de juego

Posteado. La máster ya lo sabe, del 23 al 30 estoy de viaje, no aseguro postear, pero si puedo lo haré.

Cargando editor
21/07/2019, 11:19
Ariel

No miraba al cuerpo del hombre desnudo mientras se levantaba me parecía una falta de respeto y... ¿qué era eso que ...? ¡¡¡Oh por Poseidón!!! En fin que no miraba. 

Ariel me engañó.

No es cierto, en el mar hay dos clases de peces los peces pequeños y los grandes que se comen a los pequeños. Como los tiburones. Y este "señor-león" era como un tiburón. ¿Y qué es lo que se hace con un tiburón? Salir nadando. Eso es lo que hice, nadie da explicaciones a un tiburón, realmente no las necesitan. 

Enarqué una ceja mientras escucha al león. No pensaba contestar. 

Le rompí un cubrepieles a esta sirena ayer, un horrible cubrepieles.

 En diecisiete años que tenía ya no había nunca tenido que soportar a nadie tan ... así. Horrible cubrepieles, ¡si hombre! ¿Qué pretendía que aún le diera más explicaciones? Nunca en mi vida me había enfrentado a nadie... así.

Yo creía, yo hice, yo pensaba, mi fuerza... mi, mi, mi, yo, yo, yo... 

¡Decir que mi vestido era horrible! 

¿No colecciona nada? ¿No siente curiosidad por aprender de los demás sin juzgar?

¡Decir que mi vestido era horrible! 

Notaba como mi mandíbula se contraía y apretaba todos los dientes. Como mi mano se cerraba cogiendo la de Ella. Y encima seguir comparándome con animales de ese extraño reino del que provenía. 

Mi vestido no era, ERA gracias a ti, horroroso, era bello y si, brillaba como las estrellas. Ya sabeis, bolas de gas quemándose a millones de kilómetros de aquí.

Me acerqué a la esfera armilar que había en un extremo de la habitación, había visto una en la biblioteca de Eric y gracias a él sabía utilizar también el sextante y el astrolabio, tampoco sabía muy bien como se llamaban esos cachivaches pero sí para qué se utilizaban. Lo acaricié suavemente y me giré hacia Ella. 

Los humanos que viajan por el mar lo utilizan para guiarse durante la noche. 

Después miré al león, primero duramente. ¡Decir que mi vestido era horrible! 

Yo no te mentí. Simplemente no te dí explicaciones, tampoco te las debo, no se habla con los tiburones. Se huye de ellos. 

Después suspiré, era como hablar con papá, Si tan solo pudiera hacerle ver, que no veo la cosas como él lo hace no es posible que un mundo que hace tantas maravillas, sea... tan malo. Debería querer aprender, sin atacar.

Mi pueblo también es otro distinto a este pero debes dejar de juzgar antes debes de llegar hasta el conocimiento ¿Quién se iba a osar a darte explicaciones y contradecir tus creencias? Como pensar que mi vestido era horroroso, ¡qué tontería!

Notas de juego

Bueno, tranquilo contesta cuando puedas. 

Cargando editor
21/07/2019, 14:29
Z Simba

Definitivamente la sirena le sacaba de quicio. Tenía ese poder para enfurecer a Simba en cuestión de segundos. Notó como un fuerte calor ascendía por la boca de su estómago. ¡Maldita sirena tonta!
-No son bolas de gas. Ahí arriba están nuestros antepasados. Deberías mostrar más respeto por ellos. – dijo ofendido. Se creía muy lista al parecer, pero no sabía nada del cielo. La vió toquetear distintos objetos de la estancia, frunció el ceño observando sus manos. Él no necesitaba saber como se orientaban los humanos que navegaban de noche por el océano, porque nunca se adentraría en el mar.

-Era horrible, tanto que llegué a pensar que eras un animal de una especie desconocida. – replicó en referencia a su vestido. Fue una de las razones por las que Simba se acercó a curiosear. -Si hubiese pasado de largo aún conservarías tu cubrepieles. – claro, quien le mandaba a él meterse donde no le llamaban. Pero eso díselo a un cachorro que de pequeño buscaba aventuras y había crecido con un jabalí y un suricata medio locos.

Y entonces ella soltó la perla que terminó por decantar la balanza hacia la parte que confirmaba que a la sirena era incapaz de razonar analizando todos los hechos, no solo una parte sesgada. ¿Qué le ocurría, tenía problemas para retener los recuerdos a corto plazo? Quizás era como la pececita Dory.

¡Por las garras de Simbakubwa! ¿Un tiburón trataría de salvar la vida de alguien que cree en peligro? No te preocupes sirena, este tiburón no volverá a acercarse a ti. – Simba no quería molestarse en explicarle nada más, ella había visto que era un león, y se olvidaba deliberadamente de que el acto de apartarla de la fuente nació de un sentimiento noble. La quiso proteger porque respetaba a los humanos, respetaba la vida de todo ser viviente, lo demás solo fue una serie de catastróficas desdichas.

-¿Quién juzga a quién? – le respondió harto, enarcando las cejas. Hablaba muy digna sobre la justicia y el conocimiento. - Tú solo ves lo que quieres ver. Acepto el castigo que me imponga Ella, sé que hice daño, pero no voy a pedir disculpas por tratar de salvarte la vida.– estaba llegando al límite. Pasó por alto que le había clavado un tenedor, aún no había comprobado su hombro, y esperaba que la marca de las púas hubiese desaparecido. Tenía claro que había herido a Rapunzel y la sirena solo intentó defenderse de él por si la atacaba. Pero ya estaba cansado, muy cansado de ella. No entendía a esa criatura, por más que lo intentaba, su entendimiento era casi imposible, así que la mejor opción que veía Simba era simplemente dejarlo correr, cada uno por su camino. No era rencor sino falta de comunicación. -Dime que debo hacer Ella, y lo haré. – quería marcharse de una vez, arreglar el daño que había hecho y pedir disculpas a las víctimas.

Cargando editor
21/07/2019, 15:00
Ella

Ella os escucha con paciencia, con gesto serio y solemne e interrumpe cuando cree que debe hacerlo. Mira a Simba.

- Aquí nadie debe nada a nadie y nadie exige nada tampoco. Si ella creía que no hacía falta una explicación tú podrías haberlo dejado pasar pues es evidente que no hay maldad en ella – Sujeta a Ariel por los hombros y acaricia su brazo mirando a Simba – no hay más que verla para darse cuenta. Tienes un genio muy corto Simba, le arrancaste el trozo de tela de la mano a Rapunzel hiriéndola, quitaste una por una las gemas y las lanzaste por el suelo. Eso decidiste hacerlo tú y no estuvo bien. Debes controlar ese temperamento. Sé que estás en un lugar que desconoces con un cuerpo que no es el tuyo. Dejar que los demás sean ellos mismos, aprender de ello… es crucial.

Ella suspira, mira a Ariel y sonríe de medio lado con tranquilidad.

- Ariel, el vestido podrá arreglarse para cuando vuelvas con Eric. Aún no han empezado las clases de normalización, tú ya sabes más o menos caminar entre personas pero él no tiene mucha idea. Podremos romper una lanza a su favor cuando aprenda un poco. Además sabes que no es un tiburón, pues tampoco tiene maldad, en su mundo es un héroe, dejaremos que se aclimate un poco ¿verdad?

Luego vuelve a Simba y asevera el gesto un poco mirando también a Ariel alternativamente.

- Cuando salís de vuestro cuento se abre todo un abanico de posibilidades que antes no existía, tú, león, eres noble de corazón, humilde en tus acciones, valiente, esas son tus cualidades más fuertes en tu mundo, en éste pueden cambiar y llevarte por otros derroteros. Muestras una gran cantidad de orgullo, querido, una cualidad no muy definitoria de un héroe. Yo no voy a castigarte, suficiente castigo es ya asumir las consecuencias de tus actos, haz examen de conciencia, aprende de lo que ha pasado. Si se repite o va a peor, entonces sí tomaremos medidas.

Luego se encamina hacia la puerta pausadamente.

- Una cosa más, no podrás convertirte en león de momento, tu verdadera forma salió cuando acumulaste tantos sentimientos negativos en tu interior. La rabia con la que gritaste a Rapunzel fue el detonante, ella solo te sujetaba porque la habías herido sin motivo y no quería que hirieras a nadie más. Tú reaccionaste con rabia. Me he asegurado de que el sello no se rompa más, no hasta que controles mejor tu genio y pueda ser a voluntad sin resultar un peligro para ti y para los demás. Gastón, Blancanieves, Ruby y Rapunzel son suficientes heridos.

Abre la puerta y al otro lado aparece la fraternidad de Héroes. Tendréis que salir de uno en uno.

Cargando editor
21/07/2019, 23:36
Ariel

No son bolas de gas. Ahí arriba están nuestros antepasados. Deberías mostrar más respeto por ellos.

Asiento. 

 Era horrible, tanto que llegué a pensar que eras un animal de una especie desconocida.

Frunzo el ceño

 ¡Por las garras de Simbakubwa! ¿Un tiburón trataría de salvar la vida de alguien que cree en peligro? No te preocupes sirena, este tiburón no volverá a acercarse a ti.

Asiento

 -¿Quién juzga a quién? –  - Tú solo ves lo que quieres ver.

Frunzo el ceño. 

Intento abrir la boca para hablar varias veces, pero es inútil. Además no me va a escuchar, no hay peor sordo que el que no quiere oír. Afortunadamente habla Ella y con alivio acepto su abrazo. Incluso llego a sentir cierta compasión por el león pensando que no somos tan distintos, no. Destrozó mi vestido e hirió a Rapunzel y, Y, además no para de llamar feo a mi vestido. 

Pero entonces hay algo que llama mi atención por encima de este conflicto. Algo mucho más importante. 

Ella conoce a Eric. ¿Estará listo mi vestido? Espero a que termine con el león para poder preguntarle. 

Discúlpeme señora, ¿Sabe si Eric acudirá también a la universidad? ¿por qué no vino con el resto?

Cargando editor
22/07/2019, 11:55
Z Simba

Las palabras de Ella fueron duras, hirientes incluso, pero necesarias. Simba sabía que llevaba la razón y no iba a discutir con ella ninguno de los puntos de su discurso. La Reina blanca era la dueña del lugar, desprendía una fuerte autoridad, su mirada era directa y su garganta desgarraba con firmeza y sin miedo al alumno cafre que lo ameritase. Simba se lo había ganado. Dañó injustamente a Rapunzel y lanzó las gemas del vestido de Ariel desperdigadas por el suelo.

-No, no tuve miras con Rapunzel porque la rabia me dominó y perdí el control. Actué como un animal desbocado. – replicó a la mujer, aceptando que el arañazo a la rubia fue completamente innecesario, y el resto también.

Mientras seguían lloviendo hostias verbales para Simba, las mujeres hablaron del vestido. ¿Quién era Eric? ¿Una sirena, un sireno, un animal acuático amigo de Ariel? El león seguía sin entender porque el cubrepieles era tan importante para la sirena. ¡Con lo feo que le parecía! Y lo más importante ¿Como era la sirena en su aspecto real? ¿Sería tan grotesca como los animales marinos que poblaban los ríos de la sabana? Simba tenía que averiguarlo, la curiosidad por conocer que daño era capaz de hacer le llevase seguramente a la biblioteca.

Para su sorpresa estaba comprobando que las humanas de la universidad tenían tanto carácter como sus congéneres, las hembras felinas. Siguió escuchando a Ella tragando ese calor que estaba dentro aumentando la temperatura de su cuerpo. Solo trata de hacerme ver el camino correcto como hacía mi padre.. Así se calmó, porque cada frase que soltaba por la boca era una cuchillada directa a su orgullo. Simba tenía que aprender a controlarlo y potenciar lo bueno que había en él, su nobleza, ya no podía seguir actuando como un cachorro malcriado. Lo que no era capaz de ver todavía eran las consecuencias de haber sembrado el caos. ¿Le tendrían miedo, le despreciarían? Los leones eran animales sociales, si, pero Simba sabía estar solo y nunca había necesitado la compañía humana.

-Sé vivir sin humanos. Si ellos no quieren que me acerque están en su derecho, tampoco tengo necesidad. – se dirigió a Ella.

Y llegó el momento de regresar a la fraternidad, pero antes, se le informó de que no podría volver a convertirse en león. -¡¿QUÉ?!¿Tendré que vivir así todos los días hasta que controle mi rabia? – de acuerdo, era por su bien y el de los demás, pero estar 24 horas metido en un cuerpo humano, sin poder cazar, rugir, comer bichos y correr a toda leche… sería un coñazo. ¿Y que será lo siguiente convertirme en un caballo para que los demás me monten? -Está bien. Con estas uñas no haré daño a nadie. – OH, OH. Simba levantó las manos, olvidando cubrir su miembro y enseñó sus puños a Ella. Pensaba que ocultando las garras no sería capaz de causar el mal, pero los puños eran el arma del hombre desarmado.

A raíz de como reaccionaron las mujeres al ver su entrepierna, Simba volvió a taparse rápidamente. ¿Quién le hizo así, Ella, las hadas madrinas? Quien fuese se había asegurado de replicar esa parte como la de un felino. Yacer con un león era doloroso para las leonas, y en este universo si Simba se metía dentro de alguna humana no sería muy distinto... la que lo probase iba a sufrir al principio. -¿Por qué no estáis desnudas? – preguntó confuso. -¿Así es como funciona por aquí, los hombres van desnudos y las mujeres no? Ayer vi a una manada de humanos medio desnudos pero ellas iban tapadas hasta el cuello. – a las humanas no se les veían ni los tobillos. Tal vez la Reina blanca pudiese explicárselo. Si no, ¿que razón tenía Simba para no pasar de todo y pasearse en bolas por la universidad?

Notas de juego

La máster pide, y yo, ilustro, XDDDD.

Cargando editor
22/07/2019, 23:54
Ariel

Y antes de que pudiera contestarme Ella, el león siguió en su propia conversación. Que si no le parecía bien no convertirse en león. ¡Y cómo íbamos a dejar a un len chiflado suelto! 

¿Acaso ves que yo lleve mis aletas? Debes intentar adaptarte. Y parte de esa adaptación consiste en ir cubierto. Esos cubrepieles como los llamas son ropa. R-O-P-A

Cierro los ojos y me tapo el rostro con ambas manos cuando en su prosa Simba decide que es una buena idea mostrar sus ds puños quedando otra vez completamente desnudo. Estoy completamente convencida de que Eric castigará severamente su atrevimiento. 

Con los ojos aun cerrados me masajes el puente de la nariz. 

Anda. Tápate. Mi señora. ¿No hay clases especiales de adaptación para los más desastrosos? Creo que sería lo más adecuado. 

Notas de juego

No nos quejamos de las ilustraciones. 

Cargando editor
23/07/2019, 13:50
Ella

Ella te recorre con la mirada cuando descubres todo tu cuerpo y por un breve instante se fija y sonríe con mucha picardía, aunque de una manera tan sutil que tú no te das cuenta, tampoco Ariel, ninguno de los presentes se enteraría de lo que ha pasado  por su mente al ver tus atributos pero sí quizás mentes más maduras y acostumbradas. Sea como fuere el gesto os pasa desapercibido, veis a una mujer que ni se inmuta.

- Ariel, querida, lo de Eric te lo explicaré ahora, dejaremos que Simba se marche, seguramente tenga disculpas que ofrecer, y preocupación en su noble corazón por toda la sangre derramada ¿Y si ha matado a alguien?

Ella te mira inquisitiva, pensando que no has escuchado ninguna de las palabras y cuando terminas de hablar su gesto es exactamente éste:

- Pensándolo mejor, Simba, voy a ayudarte a que reflexiones un poco, hemos acordado que te hace falta hacer examen de conciencia y orgullo, tendrás que hacer memoria de todas las cosas que te he dicho.

Se acerca a ti, te sujeta por los hombros con gesto maternalista y camina contigo hacia la puerta, puedes percibir su olor. Si la luz pudiera tener un olor, ese sería el suyo.

- Y para eso he pensado que en silencio será mucho mejor.

Se posiciona frente a ti, es bastante más bajita que tú, del tamaño de Ariel. Te pone el dedo pulgar en los labios mientras la otra mano aún sujeta tu hombro. Y murmura mirándote a los ojos.

- Hasta que repares el daño que el orgullo rompió - una pequeña chispa verdosa se abre en el centro del negro de sus ojos.

Cuando abras los labios para volver a hablar, tu voz no saldrá.

- Para aprender, necesitas escuchar… hermoso león.

Susurra con una sonrisa inocente y protectora, termina de acariciarte la cara, la mano que estaba en tu hombro baja con suavidad. Abre la puerta y te hace salir de su despacho sin más dilaciones.

Notas de juego

Simba sale.

 

Uffff... No, nos quejamos desde luego.

Cargando editor
23/07/2019, 15:14
Ella

- Veamos… Eric – suspira mirándote y vuelve cerca de ti – no vendrá éste año, tenerlo al lado sería un lastre para ti, quiero que aprendas por ti misma, quiero que seas tú, sin él, sin tu padre, sin más lastres. Esa muchachita curiosa, intrépida, valiente, noble… Solo tú. Aprende de los humanos durante estos años, decide si es él o es otro. Decide si quedarte con ellos o volver al mar. Sé que crees que es amor, sé que todo sucedió tan rápido que casi ni lo pensaste. Si quieres volver con él puedes hacerlo ahora mismo pero a mí me gustaría que te quedaras, me encantaría verte a ti misma sin todo lo que el devenir de las páginas te impuso. Una Sirenita independiente.

Cargando editor
25/07/2019, 12:51
Ariel

Parpadeo dos veces al escuchar a Ella. ¿Que significa que fue rápido? ¿Cuánto tiempo se supone que tardan los humanos en emparejarse? Lo cierto es que sí quería aprender. No quería que Eric se avergonzara de mi cuando nos fuéramos de viaje, ni en los eventos oficiales. Y si, tenía mucho que aprender. 

No quería que me dejara por otra "Vanessa" cualquiera al no reconocer mi voz. 

Suspiré, no quería volver a estar triste. 

Está bien, maestra, soberana... Ella, tu... lo que sea. Gracias por confiar en mí. 

Ella era como la bruja del mar pero en simpático y guapa. 

Y sin más me dispuse a marcharme. Tenía mucho por aprender y aún no había acudido a la primera lección. 

Cargando editor
28/07/2019, 18:29
Ella

Sonríe mirándote, abre los labios para decirte su nombre, pero al final no lo hace, los cierra de nuevo y abre la puerta. Ves la hermandad al otro lado, te deja justo en tu habitación, estás sola.