Partida Rol por web

Universum Incognitum

Ambientación

Cargando editor
06/08/2016, 18:01
moucho

CONTEXTO GENERAL

La ambientación de esta partida entraría dentro de lo que a veces se ha dado en llamar "futuro sucio", un futuro con una estética más bien oscura, a veces incluso decadente, similar a la actual en muchos aspectos aunque con algunos elementos tecnológicos mucho más avanzados. Si buscamos ejemplos, estaríamos hablando de "Alien", "Atmósfera Cero", "Matrix", "Bladerunner" o "Firefly", en contraposición a ese futuro supertecnificado e idealizado que podemos ver en "2001: Una Odisea en el Espacio" o "Star Trek".

A nivel tecnológico, estaríamos todavía en una fase pre-warp (i.e. nuestra tecnología no nos permite viajar más rápido que la luz) basada principalmente en la energía de fusión e incluso la antimateria en el caso de los centros más desarrollados. Merece la pena destacar la existencia de sistemas generadores de gravedad artificial, un punto de inflexión clave en la conquista y colonización del Sistema Solar.

En el caso de la robótica y la inteligencia artificial, estamos aún lejos de construir máquinas pensantes sensibles y autoconscientes, pero no es extraño emplear exo-esqueletos en tareas especialmente duras o peligrosas, podemos reemplazar miembros perdidos por costosas (económicamente) extremidades cibernéticas y es posible construir robots especializados de cierta complejidad y autonomía (similares al AMEE de "Planeta Rojo", por ejemplo). También es posibe semi-automatizar, mediante sistemas computarizados dotados de inteligencia artificial, muchas de las tareas de control de las grandes naves e instalaciones espaciales, como en el caso de GERTY en "Moon".

En cuanto a la biología y genética, se han producido grandes avances tanto desde el punto de vista científico y aplicativo como de su aceptación. No podemos crear formas de vida complejas desde la nada, pero las mejoras genéticas puntuales son accesibles para aquéllos que puedan permitírselos y los organismos modificados genéticamente para su empleo en medicina, agricultura o ganadería son bastante comunes.

La tecnología armamentística también ha avanzado considerablemente, incluyendo sistemas de bombardeo cinético orbital, láseres, cañones de raíl, etc., aunque dichos avances se han restringido mayormente a sistemas de armas de gran tamaño. En el caso de las armas individuales, aparte de la mejora en armaduras de protección y la disponibilidad de armas de fuego capaces de operar en el vacío espacial, los cambios han sido pocos.

 

EL SISTEMA SOLAR

Como ya he apuntado, la Humanidad está todavía en una fase pre-warp, es decir, por sí misma no es capaz de viajar a mayor velocidad que la luz y, de este modo, salvar distancias interestelares. Sin embargo sí podemos desplazarnos por el Sistema Solar (o Sistema Sol) en días o semanas, dependiendo de la nave y el destino, y la construcción de ascensores espaciales ha abaratado y simplificado de forma drástica los viajes espaciales.

De este modo, la Humanidad se ha expandido a lo largo y ancho de nuestro Sistema Solar, estableciendo diversas colonias tanto en planetas como lunas y asteroides, incluso en los exteriores. Desafortunadamente, no disponemos aún de la tecnología necesaria para terraformar, aunque sí podemos construir grandes hábitats artificiales (p.ej. ciudades subterráneas o grandes estaciones espaciales) en otros mundos.

Hemos descubierto también vida extraterrestre dentro de nuestro Sistema. En concreto, hemos encontrado vida microbiana en Marte que, además. ha resultado estar genéticamente relacionada con la de la Tierra, demostrándose así la teoría de la Panspermia defendida hoy en día (al menos teóricamente) por algunos científicos. También se ha descubierto vida microbiana en Titán (luna de Saturno), aunque de naturaleza totalmente distinta a la nuestra. El único lugar de nuestro Sistema Solar en el que se ha encontrado vida compleja es en los océanos subterráneos de Europa (luna de Júpiter), donde criaturas similares a peces, moluscos y crustáceos florecen por doquier.

 

EL SUBESPACIO

Han pasado ya más de 50 años desde el descubrimiento del primer Nodo, inmensas estructuras de origen alienígena desconocido y de cuyo funcionamiento aún apenas sabemos nada. Los Nodos sirven como puerta de entrada al Subespacio, una dimensión alternativa gracias a la cual los viajes interestelares se han hecho posibles, dándole a la Humanidad, por primera vez, la posibilidad de asomarse más allá del Sistema Solar.

Sin embargo, el Subespacio constituye un enigma y un peligro mortal en sí mismo. Esta dimensión alternativa responde a leyes espacio-temporales completamente distintas a las nuestras, leyes que la ciencia está lejos aún de entender. De este modo, entrando desde un Nodo situado en un punto A del espacio normal a un punto A' del Subespacio, viajando luego a velocidad sub-lumínica (recordemos que nuestro nivel tecnológico aún no nos permite viajar más rápido que la luz) durante sólo unas semanas y, finalmente saliendo del Subespacio por un Nodo situado en un punto B' del Subespacio a un punto B del espacio normal, me encontraré que habré salvado una distancia de incluso centenares o miles de años luz. Asimismo, la correspondencia de rumbos y distancias entre Nodos dentro y fuera del Subespacio no parecen guardar relación lógica alguno: dos Nodos en sistemas vecinos pueden estar separados por distancias inmensas en el Subespacio, y viceversa. También ocurre que, por ejemplo, dos naves que atraviesen al mismo tiempo un Nodo pueden salir al otro extremo separadas por horas o incluso días, tanto entre sí como con respecto al instante de entrada; los propios Nodos son casi indetectables por medios tradicionales, ya que existen fuera de fase con respecto tanto al espacio normal como al Subespacio, etc. Innumerables naves se perdieron sin dejar rastro antes de poder establecer las primeras rutas seguras y, aún hoy, no son pocos los que, habiendo partido para explorar nuevas regiones del Subespacio en busca de Nodos que den acceso a nuevos mundos, jamás regresan. Existe también una permanente una extraña radiación de fondo (aunque de intensidad variable) que afecta de forma negativa tanto a los componentes electrónicos como, sobre todo, a la materia orgánica, la cual descompone a medio plazo, obstaculizando el funcionamiento de sensores y comunicaciones y obligando a las naves a blindarse contra dicha radiación a riesgo de morir sus ocupantes y perderse sus mercancías. 

A excepción de las naves humanas que viajan por él, algunos restos meteóricos y la presencia de extrañas tormentas y nebulosas, el Subespacio constituye en sí un gran vacío.

OTROS MUNDOS

Aparte del Nodo Sol (el de nuestro sistema solar), hasta el momento se han encontrado en el Subespacio otros 8 Nodos funcionales (más otro semi-destruido) que dan entrada a otros tantos sistemas planetarios, todos ellos de nuestra galaxia. De ellos, 5 contienen planetas que albergan vida compleja, aunque no inteligente. Los 3 restantes, aunque inicialmente estériles, son ricos en minerales raros y otros compuestos de gran interés.

 

 

Cargando editor
06/08/2016, 20:10
moucho

LA MISIÓN DE LA VÖLUNDR

Los protagonistas forman parte de la tripulación de la nave minera Völundr, perteneciente a la Ceres Mining Co., una de las principales corporaciones mineras del Sistemas Solar. Ésta ha adquirido recientemente los derechos de explotación de la segunda luna del planeta gigante HD 132563 B b, un sistema ternario en la constelación Boötes, a más de 300 años luz y accesible por el Nodo Eta. Sondeos preliminares confirmaron la presencia de abundantes recursos mineros estratégicos, por lo que la compañía ha enviado la Völundr como avanzadilla para iniciar la construcción de una colonia minera de cara a iniciar su explotación. Se trata de una misión hasta cierto punto rutinaria, aunque no por ello carente de peligros ya que, después de todo, se encontrarán solos en espacio virtualmente inexplorado, sin prácticamente posibilidad de contactar con nadie y a semanas de viaje del puesto humano más cercano.

En esta misión, como en muchas otras anteriores, el Völundr actúa como transporte a la vez que de remolcador. De este modo la configuración del "convoy" puede verse como constituido por dos secciones.

Por una parte tenemos la sección anterior, la nave Völundr propiamente hablando, una nave completamente independientemente y con capacidad atmosférica limitada, la cual actúa como remolque y donde se encuentran el puente de mando, los módulos de habitabilidad, la sala de reactores principal, la cámara de EVAs y una bodega de carga propia e independiente

Por otra parte está la sección portacontenedores posterior, que transporta los contenedores con todo el material y maquinaria necesarios para la construcción de las instalaciones de la colonia, así como una sala de reactores secundaria para dotar de potencia extra al conjunto. Ambas secciones están conectadas vía un anexo a la sala de máquinas principal. La sección portacontenedores está atravesada longitudinalmente por un gran corredor central que lleva a la sala de reactores secundaria y que cuenta con accesos protegidos a las conexiones umbilicales de los contenedores que necesitan algún tipo de mantenimiento o alimentación, sea de electricidad, refrigerante, etc. Dichos contenedores se sitúan siempre en las hileras centrales, aquéllas pegadas al cuerpo de la nave. 

La tripulación de la nave está constituida por 7 personas:   

  1. Capitán: Ctibor Zeman
  2. Navegante (Primer oficial): Thea Dupont
  3. Piloto: Raquel Quesada
  4. Jefe de máquinas: Bruno Laar 
  5. Ingeniero de sistemas: Illés Edina 
  6. Especialista en EVAs: Lem Ryan
  7. Médico: Alexander Weir 

a los que hay que añadir a Rufus, un Jack Russell Terrier que hace las veces de mascota de la nave y cazador de ratas. Lo habitual es contar con uno o más gatos para tales menesteres, más ágiles y limpios, pero el capitán es alérgico a ellos. 

A mayores, de cara a esta misión llevan 4 pasajeros más (totalizando 11 personas y un perro):

  1. Ingeniero de minas: Adisa Amosun 
  2. Ingeniero civil: Liam Ross 
  3. Minero: Harvey Collins
  4. Minero: Mladen Zakula 

En muchos aspectos el día a día en la nave no dista mucho del de un buque mercante actual, aunque el ambiente claustrofóbico de la misma recuerda más al de un submarino, si bien algo más espacioso. Tratándose de una nave civil, la tripulación viste ropas especiales (monos de trabajo y botas) homologadas por las autoridades de supervisión de navegación espacial para este tipo de vuelos. Existen infinidad de modelos a la venta, amén de las personalizaciones de cada uno. Estos trajes ofrecen a sus usuarios una primera (o última, según se vea) barrera de protección contra la radiación ambiental, descompresiones (cuentan con una capucha autohinchable de forma similar a un airbag con 15 min. de aire, aunque no pueden soportar el vacío espacial), incendios (son ignífugos) y micrometeoritos, además de medir las constantes vitales del usuario.  

Todos los pasajeros y tripulantes llevan en todo momento un dosímetro para detectar y contabilizar la radiación ambiental. La tarjeta es a la vez "física" y digital (las lecturas se almacenan también en un chip interno).

 

Los sistemas de realidad aumentada son de uso común en la sociedad, y en el caso de ciertas actividades y profesiones son especialmente útiles. De este modo, todos los miembros de la tripulación básica los usan en su día a día. Por ejemplo, en el caso de la tripulación de cabina, les sirve como HUD; en el caso de los médicos, para la asistencia al diagnóstico y cirugía mediante imágenes biomédicas y signos vitales; y en el caso del personal de máquinas, para algo similar a nivel mecánico.

Estos sistemas funcionan mediante conexión inalámbrica a la computadora central de la nave, pero en ocasiones puede ocurrir, sobre todo en el Subespacio, que las interferencias ambientales den problemas con la señal, en cuyo caso es necesario recurrir a una conexión cableada. Asimismo, los modelos de gafas varían en apariencia, funcionalidad y resistencia, tanto física como a interferencias. Por ejemplo, en el caso de la sala del personal de máquinas, los visores que emplean pueden considerarse "de seguridad" y son muchísimo más resistentes.

A la hora de interaccionar con la computadora central, pueden emplearse los diversos monitores y terminales de la nave, usar un interfaz vocal (i.e. hablando con ella) o conjugarlo todo con los visores.

 

En cuanto a la actividad extravehicular, podemos distinguir entre salidas al vacío del espacio normal, al Subespacio y a superficies planetarias. En el caso del vacío del espacio normal, hay que decir que los trajes espaciales de la época son muy versátiles, especialmente si los comparamos con los actuales. De nuevo se trata de trajes homologados y con un alto nivel de estandarización, lo que permite intercambiar entre sí buena parte de los componentes de dos trajes cualesquiera aunque sean de diferentes fabricantes. Esto permite, a su vez, un alto grado de configuración de cara a la tarea a realizar. El traje básico estándard se basa en la tecnología Bio-Suit, lo que permite una gran movilidad y seguridad (permite el parcheo incluso en en condiciones de vacío si la rotura es leve).

Dependiendo de la tarea pueden acoplarse mochilas propulsoras y exoesqueletos varios, así como añadir protecciones extra o intercambiar componentes.

 

Mención aparte merecen los trajes espaciales para actividades de construcción y minería, ya que al tratarse de tareas de alto riesgo están especialmente reforzados, algunos incluso con visores blindados opacos.

Las salidas extravehiculares en el Supespacio son altamente peligrosas debido a la radiación ambiental, dañina tanto para el organismo como para los sistemas electrónicos. De esta modo se emplean trajes y exoesqueletos especiales, de alta protección y bastante engorrosos de usar.

En lo que respecta a las superficies planetarias, todo depende del tipo de atmósfera y ambiente. En el caso de que no exista atmósfera, se emplean los protocolos son virtualmente idénticos a los del vacío espacial. Sin embargo, en el caso de que exista una atmósfera, en el caso de un primer contacto se aplica un protocolo de análisis ambiental en el que se toman muestras de la atmósfera y el suelo y se monitorizan durante 48 horas en busca de vida microbiana, virus, alérgenos, etc. De existir algún riesgo se aplica un protocolo de riesgo microbiológico. A partir de ahí, el traje a amplear varía grandemente dependiendo del riesgo y del tipo de atmósfera, yendo desde meros trajes ambientales no presurizados similares a los equipos de protección NBQ actuales con sistemas de filtrado de aire atmosférico, hasta trajes espaciales o exoesqueletos. 

Finalmente, la nave dispone de una pequeña armería cuyas llaves están en manos del capitán. Contiene 3 chalecos, 3 pistolas, 3 escopetas de cartuchos y un arma automática capaz de operar en el vacío espacial.

 

Cargando editor
22/08/2016, 19:32
moucho

LA CAMPUS STELLAE

 

LA MISIÓN DE LA CAMPUS STELLAE

Cargando editor
30/10/2016, 13:12
moucho

LA MISIÓN DE LA CAMPUS STELLAE

Aquellos que desvelen los secretos del Subespacio tendrán acceso a todo el Universo y dominarán el futuro. ¿Por qué contentarse con el Sistema Solar y sus menguantes recursos cuando tienes todo un Cosmos y sus infinitas riquezas a tu alcance? Ésa es la razón por la que cada vez más naves se adentran en las regiones inexploradas del Subespacio llevadas la curiosidad, el idealismo, la codicia o, simplemente, la desesperación.

La T-SCQ 1495 B "Campus Stellae" es una de ellas, aunque su apuesta parece ser más segura que la de sus predecesoras. La nave ha sido fletada por la Mars Universitas, la más antigua e ilustre de las universidades marcianas, con fondos provenientes de la megacorporación Gaia, especializada en bioingeniería y tecnologías de colonización. El objetivo de la misión es poner a prueba en condiciones reales un nuevo sistema de navegación subespacial desarrollado conjuntamente por ambas instituciones y que, supuestamente, será capaz no sólo de guiar de forma segura a las naves dentro del Subespacio, sino también mejorar increíblemente la capacidad de localización de nuevos nodos. El secreto que rodea a dicho sistema es absoluto, ya que el espionaje industrial está al orden del día, especialmente en temas de exploración espacial. Si la misión tiene éxito, viaja a bordo un equipo completo de científicos especialistas para realizar una exploración preliminar de los nuevos sistemas descubiertos.

La nave es una nave de patrullaje militar Chakraborty-Boeing Piscis Mk.IV, excedente de las Guerras Pluto, con capacidad atmosférica total y, de por sí, gran autonomía. La nave fue renovada en profundidad en los astilleros lunares para su empleo como nave de exploración civil, eliminando la mayoría de los sistemas armamentísticos, mejora del blindaje anti-radiación, ampliación de las bodegas de carga, adición de laboratorios y áreas de habitabilidad, etc., sin olvidar el ultrasecreto sistema de navegación subespacial, que fue instalado a posteriori en las instalaciones privadas de la compañía en un área de acceso ultra-restringido de la nave.

La co-dirección de la misión se divide entre:

  • Capitán de la nave: Cap. Joakim Monsen. Ex-militar, con amplia experiencia, disciplinado y autoritario.
  • Director de la misión (Gaia Corp.): Wenzel Altermann. El típico chupatintas ambicioso con ganas de medrar dentro del escalafón de la compañía. Su misión es supervisar la misión y velar por los intereses de la compañía.
  • Jefe científico (Mars Universitas): Dr. James McTaggart. Antropólogo. Es también el director del programa de desarrollo del nuevo sistema de navegación. Dirigirá las pruebas del sistema de navegación así como las posibles actividades de exploración de los nodos y planetas localizados.

 

En lo que respecta al resto de la tripulación, destacan:

 

  • Tripulación de la nave:
    • Piloto: Derek Hays.
    • Oficial científico de la nave (Primer oficial): Ekaterina (Katya) Tarasovna.
    • Navegante: Urepa Tame. Debe tenerse en cuenta que el nuevo sistema de navegación subespacial no está bajo su control, sino que dicho sistema proporciona datos al sistema de navegación estándard de la nave. Es más, Tame no tiene acceso a las instalaciones del nuevo sistema salvo previa autorización por parte del jefe científico McTaggart o el jefe de misión Altermann.

 

  • Sistema de navegación subespacial: Como hemos dicho es de acceso super-restringido, incluyendo, aparte de a Atermann (director de la misión) y McTaggart (jefe científico y director de su programa de desarrollo), a dos personas más:
    • Operador del sistema: Thomas Parry. Astrofísico.
    • Operadora auxiliar: Elisa Bayrak. Bioquímica.

 

  • Equipo científico de tierra:
    • Jefe del sub-equipo de búsqueda de vida: Ashley Stark. Exo-bióloga.
    • Jefe del sub-equipo de exo-arqueología: Bill Rogers. Exo-arqueólogo.
    • Jefe de seguridad: Peter de Boer. Ex-militar, a cargo de la seguridad del equipo de tierra y del interior de la nave.